En política sucia, todo vale
- Max Lesnik
- 17 octubre, 2018
- 0
- Destacados, Réplica
El Pasado que domina el presente
Se dice que la política es el arte de lo posible. Dicho esto cuando se trata de honorables personeros de la vida pública los que se disputan la victoria en el ajedrez del escenario nacional de un país o en el más complicado tablero de la diplomacia internacional.
Pero lo cierto es que por cada político honrado hay más de mil trúhanes que siguen la divisa de los piratas del siglo XVI dispuestos a todo – al robo a mano armada y hasta el más deleznable crimen- con tal de lograr sus malsanos objetivos.
La mentira, la trampa, el engaño y hasta acciones de “bandera falsa” para culpar a sus adversarios de ser autores de actos recriminables que manchan el nombre de quienes aparecen como sus autores, son prácticas muy comunes en el mundo de la política sucia a la que hacemos referencia.
En la política nacional de cada país el dinero corruptor es el gran instrumento que determina y dice la última palabra sobre quienes han de gobernar las naciones que se titulan “democracias”. Por cada Mujica como el expresidente uruguayo hay mil bandidos como un Peña Nieto mexicano, dicho esto para no citar a militares golpistas que han interrumpido el ritmo constitucional de sus países para saquear el tesoro de sus naciones en nombre de lo que les ha servido de pretexto, la “Ley y el orden”.
En nuestro continente americano y en Europa también, estamos viviendo tiempos confusos y difíciles en los que los pueblos, decepcionados de los políticos tradicionales y de la “política sucia”, miran a tientas el negro horizonte que tienen delante fijando su vista en las promesas fabulosas y falsas de personajes al estilo del Republicano Donald Trump en Estados Unidos o el brasileño Bolsonaro en Brasil, respuestas engañosas que no pasan de ser rutilantes pompas de jabón, que más que remedios o soluciones a los males presentes, no son otra cosa que frágiles globitos de aire fino prestos a estallar estrepitosamente- por la fuerza de la realidad- más temprano que tarde.
Vivimos en tiempos revueltos de “política sucia”. Y a grandes males, grandes y radicales remedios. ¿Pero quién le pone el cascabel al gato?
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
No hay comentarios:
Publicar un comentario