miércoles, 16 de noviembre de 2016

EN EL CENTENARIO DEL CONVENTO SAN JUAN DE LETRAN DEL VEDADO HABANERO

En el Centenario del Convento San Juan de Letrán del Vedado habanero.



UN LUGAR SAGRADO DE RECUERDOS IMBORRABLES...





CRÓNICAS CUBANAS.



Por Félix Sautié Mederos



Queridos lectores de Crónicas Cubanas, hay espacios y edificaciones que son
sagrados para la patria, la cultura, las ideas y la religión. Unos por una
causa y otros por otra y valgan las redundancias; pero también hay espacios
y edificaciones que reúnen de conjunto todas esas causas y atributos como
consecuencia de lo que han representado en el transcurso del tiempo para la
vida en sociedad. Éstos últimos devienen verdaderas joyas patrimoniales de
la historia, la identidad, la cultura y la nación integralmente, ya sean de
origen laico y/o religioso, de los cuales en mi criterio el nuevo y
centenario Convento de San Juan de Letrán de los dominicos del Vedado
habanero es una muestra imposible de pasar por alto. Estas consideraciones
que les planteo en mi crónica sobre el Centenario del Convento San Juan de
Letrán en el Vedado habanero recientemente conmemorado, están determinadas
por la sensibilidad y la espiritualidad que algunos no son capaces de
apreciar como resultado de su ateísmo y apego a una secularización a
ultranza que niega estos atributos. A tales efectos en mi opinión muy
personal esos que así se conducen, se quedan vacíos, sin historia ni
sentimientos, cuando manifiestan tales inconsecuencias en grado extremo.
Personalmente les respeto su opción conceptual que parte del libre albedrío
de la condición humana, que es por demás un don sagrado de la vida que nadie
tiene derecho a ahogar.



En este orden de cosas, esos espacios y edificaciones a que me refiero,
puedo decir que cuando se les respeta consecuentemente es posible asimilar
en ellos su impronta en el sentido de huellas imborrables en la
espiritualidad y la identidad de las personas, así como en la Historia de
las naciones y de la humanidad en general. Lo que planteo lo he vivido
personalmente en múltiples espacios y edificaciones de la patria cubana en
los que me he conducido, tales como el Colegio en que me eduqué de “Los
hermanos Maristas de la Víbora” y en el Instituto de Segunda Enseñanza de la
Víbora; así como en el Convento San Juan de Letrán con los frailes dominicos
de espíritu abierto en favor de la verdad que como consiliarios de La
Juventud Estudiantil Católica de Cuba, JEC; forjaron en mi persona
inquietudes en favor de la vida, la verdad, la justicia con los pobres y el
amor a la Patria y al género humano en general.



Existen muchos otros lugares como éstos en La Habana y en el territorio
nacional de nuestro país. No los puedo mencionar a todos porque sería muy
extenso. Solo quiero destacar algunos más de importancia evidente, como son
el Muro que queda de la Cárcel en donde se fusilaron en 1871 en La Habana a
los estudiantes de Medicina, las Canteras de San Lázaro en donde estuvo
preso de joven nuestro José Martí, el Cementerio de Santa Ifigenia en
Santiago de Cuba y el Santuario de El Cobre en donde se encuentra la imagen
original de la Virgen de la Caridad, Patrona y Reina de Cuba. Basten estos
ejemplos para ilustrar concretamente lo que estoy planteando y para dar una
idea de la emoción que se puede manifestar cuando los visitamos apreciando
su significado en el tiempo, en la historia y en la vida espiritual de las
personas y de la Nación cubana.



Así lo experimenté el primer día de los actos conmemorativos recientemente
celebrados por el Centenario del Nuevo Convento de San Juan de Letrán en el
Vedado habanero, en el que tantas emociones y momentos memorables he vivido
durante ya mi larga vida. Aquel día que menciono sentí profundamente y lo
quiero testimoniar en Crónicas Cubanas, un choque radiante de luz y
renovación en sus claustros y aulas del Centro Fray Bartolomé de las Casas
para la formación humanística de los jóvenes cubanos, que lo han colmado en
búsqueda de la verdad y del conocimiento. También es un espacio de respeto y
profundidad de miras para el encuentro, el diálogo y la reflexión de los
cubanos de buena voluntad que busquen la verdad que es pasión y objetivo de
vida de los frailes de la Orden de Predicadores que hace 800 años fundara
Santo Domingo de Guzmán, así como del amor y de la reconciliación de vida
que tanto necesita nuestra Cuba de hoy. Una misión inmemorial asumida por
los dominicos en nuestro archipiélago insular caribeño, que se pierde en el
tiempo de la conquista y la colonización por España hasta nuestros días de
libertad e independencia republicana. Al respecto lo testifican las luchas
de Fray Antón de Montesinos y de Fray Bartolomé de las Casas en favor de los
aborígenes americanos cuyos ecos retumban en los muros de San Juan de
Letrán, junto con algunas expresiones muy sentidas de nuestro José Martí,
una de las cuales se encuentra expuesta en un sencillo marco que aparece en
su centenario claustro dominicano del Vedado habanero y que dice
textualmente: “Los amorosos dominicos- ¡Buenos siempre, hasta para América
Buenos!”



¡Albricias por tan augusta conmemoración!, por la cual me regocijo y la
comparto con mis lectores de Crónicas Cubanas, porque pienso que en la Cuba
de hoy y el mundo que nos rodea del cual México es un lugar muy querido en
mi corazón ante tanto hastío y desesperanzas, conmoraciones como las
vividas en un lugar sagrado de recuerdos para mi imborrables constituyen un
estímulo espiritual para continuar adelante en pro de la verdad, el amor
entre los seres humanos, la justicia y la paz que tantos y tantos anhelamos.
Así lo pienso y así lo expreso con especial emoción, en mi derecho a opinar,
con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie
en particular. fsmederos@gmail.com <mailto:fsmederos@gmail.com>



Publicado por el periódico Por Esto!, de Mérida, Yucatán, México, Sección
de Cultura, el miércoles 16 de noviembre del 2016



http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan
<http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=33&idTitulo=5191
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