viernes, 21 de junio de 2013

NUEVOS SUENOS SON POSIBLES


                          Nuevos sueños son posibles
                            Por Lorenzo Gonzalo, 21 de junio del 2013
 
En todas las latitudes se vislumbran fuerzas progresistas de diferentes matices, en su mayoría novedosas.
 
Algunas de ellas ocupan el poder en Latinoamérica, donde los partidos más bien expresan facciones de la sociedad y no expresiones ideológicas excluyentes.
 
La ideología fundamentada en la alternancia clasista como impulsor histórico, hoy presenta fallas difíciles de precisar con exactitud, pero el planteamiento merece atención y debe ser estudiado convenientemente para evitar los errores y sobre todo la comisión de injusticias sociales mayores.
 
El mundo ha cambiado y el concepto clasista, definido como el enfrentamiento entre quienes lo tienen todo frente a quienes nada poseen, se ha mezclado, presentando en la actualidad otros matices.
 
Los elementos que impulsan la historia política se acercan más al concepto de necesidades sociales, las cuales originan el surgimiento de clases económicas que el tiempo se encarga de expresar como divisiones ciudadanas.
 
Esta misma dinámica necesarial, en la actualidad está creando segmentos sectoriales que poco o nada tienen que ver con las desigualdades económicas.
 
La aparición de especialidades múltiples, donde muchos de sus integrantes llegan a alcanzar altos niveles de vida, ha originado la aparición de potenciales protagonistas que contribuyen al diseño de nuevas visiones políticas.
 
El debut de este heterogéneo sector en la historia origina un enfrentamiento con el minúsculo grupo que administra las finanzas y decide en las políticas corporativas.
 
Las clases como tal, elemento que ni siquiera está definido científicamente por Marx, son excluyentes. Esto aplica tanto a los trabajadores de menos ingresos, cuyo elemento porcentual dentro de la sociedad cada día disminuye, como la integrada por los grandes poseedores, los cuales cada día también representan un número porcentual menor. Sin embargo, la movilidad social moderna desplaza los enfrentamientos y redefine el choque de los protagonistas.
 
Las especializaciones y la vida citadina han cambiado ciertos aspectos de aquellos que más poseen, dando lugar al surgimiento de esos segmentos sectoriales. La razón de los mismos se explica por la necesidad de nuevos protagonistas requeridos por el avance científico, la elaboración de tecnologías y la creatividad para aplicarlas.
 
Estas personas son cada vez más propensas a percibir anomalías que les afecta en sus aspiraciones y como consecuencia adoptan actitudes que los identifican con las mayorías que tienen menos. Los intereses de la sociedad tienden a igualarse, quedando fuera solamente el pequeño grupo a quienes la propia realidad los desplaza.
 
La apropiación de la producción en la actualidad no tiene tanto que ver con la afectación de mayorías explotadas que reclamaban un poco de pan para alimentar a sus proles o resolver otras necesidades básicas.
 
Aun en los países en vías de desarrollo, al menos el 65% de la población cuenta con esos accesos, sin hablar de aquellos industrializados donde ese porcentaje fluctúa alrededor del 90%.
 
Explicar hoy la historia en términos de una lucha de clases feroz nos aleja de la realidad.
 
La apropiación de la producción tiene que ver con la desigualdad de oportunidades que se origina en le proceso de educación y con el debilitamiento presupuestario del Estado, lo cual lo incapacita para disponer de recursos que le permitan universalizar otras oportunidades, sacrificadas por la producción de mercadería superflua o al menos susceptible de ser postergada. Un ejemplo de esto es la educación pública la cual llegó a ser piedra angular para impulsar el desarrollo de esas sociedades post industriales, a cuyas escuelas acudían ricos y pobres por igual, con unas pocas excepciones.
 
No hay dudas que hay que eliminar los factores que  interrumpen un desarrollo social donde todos alcancemos las oportunidades y tengamos por base las condiciones para una competencia leal. Pero la competencia no es necesariamente enfrentamiento y las coincidencias dentro de las desuniones sociales originadas por las diferencias económicas, no están impidiendo cambios dentro del entorno evolutivo, lejos de eso, parecen favorecer determinados avances, a diferencia de la actitud meramente política que persistir en un distanciamiento de gente que en las realidad no es tan abismal como lo pintan alguna teorías extrapoladas de los planteamientos de Karl Marx.
 
Marx publica junto a Engels El Manifiesto Comunista entre 1847 y 1848 y escribe parte del capital en 1867. O sea, tenía 28 o 29 años cuando publican el manifiesto y 49 o 50 años cuando se conocen los primeros postulados de su teoría, expresada en el Capital.
 
Hubo un largo trecho en términos humanos y esencialmente en lo relacionado con la evolución del pensamiento de una persona.
 
Los estudiosos de hoy y los políticos, cuyos discursos justicieros les han permitido alcanzar el Poder, deben prestar más atención a estas incidentales.
 
No sé si todo lo expresado hasta aquí será cierto o no, pero sin dudas que dentro de un orden serio de pensamiento es factible que así sea.
 
Un nuevo sueño es posible, sólo hace falta un pensamiento positivo y no excluyente, especialmente cuando se ejerce el poder.
 
Así lo veo y así lo digo.
 
 

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