sábado, 6 de abril de 2019

LA INJERENCIA RUSA Y ALGO MAS


LA INJERENCIA RUSA Y ALGO MÅS
La injerencia rusa fue comprobada en toda su extensión. Además de “jaquear” las computadoras del DNC utilizaron Facebook y el internet para crear falsos perfiles, falsos acontecimientos y falsas situaciones con el propósito de destruir la reputación de Hillary Clinton. Sobre todo lo anterior no hay la menor duda, pero, ¿fueron estos hechos llevados a cabo en coordinación con Trump o miembros de su entorno?
Los rusos llevaron a cabo la injerencia como parte de una estrategia bien pensada para desestabilizar la Democracia norteamericana. Para esto no contaron con nadie. Pero por medio de sus agentes contactaron a personas muy allegadas aTrump. Éste y su grupo se mostraron receptivos y dispuestos a cooperar entusiasmados, lo cual permitía la consecución de otro de los objetivos rusos: involucrar a Trump en la trama conspirativa para ejercer algún poder sobre él, pero siempre, evitando una situación ilegal que diera al traste con la elección de Trump como Presidente o su posible futura remoción. Hablaban pero no coordinaban. Querían a Trump de Presidente. Esto haría muy difícil al Fiscal Mueller demostrar que hubo colusión.
No Hay dudas que hubo, al menos, intentos de colusión. Los contactos con los rusos fueron reales y las dudas sobre colusión persisten, pero donde no hay dudas es en los intentos de Trump por obstruir las investigaciones sobre la intromisión rusa en las elecciones del año 2016, porque éstas fueron a plena vista, es decir, Trump no se ocultó para ejercerlas. Despide al Director del F.B.I Comey y en una entrevista por el canal de televisión N.B.C. confiesa que el despido tenía que ver con la investigación rusa. También despide al Secretario de Justicia por haberse recusado de la Investigación Rusa. Los ataques desmesurados y sin base a la investigación sobre la injerencia rusa eran constantes y los ataques a la integridad del Fiscal Mueller despiadados.
El ex Presidente Nixon le hablaba a una grabadora sus temores, sus odios, su iracundia, su ruindad. El pueblo no lo sabía. Cuando todo se hizo público, el impacto fue brutal. Nixon tuvo que renunciar. En el caso de Trump, la obstrucción fue abierta, no escondida. Todos la observábamos. Al principio nos quedábamos atónitos, hasta que nos fuimos acostumbrando El hecho que la obstrucción fuera abierta, conocida por todos ¿blinda al Presidente para ser encausado? Quizás ese fue el dilema del Fiscal Especial Mueller, por eso prefirió escribir los hechos (casi 400 páginas) y dejar que el Secretario de Justicia decidiera el caso, con una nota al pie: No hay encausamiento pero tampoco exoneración.
RAUL SORONDO 



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