viernes, 15 de enero de 2016

?LOS MAESTROS DE AHORA ESTAN DESPRESTIGIADOS?

[BLOG DE ELIGIO DAMAS] ¿LOS MAESTROS DE AHORA ESTÁN DESPRESTIGIADOS?
From:Eligio Damas <damas.eligio@gmail.com>
To:mareamia <mareamia@aol.com>
Date:Thu, Jan 14, 2016 7:07 pm



                                   
ELIGIO DAMAS

Nota: Hoy 15 de enero es el día del maestro. Como soy maestro, ya sin alumnos y sin escuela, me queda como un estado nostálgico y con unas ganas enormes de tener por delante un poco de muchachos; eso sí con pausa y dándole tiempo al tiempo. Tanto que, como he venido haciendo en las tres o cuatro últimas entregas, se me ocurre colocar este trabajo con motivo de esa fecha y en un momento que esperamos que el gobierno algo nos tire. Hablo del Contrato de los educadores 2015-2017 que parece engavetado. Este artículo fue escrito hace ya casi 28 años, pero pude haber dicho que lo acabo de escribir.
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          Yo creo, pese a lo que digan otros, que el desprestigio del  maestro añejo está y de lejos viene. Quienes creen que  poco tiempo atrás el maestro gozó de gran prestigio, juzgan mal.  Creo más  bien  en  el  casi natural  desprestigio  del  maestro. ¿Han conocido ustedes, lectores amigos, tipo más desprestigiado en  su espacio  y tiempo que aquel estrafalario personaje llamado  Simón Rodríguez?  Apellido propio no tuvo. Los tomaba así, como el  que se  pone  un  traje  o una camisa.  Se  llamó  además  Carreño  y Robinson.  Y  en materia  de ocupaciones,  fue  de  todo,  hasta
fabricante  de velas. I su desprestigio fue tal, que se le  tuvo por  loco.  I que más podía pensarse de un sujeto  en  constantes meditaciones sobre cosas que no interesaban a sus  contemporáneos y éstos menos entendían; más dedicados al devaneo, los beneficios materiales  con  escaso esfuerzo y las  prebendas políticas  por encima de sus capacidades y aptitudes ?

           Hay que ser bien loco, siempre se ha pensado así,  para desperdiciar   talento   y   esfuerzo intelectual   promoviendo pendejadas que en nada tientan al grupo que domina. I este Simón, estudioso y abnegado, en su tiempo y aún en la etapa republicana, fue  un maestro hasta en lograr el desprestigio. Sucre,  una  vez que el maestro caraqueño le llegó como un loco hasta Bolivia,  le ofreció  un  alto cargo educativo y pocas horas después  hubo  de arrepentirse   porque   muchos influyentes  creyeron   locas   y execrables las proposiciones de Simón.

          Y  su  mayor  desprestigio fue  su  limpieza.  Limpieza solemne  de  bolsillo,  lo  que  es  habitual  en  todo   maestro verdadero. Fue,  en cierto modo, un petardista o sablista como  se dice ahora; y como tal, recorrió medio mundo conociendo cosas.  Y pese a que hoy digamos lo más bello de él, en su tiempo muy pocos le tenían  en alta estimación. Fue pues, sin lugar a  dudas, un tipo desprestigiado por los cuatro costados.

          Y es así hoy. La sociedad nuestra asocia la grandeza  y el triunfo individual al bienestar material. Justamente por esto, antes   y  ahora,  los  asaltantes, mentirosos,   especuladores, peculadores  o corruptos y los del narcotráfico, gozaron y  gozan de las más generosa aceptación. El prestigio es cosa de  billetes y cosas  raras. Tiene prestigio quien lleva un  cuidado peinado hasta  en  la playa, el traje de moda y del momento;  aborda  el automóvil  que  más furor despierta y sobre todo,  aquel  que  si usted  "no le reconoce", no pasará por alto jamás su  tarjeta  de crédito.

          Maestro es y siempre ha sido una profesión de limpios. Gente sin lustre, crédito y una buena imagen. La mayoría más bien "disfruta" de una especie de prestigio al revés.

          Allá  en  los  tiempos de Páez, voy  a  confiar  en  mi memoria,  que de paso poco prestigio tiene, hubo en Barcelona  un pionero  del  arte  de  enseñar que creyendo  en  la  bondad  del gobierno del "Tigre de Payara", apeló al  "fiao" en las  bodegas, mientras  el sueldo  esperaba.  I  cayó  en  el  más   espantoso desprestigio.  Tuvo un buen día o madrugada que salir del Cantón en forma apresurada. Enseñar y saber poco importaba si a él no le llegaba la mesada.

          José   Rafael  Pocaterra,  en  uno  de   sus   "Cuentos Tenebrosos",  también  se  lo dejo a  la  memoria,  titulado  "La Mista",  narra  las aventuras de un  infeliz  maestro,  hambreado hasta  el  cansancio, cuyo desprestigio fue tan grande  que,  por vergüenza con los vecinos, a quienes había ofrecido una  escuela de varones y hembras, si las elecciones ganaba el  caudillo que apoyaba, se fue resueltamente a medrar a las puertas de palacio a rogar  le cumpliesen la oferta. Fue a pedir la escuela mixta  que él  pensaba dirigir, sin que lograse tan siquiera un saludo  tras las  rejas  del presidente  suyo. Loco quedó  del  hambre  y  la vergüenza.

          No  hay duda pues que prestigio y limpieza pocas  veces se juntan. Y con esta galopante inflación es poco usual que  haya un maestro de prestigio...tan limpio!

                   Columna "Ayer y Hoy".
                   "Diario de Oriente"
                   Barcelona, 30-05-88




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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 1/14/2016 04:07:00 p. m.
    

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