sábado, 30 de enero de 2016

ANTE LA COYUNTURA, OPINIONES DE JULIO ESCALONA,FERNANDO SOTO ROJAS Y TOBY VALDERRAMA. ?QUE HACEMOS?

Ante la coyuntura, opiniones de Julio Escalona, Fernando Soto Rojas y Toby Valderrama. ¿Qué hacemos?
Eligio Damas

            Abordar el asunto sobre el qué hacer parece complicado. Hay los habituales intereses de por medio y también el temor a definir o proponer cosas concretas por temor a viejos compromisos envueltos en discursos viejos muy duros y apuestas a expectativas que están muy internalizadas en el común de la gente que acompaña este proceso y ha acompañado por años a actores muy importantes como quienes en este artículo se mencionan; temores más acendrados entre quienes antes propusieron y ahora pudieran volver a proponer que entre quienes fueron simples receptores y observan con una hasta profunda angustia. Hay temor de llegar a las raíces del mal y revisar todo el proceso.
            Acabo de leer un artículo de mi viejo amigo y compañero de los tiempos del MIR, Julio Escalona, donde al hablar del cambio de modelo, lo hace de manera excesivamente cuidadosa, tanto como para no abordar o pisar terreno espinoso, ese de las definiciones o proposiciones sustanciales en este momento.
           El modelo al cual se refiere Escalona es el mismo que señaló Aristóbulo Isturiz, el de moda; el de un país que optó por décadas, desde comienzos del siglo pasado a vivir de vender petróleo e importar hasta donde aguantara el ingreso de divisas. Pero eso, de dejar el modelo rentista,  es otra propuesta distinta a la que el Presidente Chávez hizo al país de hacer de la sociedad nuestra una socialista. Por supuesto, todo el esfuerzo que esta meta implicase aun en su arranque, debió empezar por crear las bases materiales necesarias y esto, perdonen el simplismo, debió empezar por la tarea que debía conducirnos a desligarnos de la yunta petrolera. Justamente esa yunta, como la he llamado, en gran medida impulsó, en primer tèrmino, a Chávez a aquella aventura que terminó con “Por ahora”. Por eso insistiré que decir, después de 18 años de iniciado el proceso bolivariano, no tengamos más opción que buscar eso, es como un reconocimiento de fracaso o una confesión de incumplimiento. ¡Claro que debemos insistir en cambiar el modelo rentista petrolero! Eso sigue vigente; tanto como ahora más que nunca, pero no puede reconocérsele al gobierno como un triunfo que, después de lo acontecido, tanto tiempo después, en un recodo del camino, nos salga con esa conclusión y nos vuelva a proponer la misma meta. Como pedirnos “time”, en un momento alto del juego, y luego que volvamos a empezarlo. Creo a gran parte de la dirigencia, a la que se puede, por razones comprensibles, hay que pedirle cuentas, solicitarle que abra espacio, asuma una actitud humilde y reconozca, de la manera más coherente, que no estuvo a la altura del compromiso. ¡Se le acabó su cuarto de hora!
            Por eso, en artículo anterior, elogiamos la sinceridad de Aristóbulo al reconocer que, en materia económica, estructural, el gobierno no hizo lo que se debía para lograr romper con el rentismo en torno al combustible.  Y no hacerlo, poner énfasis en otras cosas, como la preocupación electoralista y clientelar, condujo al actual estado de cosas.

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