lunes, 11 de junio de 2012

SPD 101

----- Mensaje reenviado ----- De: Perucho Figueredo Enviado: Lunes 11 de junio de 2012 19:22 Asunto: SPD 101 SPD No. 101 (24/año 4). La Habana, 11-junio/2012 “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”. Art. 53 de la Constitución Boletín por un socialismo más participativo y democrático. Artículos, notas, reseñas, publicaciones de interés. Los autores son los responsables de sus escritos. Reenvíe este boletín a todos los que estime conveniente. Se autoriza la reproducción total o parcial en cualquier soporte. Recopilación de Pedro Campos. CE perucho1949@yahoo.es Se agradece críticas, comentarios, sugerencias y opiniones sobre forma/contenido ÍNDICE De las Propuestas para el avance al socialismo en Cuba En una cuartilla de tierra: Y el cable ¿dónde está? Cooperativismo y poder político Corresponde a la alta dirección del país poner en marcha el cooperativismo en Cuba. La responsabilidad no caerá en el vacio. Por Radulfo Páez* El carro, el cubano y los parásitos Por Fernando Ravsberg Lenin y el Socialismo: la muy desconocida última lucha de Lenin por el Socialismo Sobre el último esfuerzo titánico de Lenin por enmendar el rumbo. Por Carlos C. Díaz Dividir la sociedad civil, quizás sea un sutil objetivo… Félix Sautié Mederos CONTENIDO De las Propuestas para el avance al socialismo en Cuba, dadas a conocer el 28 de enero de 2011, con miras al VI Congreso del PCC 14-Aceleración de la Revolución Científico-Técnica -Para el socialismo moderno es vital el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informatización. Habrá que socializar y liberar, sin restricciones burocráticas, las comunicaciones, la computación, el pleno acceso a intranet e Internet como parte del derecho del pueblo a la libre información, pues son imprescindibles para el desarrollo del conocimiento, la planificación democrática, el intercambio conveniente, la realización de la verdadera democracia participativa, la disminución de los costos de gobierno, la transparencia de presupuestos y su control por el pueblo, bases del autogobierno del futuro. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- En una cuartilla de tierra: Y el cable ¿dónde está? Hace unos días circuló profusamente por la Intraned la copia de la Resolución 146/2012 del Ministerio de Finanzas y Precios, estableciendo lo que ya estaba establecido desde el 2001, sobre los precios del uso de Internet y del correo electrónico. El Ministerio hasta hoy, no ha negado la autenticidad del documento. La pregunta que corrió pareja a la Resolución 146-12, era si esto implicaba que ya podrían contratarse libremente los servicios de Internet y de correo electrónico por los ciudadanos comunes. Sí porque en Cuba hay ciudadanos “comunes” y de otras categorías, según las permisiones, prebendas y tiendas estatales a las que se pueda acceder. Ya se sabe que hubo graves problemas de corrupción burocrática en el manejo del asunto por parte del MIC (hay dudas sobre el significados de las siglas, algunos creen que significa Ministerio de las In-Comunicaciones) y su encargada de asuntos telefónicos, ETECSA (igual pasa con esta otra abreviatura, algunos creen que representan a la empresa denominada Estamos Tratando de Establecer Comunicaciones Sin Apuro). Todavía, que se sepa, la justicia no ha dado a conocer un veredicto sobre el particular. Pero nadie tiene duda de que el cable está en Cuba y, al parecer, está operativo para algunos sectores importantes de la burocracia. Recientemente, un alto funcionario del gobierno de Venezuela, preguntado sobre el asunto, respondió que ya el cable estaba operativo en Cuba y por tanto, que hubiera o no internet en la Isla era asunto del gobierno cubano, no del venezolano. Pero en fin, ni el MIC, ni el MFP, ni ninguno otro Misterio han dejado en claro qué significa esa resolución corriendo por Intraned a los efectos del acceso del pueblo. Y se pregunta la gente ¿y el cable dónde está? Sí, ¿dónde está el famoso cable de Internet que con tanta fanfarrea se anunció vendría de Venezuela al costo de 70 millones de dólares salidos que serán pagados con el sudor del pueblo cubano? Por favor: dígnese algún funcionario del gobierno, que todavía mantiene este pueblo con su trabajo, sudor y aguante, a dar una respuesta a estas interrogantes. Cooperativismo y poder político Corresponde a la alta dirección del país poner en marcha el cooperativismo en Cuba. La responsabilidad no caerá en el vacio. Por Radulfo Páez* La economía cubana cayó en una depresión profunda con el llamado periodo especial, a partir de la caída de la URSS, de la cual dependía casi absolutamente. Posteriormente se fue recuperando lánguidamente en algunos sectores; pero luego de muchos años, el pueblo ha seguido padeciendo de escasez y de miseria material. La crisis del sistema capitalista y el bloqueo económico y comercial de EE.UU., han agravado el mal funcionamiento de la economía cubana, cuya causa principal radica en el sistema de organización y distribución económicas, el cual tiene como punto medular el desinterés de los trabajadores en la producción y los servicios estatales, debido a que sus ingresos salariares no se corresponden con el alto costo de la vida y a que no tienen acceso directo al resultado laboral, a las utilidades. En fin, que el salario pagado por el estado, como forma predominante de sustentación, no llena generalmente el alto costo de la vida. Y así pasan los años y los años y los trabajadores cubanos siguen padeciendo la contradicción salario/costo de vida, mientras por otro lado en Nuestra América, se aprecia un mejoramiento económico a pesar de que estas naciones han soportado también la crisis económica mundial del capitalismo. En el año 2000, por ejemplo, Argentina tuvo una violenta crisis económica, conocida como “El Corralito”, cuando los bancos no estuvieron en capacidad de retribuir el dinero ahorrado por sus clientes. Los comercios fueron asaltados por el pueblo, hubo huelgas laborales y algunos dueños abandonaron sus empresas, que fueron ocupadas por los colectivos laborales que luego las echaron a andar con éxito. Lo cierto es que ahora ese país ha florecido, aunque mantiene su modelo capitalista. Nosotros, en cambio, con nuestro socialismo estatal seguimos en crisis. Ellos en pocos años salieron de dicho caos, están creciendo y nosotros nos encontramos en las mismas. No se trata de copiar ahora el modelo argentino u otro de los capitalistas de la región, es solo una demostración de que el nuestro es más ineficiente. En Cuba se nos dice a los trabajadores que las soluciones de nuestros problemas económicos son para largo plazo, pero en verdad esta eternización se puede acortar. La formula sería la implantación real inmediata del cooperativismos en todos los sectores de la economía como fue aprobada en el VI Congreso del PCC. El cooperativismo viene empleándose en el mundo entero. Veamos lo que dice un artículo del semanario cubano Orbe, edición del 12 al 18 de mayo de 2012, en la página 6, con el titulo: “Alternativa segura para el desarrollo”, firmando por Roberto Salomón el que explica: “Las Naciones Unidades declararon el año 2012, Año Internacional de las Cooperativas y su Secretario General Ban KI-moon señaló que con esta forma de asociación es posible proseguir la viabilidad económica y la responsabilidad social. El cooperativismo es hoy el movimiento socioeconómico más gran del orbe. Expertos coinciden en que en él participan más personas que el número de todos los empleados en las transnacionales a nivel global… Mal de mi millones de seres están en cooperativas… Abarcan todo tipo de actividad económica, como la producción agropecuaria, la comercialización, el ahorro, el crédito, la vivienda, el transporte y otros sectores. Actualmente esta forma de asociación para el trabajo se expande, no solo en los países del sur sino también en los industrializados…cobra fuerza en Europa…En China, principal economía asiática, las cooperativas están en auge y las autoridades hace apenas unos años declararon una ley para su extensión”. El cooperativismo, que alberga al nuevo modo de producción socialista, es una realidad palpable en el mundo entero; en Cuba socialista, sigue pendiente de una ley. El cooperativismo aceleraría de forma rápida el desarrollo de la economía cubana, pues el factor principal de estímulo a la producción, el interés de los trabajadores, se manifestaría naturalmente. No debemos aferrarnos solo a la solución del cuentapropismo que legalizó a este sector antes ilegal, y que ahora paga positivamente impuestos para beneficios del estado; pero realmente aunque han mejorado los servicios, estos son más caros, evidenciando signos de inflación económica que provocan estados de opinión desfavorables en el pueblo. La propiedad colectiva del cooperativismo es la renovación que mas necesitamos; pero en la práctica solo se mantiene con carácter de política de experimentación. No existe una ley que la estimula e impulse y los acuerdos del VI Congreso del PCC sobre la extensión del cooperativismo a todas las ramas de la economía, no parecen tener respaldo de la burocracia, que le ofrece resistencia, pues esta clase se vería afectada en sus posiciones y prebendas. Se observa tibieza e indiferencia hacia el cooperativismo en dirigentes de algunos órganos centrales, quienes desde sus comodidades, desconocen o se desentienden de la miseria en que viven los trabajadores, muchos de los cuales se ven arrastrados a la corrupción, por estar obligados a buscar recursos para subsistir él y sus familias, a como de lugar, dando por resultado al ciclo de déficit, ineficiencia, despilfarro e indolencia que retrasa el desarrollo y desenvolvimiento de la economía del país. Está demostrado que por más que se piense en Cuba que desde la base se va a modificar realmente el modelo económico, esto es un imposible y solo le corresponde a la alta dirección del país poner en práctica la política del cooperativismo, para que los trabajadores vean resultados inmediatos y laboren como algo natural por el crecimiento. La responsabilidad no caerá en el vacio. Sin el trabajo deseado por los que producen no habrá forma de salir de la miseria. Con el cooperativismo lo podemos lograr. Las ideas están. Falta comprensión de la necesidad y la voluntad política para hacerlo. Solo pueden llevarla a cabo los que tienen el poder político de la nación, sin discusión. Para comprender lo que ocurre hay que tener en cuenta que socialismo y cooperativismo son sinónimos y que este sistema no es del mundo de los asalariados sino el de los trabajadores asociados, para que gerencien sus proyectos económicos de forma libre, como responsables de los medios de producción, obteniendo el resultado de su trabajo para ellos y la sociedad. Este tema ha sido estudiado por muchos especialistas cubanos; pero no hemos logrado convencer a los reticentes. Esperamos más compresión por el bien del socialismo en Cuba y de sus trabajadores. La Habana, 6 de junio de 2012 *Economista, ex profesor de la Universidad de La Habana. Jubilado. Autor del libro por publicar “Cuba, corrupción y desarrollo” --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El carro, el cubano y los parásitos Por Fernando Ravsberg * En Cuba hay dos formas de hacer las cosas: la fácil y la de la burocracia. Por muy positiva que sea una ley, los burócratas siempre sabrán cómo convertirla en un espeso pantano del cual solo se puede salir si se cuenta con su ayuda, nada desinteresada, por cierto. El gobierno aprobó el pasado año la compraventa de automóviles, pero estableció 3 categorías de ciudadanos: los que tienen derecho a comprar un 0 km , los que solo deben aspirar uno de los usados en las empresas de alquiler y los que únicamente podrán adquirirlo de otro cubano. A un trompetista de un grupo de salsa se le da derecho a comprar uno nuevo pero un campesino, de los que trabajan el día entero bajo el sol, solo puede comprar el auto viejo de otro cubano. Igual que le ocurre a los médicos aunque hayan ganado sus dólares salvando vidas en la selva africana. No había que ser Nostradamus para adivinar que con semejante entramado de prohibiciones algunos burócratas iban montarse un negocio paralelo. Y el gobierno les creó un mercado cautivo al entregar más de 2.000 cartas de autorización para la compra de automóviles modernos de uso. El problema surge porque solo sacan a la venta 20 de esos vehículos por semana. Me recordé de un psicólogo cubano que habló en la TV del caos que provoca "la política del embudo", refiriéndose a los supermercados donde hay 10 cajas cobrando y una sola puerta de salida. No es raro que aparezca una cola interminable cuando las autoridades crean una demanda decenas de veces mayor que la oferta. Quien tenga hoy el último turno podrá comprar su auto a mediados del año 2014, siempre que nadie se le cuele durante los próximos 2 años. Si la espera se realizara de cuerpo presente —como ocurre en la panadería o en la bodega— se formaría una cola de unas 7 cuadras. El cálculo no tiene rigor científico, está hecho sobre la base de un ciudadano con un volumen corporal que ocupe no más 50cm de la fila. Pero no hay que desanimarse, los burócratas pueden sacarlo del pantano. Si Ud. quiere comprar más rápidamente un automóvil "desmovilizado" de las empresas de alquiler bastará con retribuir al empleado que, "a costa de grandes riesgos personales", le facilitará la operación. Las tarifas son muy flexibles, van en dependencia de las posibilidades del "cliente" y del precio del automóvil, pero en una compra-venta de autos, en la que casualmente estuve presente, observé que el "agradecimiento" entregado al solícito empleado estatal fue de US$500. Tomé esta cifra como promedio, la multipliqué por los automóviles que venden cada semana y descubrí que estos personajes se embolsan más de US$40.000 al mes, un sobre sueldo nada despreciable aunque tengan que repartirlo con sus jefes y demás compañeros de faena. Lo malo es que este dinero no sale del bolsillo de ningún millonario ni de personas acaudaladas. Proviene de los cubanos de a pie que trabajaron en el exterior, lejos de sus familias, reduciendo sus gastos al mínimo para ahorrar cada centavo y adquirir "el carrito" de sus sueños. En este caso, la corrupción la facilita el propio Estado al pretender ejercer un control sobre los ciudadanos en temas que deberían ser competencia de cada individuo. Paradójicamente, es en esos momentos cuando la gente inventa las mejores trampas para eludir la vigilancia. Porque en realidad el Estado es una abstracción representada en la práctica por funcionarios de diferente rango, capacidad y ética. No dudo que entre ellos haya algunos verdaderamente virtuosos, pero conozco a otros que venderían a su abuela si lograran sacar una buena "comisión". Es cierto que no podemos vivir sin ellos pero tenemos la posibilidad de cortarles las alas limitando su capacidad discrecional, su poder de decidir sobre el ciudadano. Claro que eso solo se logra si las instituciones del Estado están también dispuestas a relajar su control sobre la sociedad. Para los no cubanos es casi imposible comprender la relación Estado-automóvil-ciudadano pero percibo que es un tema muy sensible, tanto que le costó el cargo a un ministro cuando quiso renovar el parque permitiendo la importación de autos modernos a cambio de entregar el viejo. Resulta un misterio la amplitud de la ley para la compraventa de casas y las prohibiciones que tiene la de automóviles. Estos siguen siendo una especie de premio mayor reservado para los elegidos y, sin lugar a dudas, se han convertido en el sello de clase más visible que existe en Cuba. Sería interesante oír la explicación sobre cuáles son problemas económicos, ideológicos, políticos o de seguridad que habría si eliminan las restricciones al comercio de automóviles y el ciudadano puede comprar su "carrito" sin tener que soportar que lo desangren los empleados-parásitos del Estado. *Periodista de la BBC, acreditado en Cuba. Este artículo circula por intranet. ----------------------------------------------------------------------------------------- Lenin y el Socialismo: la muy desconocida última lucha de Lenin por el Socialismo Sobre el último esfuerzo titánico de Lenin por enmendar el rumbo. Por Carlos C. Díaz La sociedad capitalista debe ser reemplazada por otra sociedad que resuelva las contradicciones que le son inherentes. Esta sociedad alternativa al capitalismo fue llamada por Marx sociedad comunista. Una “sociedad cooperativa, democrática y solidaria, basada en la propiedad común de los medios de producción”, en la que desaparece la “subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre trabajo intelectual y trabajo manual”; donde se lucha contra todo sufrimiento y discriminación, donde el trabajo se transforma en la primera necesidad vital de la persona humana y donde ésta ha logrado desarrollarse “en todos sus aspectos”. Una sociedad basada en Todos para uno y uno para todos. El socialismo implementado durante el siglo XX en la Unión Soviética y los países del este europeo, no lo fue. Aquel “socialismo”, cuando dejó claramente establecido que no se rebasaría la lógica del capital en la economía y que en política siempre predominaría el abismo entre la palabra y los hechos, hizo que los trabajadores perdieran la fe y consecuentemente se volvieran indiferentes a su suerte. Por lo tanto debemos diferenciar al nuevo socialismo de los errores y desviaciones del modelo estatista, militarizado y verticalizado anterior. En realidad, muchos revolucionarios durante el siglo pasado sabíamos más lo que no queríamos del socialismo, que lo que queríamos. Rechazábamos el totalitarismo, el dogmatismo que impedía el desarrollo teórico y menospreciaba la práctica real escondiendo las realidades incomodas, el horror sistemático a la diversidad y la pluralidad, la planificación central burocrática que producía otro tipo de alienación, el productivismo que ponía el acento en el avance de las fuerzas productivas sin tener en cuenta la necesidad de preservar la naturaleza, la necesidad y divinización de un solo partido para conducir el proceso de transición, la falta de democracia, que producía enajenación política de nuevo tipo, el colectivismo asfixiante que pretendía homogeneizar sin respetar las diferencias, el pretender imponer el ateísmo persiguiendo a los creyentes, la libertad conculcada a las mismas fuerzas progresistas. Ante la desgracia muchos se han preguntado por que no surgieron señales de aviso, intentos por enmendar caminos etc. La respuesta es SI SURGIERON Y FUERON OCULTADAS Y REPRIMIDAS. Veamos la historia del propio Lenin y sus últimos esfuerzos por enmendar rumbos. Lenin se lo jugo todo a forzar la historia utilizando audazmente una coyuntura especifica. Ante las múltiples críticas de muchos revolucionarios respondió… Dicen que no hemos madurado para el socialismo, que no tenemos premisas económicas objetivas para el socialismo…Y –se pregunta-¿no puede un pueblo que se encuentra en una situación revolucionaria ,tal como se produjo en la primera guerra mundial , lanzarse a una lucha tal que le abriese aunque sea una posibilidad de conquistar para sí condiciones para nada habituales para el ulterior crecimiento de la civilización Y por que no podemos crear primero tales premisas de civilización …y empezar después el movimiento hacia el socialismo?. Intenta entonces guiar el trabajo puntualizando los factores que a su juicio le permitirían emprender la tarea en tan difíciles circunstancias… En el II Congreso de los Soviets diría: “La burguesía considera fuerte a un estado solo cuando este puede, utilizando todo el poder del aparato gubernamental, obligar a las masas a ir adonde lo desean...Nuestro concepto de fuerza es distinto. La conciencia de las masas es la que, a nuestro parecer hace fuerte a un estado. El estado es fuerte cuando las masas lo saben todo, pueden juzgar de todo y lo hacen todo conscientemente” Lenin, en informe al II Congreso de los sindicatos de toda Rusia dijo: “…La revolución socialista podrá consolidarse solo…cuando elabore formas que permitan a todos los trabajadores adaptarse con facilidad a la obra de gobernar el estado y crear el nuevo orden estatal…desde el punto de vista de clase,…esa es la tarea que tenemos planteada para la victoria de la revolución socialista”. Lenin, en al articulo Sobre el Mandato del Consejo de Trabajo y Defensa a las instituciones de los Soviets locales, señaló “…Aún vemos a cada paso la herencia del primer periodo del Poder soviético, a saber: del periodo de la enconadísima guerra civil y del sabotaje rabioso, herencia que se manifiesta en que los comunistas se encierran en un estrecho círculo de gobernantes, temiendo o no sabiendo incorporar a la obra a trabajadores sin partido en número suficiente. Se debe emprender urgentemente y con todas las fuerzas la corrección de ese defecto”. El 20 de septiembre de 1921, sin embargo sus preocupaciones suben de tono y le llevaron a escribir acerca de la depuración del partido que no avanza según sus concepciones, denuncia a los arribistas que anteponían sus intereses personales a los del conjunto del pueblo… Frente a los que se han acostumbrado demasiado a “mandar como comisarios”, frente a los “burocratizados”, -señala- son valiosas en grado superlativo las indicaciones de la masa proletaria sin partido y, en muchos casos, también las de la masa campesina sin partido. La masa trabajadora percibe con extraordinaria sensibilidad la diferencia entre los comunistas honrados y fieles y los que inspiran repugnancia al hombre que se gana el pan con el sudor de su frente, al hombre que no tiene ningún privilegio ni “acceso a los jefes”… Todo oportunista se distingue por su capacidad de adaptación…El partido debe ser depurado de los granujas, de los burocratizados, de los comunistas deshonestos y carentes de firmeza… La alarma es superior en el Congreso del Partido, de abril de 1922, el último al que asistió, allí expresó. «Poderosas fuerzas han alejado al Estado soviético de su «camino propio». Lenin advertía, que Rusia escasamente podía ser llamada socialista: “No, aún no hemos puesto los fundamentos socialistas... La esencia del problema consiste en saber separar de manera firme, clara y serena lo que constituye el merito histórico de la revolución rusa, de lo que hacemos muy mal, de lo que aún no está creado y de lo que habrá que rehacer muchas veces todavía. “ El 30 de diciembre de 1922, en notas que pretendían ser un mensaje al próximo Congreso del Partido al que no asistiría por estar enfermo, alertó acerca de los defectos del trabajo con las nacionalidades y criticó fuertemente a Stalin y a Dzerzhinsky por su campaña nacionalista gran rusa respecto asuntos en Georgia y otras repúblicas y el maltrato a sus representantes. Afirmo. «Soy, al parecer, fuertemente culpable ante los trabajadores de Rusia»; unas palabras que difícilmente pronunciaría un gobernante... Lenin se sentía culpable —decía— no había actuado con suficiente decisión y lo bastante pronto contra Stalin... Ahora veía en qué «pantano» de opresión había ido a parar el Partido. Los bolcheviques «solamente habían dado un disfraz soviético al trato con las nacionalidades»... El historiador polaco Moshe Lewin explica: “En realidad, se trata del enfrentamiento entre dos líneas radicalmente opuestas acerca de la cuestión nacional y más globalmente sobre el problema de la formación de la Unión Soviética. La primera es representada por Lenin que se empeña en conservar una perspectiva socialista a largo plazo, la segunda representada por Stalin quien, defiende la instalación de un Estado fuerte por encima de la sociedad, en una muy fuerte continuidad de la autocracia zarista. Los gérmenes del estalinismo se encuentran en la ideología estatista que se desarrolla entre los combatientes de la guerra civil. El partido dejó de ser un partido para transformarse en un servicio entre otros, el eje central de una administración. Es lo que justifica utilizar la palabra "partido" entre comillas. Se puede hasta llegar a decir que el sistema de partido único, sobre el que tanto se ha hablado, era a fin de cuentas un sistema "sin partido" […] La contradicción era la siguiente: cuando el partido se ocupaba de política perdía el control de la economía de la burocracia. Pero cuando se comprometía plenamente en el control de economía e intervenía directamente en lo que hacían los ministerios y en la manera en que lo hacían, perdía sus funciones específicas y aún la comprensión de cuáles eran ellas. La segunda lógica es la que predominó, y ella permitió la absorción de facto del Partido por el mastodonte burocrático. […] El Partido y sus dirigentes fueron expropiados y reemplazados por una hidra burocrática, que formó una clase que detentaba el poder.” A inicios del 23 se puede decir que ya Lenin está en la oposición y buscando desesperadamente nuevas alianzas para evitar la debacle. También reconsidera todas las concepciones mantenidas hasta ese momento sobre el paso al Socialismo. Lenin dijo, el 4 de Enero de 1923: “A mí me parece que nosotros no prestamos suficiente atención a la cooperación… La cooperación posee para nosotros una importancia excepcional. En los sueños de los viejos cooperativistas hay mucha fantasía…Pero en que consiste esa fantasía. En que la gente no entendía lo fundamental, la importancia esencial de la lucha política de la clase obrera para derrocar el poder de los explotadores. Ahora nosotros lo derrocamos, y mucho de lo que fue fantástico, incluso romántico, incluso trivial en los sueños de los viejos cooperativistas, es ahora la más sencilla realidad. En efecto dado que el poder estatal esta en manos de la clase obrera…solo nos queda la tarea de organizar en cooperativas la población. En condiciones de máxima cooperativización de la población, alcanzará su objetivo aquel socialismo que antes llamaba a justificadas burlas, sonrisas y al desden de parte de las personas que justamente estaban convencidas de la necesidad de la lucha. …Ahora nosotros encontramos en grado de conjugación del interés privado con el control del estado de ese interés, el grado de supeditación del mismo a los intereses generales, lo que antes constituyo un obstáculo para muchos y muchos socialistas… Es necesario colocar la cooperación políticamente de tal forma que no solo ella en general y siempre goce de ventajas, sino para que esa ventaja sea puramente de tipo material. Es necesario otorgar a la cooperación tales recursos estatales que superen, aunque sea un poco, los recursos que otorgamos a la empresa privada e incluso hasta… a la industria pesada etc... Todo sistema social surge por el apoyo financiero de una clase determinada…Hay que dar mejor tasa de interés, mas recursos, premios a los mejores cooperativistas etc. ….”.Nos vemos obligados a reconocer que se ha producido un cambio radical en todos nuestros puntos de vista sobre el socialismo…hora bien, el régimen de cooperativistas cultos, cuando existe la propiedad social sobre los medios de producción, y cuando el proletariado ha triunfado como clase sobre la burguesía, es Socialismo. ” Días atrás había señalado en nota al próximo Congreso, el 26 de diciembre del 1922,…La incorporación de numerosos obreros al Cte. Central -exigía elevarlo de 75 a 100, pues solo lo componían 27 personas-ayudará a los obreros a mejorar a nuestro aparato que es de lo peor…en mi opinión , los obreros que ingresen al Cte. Central preferentemente deben provenir NO de los que han realizado un prolongado trabajo en los organismos soviéticos -en este pasaje de mi carta el termino obrero incluye siempre a los campesinos- porque en esos obreros ya se han creado ciertas tradiciones y prejuicios que precisamente convienen combatir. También diría… del control Obrero-campesino no puede excluirse nadie, ni siquiera el trabajo del secretario general del partido. Los miembros del grupo de control… tendrán que controlar que ninguna autoridad, sin excepción alguna, ni la del secretario general ni la de cualquier otro miembro del CC le impida hacer preguntas, verificar documentos y en general ejercer el control mas estricto del manejo adecuado de los asuntos. En otra nota decía…Exigir la completa obrerización y campesinización del control del estado e incorporar especialmente mujeres. Todos deben participar por turno en ese control…Invitar gradualmente a los campesinos y no militantes al control del estado en el centro, especialmente a compañeros de las provincias. Exigió tenazmente que el partido y sus militantes volvieran a estudiar de nuevo, dijo: “si es necesario comenzar desde el principio hay que hacerlo. Tenemos que pensar 100 veces”, afirmo. Exigió un cambio de prioridades financieras a fin de apoyar la revolución cultural, incluso si había que sacar fondos de la defensa… Sobre Stalin fue muy claro… NO dejarlo al frente del Partido. Necesitamos una persona más leal, menos brusca, menos caprichosa, diría. En estas palabras: «Soy, al parecer, fuertemente culpable ante los trabajadores de Rusia» —en su capacidad para pronunciar estas palabras—, y en su capacidad para decir “Nos vemos obligados a reconocer que se ha producido un cambio radical en todos nuestros puntos de vista sobre el socialismo”, reside una parte esencial de la grandeza moral de Lenin. Esta lucha de Lenin a finales de su vida fue ocultada al pueblo soviético y metamorfoseada al movimiento comunista internacional durante treinta y tres años. Ya todos conocemos la historia posterior a su fallecimiento. Se ignoró al Marx antiestatista, se ocultó el testamento de Lenin, se desconocieron sus últimos aportes sobre el cooperativismo y el control obreros. Stalin eliminó a Bujarin y a Trosky, las otras dos figuras emblemáticas del Partido y a otros líderes bolcheviques, e hizo del modelo de Socialismo de Estado el “único verdaderamente revolucionario”. El ascenso de Stalin al poder fue posible a partir de la derrota de la revolución europea, sobre la cual los bolcheviques fundaban sus esperanzas y gracias a las complejas condiciones internas en Rusia, en especial el déficit civilizatorio y democrático de su vanguardia y población. La guerra civil había liquidado la actividad política y el protagonismo de las masas, contenidos esenciales de una revolución y una democracia verdadera, el partido jamás fue el mismo después de esta contienda civil: la burocratización y militarización del partido, el aislamiento, el agotamiento de la clase obrera, las divisiones entre revolucionarios, la aparición de grupos privilegiados, fueron los elementos que dieron la base a esa posibilidad, y su consolidación tuvo lugar mediante la imposición de la coacción y hasta el terror sistemático sobre el conjunto de la sociedad, incluyendo a los mejores bolcheviques y la misma burocracia. En el caso de la ex URSS, la guerra primero, la civil, y después la II Mundial , fueron causas que alentaron las peores practicas para el desarrollo interno de la concepción del socialismo marxista y las visiones de Lenin. La trágica muerte de este último privo a los revolucionarios de un líder que actuaba constantemente enmendando los errores cometidos, y era el más capaz de todos. Pero no todo se explica por la existencia de personalidades diferentes. La confusión entre estatismo y socialización, la limitación de la democracia en el seno del partido -coyuntural para Lenin, tendencial para otros-, la presión enemiga, jugaron papeles esenciales. En realidad, la concentración de la propiedad en manos del Estado-Partido, procreó un enorme aparato burocrático para su control que se adueño de esos medios de producción y actuó en consecuencia. El papel de muchos de esos “funcionarios revolucionarios”, fue el de impedir-incluso a su pesar -la socialización de la propiedad y los necesarios cambios de todo tipo en la sociedad, por lo que se convirtieron en mecanismos, “retrancas” de los más profundos ideales revolucionarios. Ese “partido” de funcionarios, encargado de hacer cumplir las orientaciones decididas centralmente, fue “sobornado” en un modelo de déficit en que el ingreso no era esencial sino los cargos que permitían prebendas extras, mejores bienes y status. Fue además, un proceso paulatino, inestable, complejo que demandó de esos funcionarios cuotas altas de sacrificio también y que no permitió a muchos honestos y verdaderos revolucionarios darse cuenta a tiempo del peligro. Aquel mal llamado "socialismo" puso en evidencia que el conflicto que lo desgarraba tenía su raíz en la subsistencia y acrecentamiento de muchos valores de la civilización del capital y de la jerarquizada división social del trabajo heredada de las sociedades de clases. En ese “socialismo de estado”, las relaciones de poder económico existentes no están determinadas por derechos de propiedad privada, individual, o colectiva, sino que se derivan de la prerrogativa absoluta de la dirección para distribuir a su buen saber todo el producto nacional y disponer a su consideración de todos los bienes “de la nación”. El centro de gravedad de este poder distributivo lo constituye el reparto de los bienes más importantes, los cargos, dentro del mismo aparato jerarquizado y semi-militarizado de distribución. Todos los intentos posteriores de los revolucionarios por enrutar el camino, llegaron demasiado tarde, enfrentaron una burocracia inamovible, carecieron de la profundidad, integralidad y estrategia adecuadas, además de enormes ingenuidades respecto al enemigo externo e interno. Historia y conceptos que los revolucionarios no deben olvidar y los cubanos debemos conocer muy bien si deseamos refundar el Socialismo e impedir nuestra derrota 2 de junio de 2012 ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Dividir la sociedad civil, quizás sea un sutil objetivo… Félix Sautié Mederos En relación con el editorial de la Revista católica Espacio Laical titulado “El compromiso con la verdad” que he estado comentando en mis dos últimas crónicas publicadas en POR ESTO! (*) y las repercusiones que se han suscitado, aún me quedan algunos criterios por expresar porque constituye un asunto referido en mi opinión a una estrategia de largo alcance que requiere seguimiento y análisis responsablemente detallado. No es con simplismos ni con ataques indiscriminados de unos contra otros como se podrían resolver los problemas actuales de Cuba, mucho menos con esquemas ateísticos y anticlericales preestablecidos de los que algunos hacen gala, que nos podrían desviar por otros rumbos que poco tendrían que ver con las situaciones que sufre el pueblo. Para ser realmente objetivo considero muy importante tener en cuenta la integralidad del conjunto divergente y ocasionalmente controvertido de los que estamos implicados en los problemas y analizarlo con un balance adecuado en sus responsabilidades y participaciones. Por otra parte, según mi percepción, subsiste un aspecto esencial a tomar muy en cuenta en el conjunto de implicados referido al protagonismo verdaderamente popular de quienes en la base sufren los problemas y no podrían ser forzados con esquemas preestablecidos ni con autoritarismos extemporáneos a cambiar sus sentimientos y criterios. Muchos de los cuales, a pesar de todo lo que sufren y sus desacuerdos con lo que sucede, se sienten representados por el sistema y llevan la procesión por dentro. Mayoritariamente, en mi opinión, de conjunto no dan señales de que pretendan asumir la violencia o las manifestaciones públicas en busca de solución a sus problemas, sino más bien podría decirse que están concentrados en subsistir, resignados, a veces en espera de una idílica solución desde arriba o desde afuera, o bien pendientes de lograr irse del país. Estas características existenciales deberían ser obviadas, tal y como algunos lo hacen. En tales circunstancias, para completar más aún los marcos de referencia de las situaciones que se presentan en la actualidad en Cuba, también habría que plantearse que ya no se soportan ni más dilaciones ni la práctica recurrente de los ataques desmedidos, los insultos, las represiones incluyendo el uso de las violencias verbales y materiales que hoy se entrecruzan complicándolo todo. Los pobres resultados de la Zafra Azucarera de este año podrían ser una señal importante del desencanto generalizado. En el centro de todo esto, además es de destacar el surgimiento de una sociedad civil emergente que poco a poco ha ido apareciendo en el panorama nacional. En mi criterio, su desenvolvimiento habrá de revolucionar las concepciones en pugna, los enfrentamientos de unos contra otros y se convertirá en definitiva en fragua y cantera de los liderazgos colectivos e individuales de presente y de futuro. Quizás el desarrollo de una genuina sociedad civil con sus características esenciales de conformación institucional, estructuras, métodos y actuación, sea lo que el autoritarismo contra natura de unos y otros rechaza. Aquí podría estar el meollo de los propósitos dirigidos a desprestigiar la mediación de la Iglesia Católica que es un componente importante de esa sociedad civil que emerge así como de sus obispos muy en especial del Arzobispo de La Habana, incluyendo la “propuesta de diálogo entre todos los cubanos, como metodología imprescindible para avanzar hacia una mayor concordia nacional” que señala Espacio Laical en el editorial que me ocupa. También podría estar presente un velado pase de cuentas que algunos intentan proferirle al Cardenal por no concordar con sus posiciones. Mi pregunta es: ¿A quién o a quienes beneficiaría que se saque de la mediación a la iglesia Católica y a sus obispos? ¿Sería solo al gobierno o a determinada oposición o a ambos de conjunto sin generalizaciones abstractas? Quizás detrás de todo se encuentren los extremos de ambas partes; que podrían ser los verdaderamente interesados en este asunto y los que como consecuencia de su obcecación estén intentando la manipulación y el impulso a los enfrentamientos extemporáneos dentro de la sociedad civil emergente al objeto de debilitarla y dividirla. La reiteración y la intensidad casi fulminante de la campaña denotan el sentido de la estrategia denunciada por Espacio Laical que según expresa en su editorial “tiene el propósito de eliminar al Cardenal y deshacerse de la línea política que éste ha promovido. Para lograrlo se ha concertado un frente que se propone atacar al Arzobispo de La Habana y a los proyectos que desde la Iglesia intentan darle cuerpo a esta línea pastoral, que posee implicaciones políticas y sociales”. Con independencia de los errores que se hayan cometido en todo el proceso de mediación y de diálogo de la Iglesia, cuyo debate debería ser parte de un necesario diálogo respetuoso y civilizado, no se justifican el rencor, el odio ni los propósitos excluyentes que están apareciendo. Eso sería una especie de “quítate tu para ponerme yo”, cuando lo importante sería actuar dentro de un frente común movidos por el amor a la libertad, a la concordia y a la paz que todos deberíamos promover para hacer posible el presente y el futuro de la Nación Cubana. Así lo pienso y así lo afirmo sin generalizaciones ni insultos para nadie y con el mayor respeto a los que opinen diferente. fsautie@yahoo.com (*) Soluciones y cambios solo desde la verdad,

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