jueves, 14 de junio de 2012

MARIELA

DESDE BOGOTA, COLOMBIA POR: ANGEL M ORTIZ Mariela* En la entrevista que concediera Mariela Castro Espín a CNN, el 5 de junio, donde expresó “yo creo que Obama es un hombre justo…si Obama contara con el apoyo del pueblo estadounidense podríamos normalizar las relaciones…si fuera ciudadana estadounidense votaría a Obama para presidente”, se abren una serie de temas para dialogar con la entrevistada. Este hipotético diálogo pudiera realizarse solamente entre cubanos, con la única condición que representen todas las tendencias posibles de renovación de la sociedad cubana. El anhelo de Mariela contrasta con las palabras de Barack Obama durante la VI Cumbre de las Américas, celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, en abril pasado, donde ratificó que Cuba no puede participar de estos cónclaves, porque aunque fue reintegrada a la OEA en la asamblea de Honduras (2009), no ha querido participar en la vida de dicha organización y no está dispuesta a asumir su responsabilidad en materia de derechos humanos y en que su gobierno emprenda un camino democrático. Entonces, respecto a este asunto, el problema para Obama no está en que “no cuenta con el apoyo del pueblo norteamericano”, sino que el gobierno de Cuba no da pasos concretos hacia una situación que haga posible el restablecimiento de las relaciones entre ambos países. La administración de Obama, tomó medidas que flexibilizaron y oxigenaron la interlocución entre el pueblo cubano a ambos lados del Estrecho de La Florida, sin embargo, ello no ha significado mucho en materia política, ni diplomática. Las tensiones continúan y las posiciones expresadas en diversos eventos internacionales, de ambas partes, no son para nada amistosas, ni presagian buenos vientos. Mariela, yo estoy convencido que el futuro de las relaciones Cuba-Estados Unidos no depende de si Obama gana o no las elecciones, sino de la ejecución de cambios reales en la sociedad, la economía y la política cubanas. Depende que el gobierno de Cuba quiera hacer las cosas bien. Ello implica dejar de confundir Patria con un modelo de desarrollo socio-económico; Nación con incondicionalidad de súbditos, sino le depara al ciudadano cubano sufrir la exclusión y el aislamiento respecto al lugar donde nació, sólo por pensar diferente. La tolerancia en Cuba, no pasa campo de acción, sino también a través del campo de las ideas, que no es una batalla que tenemos que librar en la que se espera un vencedor y en donde se “juega la estabilidad de la patria”. Con el reconocimiento que usted hace “Obama es justo”, lo acerca como un interlocutor válido, con el que se puede hablar y al que se debe escuchar. En ese diálogo no deberían producirse descalificaciones, ni bloqueos al pensamiento ni a la palabra de los otros, que responde más a la tendencia humana de aferrarse al poder que de facilitar la vida de la mayoría. solamente por la diversidad real de la orientación sexual de los seres humanos, que es su

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