sábado, 12 de mayo de 2012

NO ES UN SENTIMIENTO AUTENTICO LES FUE INDUCIDO , !VAYAMOS POR ELLOS!

No es un sentimiento autèntico, les fue inducido. ¡Vayamos por ellos! ELIGIO DAMAS Confieso que el video de “chamitas y chamitos”*, dicho asì para no hablar castellano machista al cual hizo menciòn Roberto Hernàndez Montoya - su palabra vaya por delante -, me produjo làstima. Luego de meditar màs sobre aquèl, sentì que habìa fundamentos para tal sentimiento compasivo; no debemos pecar por ligeros y dogmàticos. Cuando con posterioridad, escuchè en un programa de un canal del Estado, conducido por el periodista William Castillo, a unos jòvenes opinar sobre “las muchachas y los muchachos”* del video, aumentò mi compasiòn. Sentì que no habìa entre los nuestros disposiciòn para entender ni extenderle las manos a quienes, a mi juicio, necesitados estàn de tal gesto. Ademàs no parece congruente con la prèdica persistente y usual de gente del proceso de incluir. La frase de Fidel Castro, no puede “haber cinco millones de oligarcas en Venezuela”, realmente buena y valedera, volviò con màs fuerza sobre mì. Lo primero a resaltar es la juventud, con todo lo que ella encierra, de quienes se expresaron en aquel documento puesto en la red. Tambièn mi creencia, que quienes se lamentan por estar aquì, como atrapados, cual naufragos, no deben ser de clases altas y en consecuencia de muchos recursos, porque si fuese lo contrario, no tendrìan el menor sentido sus lamentos. Quienes tienen fortuna no pierden tiempo en lamentarse por algo que pueden resolver sin esfuerzo alguno y en un santiamèn. Es màs, de èstos estudian afuera “porque las univeridades venezolanas son remalas y la inseguridad nos agobia y estas calles nos dan grima”. Teniendo còmo, donde sean acomodan sus espacios al gusto y a pedir de boca. Aquel que dijo con dolor y nostalgia, “se fueron mis primos, mis mejores amigos” y yo aquì “anclado en Caracas” o Paris, como dijese Gardel, en sentido nostàlgico, no pareciera ser muchacho de familia adinerada, de la alta, aunque viva en el Este. Teniendo còmo y pudièndolo hacer cuando le venga en gana, no hay por què lamentarse, simplemente coge las de Villa Diego y se va tras aquellos. Los dòlares sobran y hasta salen debajo de las piedras. No es pertinente que uno espere verle lamentarse y casi llorar por algo que puede alcanzar sin esfuerzo ni tropiezo. Parecieran ser màs bien, por los lamentos mismos, la imposibilidad inmediata de alcanzar sus sueños, gente muy cerca nuestra, aunque lejos por ideales, sentimientos, valores y espectativas; por ahora simplemente, si uno algo hace. O a veces, por el simplismo de vivir unos metros màs al este del silencio. Pareciera ser màs bulla que cabuya, incapacidad o falta de disposiciòn para mirarnos de frente. Pero esa ansia de irse al no sentirse identificado al paìs, a lo que parece venir y al proceso que si entusiasma a otros millones de jòvenes, no es nuevo y nada como para extrañarse. Pero lo entristecedor es lo primero; ¡creen no tener paìs, ni causa para luchar! Eso duele. Es justamente lo que a ellos mortifica. Por eso el video, sin ànimo de ironizarlo, parte el alma; lejos de producir rabia, indignaciòn o desprecio. *Para no parecer machista -- Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 5/10/2012 05:33:00 PM

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