jueves, 18 de febrero de 2016

EN CUBA 2016 FRANCISCO, KIRIL Y LA ESPERANZA


EN CUBA 2016 FRANCISCO, KIRIL Y LA ESPERANZA









CRÓNICAS CUBANAS,



Por Félix Sautié Mederos.



Confieso que en realidad no pensé que podría escribir una Crónica con el
testimonio de mis sentimientos sobre el anunciado encuentro de Francisco y
Kiril en Cuba. Lo concebí desde las primeras noticias que me llegaron de que
podría realizarse, como un acontecimiento muy importante que rebasaría mis
posibilidades de interpretación así como el ámbito histórico en que me
encuentro enclavado en mi Rincón de Centro Habana en la Habana Maravilla de
mis ensueños y esperanzas, dado el significado de un desencuentro histórico
de tal magnitud y tan alejado de la geografía y la historia de Nuestra
América, que data del año 1054 a la fecha, cuyos inicios se pierden en el
tiempo milenario del Viejo Mundo más allá de nuestra historia
latinoamericana e incluso de la de nuestros ancestros estrictamente
autóctonos y sus milenarias culturas y creencias religiosas en confluencia
con África y España. Algo casi exótico para Nuestra América como denominara
José Martí al Continente en que vivimos y anhelamos los cubanos nuestro
presente y nuestro futuro.



No obstante, confieso que lo esperé con gran curiosidad ecuménica de
cristiano interesado en alcanzar una unidad, que entierre para siempre el
escándalo que protagonizamos día a día los que nos decimos ser seguidores de
Jesús mientras que damos la espalda a su planteamiento durante la Última
Cena con sus discípulos cuando expresó que: “No ruego sólo por éstos, sino
también por aquellos, que por medio de su palabra creerán en mí, para que
todos sean uno. Como tú, Padre en mí y yo en ti, que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Juan 17, 20 y
21).



Precisamente, este encuentro de Kiril y de Francisco en definitiva después
de su realización en La Habana, ha traído con fuerza a mi conciencia
católica y por tanto de talante universal, el recuerdo de esos últimos
ruegos de Jesús en la tierra testimoniados por el Evangelista Juan en el
Cuarto de los Evangelios que atesoro en mi Biblia de Jerusalén que
regularmente uso para mis Crónicas Cubanas. En mi criterio encierra un
mandato muy importante a cumplir por quienes nos decimos ser cristianos y
por tanto seguidores de sus ejemplos y de su tránsito, de Dios y hombre
verdadero por nuestro planeta, quien es además Camino, Verdad y Vida. En
consecuencia después de haber vivido su impacto en La Habana y ver en la
Televisión Cubana las imágenes del encuentro en cuestión así como de leer la
“Declaración conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú y de
Toda Rusia”, comprendí que no debería obviar algunos criterios y
consideraciones dirigidos a mis lectores de Crónicas Cubanas en ejercicio
de mi propósito de ser cronista de mi época.



En primer lugar a los cubanos nos afecta directamente el hecho de que el
encuentro se haya realizado precisamente en La Habana capital de todos los
cubanos los de adentro y los de afuera, lo que ambos expresaron con frases
que pienso deberíamos meditar e interpretar más allá de la semántica
gramatical de nuestro idioma en sí mismo. Cito: “Nuestro encuentro fraterno
se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este
y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza en el Nuevo Mundo y de
los dramáticos acontecimientos de la historia del Siglo XX dirigimos
nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros
continentes. Nos alegra el hecho de que hoy aquí la fe cristiana evoluciona
dinámicamente…” (Documento 2)…“Al reunirnos a distancia de las antiguas
disputas del Viejo Mundo…” (Documento 3).



En este orden de pensamiento también me es obligado retomar algunas de las
inmortales expresiones de nuestro apóstol José Martí con los que
caracterizara proféticamente a Cuba, cuando expresó que Cuba se encuentra en
el fiel de América y nos relacionó con el equilibrio del mundo. Nos dijo
además que un error en Cuba, es un error en América, es un error en la
Humanidad Moderna. Hay mucho más de José Martí que me queda sin citar porque
sería muy extenso. Pienso pues y les confieso como una conclusión esencial
de lo que acaba de suceder en La Habana Maravilla, que quizás como
consecuencia de este acontecimiento que ha conmovido nuestras raíces y
nuestra historia y que quedará por siempre consignado, serán en mi criterio
muy personal las futuras generaciones las que podrán valorarlo con una
comprensión y un orgullo que hoy considero que nuestro pedestre día a día,
aún nos permite aquilatar en su verdadera dimensión por estar agobiados como
estamos en la desesperanza de un más de lo mismo, que nos ahoga y que muchas
veces no nos permite la luces de un futuro que inexorablemente habrá de ser
. Porvenir que Francisco y Kiril al escoger a Cuba para su primer encuentro
histórico después de más de mil años no haberlo logrado católicos y
ortodoxos, nos hacen esperar con esperanza y valgan las redundancias del
término.



También quiero referirme al ejemplo de Diálogo que nos dan con este
encuentro Francisco y Kiril como símbolo de una nueva alborada de la
Humanidad que se enfrenta a las guerras fratricidas y al terrorismo que nos
desarticulan y nos matan, como resultado de una violencia contra natura que
pone en peligro a la Humanidad, al Planeta e incluso al Universo. Los
cubanos, principalmente las cúpulas de la Sociedad deberían tomar muy en
cuenta el ejemplo en cuestión, para dejar a un lado los desencuentros que
solo podrán conducirnos al abismo que tantas veces se ha mencionado y hacer
un alto para dialogar todos con todos y disponernos a edificar una República
en la que quepamos todos con todos y para el bien de todos como la soñó
nuestro José Martí y que no me canso de plantear aunque confieso que
realmente me siento como una voz que clama en un desierto de sordos y
prepotentes.



Así lo pienso y así lo expreso profundamente conmocionado, por la visita y
el ejemplo imperecedero que nos han dado Francisco y Kiril pastores
universales de un rebaño católico que un día habrá de superar los
desencuentros que hoy nos desunen a los cristianos para seguir de verdad a
Jesús nuestro único maestro. Lo afirmo con mis respetos para el pensamiento
diferente y sin querer ofender a nadie en particular.



Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán , México, el lunes 15
de febrero del 2016

http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=46013

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