domingo, 2 de octubre de 2011

LOS TRES DESAPARECIDOS

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Subject: Los Tres Desaparecidos
Date: Sat, 1 Oct 2011 14:24:45 +0000


Los Tres Desaparecidos

Por Yndamiro Restano



Mi tía yeya era muy popular en el Partido Comunista de Cuba. A yeya la conocían tanto los diplomáticos del Partido como los duros, tanto las mujeres como los hombres. Curiosamente, sin ser ella una intelectual se codeaba con Mirtha Aguirre, Clementina Serra, La Buchaca y con otras mujeres comunistas importantes. Yeya era la esposa de mi padrino Lalo Carrasco, un dirigente que comenzó su carrera comunista entre los duros del Partido y llegó a ser concejal de Marianao. Finalmente, Lalo administraba la librería de la organización, que estaba situada en Carlos III y Posito, una zona muy céntrica de La Habana. Yeya y Lalo vivían detrás de la librería, en un solar con baño colectivo, que tenía su entrada principal por la calle Posito. Los primeros libros de Lenin, que Fidel Castro leyó, se los vendió Lalo a crédito y por supuesto, nunca la deuda se saldó. Esa venta le acarreó problemas a Lalo con un dirigente del Partido, que consideró esa acción de dar libros a crédito como una indisciplina. Desde ese momento Lalo y el otro dirigente comunista, que quería amonestar a Lalo, se hicieron enémigos.



Recuerdo que una tarde, ya después de la llegada al poder de los comunistas, yo estaba con mi padre en casa de yeya, que ya no vivía en el solar sino en un apartamento por la Plaza de la Revolución. Lalo estaba también allí y obviamente, se hablaba de política. Pero no se me olvida que yeya le dijo a mi padre:



- Yo no sé, mi hermano, porque tú hablas del Ejército Rebelde como algo separado del Partido si a ti quien te mandó para la Sierra fue el Partido.



Mi padre era capitán del Ejército Rebelde y se había alzado en el norte de Las Villas en un destacamento comunista, que había formado en esa zona el compañero José, jefe de la KGB en Cuba. La fundación del grupo guerrillero comunista, en el norte de Las Villas, así como la penetración de las guerrillas democráticas en el sur y otras acciones urbanas tanto políticas como sindicales, realizadas por el Partido, eran parte de toda una estrategia cívico-militar planeadas por el Partido y Fidel Castro. Recordemos que para esta fecha, ya altos dirigentes estalinistas estaban también en la jefatura de Fidel Castro en la Sierra Maestra y en diferentes columnas que operaban en el oriente del país. Ramón Nicolao era quien se encargaba de mandar a los futuros guerrilleros comunistas para las montañas. Además, tanto Osvaldo Sánchez como otros estalinistas de acción participaron activamente en todo este empeño, que tacticamente conduciría a que dos columnas guerrilleras avanzaran desde la Sierra Maestra al centro de la isla.



De modo que con la ayuda de prácticos, que el Partido puso a disposición de los guerrilleros invasores y el apoyo logístico en general de los comunistas, las dos columnas lograron alcanzar las montañas villaclareñas. En los alrededores de Jobo Rosado, mi padre y un grupo de comunistas se encontraron con la columna de Camilo Cienfuegos, una de las dos unidades guerrilleras, que había hecho el movimiento de infiltración desde la Sierra Maestra. El Che Guevara, por su parte, había venido por el sur de la isla y arribó a su destino, que eran las montañas del Escambray, donde operaban las fuerzas del Segundo Frente, del Directorio Revolucionario y del Movimiento 26 de Julio. Por supuesto, los hombres del compañero José también estaban presentes en este cuadro guerrillero, pero más bien como infiltrados. Después de la llegada del Che Guevara, que era comunista, los contactos con José fueron más sistemáticos. Guevara le llamaba a José: “El Hombre del Escambray”. Una vez, que llegaron las columnas, José comenzó a organizar la operación: Cajas de Tabaco, para que Camilo llegara hasta el extremo occidental de la isla. Durante esta operación los guerrilleros de la columna 2 y su jefe Camilo Cienfuegos, irían en las rastras que transportaban los tercios de tabaco desde distintos lugares de Las Villas para Vuelta Abajo.Pero Batista huyó la madrugada del primero de enero y cambiaron los planes de Fidel Castro y el Partido; de Fidel Castro y el compañero José.



Desde el punto de vista político, la marcha de las dos columnas fue muy bien pensada, pues por el norte llegó Camilo que no era comunista a encontrarse con los comunistas, mientras que por el sur arribó Guevara que era comunista a encontarse con una pluralidad de organizaciones que no eran comunistas sino martianas y democráticas. El diario de Sergio del Valle publicado recientemente en La Habana explica muy bien toda la importante labor realizada por el compañero José, en toda esta etapa de avance de las tropas rebeldes hacía el centro de la isla y la intención de Fidel y del compañero José de llevar la columna de Camilo hasta Pinar del Río. Sergio del Valle tuvo una vida intachable y nos ha dejado este diario que es de suma importancia para comprender el proceso histórico cubano en su etapa insurreccional contra Batista.



Recuerdo que en aquella visita a casa de mi tía yeya se habló de un diario de Camilo Cienfuegos. Otras veces, en mi casa escuché a mi padre preocupado por el mencionado diario. No sé si será éste de Sergio del Valle, que acaban de publicar. Pienso que una vez lo ví y recuerdo que el que conservaba mi padre, era más voluminoso. Realmente no sé si mi padre lo entregó al gobierno cubano o este es otro. Sergio del Valle dice que Camilo le dió órdenes de llevar ese diario, que ahora publican en Cuba. La fecha de publicación fue en el 2009. Sergio murió en el invierno del 2007.



Yeya tenía razón: La Revolución de 1959 nunca fue verde como las palmas: El fantasma de Stalin siempre la estuvo apuñalando por la espalda. Más aún, no se puede entender la historia del siglo XX cubano sin sacar a la luz el papel que jugaron los estalinistas. Muchos estalinistas fueron usados por Stalin y el comunismo internacional. Otros sabían la verdad del comunismo y su mentalidad extremista y represiva les permitía militar en esta fuerza dirigida a implantar el totalitarismo. El compañero José, jefe de la KGB en Cuba, era un incondicional a Moscú, al igual que cientos de comunistas en Cuba y en todo el orbe. Wilfredo Velazquez, el compañero José, desapareció cuando los comunistas tomaron el poder en la isla. La operación “Cajas de Tabaco” no se pudo llevar a cabo porque Batista se fugó para el extranjero. Pero José logró su objetivo: hacer de Cuba un país totalitario. O tal vez, a esta altura, José hubiera dicho igual que mi padre, cuando se convirtió en Cristiano:



El estalinismo arruinó mi vida y no quiero que arruine mi muerte.



Quíen sabe, qué pensaría José hoy. Pues, nadie sabe de él. Cuba tiene tres desaparecidos:



Camilo, el compañero José y el Cucalambé: El héroe, el conspirador y la Poesía: El mar, las lomas de Sancti Spiritus y los rumores del Hórmigo.



Miami, 30 de septiembre de 2011











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