lunes, 31 de diciembre de 2018

A LA NACION CUBANA LE CONVIENE LA UNIDAD

A LA NACION CUBANA LE CONVIENE LA UNIDAD.
Para la estabilidad de una nación es muy importante el mantenimiento de su unidad ya que sin ella la nación puede correr a la deriva sin una meta firmemente determinada y por ende, sin poder encontrar aquellos logros que le son necesarios para la garantía de felicidad de cada uno de sus miembros.
Esta unidad nacional no está supeditada a la unidad parcial referente alguna de sus instituciones, sino más bien, al conglomerado de todo un pueblo con una identidad qué le identifica como nación multicultural y multi ideológica, porque, si no hay diversidad en la cultura y en la ideología, la unidad puede llegar a ser más bien un estorbo para lograr la felicidad de un pueblo que desea disfrutar individualmente como ente indivisible que es.
La unidad pues llega en tesitura de probabilidad de integración y cohesión entre todos los que componen una identidad nacional.Visto esto así, la unidad se hace necesaria para que se mantengan todos los aspectos sociológicos y culturales e idiomaticos como históricos,que le conforman como una nación bien desarrollada y no susceptible de ser disuelta por paradigmas introyectados dogmáticamente en su conciencia como pueblo.
La columna vertebral de la unidad de un pueblo estriba en su constitución política que es garante de todos los derechos individuales y de todas las prerrogativas inherentes al ser humano como ente social y como persona jurídica y entelequial capaz de formar por sí mismo las más altas aspiraciones ,por las cuales trabaja y se mueve en busca de sus más caros intereses.
Esta Constitución nacional debe tener como premisa fundamental las garantías individuales del pueblo con sus diversidades e intereses en conformidad de su manera de interpretar el mundo y su realidad historica.
No puede existir ni un punto ni una coma que no esté bajo la soberanía popular porque es el pueblo soberano quién se da sus propias leyes y las interpreta según reglas razonadas para su implementación de una manera correcta y que estas reglas, leyes o reglamentaciones constitucionales estén al servicio de todo el pueblo, respetando su diversidad dentro de una unidad nacional.
Esto quiere decir, que no puede existir una constitución atea dentro de un pueblo de creyentes,y que no puede existir cláusulas de ningún tipo en la Constitución que minimicen la libertad del individuo y no le permitan por ende, expresar dentro sus más íntimos pensamientos, en tesitura de buscar el mejoramiento humano.
Ya pues la nación contando con una constitución para todos, con todos y para el bien de todos y, en esa base, en la misma debe buscarse la unidad en la diversidad.Ni
Individuos u organismos e instituciones, pueden estar por encima de la ley y ni siquiera igualadas a la constitución.
Cuando hay intereses particulares que a la vez son inconsultos traen como consecuencia la división de la sociedad y en ocaciones un solo artículo de la Constitución deviene en manzana de la discordia y divide al pueblo ora, entre creyentes y no creyentes o entre creyentes y parte de la comunidad que pudiera ser homosexual o pudiera serlo de otro tenor social.
Indiscutiblemente qué rectificar es de sabios y, cuando se mide la opinión popular y se llega a comprender cuál es el pensamiento mayoritario de la nación se deben tomar las medidas correctas para eliminar errores y para que por sobre todas las cosas, la unidad del pueblo sea lo primario y que el país siga hacia adelante en búsqueda de la felicidad que merecen no tanto desde el punto de vista espiritual, sino como individuos bio- psicosomáticos y puedan disfrutar de todo lo que la vida ofrece para el ser humano en esta continúa búsqueda de la felicidad tan necesarias.
Leonides penton Amador de la Agencia de Periodismo Independiente Continental México Estados Unidos

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