martes, 11 de julio de 2017

EN LA HORA DE LOS HORNOS NO CABE MAS QUE ESPERAR


De: Felix Sautié Mederos [mailto:felixsau@enet.cu]
Enviado el: domingo, 9 de julio de 2017 12:30
Para: 'Félix Sautié Mederos'
CC: 'fsautie@yahoo.com'
Asunto: En la Hora de los Hornos, no cabe esperar…, publicado en Por Esto!

En la Hora de los Hornos, no cabe esperar…

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Crónicas Cubanas
Félix Sautié Mederos
“Los que defendemos el socialismo no queremos más poder que el de participar”. JFE


Queridos lectores de Crónicas Cubanas, les confieso que hace algunos días me sentí profundamente conmovido e incluido en sus propósitos expresados con la lectura en el Blog de Silvio Rodríguez de un artículo titulado “La primera vía o la revolución democrática en Cuba” de Julio Fernández Estrada (1), Julito, como muchos le conocemos, excluido por la acción de los burócratas de siempre “defensores de fe” como diría mi amigo Ravsberg
.
Quiero significar de inicio que Silvio expresa sin ambages de ningún tipo en su blog, que publica el artículo en cuestión por recomendación expresa de Aurelio Alonso, un muy valioso y reconocido intelectual cubano, por todos conocido, que en nada se le pudiera acusar de ser un disidente de la Revolución dado su sistemática y destacada actitud de defensa con pensamiento propio de los principios esenciales de la Revolución Cubana. Además a Silvio tampoco se le pudiera cargar con ese San Benito de disidente contrarrevolucionario tan al uso por los burócratas de todo tipo. Por tanto la publicación del artículo se fundamenta en conceptos genuinamente revolucionarios.

Por otra parte, debo decir que con mis muchos años de vida y de lucha revolucionaria inclaudicable, cargado de arañazos, exclusiones e ingratitudes, que en la realidad son pocos los artículos de política en los últimos tiempos que conmocionan mis sentimientos. Quizás sea por causa de un vacío motivado, entre otras cuestiones, por la falta de Fidel entre nosotros, a partir de su extraordinaria capacidad intelectual indiscutible; y, de su muy en especial pasión con que expresaba públicamente sus ideas. Se podría estar en desacuerdo con lo que decía Fidel, pero nadie podría expresar que no eran criterios intelectualmente bien pensados y bien planteados a profundidad. Ahora priman los silencios, las pocas intervenciones de sintético contenido y nos faltan la publicación de análisis públicos profundos, así como el planteamiento de los horizontes que deberíamos alcanzar para poder aceptarlos, analizarlos, enriquecerlos, seguirlos y en definitiva opinar y participar.

En mi criterio esos vacíos constituyen un problema esencial a resolver en los momentos en que nos abocamos a un imprescindible relevo generacional, en los que se ha culminado una etapa del proceso revolucionario que se extiende desde el Triunfo de enero de 1959 a la fecha. En este orden de pensamiento, quiero añadir al respecto del momento en que se publica el artículo de Julio Fernández Estrada a que estoy refiriendo, que encuentro un muy especial rasgo de pasión junto con el raciocinio ilustrado en lo que Julito escribe. Su planteamiento esencial, mi opinión muy personal, lo puedo clasificar como un grito a la conciencia expresado por él desde lo más profundo de los sentimientos del pueblo revolucionario de a pie que ha soportado y luchado tanto por la Revolución Cubana, pasando muy por encima de los desgastes del tiempo, así como de los errores y de deficiencias, algunos inherentes a la condición humana imperfecta de que somos depositarios.

Considero, pues, que quizás lo raigalmente más hondo del aldabonazo que plantea Julio Fernández Estrada es un llamamiento directo a la conciencia de quienes detentan en la actualidad los timones de mando de la sociedad cubana, planteado como un concepto básico ampliamente expresado en todo el contenido del artículo en cuestión: “Los que defendemos el socialismo no queremos más poder que participar… El socialismo sólo se salvará si los jóvenes lo recogen de los contenes donde se conectan a internet para hablar a gritos con sus familiares de Miami, si hacen suyo el sueño y lo convierten en su obra”.
Considero que es esencialmente significativa e importante la afirmación de que “La izquierda cubana está viva. La primera vía no es, sin embargo, la de los burócratas. Nosotros sabemos que el socialismo se salva si el pueblo lo levanta en sus hombros y no fuimos nosotros, los nacidos en los 70, los que hemos quitado de los labios de los jóvenes la palabra socialismo”.
Publicado en el periódico Por Esto!, Sección de Opinión, el domingo 9 de julio del 2017

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