jueves, 23 de agosto de 2012

SPD-115


ATENCIÓN FRANK  
 
----- Mensaje reenviado -----
De: Perucho Figueredo <perucho1949@yahoo.es>
Para: Sautie Felix <fsautie@yahoo.com>
Enviado: Jueves 23 de agosto de 2012 11:48
Asunto: SPD 115

SPD-115
No. 115 (37/año 4). La Habana, 16-Agosto/2012
“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”.
Art. 53 de la Constitución
 
Boletín por un socialismo participativo y democrático.
Artículos, notas, reseñas, publicaciones de interés.
Los autores son los responsables de sus escritos.
Reenvíe este boletín a todos los que estime conveniente.
Se autoriza la reproducción total o parcial en cualquier soporte.
Recopilación de Pedro Campos. CE perucho1949@yahoo.es
Se agradece críticas, comentarios, sugerencias y opiniones sobre forma/contenido
El boletín SPD se puede encontrar en el sitio www.cuba-spd.com
 
ÍNDICE
Nota del SPD
 
Cuba necesita un Socialismo Participativo y Democrático. Propuestas  programáticas
Presentación para su discusión pública al pueblo, a los trabajadores y a los revolucionarios cubanos, con miras al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.
 
Propuestas para el avance al socialismo en Cuba
Sin socialización y sin democratización, no hay socialismo posible
 
 
 
 
CONTENIDO
 
Nota del SPD
 
Con motivo del IV aniversario de la presentación de “Cuba necesita un Socialismo Participativo y Democrático: Propuestas programáticas”, el 16 de agosto del 2008, reponemos este documento, junto a “Propuestas para el avance al socialismo en Cuba”, publicado el 28 de enero del 2011,  surgido de los aportes al mismo de muchos cubanos y extranjeros, para ser presentado al pueblo de Cuba, con motivo de la convocatoria al VI Congreso del PCC.
 
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Cuba necesita un Socialismo Participativo y Democrático. Propuestas  programáticas
Por Pedro Campos Santos, con la colaboración de varios compañeros.
 
Presentación para su discusión pública al pueblo, a los trabajadores y a los revolucionarios cubanos, con miras al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.
 
     Nada que deje en pie el sistema de explotación capitalista y el asalariado puede impedir la miseria de las  masas. Se hace pues, indispensable una transformación completa en el sistema de producir y distribuir”                                                                            
                                                                                        Carlos Baliño, fundador del PRC y del PCC
                                           
Introducción. Cuba vive una continuada crisis económica, política y social a consecuencia del estancamiento en la socialización, generado por el pleno control burocrático estatal sobre la sociedad, los medios de producción y el plustrabajo y del permanente y criminal asedio imperialista. No obstante, se han realizado grandiosas transformaciones culturales, científicas y técnicas que han creado las condiciones para desarrollar nuevas relaciones socialistas de producción. La disminución de la población, su envejecimiento prematuro, la baja tasa de natalidad, la salida masiva del país de jóvenes por cualquier vía y la insatisfacción generalizada son consecuencias palpables de esa crisis. Mayoritariamente, los cubanos están frustrados, enajenados y desesperanzados y las nuevas generaciones -desmotivadas- no sienten el mismo compromiso que las anteriores con este “socialismo pobre y sin perspectivas” muy alejado de las expectativas, todo lo cual está conformando una rara especie de “situación revolucionaria” que podría desatarse imprevistamente y cuya evolución pudiera capitalizar el enemigo.
 
Preservar la Revolución demanda progresar de la estatización a la socialización. De lo contrario, se ahondará la creciente contradicción entre los esquemas estatales de propiedad, trabajo asalariado mal pagado y centralización de las decisiones y la distribución del plustrabajo (aspectos de las relaciones de producción) y el nivel científico, cultural y técnico alcanzado por los trabajadores cubanos y los medios de trabajo (elementos fundamentales de las fuerzas productivas); aumentará la lucha por controlar el plustrabajo entre el pueblo trabajador y el estado burocrático todo poseedor y decisor, que se lo apropia para usarlo a su buen entender y limita su control real por los auténticos dueños; y se profundizarán las dificultades económicas, el desinterés y el rechazo a ese “no-socialismo”, con peligro de una plena restauración capitalista que para Cuba sería la anexión, la absorción de su cultura y un desastre incalculable para la nación y para el movimiento revolucionario internacional.
           
Para salvar al pueblo, la Patria y la Revolución urge un nuevo programa socialista, participativo y democrático, capaz de ofrecer soluciones constructivas a esas contradicciones, poner al ser humano –no al estado- al centro de la vida nacional, reanimar el espíritu revolucionario de los trabajadores manuales e intelectuales, reactivar la alianza obrero-campesina, retomar la confianza del pueblo, ganarnos a la juventud, desarrollar la economía, mejorar la  vida, destruir los fundamentos del bloqueo enemigo y hacer una contribución más efectiva al renacimiento socialista que tiene lugar en América Latina.
  
El desastre en Europa de ese “socialismo de estado” neocapitalista estancado, sustentado en la centralización de la propiedad, de la acumulación, de las decisiones y en el trabajo asalariado; su evolución en China hacia el capitalismo y la incapacidad del mismo para hacer avanzar la sociedad cubana, han llevado a muchos revolucionarios a trabajar en la reformulación del socialismo nunca alcanzado, siempre partiendo de las ideas centrales de los clásicos y de la universalidad y la ética martianas. Ya cuando el IV Congreso del PCC en 1991, las bases presentaron ideas para un nuevo Programa Socialista; pero cuando más difícil fue la situación internacional por la caída de la URSS y el Campo Socialista y más necesario se hacía avanzar hacia un socialismo más participativo y democrático, la dirección decidió postergar aquellas demandas, fortaleció su tradicional centralismo y sólo después de la profunda crisis del 94 decidió emprender algunas reformas -sin cambios sustanciales- básicamente en el plano económico.
 
El discurso de Fidel el 17.11.05 reconociendo la posible reversión de la revolución y especialmente el de Raúl el 26.07.07 estimularon otro debate donde, de nuevo, las bases se pronunciaron por un socialismo más participativo y democrático. A tres años del primero y a uno del segundo no se ha hecho público el resultado de las discusiones y la dirección no ha presentado al pueblo ningún plan concreto integral para sacar el país de la crisis; ignora olímpicamente muchos análisis y propuestas de académicos, politólogos y cientistas sociales socialistas cubanos y extranjeros; sigue negando el acceso del pensamiento revolucionario no oficial a la prensa, continúa usando el cerco imperialista como justificación para contener el avance de la socialización (que no es más desarrollo en la tecnología, sino en la forma de su explotación) y sigue recargándose todo el peso y la responsabilidad por la crisis en los trabajadores y el pueblo. La gravedad  se acrecienta cuando se advierte un peligroso cambio de política de EE.UU. hacia Cuba para el que no estamos preparados económica ni políticamente. Algunos que todo lo complican y entorpecen, parecen interesados en que esto se hunda.
 
El gobierno del compañero Raúl abrió un capítulo de esperanzas que no podemos perder, pero la resistencia natural del tejido burocrático sólo le ha permitido presentar medidas aisladas, algunas contraproducentes, para perfeccionar el estatismo asalariado, unidas al tradicional discurso de más trabajo, sacrificio y disciplina, bordeando pero sin confrontar los problemas de fondo. Se ha anunciado la convocatoria del VI Congreso del PCC para fines del 2009.
 
Ante esta situación, varios comunistas y revolucionarios cubanos –desde dentro- hemos venido estudiando, planteando e intercambiando un grupo de ideas centrales concentradas en este documento, el cual se pone a la consideración de los trabajadores, del pueblo y de todos los revolucionarios cubanos y del mundo, para que, valorado y enriquecido por todos, sea tenido en cuenta por todos y sea considerado como parte de las soluciones a la crisis.
 
No es un programa acabado, ni se intenta un nuevo esquema u otra camisa de fuerza, se busca el consenso que necesitan la República Martiana y la armonía en el funcionamiento de la sociedad. Se sugiere avanzar del estatismo a la socialización, cambiar la forma asalariada de pago por la repartición de parte de las utilidades; pasar el control de los medios, los recursos y las decisiones, de la burocracia a los colectivos sociales y laborales y a las personas, intercambiar sobre asuntos cuyas soluciones no pueden postergarse más y avanzar hacia más participación y más democracia.
 
El enemigo aprovecha y trabaja sobre nuestros errores y tiene planes para destruir la Revolución y apoderarse de Cuba. Martí decía “Plan contra Plan”. A falta de otro conocido, estas bases programáticas son nuestra contribución.
 
1-Transitar del “socialismo de estado” al Socialismo Participativo y Democrático. Dejar atrás el fracasado sistema centrista, autoritario, estatista-asalariado y estructurado verticalmente de arriba hacia abajo, heredado del estalinismo y avanzar a la concepción cooperativista integral moderna del Socialismo en el Siglo XXI, a un sistema comunal-democrático descentralizado, apoyado en relaciones socialistas de producción que horizontalmente integre y armonice, de abajo hacia arriba las funciones productivas, de gobierno, justicia y otras.
 
Para serlo, el socialismo debe ser Participativo porque en la formulación y toma de decisiones participan directa y comprometidamente las masas, los trabajadores y toda la población afectada. Democrático porque las decisiones importantes que afectan a todos los ciudadanos del país o de un conglomerado social, productivo o comunitario deben contar con la aprobación mayoritaria de los interesados. Libertario porque se crearán por primera vez condiciones reales para la libertad plena del ser humano y para el ejercicio, por todos, de todos los derechos políticos, civiles y económicos por los que ha luchado la humanidad. Humanista  porque pone al ser humano y a sus valores éticos y espirituales en el centro de la vida social. Autogestionario, porque el trabajo organizado en forma cooperativa-autogestionaria caracterizará al nuevo sistema de organización de la producción y al funcionamiento de toda la sociedad. Inclusivo porque no permitirá ningún tipo de sectarismo, discriminación ni exclusión arbitraria por razón alguna, en la participación y en la democracia, de manera que todos se sientan interesados y comprometidos en el proyecto común. Integracionista porque sólo con la integración económica, política y social de varios países podrá lograrse el triunfo del nuevo sistema, por lo cual necesitamos que otros pueblos avancen por este camino y apoyamos un ALBA efectivo, por abajo, pueblo a pueblo, que avance a economías similares y a pasaporte y moneda únicos.
 
2-Resolver el conflicto fundamental que origina el actual estancamiento del socialismo en Cuba, existente entre el potencial alcanzado por las fuerzas productivas y las relaciones asalariadas estatales de producción. Esto implica armonizar el desarrollo de la técnica y las capacidades humanas, con las formas de producción correspondientes y en consecuencia, avanzar gradualmente -como corresponde a la fase social de la Revolución- de las relaciones estatales neocapitalistas asalariadas de producción, distribución y consumo, a las nuevas relaciones socialistas de producción cooperativistas-autogestionarias, hasta hacerlas mayoritarias y traspasen sus principios colectivistas, democráticos, solidarios, libertarios y humanistas inherentes a sus formas de propiedad, gestión y distribución, al funcionamiento de la nueva sociedad, a todas las instituciones de la superestructura y den lugar a una nueva conciencia social. La Autogestión debe ser empresarial y social, organizada en cada entidad productiva y en toda la sociedad.
 
Las nuevas relaciones cooperativas-autogestionarias de producción se caracterizan por: 1) los propios trabajadores asociados, dueños o usufructuarios colectivos, de sus medios de producción, auto “explotan” su fuerza de trabajo; 2) administran democráticamente su gestión productiva (control de gastos, planificación y elección de dirección) y 3) controlan y distribuyen el plustrabajo o excedente, antes plusvalía, una parte para la reproducción de la entidad, otra para la contribución a la seguridad social, las actividades presupuestadas y los planes de desarrollo general y el resto sería repartido equitativamente para el consumo directo de los trabajadores. La cooperativa es una forma de propiedad y asociación, el cooperativismo la forma en que se organizan la gestión y la distribución en la cooperativa. En el Manifiesto Comunista se expresa que “el trabajo asalariado es la forma de la existencia del capitalismo”, de manera que el socialismo pasa por la superación del trabajo asalariado.
 
3-Adecuar la propiedad al desarrollo de las fuerzas productivas: Para que el poder de los trabajadores y del pueblo sea real y pueda hacerse efectivo el desarrollo y la expansión de las nuevas relaciones socialistas de producción, es necesario que los medios de producción, los recursos y las finanzas, ahora en manos de la burocracia, sean controlados escalonada y progresivamente por los distintos niveles del poder popular, la nación, la región,  la comunidad, los colectivos laborales y las personas. Como la propiedad lleva por nombre la forma en que se explota, la propiedad estatal asalariada debe ser sustituida gradualmente por la propiedad socialista de los colectivos de trabajadores y sociales, sobre bases estatales, grupales o individuales, según su desarrollo, en la siguiente forma general:
           
Cooperativa,  incluiría además de a pequeños campesinos unidos voluntariamente, pequeñas empresas industriales o de servicios (construcción, gastronomía, talleres de reparaciones) más bien de tipo artesanales, donde los medios de producción aportados son de propiedad original de los trabajadores. Autogestionada para empresas  medias a pequeñas por su nivel de desarrollo (pequeñas fábricas, talleres, restaurantes, instalaciones hoteleras menores) donde la propiedad  sobre los medios de producción se otorgaría directamente a los trabajadores en forma plena, por medio de venta, al contado o a crédito, o la cesión por parte del Estado. Los trabajadores determinarían autogestionadamente todo en la empresa, a través de sus órganos democráticamente elegidos.  Cogestionada (entre el estado y los trabajadores) Para las empresas de interés  nacional o estratégico, con alto nivel tecnológico, que demandan una enorme cantidad de recursos y personal altamente especializado que solo puede ser aportado por el presupuesto estatal o el capital extranjero. Pueden existir varios tipos de empresas cogestionadas entre el estado y el Colectivo de Trabajadores, donde toda la propiedad y la administración podrían ser o no compartidas por el nivel estatal correspondiente entregada parcial o totalmente en usufructo o arriendo a los trabajadores, y funcionando sobre los principios de la gestión colectiva democrática y la repartición equitativa de una parte de las utilidades. Los detalles específicos tendrían que valorarse casuísticamente entre el colectivo de trabajadores y la parte estatal responsable. El carácter compartido de la administración y la propiedad entre el estado y los trabajadores, garantizarían que no haya subestimación de los intereses de la nación o el surgimiento de tendencias localistas o regionales perjudiciales.
 
Todas estas formas de propiedad deben verse en desarrollo y tenderían a integrarse en forma territorial, sectorial o ramal, en uniones de cooperativas y demás asociaciones, para formar agrupaciones mayores, más potentes o integrales, según convenga y sea decidido democráticamente por sus trabajadores y el nivel estatal correspondiente en las empresas cogestionadas, hasta convertir todo en una gran unión de asociaciones autogestionadas, debiendo quedar estatuido que son indivisibles  e invendibles, y su fusión o unión con otras empresas quedar sujeta a leyes.
 
4-Admitir otras formas de propiedad y producción en el socialismo. Por tratarse de una sociedad de tránsito y existir fuerzas productivas de bajo nivel de desarrollo, tendrán que coexistir otras formas pre-socialistas de relaciones de producción, como la mercantil simple, de bienes o servicios, incluidos los profesionales (médicos, dentistas, abogados, arquitectos, publicistas, consultantes económicos, artistas, etc.) en forma individual o familiar y otras que la propia necesidad de la producción demande, así como la inversión extrajera controlada, preferiblemente indirecta y en forma mixta. El período de tránsito necesita todo eso. El trabajo por cuenta propia existe por  necesidad natural y siendo privado no explota trabajo ajeno ni permite la reproducción ampliada, se trata de una forma individual-privada pero a la vez socializada y autogestionaria de la producción y la apropiación. Su tendencia natural mayoritaria en el socialismo deberá ser al cooperativismo. Donde no hay explotación de trabajo asalariado no hay capitalismo.
 
Todas las entidades y personas productoras individuales de bienes o servicios pagarían impuestos progresivos sobre sus utilidades, las que serían de más fácil control mientras mayor sea el desarrollo de la actividad bancaria y la generalización del dinero virtual. Las instituciones públicas de salud, educación (autonomía universitaria), cultura, recreación etc., que se nutrirían tanto de los presupuestos nacionales o municipales, como de los ingresos menores que puedan generar, funcionarían de forma autónoma en interés de la nación y de todo el pueblo. La práctica irá precisando los ajustes. La célula fundamental de la sociedad socialista sería el centro laboral, alrededor del cual giraría la vida de las comunidades: escuelas, círculos infantiles y sociales y centros culturales, deportivos y de recreación  y otros.
 
5-Crear en todos los centros laborales los Consejos Obreros, para ejercer el control directo de todas las decisiones: elección y/o ratificación de dirigentes empresariales, planificación, gestión y control democráticos de los planes de producción, costos, gastos e inversiones y cambiar la forma de pago de salario por la repartición equitativa de parte de las utilidades.
 
Este proceso debe ser encabezado por el Partido y los sindicatos; pero la clase trabajadora no puede esperar a que, por su propia iniciativa, el aparato burocrático, hasta hoy mayoritariamente indeciso a discutir siquiera cualquier avance en esta dirección, le profundice su Revolución. La emancipación de los trabajadores es obra de ellos mismos. Los trabajadores, los desposeídos y la pobrecía integrados en el Partido, las organizaciones de masas y el gobierno, son los llamados a encabezar la socialización con sus propias acciones y propuestas en cada centro, en cada lugar, a educar a estas instituciones y a radicalizarlas. De los trabajadores hay que aprender, no pretender “educarlos”.
 
6-Aplicar nuevas concepciones de Planificación, mercado  y circulación monetaria. Para lograr la nueva formación económico-social serán determinantes la unificación de la moneda, la planificación democrática y transformar paulatinamente las relaciones monetario-mercantiles y el mercado lucrativo por un intercambio de valores equivalentes. Entre los graves errores del “socialismo de estado” que buscó –equívocamente- su realización en la esfera de la distribución, estuvieron la excesiva centralización de la planificación y el control absoluto del mercado interno.
 
La planificación democrática es un proceso complejo y se concretará combinando los intereses generales de la nación con los de las regiones, las empresas, los individuos y la naturaleza, organizándola por niveles, de acuerdo con los respectivos presupuestos participativos aprobados en la nación, el municipio o la entidad económica, a partir de los propios ingresos, impuestos, asignaciones y créditos. Producción contra contrato.
 
El mercado -que no es lo que caracteriza al capitalismo, sino sus relaciones de producción- es heredado por el socialismo y será necesario por un tiempo indeterminado, pero con normas anti-monopolio que eviten la especulación. Los controles estatales monopólicos al mercado interno que existen en la actualidad, deberán desaparecer y dar paso a la actividad mercantil, como una más de servicios, pero sujeta a las formas de organización cooperativas-autogestionarias socialistas. Mantener centralmente el control de las licencias de exportación/importación.
 
El dinero real, y cada vez más virtual, seguirá sirviendo como medida del valor y medio de pago mientras sea necesario, deberá avanzarse rápidamente a la moneda única para lograr una verdadera integración y armonía de la economía nacional y establecerse una equivalencia, lo más real posible, en relación con las monedas internacionales. Deben mantenerse los subsidios únicamente a personas necesitadas.
 
7-Reconocer que el gobierno no dirige la economía, sino que garantiza y ayuda a que funcione mejor. Error grave del socialismo estatal ha sido su pretensión de administrar y dirigir la economía y sus leyes que existen al margen de los deseos humanos. No se trata de “disminuir” el papel del estado en la transición socialista, sino de hacerlo de una manera distinta, más efectiva: en vez de ocuparse directamente de administrar, su papel es viabilizar el desarrollo  de las relaciones de producción en concordancia con el avance alcanzado por las fuerzas productivas, coadyuvar al mejor funcionamiento de los mecanismos económicos correspondientes como la planificación democrática, el desarrollo armónico y proporcional de las ramas y las regiones, la ejecución de los presupuestos participativos aprobados en cada nivel estatal, prever y posibilitar el desarrollo de sistemas inversionista de infraestructura, transporte de todo tipo y comunicaciones, garantizar la internacionalización e integración socialista con otros países de economía similar y velar por el cumplimiento de las leyes nacionales y los convenios por los inversionistas extranjeros.
 
El estado viabilizaría y apoyaría el desarrollo del sistema cooperativo-autogestionario socialista en toda la economía, participaría en la formulación de la legislación que regule su funcionamiento y velaría por su cumplimiento. El gobierno se auxilia de su política crediticia y de la actividad del Banco Central, a su cargo, para ayudar al mejor funcionamiento de la economía.
 
El gobierno a cada nivel controla la recaudación de impuestos para sus presupuestos participativos aprobados democráticamente, de los cuales dependerán las actividades necesariamente presupuestadas como la salud, la educación, las Fuerzas Armadas, infraestructura y otras. El estado en cada nivel dispondrá de grupos (ministerios) de control metodológico, planificación y desarrollo  para viabilizar el desarrollo y los intercambios internos y externos.
 
8-Enfocar la agricultura y la seguridad alimentaria como asuntos de supervivencia de la República y de la cultura cubana misma. El problema radica no solo en repartir la tierra ociosa, sino en liberar a la producción agropecuaria de los candados estatales sobre siembra, acopio, precios, transporte y mercado. Sin apoyo estatal, crediticio, en recursos, sin dar prioridad a los productos nacionales y a la creación de uniones de cooperativas de comercialización, nunca avanzaremos en la socialización. Debe priorizarse la forma cooperativa y autogestionaria en la agricultura. La tierra a repartir no puede ser fuente de capitalismo y trabajo asalariado, sería retroceder en la socialización. Todas las actuales inversiones en productos agrícolas externos deben ser encaminadas a estimular la producción interna, salvo lo que no pueda ser producido en el país y tenga mercado garantizado.
 
Resolver este problema implica consolidar la alianza obrero-campesina, recampesinar el campo cubano con todas sus consecuencias y prestigiar el trabajo agrícola individual y familiar. El guajiro es una de las bases principales de la nación cubana. La tierra que se reparta debe ser  de la nación y  deberá entregarse en usufructo de por vida con retiro del mismo sólo en casos extraordinarios de violaciones flagrantes de las leyes, por abandono, mantenerla improductiva o por imperiosa necesidad de la tierra para objeto social aprobado por Asamblea Nacional del Popular y con derecho a indemnización. Hay que estudiar otras medidas para estimular la permanencia en el campo y la producción campesina. Por la necesidad urgente de desarrollar la agricultura y dado el bajo nivel de mecanización, puede permitirse el empleo del trabajo asalariado a campesinos y cooperativas para momentos picos de siembra y cosecha.
 
9-Realizar algunos cambios en la estructura del Estado: La República democrática revolucionaria directa de los trabajadores,  es el tipo de estado transitorio que más parece corresponder a los anhelos actuales del pueblo cubano y que puede viabilizar la realización del Socialismo Participativo y Democrático. Por el apoyo popular y la solidez democrática de sus estructuras sería el estado más fuerte posible. Su esqueleto sería el del Poder Popular, pero pleno de contenido participativo y democrático.
 
Todo el poder decisorio y legislativo fundamental –constituyente- recaería totalmente en el pueblo para los aspectos nacionales y municipales más importantes que afecten a todos, los que deberán ser sometidos a referendo.
 
Hacer real el poder del Poder Popular, a cada nivel, dando pleno control de toda la actividad en los municipios a las autoridades que deberán ser elegidas en forma democrática y directa por el pueblo, con el control sobre parte de los impuestos que se recauden para la organización y realización de presupuestos autónomos ajustados a las necesidades reales y concretas de cada Municipio y Comunidad.
 
El aparato central estatal irá adecuándose cada vez más a sus verdaderas funciones en el socialismo participativo, quedando fundamentalmente para cuestiones de gobierno, de derechos humanos, así como metodológicas, de planeamiento social general y de control en las actividades imprescindibles, como defensa, seguridad, relaciones internacionales, comercio, orden interior nacional, finanzas, sistema jurídico,  medio ambiente y otras necesarias a la  práctica. El papel del Banco Central deberá crecer, diversificarse, expandirse y modernizarse para poder dar respuesta eficiente a las nuevas demandas y crédito y fiscalizar su ejecución.
 
10-Perfeccionar el sistema democrático de elecciones: Estudiar y aplicar formulas más participativas, democráticas  y directas en los procesos electorales, en la estructura y en el funcionamiento del gobierno, garantizando que todas las propuestas para candidatos de cualquier nivel sean realizados por las bases respectivas.
 
11-Actualizar el código penal de acuerdo con los recientes pactos de derechos humanos (Civiles y Políticos, y Económicos, Sociales y Culturales) firmados por el gobierno de Cuba. Deberán revisarse cuanto antes las condenas excesivas a detenidos por asuntos vinculados a cuestiones políticas. La “ayuda” de gobiernos extranjeros dirigida a subvertir el orden establecido en la Constitución , debería ser declarada ilegal.   Sería ilícita la propaganda que defienda la explotación del ser humano en cualquiera de sus formas y penada la que instigue cualquier tipo de violencia, como estarían prohibidas y serían sancionadas las prácticas racistas, fascistas y otras contrarias a la vida. A partir de estos condicionamientos existiría libertad de asociación y expresión. “Solo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades” dijo el apóstol. Especialmente se promoverá la defensa de la naturaleza, la tierra y el medio ambiente y la integración de los humanos al sistema ecológico y no su dominio. La ciencia y la técnica no deben ser usadas para destruir la naturaleza, sino para preservarla. La libertad, la igualdad y la justicia social plenas son imposibles mientras el ser humano no pase a ser un sujeto económico con plenos derechos. Estas y las demás modificaciones necesarias a ley fundamental  y la electoral deben hacerse para acentuar el espíritu socialista y martiano de la Constitución vigente y someterse a referendo.
 
12-Perfeccionar el funcionamiento del Partido, los Sindicatos y las organizaciones políticas y de masas. Para representar los intereses de toda la clase trabajadora y el pueblo, el Partido Comunista debe ser el más democrático y admitir la existencia de opiniones y tendencias diversas mientras todas defiendan el poder de los trabajadores y el socialismo. De lo contrario se imponen la falsa unanimidad, la división y la escisión. El PC debe dirigir a través de sus miembros y no institucionalmente, organizar sus finanzas y su funcionamiento de forma también autogestionaria y se estructuraría en un sistema donde la democracia siempre prime sobre el centralismo, las asambleas decidan y los elegidos ejecuten. No impone ni promueve candidatos. Los sindicatos se organizarán para participar en la dirección de  los centros laborales y para defender los intereses de los trabajadores donde sea necesario. Las organizaciones políticas y de masas funcionarán sobre el presupuesto que logren de sus recaudaciones.
 
13-Prestar atención a las siguientes cuestiones generales urgentes de la economía y de la nación cubana.
 
a- Esta plataforma se aplicaría gradual pero firme y sistemáticamente.
b-Vincular estrechamente los centros de estudios medios y superiores y de investigaciones científicas a los centros de producción, validar social y económicamente el trabajo del maestro, y hacer más realistas las reglas y normativas del funcionamiento de los centros docentes.
c-Las concesiones a empresas extranjeras en recursos de importancia estratégica, deben ser, únicamente, después de comprobar su necesidad y la incapacidad del país para asumirla y serían aprobadas por la ANPP
d-Respetar la propiedad privada personal y la decisión sobre la misma y consecuentemente liberar la venta de objetos particulares incluidos autos y viviendas y el alquiler de los mismos entre nacionales,  así como facilitarse el trabajo libre para jubilados y discapacitados y liberar todo el trabajo por cuenta propia.
e-Facilitar la creación de cooperativas de constructores que acometan la construcción para empresas o particulares, y cooperativizar la gastronomía, los servicios comunales y buena parte del transporte.
f-Urge una nueva ley migratoria que elimine las absurdas medidas como el permiso de salida y la carta de invitación, los problemas creados por las salidas prolongadas, garantice el derecho a regresar, así como la discriminación existente a profesionales de la medicina, el deporte y otros. Eliminar el asedio a jóvenes, negros, personas del interior y demás cubanos, sin motivos justificados, así como el decreto 217 que limita el movimiento y el asentamiento de los cubanos en el territorio nacional.
g-Para el socialismo moderno es vital el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informatización. Habrá que priorizar las comunicaciones, la computación, así como intranet e Internet con pleno acceso, pues son imprescindibles para la planificación democrática, el intercambio de equivalentes y la realización de la verdadera democracia participativa.
h-Antes de emprender una nueva ley de seguridad social que extienda la edad de jubilación; para resolver el problema poblacional, es preciso estimular económicamente primero a los jóvenes a que trabajen, se queden en el país y procreen; resolver los problemas actuales de estimulación a la productividad, el desempleo y subempleo reales, los desequilibrados ingresos y la doble circulación monetaria.  Hay que enfrentar esto en la raíz, no en los efectos.
i-Cualquier proyecto socialista debe contemplar el reconocimiento a las generaciones que iniciaron, desarrollaron y  han traído hasta aquí a la Revolución. La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana debe contribuir decisivamente a este propósito.
 
Si eventuales mejoras futuras en nuestro sistema de vida, tuviéramos que asociarlas primordialmente al levantamiento del bloqueo y no a las transformaciones socialistas que realicemos nosotros mismos, se estaría entregando Cuba en bandeja a su enemigo histórico, por un miserable plato de lentejas.
 
La dirección del país debe entender que somos un pueblo culto gracias a la Revolución y que su misión no es imponerle paradigmas, sino asumir sus intereses  y convertirlos en políticas y en leyes: Mandar obedeciendo. Solo así es posible cambiar lo que deba ser cambiado y garantizar el avance socialista. La continuidad está en el cambio.
 
La Habana, 16 agosto de 2008, 83 Aniversario de la Fundación del Partido Comunista de Cuba y 57 de la muerte de Eduardo Chibás, líder del Partido Ortodoxo.
 
Se aceptan  opiniones, críticas y sugerencias. Enviarlas  a  perucho1949@yahoo.es o a Pedro Campos Santos. Calle Zapata 1401 apto C-13 e/ C y Céspedes. Vedado. Ciudad Habana. Los aportes serán socializadas entre los interesados y publicados periódicamente en las páginas de la revista digital kaosenlared.net. Con todo lo enviado se hará un resumen. Se permite la reproducción total o parcial en cualquier soporte.
 
 
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Propuestas para el avance al socialismo en Cuba
Sin socialización y sin democratización, no hay socialismo posible
Por Pedro Campos y otros compañeros
 
“Si la república no abre los brazos a todos y adelanta con todos, muere la república”.
 J. Martí
Presentación para su discusión al pueblo, a los trabajadores y a los revolucionarios cubanos, a propósito de la convocatoria del VI Congreso del PCC.
 
Preámbulo
El 16 de agosto de 2008, ante el anuncio de que sería convocado el VI Congreso del PCC, se presentó el documento Cuba necesita un Socialismo Participativo y Democrático. Propuestas Programáticas.  Cumpliendo con la palabra entonces empeñada, ahora, ante la convocatoria al VI Congreso, exponemos la versión revisada y actualizada, la cual incluye  aportes, análisis, comentarios y añadidos de cubanos y extranjeros revolucionarios, que nos llegaron por distintas vías.
 
Igualmente, se ha tenido en cuenta que los movimientos del gobiernos en los dos últimos años  han sacado el país del inmovilismo, pero al estar encaminados a la  “actualización” del viejo modelo de “socialismo de estado”, no han conducido a  modificaciones que puedan cambiar las esencias del análisis y las conclusiones principales expuestas en aquellas Propuestas Programáticas: la etapa socialista, con el poder democrático de los trabajadores y su control sobre los medios de producción, sigue siendo un objetivo por alcanzar.
 
La reciente convocatoria al restringido congreso del PCC y los lineamientos económicos  cuyos ejes ya fueron aprobados y están siendo puestos en ejecución por el gobierno, contemplan, parcialmente, propuestas coincidentes con las nuestras, como el fortalecimiento de las autonomías municipales y la apertura a otras relaciones extra estatales de producción, especialmente la ampliación del cuentapropismo y la extensión del cooperativismo.
 
Sin embargo presentan limitaciones  y siguen enfocadas desde el interés del estado y no del de  los trabajadores y el pueblo directamente. Paralelamente, otras medidas, como la apertura a la explotación del trabajo asalariado por privados, mayores facilidades a las inversiones extranjeras y la autonomía administrativa de las empresas estatales pero sin control de los trabajadores, pudieran allanar el camino a la restauración del capitalismo privado.
 
Conscientes de que  la agudización de las contradicciones de la sociedad cubana actual  puede tener derivaciones incontrolables,  consideramos improcedente cualquier  exclusión del debate y reiteramos nuestros llamados a la cohesión de las fuerzas revolucionarias y al diálogo con todos y para el bien de todos, como vías fundamentales para encontrar el consenso necesario que permita la salida socialista de la crisis actual.
 
Convencidos de que el socialismo no podrá triunfar sin la más amplia socialización y democratización de todos los aspectos de la vida política, social y económico-productiva, centramos esta propuesta en esos dos temas principales.
 
No se trata de un  programa acabado, ni de proposiciones que no puedan variarse, con asuntos conflictivos que precisan de un abordaje desde la complejidad y para los que hoy no tenemos respuestas terminadas. Son un grupo de sugerencias integradas que buscan ayudar a encontrar el camino del socialismo en la compleja situación actual.
 
Con el fin de contribuir a la felicidad y al bienestar de todos los trabajadores y de todos los cubanos y para hacer realidad el apotegma martiano, “con todos y para el bien de todos”, exponemos a continuación un grupo de  ideas centrales sobre la sociedad que aspiramos y cómo llegar a ella: es nuestra contribución al debate nacional actual.                        
 
Objetivo general que perseguimos:
Transitar del “socialismo de estado” a una sociedad más culta, libre, ampliamente socializada, de respeto pleno a la dignidad y a la individualidad, regida por leyes, donde las personas se asocien libremente para producir, en la cual los trabajadores y los ciudadanos sean los que tomen todas las decisiones democráticamente. Esa es la sociedad que deseamos. Eso es para nosotros el socialismo.
 
Dejar atrás el fracasado sistema centrista, autoritario, estatista-asalariado y estructurado verticalmente de arriba hacia abajo, heredado del estalinismo y avanzar a la concepción del Socialismo con multiplicidad de formas de producción; pero hacia el predominio de las libremente asociadas de tipo cooperativo autogestionario y a un sistema comunal-democrático descentralizado, que horizontalmente integre y armonice las funciones productivas, de gobierno, justicia y otras.
 
Alcanzar esa sociedad conlleva desarrollar y aplicar un conjunto de conceptos y medidas, entre ellos:
 
1-Establecer la República democrática revolucionaria directa de los trabajadores. Cambiar la forma indirecta y representativa, de tipo burguesa, del actual sistema político, por la democracia participativa, decisoria  y directa. Todo el poder decisorio y legislativo fundamental recaería totalmente en el pueblo. Los aspectos nacionales y municipales más importantes que afecten a todos deberán ser sometidos a referendo. Todo cuando impida, obstruya o imposibilite la soberanía del pueblo sobre las leyes y el gobierno deberá ser derogado.
 
-Crear los Consejos de Trabajadores en todos los centros de producción o servicios, por donde empezaría esta nueva democracia, para empoderar a los trabajadores con el verdadero poder, el de la economía, a fin de que ejerzan el control directo de todas las decisiones: elección y/o ratificación de dirigentes empresariales, planificación, gestión y control democráticos de los planes de producción, costos, gastos e inversiones y cambiar la forma de pago de salario por la repartición equitativa de parte (1/3) de las utilidades. Este proceso deberá ser encabezado directamente por los trabajadores. Su emancipación es obra de ellos mismos.
 
-Hacer real el poder del Poder Popular a todos los niveles, (el estado en lo sucesivo), otorgando pleno control de toda la actividad social en los municipios a sus autoridades respectivas, las cuales deberán ser elegidas en forma democrática y directa por el pueblo, con decisión sobre el uso de parte de los impuestos que se recauden para la organización y realización de presupuestos participativos autónomos ajustados a las necesidades reales y concretas de cada Municipio y Comunidad.
 
-Todo el actual Orden Interior –policía, bomberos y demás- subordinado al MININT, deberá municipalizarse y depender de los órganos locales, así como supeditar todo el sistema de prisiones a órganos de justicia locales.
 
-Elección por el voto popular, directo y secreto, de un tribunal de garantías constitucionales.
 
2-Perfeccionar el sistema democrático de elecciones de acuerdo con la democracia participativa y directa: modificar todas las regulaciones en la Constitución y en la ley electoral que limitan la participación directa y decisoria del pueblo en el actual sistema político y ponerlas a tenor con el Artículo 1ro de la Constitución, el cual establece: “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como República unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana.”    
 
Introducir, entre otras, las siguientes modificaciones a la actual ley electoral:                     
 
-Como sería el pueblo, según está en el espíritu de nuestra constitución, el que decida todo, directa y democráticamente, ningún partido político, tampoco el PCC, debe actuar sobre el sistema electoral y como parte de la misma  libertad de prensa, reunión y asociación que deberá regir, ésta no podría ser usada para realizar propaganda electoral en función de llevar a algún partido al poder político, pues la historia mundial ha demostrado que los partidos en el poder, de cualquier color, privilegian sectariamente los intereses de las fuerzas y figuras que representan, aún cuando traten de encubrirlos en populistas enunciados políticos y económicos.
 
-El Partido Comunista ejercería su influencia en la sociedad porque se la gane y no porque se le otorgue constitucionalmente, como establece actualmente el artículo 5to de la Constitución.
 
-Todos los cargos, a todos los niveles del Poder Popular, serían electos por el voto popular, directo y secreto y todos los ciudadanos participarán activamente en las propuestas para cargos electivos a todos los niveles.
 
-Establecer tiempo límite en todos los cargos, no más de 5 años, con una sola  reelección y revocabilidad inmediata por acuerdo de la mayoría simple de los electores correspondientes, con un referendo revocatorio obligatorio de aprobación a mitad de término. Se eliminaría todo tipo de prebenda para cargos, que recibirían ingresos promedios conforme a su responsabilidad. Se eliminaría  la meritocracia. 
 
-Se modificaría la forma de integración actual (designación) de las comisiones de candidaturas   a todos los niveles y se crearían comisiones electorales escalonadas a propuestas de las bases respectivas. En el barrio por los vecinos. En el Municipio, la Provincia y la Nación por los delegados elegidos en cada nivel.
 
-Revisar la actual estructura político-administrativa por Provincias. Convertir los municipios en la estructura principal e impulsar sus asociaciones de diverso tipo de acuerdo con sus intereses.
 
-Eliminación de la actual dualidad de cargos entre el ejecutivo (Consejo de Ministros) y el legislativo (ANPP).
 
-Establecer referendos nacionales para decisiones importantes que afecten el destino del país y de todos los ciudadanos.
 
3-Los órganos nacionales del Poder Popular garantizarían y ayudarían a que la economía funcione mejor.
 
-Los órganos centrales del Poder Popular (PP), el estado central, iría adecuándose cada vez más a sus verdaderas funciones en el socialismo, quedando fundamentalmente para cuestiones generales metodológicas. No administrarían la economía ni las empresas,  sino que coadyuvarían al mejor funcionamiento de los mecanismos económicos como la planificación democrática, créditos, recaudación de impuestos que le corresponda, la ejecución de los presupuestos participativos aprobados en cada nivel, el desarrollo armónico y proporcional de las ramas y las regiones, y se encargaría de organizar otras actividades imprescindibles, como defensa, seguridad, relaciones internacionales, comercio internacional, finanzas, sistema jurídico,  medio ambiente. Otras serían garantizar la internacionalización e integración socialista con otros países de economía similar y velar por el cumplimiento de las leyes nacionales y los convenios por los inversionistas extranjeros.
 
-El papel del Banco Central deberá crecer, diversificarse, expandirse y modernizarse para poder dar respuesta eficiente a las nuevas demandas y créditos, así como fiscalizar su ejecución. Deberá estudiarse la forma en que el banco  responderá y rendirá cuenta trasparentemente sobre sus movimientos financieros a los trabajadores y al pueblo que son los que depositan su dinero.
 
-El PP a cada nivel controlaría la recaudación de impuestos para sus presupuestos participativos aprobados democráticamente, de los cuales dependerán las actividades  presupuestadas total o parcialmente, como la salud, la educación, las Fuerzas Armadas, infraestructura y otras. Los ministerios  tendrán funciones metodológicas y de planificación.
 
-Será una responsabilidad de todos los niveles del Poder Popular garantizar amplios cuidados y privilegios sociales para personas y familias afectadas por diferentes razones como los discapacitados, minusválidos, enfermos crónicos, damnificados por eventos de la naturaleza y otros.
 
4-La Defensa Nacional debe enfocarse integralmente, con sus componentes políticos, militares, económicos y sociales. El Ejército solo es nada sin la participación del pueblo en la defensa. La defensa de la nación compete a todos los cubanos y no solo a una parte de ellos. El servicio militar no debe ser obligatorio, como no lo es ninguno de los otros servicios que se prestan a la nación. Los órganos especializados de la seguridad deberían estar subordinados a la soberanía popular y no a ningún partido político.
 
-El actual control de las Fuerzas Armadas sobre empresas económicas no militares, deberá ser cedido paulatinamente a las entidades del PP correspondiente y al control de sus trabajadores. Las Fuerzas Armadas y los órganos de seguridad funcionarán, de acuerdo con el presupuesto aprobado por la ANPP y sin autonomía económica propia, con el más estricto apego a la Constitución.
 
5-Priorizar, como tarea económica de la etapa actual, el desarrollo de las relaciones de producción libremente asociadas, de tipo cooperativo-autogestionario, las genéricas –no las únicas- del socialismo, con el objetivo de aumentar aceleradamente el bienestar general del pueblo.
 
-Esto sería lo que evitaría el avance del capitalismo y, al mismo tiempo,  permitiría que la economía florezca aceleradamente, pues la gente trabajaría con gusto y alegría, sin imposiciones de ningún tipo y podría satisfacer sus necesidades racionales. Con ello se avanzaría progresivamente hacia la eliminación de todo tipo de explotación del hombre por el hombre, una de las aspiraciones principales de todos los socialistas de todas las épocas.
 
-Con el avance paulatino de las relaciones de producción libremente asociadas de tipo cooperativo-autogestionario, sus principios colectivistas, democráticos, solidarios, libertarios y humanistas inherentes a sus formas de propiedad, gestión y distribución, se irían traspasando al funcionamiento de la nueva sociedad, a todas las instituciones de la superestructura y darían lugar a una nueva conciencia social.
 
-Las relaciones de producción libremente asociadas de tipo cooperativo-autogestionarias se caracterizan por: 1) los propios trabajadores asociados, dueños o usufructuarios colectivos, de sus medios de producción, auto “explotan” su fuerza de trabajo; 2) administran democráticamente su gestión productiva (control de gastos, planificación y elección de dirección) y 3) controlan y distribuyen el plustrabajo o excedente, antes plusvalía, una parte para la reproducción de la entidad, otra para la contribución a la seguridad social, las actividades presupuestadas y los planes de desarrollo general y el resto sería repartido equitativamente para el consumo directo de los trabajadores. La cooperativa es una forma de propiedad y asociación, el cooperativismo la forma en que se organizan la gestión y la distribución en la cooperativa.
 
-Para que el poder de los trabajadores y del pueblo sea real y pueda hacerse efectivo el desarrollo y la expansión de las nuevas relaciones típicamente socialistas de producción, es necesario que los medios de producción, los recursos y las finanzas, ahora en manos de la burocracia, sean controlados escalonada y progresivamente por los distintos niveles del poder popular, la nación, la región,  la comunidad, los colectivos laborales y las personas. Como la propiedad lleva por nombre la forma en que se explota, la propiedad estatal asalariada debe ser sustituida gradualmente por la propiedad socialista de todo el pueblo,  de los colectivos de trabajadores y colectivos sociales.
 
-Especialmente importante será el desarrollo de todo tipo de cooperativas -de producción, de servicios y consumo- liberadas de todas las actuales restricciones estatales sobre adquisición de recursos, imposición de planes de producción y precios, que deberían ser el resultado de discusiones entre los productores y consumidores. Nos referimos a verdaderas cooperativas y no a las conocidas hasta ahora en la agricultura bajo tutela estatal, en las cuales se controla, indistintamente, desde la dirección, hasta qué deben sembrar, a qué precio vender y hasta los ingresos de sus trabajadores. El apoyo efectivo y preferencial del estado a todo el sistema cooperativo con facilidades de todo tipo, créditos, bajos impuestos y otros, es una de las garantías del avance al socialismo.
 
-Las formas concretas de propiedad socialista, empresas cogestionadas, autogestionadas o cooperativas, si la empresa tal es propiedad del nivel estatal correspondiente, con usufructo de los trabajadores; si es cooperativa de los trabajadores o mixta con empresas extranjeras, o conjugaciones diversas de ellas, dependerá de los intereses concretos de los  colectivos laborales y sociales y la significación de la empresa para los intereses generales de la nación o el municipio.
 
-Deberá crearse un cuerpo de leyes al respecto: una nueva ley de la empresa socialista y una nueva ley cooperativa. Pero cualesquiera que sean las formas de propiedad, la tendencia debe ser a que la explotación de la misma sea sobre bases autogestionarias, más allá de la autonomía que ahora defiende la dirección del partido en sus lineamientos económicos, la cual no implica control de los trabajadores sobre la dirección, la gestión y la repartición de una parte de las utilidades y mantiene el trabajo asalariado.
 
-Todas estas formas de propiedad deben verse en desarrollo y tenderían a integrarse en forma territorial, sectorial o ramal, en uniones de cooperativas y demás asociaciones, para formar agrupaciones mayores, más potentes o integrales, según convenga y sea decidido democráticamente por sus trabajadores y el nivel estatal correspondiente en las empresas cogestionadas, hasta convertir el conjunto en una gran unión de asociaciones autogestionadas, debiendo quedar estatuido que son indivisibles  e invendibles, y su fusión o unión con otras empresas quedar sujeta a leyes.
 
-Las instituciones públicas de salud, educación superior, cultura, recreación etc., funcionarían de forma autónoma en interés de los municipios, la nación y de todo el pueblo, bajo control de sus trabajadores y de todos los afectados por su gestión. Se nutrirían tanto de los presupuestos nacionales o municipales, como de los ingresos que puedan generar por su propia gestión. La práctica irá precisando los ajustes. Este carácter autónomo  les debe permitir administrar sus finanzas y, a sus colectivos, elegir democráticamente a sus directores.
 
6-Admitir otras formas de propiedad y producción en el socialismo. Por tratarse de una sociedad de tránsito, existir fuerzas productivas de bajo nivel de desarrollo, promoverse la libre asociación para la producción y necesitarse fuentes diversas de recursos, tendrán que coexistir otras formas pre-socialistas de relaciones de producción, especialmente la mercantil simple, el llamado cuentapropismo, de bienes o servicios, pero sin restricciones ni discriminaciones. Admitir la inversión extrajera; pero controlada, preferiblemente indirecta y en forma mixta.
El período de tránsito necesita todo eso, más en las condiciones actuales de descapitalización de muchas empresas provocadas por el estatalismo. La tendencia deberá ser a no estimular la explotación de trabajo asalariado, ni por el estado, los privados, las cooperativas, ni directamente por las empresas extranjeras.
 
-El trabajo por cuenta propia existe por  necesidad natural y siendo privado no explota trabajo ajeno ni permite la reproducción ampliada, se trata de una forma individual pero a la vez socializada y autogestionaria de la producción y la apropiación. Debe abrirse totalmente y no solo a un número limitado de actividades. No se debe discriminar ninguna profesión u oficio –médicos, arquitectos, abogados y demás-, de la posibilidad de ejercer por cuenta propia. Su tendencia natural mayoritaria en el socialismo deberá ser al cooperativismo. Donde no hay explotación de trabajo asalariado no hay capitalismo.
 
-El cuentapropismo debe ser absolutamente liberado de inmediato para jubilados y discapacitados, sin exclusiones de ningún tipo.
 
-Respetar la propiedad personal, tal y como está establecido en la constitución y  consecuentemente liberar la venta de objetos particulares incluidos autos y viviendas, así como el alquiler sin restricciones de los mismos.
 
7-Revisar la actual ley impositiva y convertirla en un estímulo para el desarrollo.  
 
-La política impositiva debe impulsar el movimiento de la economía, para lo que será necesario cambiar la actual visión estado-céntrica que prioriza la recaudación de impuestos para el estado central sobre el estímulo a la producción y la satisfacción de las necesidades de los trabajadores.
 
-Todas las entidades colectivas y personas productoras individuales de bienes o servicios que generen ganancias en una escala establemente alta, -sean empresas estatales, cooperativas, cuentapropistas o personas individuales, profesionales, artistas o deportistas que obtienen ingresos tanto dentro como fuera del país-, pagarían impuestos progresivos sobre sus utilidades, las que serían de más fácil control mientras mayor sea el desarrollo de la actividad bancaria y la generalización del dinero virtual.
 
-Temas como la libre contratación por empresas mixtas o de cualquier tipo, deben ser revalorados.
 
-Debe establecerse en la ley, con toda claridad, la diferencia entre el trabajo por cuenta propia y la pequeña y mediana producción capitalista privada que explota trabajo asalariado. Debe impedirse la concentración excesiva de recursos en manos de privadas que exploten trabajo asalariado, pero es absurdo pretender impulsar el trabajo por cuenta propia, que no explota trabajo ajeno, manteniéndole los mismos tipos de impuestos.
 
-El cuentapropismo y el cooperativismo deberían pagar muy bajos impuestos y tener tarifas preferenciales de importación y exportación como formas de estimulación.
 
8-Reformular el sistema de control e inspección del país, sobre la base de los intereses y el control popular y de los trabajadores y desechar la actual visión estado-céntrica,  reduccionista y represiva sobre el tema. 
 
-Subordinar el actual aparato central de auditoría y control a la Asamblea Nacional del Poder Popular, depositaria de la soberanía nacional,  a la que debe rendir cuenta y no al Consejo de Estado.
 
9-Crear un sistema jurídico de protección al consumidor, con carácter independiente e integral.  Sus detalles deben ser precisados por una comisión especial del Poder Popular, con la participación directa de los consumidores.
 
10-Aplicar nuevas concepciones de Planificación, mercado  y circulación monetaria. En la nueva sociedad la planificación deberá ser democrática, el mercado debe estar libre de todo tipo de monopolios y el dinero seguirá funcionando como medio de pago.
 
-La planificación democrática es un proceso complejo y se concretará combinando los intereses generales de la nación con los de las regiones, las empresas, los individuos y la naturaleza, organizándola por niveles, de acuerdo con los respectivos presupuestos participativos aprobados en la nación, el municipio o la entidad económica, a partir de los propios ingresos, impuestos, asignaciones y créditos. Toda producción será contra contrato.
 
-El mercado -que no es lo que caracteriza al capitalismo, sino sus relaciones de producción- es heredado por el socialismo y será necesario por un tiempo indeterminado, pero con normas anti-monopolio que eviten la especulación. La tendencia sería a la transformación paulatina de las relaciones monetario-mercantiles y el mercado lucrativo en un intercambio que tienda a la equivalencia relativa de valores, con la satisfacción entre los actuantes. Los controles estatales monopólicos al mercado interno, deberán desaparecer junto con las excesivos márgenes comerciales implantados en las tiendas del estado y dar paso a la actividad mercantil, como una más de servicios, con tendencia al predomino en su seno de las formas de organización cooperativas-autogestionarias socialistas. Mantener un registro y control central, de conocimiento público, sobre la expedición de las licencias de exportación/importación para garantizar el consumo interno y proteger la industria nacional.
 
-El dinero real, y cada vez más virtual, seguirá sirviendo como medida del valor y medio de pago mientras sea necesario, y deberá avanzarse rápidamente, con un plan transparente y en plazo no mayor de dos años, a la moneda única para lograr una verdadera integración y armonía de la economía nacional y establecerse una equivalencia, lo más real posible, en relación con las monedas internacionales, como vías de organizar la economía y estimular la inversión extranjera controlada y las remesas.
 
11-Enfocar la agricultura y la seguridad alimentaria como asuntos de supervivencia de la República y de la cultura cubana misma.
 
-Resolver este problema implica consolidar la alianza obrero-campesina, recampesinar el campo cubano con todas sus consecuencias y prestigiar el trabajo agrícola individual y familiar. El guajiro es una de las bases principales de la nación cubana. La tierra que se reparta debe ser  de la nación y  deberá entregarse en usufructo de por vida, con retiro del mismo sólo en casos extraordinarios de violaciones flagrantes de las leyes, por abandono, mantenerla improductiva o por imperiosa necesidad de la tierra para objeto social aprobado por Asamblea Nacional del Popular y con derecho a indemnización. Hay que estudiar otras medidas para estimular la permanencia en el campo y la producción campesina. Por la necesidad urgente de desarrollar la agricultura y dado el bajo nivel de mecanización, puede permitirse el empleo del trabajo asalariado a campesinos y cooperativas para momentos picos de siembra y cosecha.
 
-La solución radica no solo en repartir la tierra ociosa, sino –principalmente- en hacerlo bajo control popular y liberando a la producción agropecuaria de los candados estatales sobre siembra, acopio, precios, transporte y mercado. Sin apoyo estatal, crediticio, en recursos, sin dar prioridad a los productos nacionales y a la creación de uniones de cooperativas de comercialización, nunca avanzaremos en la socialización.
 
-Debe priorizarse la forma cooperativa y autogestionaria en la agricultura, sobre la entrega a particulares. La tierra a repartir no puede ser fuente de capitalismo y trabajo asalariado, sería retroceder en la socialización. Todas las actuales inversiones en productos agrícolas externos deben ser encaminadas a estimular la producción interna, salvo lo que no pueda ser producido en el país y tenga mercado garantizado.
 
-Debe derogarse el decreto-ley anticonstitucional que aprueba la venta de tierras, recursos naturales y medios nacionales de producción hasta por 99 años a extranjeros y debe legislarse  para evitar el regreso de los terratenientes y grandes capitalistas en el campo y en cualquier actividad económica.
 
12-Ratificar cuanto antes los pactos  ya firmados  por el gobierno de Cuba, de derechos humanos (Civiles y Políticos, y Económicos, Sociales y Culturales)  y actualizar en consecuencia  el código penal. Cuba deberá, además, trabajar sistemáticamente por la profundización y ampliación de las normas internacionales de derechos humanos ya establecidas.
 
 
-Decretar la plena libertad de asociación, expresión, publicación y movimiento. La libertad, la igualdad y la justicia social plenas son imposibles mientras el ser humano no pase a ser un sujeto económico con plenos derechos. La libertad para ser nacional y real, empieza por la libertad del individuo. “Solo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades” dijo el apóstol. El respeto al derecho ajeno, será la única restricción a las libertades ciudadanas. Estas y las demás modificaciones necesarias a ley fundamental y la electoral deben hacerse para acentuar el espíritu socialista y martiano de la Constitución vigente y someterse a referendo.
 
-Deberá decretarse una amnistía para todos los presos relacionados con cuestiones políticas y quedar bien establecido que nadie puede ser acusado por sus posiciones de conciencia, defendidas pacíficamente en los marcos legales. Sería ilícita la propaganda que defienda la explotación del ser humano en cualquiera de sus formas y penada toda la que instigue la violencia física, venga de donde venga, como estarían prohibidas y serían sancionadas las prácticas racistas, fascistas, homofóbicas y otras contrarias a la vida.
 
-La “ayuda” de gobiernos extranjeros dirigida a subvertir el orden constitucional, debería ser declarada ilegal y sancionada, como en todos los países civilizados. 
 
-Todos los cubanos, no importa su lugar de residencia, deben tener iguales derechos a participar activamente en la vida política, económica y social del país. Exclusión única a terroristas y anexionistas reconocidos.
 
13-Defensa integral del medio ambiente. Especialmente se promoverá la defensa de la naturaleza, la tierra y el medio ambiente y la integración de los humanos al sistema ecológico y no su dominio (antropocentrismo). Se someterá a referendo nacional cualquier proyecto de desarrollo económico que pueda afectar la biodiversidad y el medio ambiente, especialmente la explotación de petróleo y cualquier concesión que se pretenda a empresas nacionales o extranjera para la explotación de recursos naturales: ríos, playas, bosques, subsuelo, espacio aéreo y marítimo. La ciencia y la técnica no deben ser usadas para destruir la naturaleza, sino para preservarla. Las concesiones a empresas extranjeras en recursos de importancia estratégica, deben ser, únicamente, después de comprobar su necesidad y la incapacidad del país para asumirla y serían aprobadas por referendo nacional.
 
14-Aceleración de la Revolución Científico-Técnica.  Vincular estrechamente los centros de estudios medios y superiores y de investigaciones científicas a los centros de producción, validar social y económicamente el trabajo científico. Las inversiones científicas, sean sociales o para la producción material, deben responder a necesidades concretas, fundamentadas, de la producción y el desarrollo económico y contar con el patrocinio efectivo de los interesados.
 
-Para el socialismo moderno es vital el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informatización. Habrá que socializar y liberar, sin restricciones burocráticas, las comunicaciones, la computación, el pleno acceso a intranet e Internet como parte del derecho del pueblo a la libre información, pues son imprescindibles para el desarrollo del conocimiento, la planificación democrática, el intercambio conveniente, la realización de la verdadera democracia participativa, la disminución de los costos de gobierno, la transparencia de presupuestos y su control por el pueblo, bases del autogobierno del futuro.
 
15-Reformular el actual del sistema educativo para lograr  la formación de individuos cultos, creativos, autónomos, solidarios, profundamente humanistas que imbriquen los más altos valores de la cultura cubana y universal. Partir de una filosofía integral autonómica que armonice los intereses colectivos de los profesores, alumnos y padres en la formación de los programas de estudio y educativos, los que ahora son concebidos y estructurados únicamente sobre bases reduccionistas estatales. Revalorizar la actividad educativa y hacer más realistas las reglas y normativas del funcionamiento de los centros docentes.
16-Urge una nueva ley migratoria que elimine institucionalmente las absurdas medidas como el permiso de salida, la carta de invitación, el cobro a los cubanos por su estadía fuera del país, los tiempos límites de estancia y los problemas creados por las salidas prolongadas, garantice el derecho a regresar, así como elimine las discriminaciones migratorias existentes a profesionales de la medicina, el deporte y otros. Debe proclamarse el derecho a la libre entrada y salida del país a todos los cubanos.
 
17-Respeto a los derechos de las minorías. Sin ello, no hay verdadera democracia. Confeccionar un cuerpo de leyes contra todo tipo de discriminación, sea racial, de orientación sexual, religiosa, política, profesional, lugar de nacimiento/residencia o de cualquier otro carácter. Eliminar el asedio policial a los negros, jóvenes con intereses culturales diversos, personas con diferentes preferencias sexuales, ciudadanos de otras regiones del país y demás cubanos, así como el decreto 217 que limita el movimiento y el asentamiento de los cubanos en el territorio nacional.
 
-La policía debe enfocar su filo preventivo y represivo contra la delincuencia y las violaciones flagrantes de las leyes y adoptar como papel principal garantizar y respetar los derechos e intereses de todos y cada uno de los ciudadanos.
 
-Derogar la ley sobre peligrosidad y adoptar la filosofía de que se es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
 
18-Modificar la recién aprobada ley de seguridad social  y restaurar la edad de jubilación de 55 y 60 años para mujeres y hombres respectivamente. Modificar también la parte atinente a los cuentapropistas, en relación con el monto y el tiempo de jubilación ahora limitado y excluyente del tiempo anteriormente trabajado para el estado.
 
Para resolver el problema poblacional, es preciso estimular económica y socialmente primero a los jóvenes a que trabajen, se queden en el país y procreen; resolver los problemas actuales de estimulación a la productividad, el desempleo y subempleo, la vivienda, el transporte, los desequilibrados ingresos y la doble circulación monetaria.  Hay que enfrentar esto en la raíz, no en los efectos.
 
-Flexibilizar la jornada laboral de acuerdo con los tipos de labores y los horarios de entrada y salida. En lugar de despedir trabajadores reducir la jornada laboral para que más trabajadores puedan laborar.  Poner turnos dobles donde sea posible y conveniente.
 
19-La política exterior del gobierno de Cuba debe estar subordinada a los intereses de la nación, de la sociedad que entre todos decidamos construir y  ser prefijados por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Debe estar encaminada a construir puentes de amistad y colaboración económica y científico-técnica, mutuamente ventajosos, con todos los pueblos del mundo.
 
-Sin paz y sin tolerancia en el mundo, no será posible el socialismo. La política exterior debe basarse en los principios de la paz internacional, la eliminación de las armas de exterminio masivo, la preservación del planeta y su biodiversidad, la búsqueda de soluciones negociadas a los conflictos internacionales, la  no intervención en los asuntos internos de otros países, y el respeto a  las normas legales reconocidas internacionalmente.
 
-El ánimo de lucro de las grandes economías contemporáneas, es el responsable principal de los graves problemas globales, los cuales deberán tratarse multilateral e interdependiente. Cuba deberá convertirse en un activo promotor internacional de la economía solidaria no lucrativa.
 
-La solidaridad internacional debe ser practicada en función de las capacidades objetivas del país, aprobadas por la ANPP, que deberá también crear un fondo de emergencia para ayuda internacional en caso de catástrofes, del que podría disponer para esos casos el ejecutivo. Otros fondos tendrían que ser aprobados por la ANPP y en casos de envergadura excepcional, sometidos a refrendo. La influencia de nuestra política exterior debe buscarse en su calidad y no en la cantidad de acciones y medios destinados a estos fines.
 
-La solidaridad internacional debe ser expresión de la solidaridad practicada internamente en nuestra sociedad. No es más, ni menos meritoria. Y no es solo una práctica estatal; puede ser personal, social o partidista.
 
-El bloqueo de EE.UU. contra Cuba es inmoral, ilegal y criminal y debe cesar. Cuba deberá trabajar para desmontar sus bases, sin ceder en sus principios y paralelamente ocuparse activamente en lograr un modus vivendi de respeto mutuo con Estados Unidos, sin ceder en nuestros principios de soberanía y edificación de una nueva sociedad. Especialmente, desarrollar una política de cooperación en las materias que afectan a ambos países debido a su cercanía. De modo particular, buscar una solución negociada con el gobierno de EE.UU. sobre el respeto a los derechos de los 5 héroes en prisión y su más pronto retorno a la Patria.
 
-Se prestará especial atención a la integración económica con América Latina y en particular en los marcos del ALBA, buscando una relación desde abajo.  
 
20-Se hace necesario proyectar ya la convocatoria a otra Constituyente, pues vienen realizándose muchos cambios que la modifican, será necesario hacer otros y la vigente fue aprobada hace ya 35 años, atendiendo a otra coyuntura histórica y por otras generaciones.
 
Se solicita la reproducción total o parcial en cualquier soporte.
 
Comentarios, críticas, sugerencias y apoyos, enviarlos a  perucho1949@yahoo.es
 
La Habana, 28 de enero de 2011, en el 158 aniversario del natalicio de José Martí.
 
 
 
 
 
 
 
 
 



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