lunes, 13 de agosto de 2012

LA REFORMA -BOLETIN #139



PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto
--- El lun, 13/8/12, librorio guiz <reformas21@hotmail.com> escribió:

De: librorio guiz <reformas21@hotmail.com>
Asunto: Boletin # 139 Agosto 13, 2012 Cuba. El reto de la intelectualidad
Para:
Fecha: lunes, 13 de agosto, 2012 11:50

Boletin  # 139
Agosto 13, 2012

                            La Reforma .     
  Auspiciado por la Fundación Cambio Cubano.       
         Trabajando por el Desarrollo Sostenible

El reto de la intelectualidad

Agosto 08, 2012.  
 

Por Esteban Morales Domínguez
Tomado de su blog
LA HABANA - En abril del 2010, escribí que  la corrupción era el reto más difícil y peligroso que debíamos enfrentar. Un problema de seguridad nacional.
Hoy  queremos  alertar  sobre la importancia  que adopta la intelectualidad en medio de las circunstancias que vive el país.
Ya explicábamos en un reciente artículo que la ciencia es una forma de poder. Por lo que no debemos descuidar su dinámica y mucho menos tratarla con mecanismos antidemocráticos.
Cuba es el  único país de este hemisferio que no tiene analfabetos, que cuenta con un nivel medio de escolaridad que es el más alto de la región, incluyendo Estados Unidos y Canadá. Como si fuera poco, casi más de un 10% de su población cuenta con título universitario y posee “un capital humano” con un grado de penetración en el campo de la actividad científica, envidiable para cualquier país.[1]
Es decir, el país, cuenta con un potencial extraordinario, si es capaz de utilizarlo para impulsar las tareas que debe desplegar  para el cambio del modelo económico y lo que es más complejo aun, para hacer corresponder ese cambio con la dinámica social y el cambio de mentalidad que le correspondería. Dentro de esta dinámica, las Ciencias Sociales y Humanísticas son las llamadas a desempeñar el papel fundamental, junto al trabajo cultural, por ser los que más próximos se encuentran de la política.
Sin embargo, se están produciendo fenómenos que perjudican sobremanera, el papel de esas ciencias y del trabajo cultural dentro de la dinámica social del país. Entre ellos:
- Nuestra Prensa, con una actitud de desconfianza, sectaria y exclusivista, por lo general,  excluye a la intelectualidad de sus páginas, desplazando sus producciones hacia medios alternativos, digamos la intranet e internet, a la que solo tienen acceso menos de un 10% de  nuestra población. Hablando en términos de la dinámica informativa diaria, que es la más compleja, pues  determina las coyunturas políticas en  que el país día a día se debe desenvolver.
- La relación entre política y ciencia es muy débil aun. Observándose claramente una gran intolerancia ante todo aquello que se escribe, con matices críticos, o que se sale  de las normas trazadas. [2]
- Se dificulta fuertemente el acceso a la información sobre temas sensibles, permitiendo que nuestra intelectualidad revolucionaria quede en desventaja dentro del debate que tiene lugar en los medios extranjeros, la prensa, internet y la academia fuera de Cuba.
- Se promueve la critica (Raúl Castro la ha promovido explícitamente) pero al mismo tiempo se frena. Pareciendo que hay dos políticas, la que promueve nuestro Presidente  y la que una burocracia asentada en el poder despliega, aun a contrapelo de la orientación mas general.[3]
- Se despliegan iniciativas que han hecho surgir centros de debate de nuestra realidad, dígase: Espacio Laical, Revista Temas, Cofradía de la Negritud, Observatorio Critico,  Revista Criterio, UNEAC, etc. Pero no se observa  que la dirección ideológica del país promueva una relación con estos centros ni que aproveche sus resultados. Sino que parece más bien que estos existen, a pesar de no ser del agrado de la Dirección Política. Por lo que estos debates parecen realizarse en medio de un cierto ambiente ambiguo de  tolerancia y clandestinaje.
- La televisión tampoco utiliza de manera suficiente el potencial de que dispone dentro de la intelectualidad, para debatir y esclarecer los temas de mayor interés de la población.  Sobre todo si son internos. Tales temas circulan boca a boca, dentro de la Isla, pero en la práctica  se los regalamos a la prensa extranjera, permitiéndole especular con ellos y dominar la información que llega a la población. Asuntos tales como: ¿Que ha ocurrido con el cable?, ¿La dinámica de la corrupción? Y otros. Por lo que en medio de la extraordinaria lucha ideológica que se libra hoy, quedamos en desventaja, para que nuestra población nos acompañe.
Es decir, Las relaciones entre las Ciencias Sociales y Humanísticas, cultura y política, aun no funciona, para hacer de ese mecanismo, lo que de hecho puede ser, un formidable instrumento de trabajo para hacer avanzar las tareas que el país debe desarrollar, en medio de la que está resultando su más difícil encrucijada de supervivencia. Hoy, aunque la tarea principal es construir el Nuevo Modelo Económico, nuestros retos son también políticos e ideológicos.
Por supuesto para que el mecanismo de la relación entre política y ciencia funcione adecuadamente, son necesarias ciertas condiciones que nosotros aun no alcanzamos en el grado requerido. Entre otras.
- Es necesario que la crítica abierta, como la ha proclamado Raúl Castro, deje de ser algo más que una orientación política y una consigna. Para pasar a convertirse en el modo de existir político.
- Es necesario que cada organización política y de masas, comenzando por el Partido, haga de esa orientación de Raúl Castro, un instrumento permanente de trabajo. Hay quien ha dicho que se pueden hacer críticas pero no al partido. ¿Cómo entender esto, si el partido es el máximo dirigente de la sociedad y el estado?
- La no separación entre partido, estado y gobierno, mete en un callejón sin salida el ejercicio de la crítica. Encerrando a la política dentro de un ejercicio que hace imposible su rectificación.
- Es necesario que la población adquiera la confianza de que la crítica oportuna y transparente puede ser efectiva.
- Hay que rechazar el refugio en la mera individualidad y promover todo aquello que permita el ejercicio pleno de la responsabilidad social ante lo mal hecho. Eso significa,  transparencia informativa, democracia dentro de las organizaciones, ausencia de impunidad, respeto de la opinión individual aunque esta pueda ser equivocada.
- El cambio de mentalidad debe abarcar fuertemente también el trabajo cultural y a la intelectualidad. Esta última debe sentir que cuenta con la confianza, la más alta valoración de su espíritu creador y de su libertad de creación. De lo contrario, se establece una lucha que concluye apartando a la inmensa mayoría de los intelectuales del camino del socialismo; los que no se apartan, terminan perdiendo su capacidad para arrastrar a los demás.[4]
En todos los ex países socialistas de Europa del Este, el trabajo político con la cultura y la intelectualidad representaron un reto imposible de superar. Los lastres del estalinismo y una política de los partidos comunistas que resulto insuficiente para eliminarlo, dieron al traste con la posibilidad de que el socialismo sobreviviera. No fueron solo la ineficiencia económica, la improductividad y la corrupción. Fue también la incapacidad de los partidos comunistas para liderar a sus respectivas intelectualidades, las que produjeron el derrumbe espiritual de esas sociedades.
Esteban Morales, destacado intelectual cubano, profesor universitario, presidió durante 18 años el Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU) de la Universidad de La Habana y es miembro de numerosas academias cubanas.

 El auge del "capitalismo moderno" y el ocaso de la política
Por Roberto Savio
IPS, AGOSTO 2012

Algún día habrá que reflexionar sobre el impacto que la caída del Muro de Berlín ha tenido tanto en el mundo de los vencedores como en el de los vencidos, escribe Roberto Savio, fundador y presidente emérito de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS) y editor de Other News.

Los vencedores del comunismo fueron los políticos, que tenían a disposición la fuerza militar y las nuevas tecnologías. Las corporaciones jugaron un papel fundamental, pero indirecto hasta entonces. Y los defensores de Occidente de aquella época presentaban como modelo un capitalismo que hoy está en vías de extinción.

A comienzos de julio, David Brooks, el comentarista conservador de The New York Times, salió en defensa del "capitalismo moderno", observando que la codicia es un fuerte estímulo para el éxito. Afirmó que si se han deslocalizado centenares de miles de puestos de trabajo, es porque el "capitalismo moderno" tiene una visión global, no meramente nacional. Esto ha implicado la creación de otros tantos puestos de trabajo en países del Tercer Mundo, lo que es objetivamente un resultado de honda significación social. Según Brooks, el capitalismo moderno sigue siendo el único motor de la historia.

Este tipo de lógica hubiera sido impensable antes de la caída del Muro de Berlín. A nadie se le hubiera ocurrido elogiar la codicia y presentar como una idea positiva la eliminación de millones de puestos de trabajo, en nombre de mayores ganancias para las empresas. Que esto se lea en un diario respetable, nos demuestra cómo está cambiando el mundo.

Grupos de la sociedad civil piden disolver panel de la OMC

Published on Thu, 2012-08-09 
Grupo de Reflexión sobre el
Futuro de Comercio.
(Foto: TAG-Org)
Varias organizaciones de la sociedad civil cuestionaron con dureza la
integración del panel al cual el director general de la Organización
Mundial del Comercio, Pascal Lamy, asignó la tarea de examinar y
analizar los desafíos del intercambio global en este siglo, informó el
periodista Kanaga Raja, del servicio de noticias South-North
Development Monitor.
En una carta remitida a Lamy, las organizaciones pidieron la disolución del Grupo de Reflexión sobre el Futuro del Comercio, por entender que “carece de legitimidad”, dado que “más de la mitad de cuyos integrantes son representantes del sector empresarial” y faltan delegados de aquéllos “que sufrirán el impacto de las futuras” negociaciones multilaterales.
“Le pedimos que trabaje con los [países] miembros para identificar cambios necesarios en la actual OMC y en las negociaciones para asegurar que los gobiernos cuenten con espacio político para utilizar el comercio en pos del desarrollo sustentable e inclusivo, y para regular en el interés público”, agregaron.
Entre los firmantes de la carta figuran los grupos Third World Network, Focus on the Global South, el Foro Internacional sobre Globalización, la Red Árabe de ONG para el Desarrollo (ANND), Third World Network-Africa, el Centro Nacional de Cooperación para el Desarrollo (CNCD-11.11.11, Bélgica), el Observatorio Europeo de Empresas, Africa Trade Network, la organización sudafricana Centro de Información y Desarrollo Alternativos, la india New Trade Union Initiative, las estadounidenses Public Citizen, Amigos de la Tierra y Oakland Institute, y las británicas War on Want y World Development Movement.
Lamy había anunciado en abril la integración del panel de 12 miembros. En un comunicado de prensa, el director general de la OMC dijo: “Las dificultades a las que la OMC y otras muchas instituciones multilaterales han tenido que hacer frente en los últimos años son prueba indiscutible de que las soluciones de ayer no son aplicables a los problemas de hoy. Este grupo está compuesto de expertos procedentes de todo el mundo y de casi todas las ramas de actividad. Su análisis impulsará el debate y propiciará nuevas formas de pensar en la mejor manera de superar los obstáculos con que tropezamos colectivamente debido a la rápida evolución del mundo actual.”
Los miembros del grupo son Talal Abu-Ghazaleh (presidente y fundador de Talal Abu-Ghazaleh Overseas Corporation, Jordania), Sharan Burrow (secretaria general de la Confederación Sindical Internacional), Helen Clark (administratora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), Thomas J. Donohue (presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos), Frederico Fleury Curado (presidente y director ejecutivo de Embraer SA, Brasil), Victor K. Fung (presidente de Flung Grobal Institute y presidente honorario de la Cámara de Comercio Internacional, Hong Kong, China), Pradeep Singh Mehta (secretario general de CUTS Internacional, India), Festus Gontebanye Mogae (ex presidente de Botswana), Josette Sheeran (vicepresidenta del Foro Económico Mundial), Jürgen R. Thumann (presidente de BusinessEurope), George Yeo (ex ministro de Relaciones Exteriores de Singapur y vicepresidente del Kerry Group Limited), y Yoshiaki Fujimori (presidente y director ejecutivo de JS Group Corporation, Tokio).
Luego, varios países en desarrollo líderes en los procesos negociadores formularon en mayo, en el marco del Consejo General de la OMC, sus reservas sobre el Grupo de Reflexión, y dejaron bien claro que sus deliberaciones y sus resultados serían responsabilidad única de Lamy.
En su carta, las organizaciones no gubernamentales (ONG) consideraron extremadamente sesgada en favor del sector empresarial la composición del Grupo y advirtieron que la representación de la sociedad civil era inadecuada.
Una sola ONG, “particularmente una de las características de CUTS International, no podría ser capaz de ofrecer una perspectiva completa de las posiciones de la sociedad civil, incluidas las de muchos de los firmantes […] que se han involucrado en las cuestiones de la OMC incluso antes de su creación”, indica el texto.
Los firmantes no obviaron la participación en el Grupo de Reflexión de la Confederación Sindical Internacional, pero lamentaron la falta de representantes de otros sectores importantes de la sociedad civil como los agricultores, los pueblos indígenas, las organizaciones femeninas y de consumidores, así como las de defensa de los derechos humanos y de la salud.
“Además, la diversidad de los países integrantes de la OMC está extremadamente mal representada en el Grupo de Reflexión. De los 12 panelistas, uno solo procede de África y también uno sólo de América Latina”, alertaron. No hay delegados de los países menos adelantados, “a pesar de su importancia en las actuales negociaciones”, agrega la carta.
Las organizaciones de la sociedad civil se manifestaron “extremadamente desalentadas” por la exclusión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), única institución de carácter mundial dedicada a asegurar que el intercambio funcione como motor del bienestar y el progreso.
La ausencia de la UNCTAD permitiría al secretariado que preside Lamy “usar el Grupo de Reflexión para formular un rumbo a las futuras negociaciones que excluya el concepto de desarrollo de la meta de la OMC de expandir el comercio”, según la carta.
Las organizaciones de la sociedad civil recordaron que la OMC es, por sus estatutos, una institución dirigida por los países que la integran, los cuales son, por lo tanto, los encargados de proponer cualquier iniciativa relativa a las futuras negociaciones.
“Creemos que el proceso de composición del Grupo ha sido autocrático, sin coherencia con la retórica de una institución dirigida por sus miembros”, agregaron

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