martes, 3 de enero de 2012

UN ANO DE ESPERANZAS REALIZADAS

Un Año de Esperanzas Realizadas
Por Lorenzo Gonzalo, 2 de Enero del 2012

El año 2011 fue de avances para Cuba. Nada extraordinario pero representó para su población y especialmente para quienes ostentan cargos de dirección estatal, enfrentarse a nuevas modalidades de administración.

En oportunidades los dirigentes cubanos han introducido variantes en las estructuras económicas del país e incluso han manifestado críticas de los mecanismos políticos al uso. Sin embargo, en ninguna de ellas se alejaron tanto de los conceptos soviéticos, los cuales planteaban un divorcio absoluto entre las formas estatales, públicas y privadas en una sociedad. En el viejo concepto de una sociedad socialista, solamente el estado tenía cabida y era el medio de disolverlo todo y arribar a lo mejor. Esa idea ha estado cambiando en los últimos treinta años y hoy la realidad se contempla diferente.

Este acontecimiento no es bueno ni malo, simplemente intenta adecuarse a la experiencia. El esfuerzo soviético y chino por eliminar la realidad económica existente y coartar libertades surgidas en Europa y América, luego de casi dos mil años de modos feudales de convivencia, detuvo, entre otras cosas, el avance científico técnico. Para los soviéticos en particular representó un salto hacia la modernidad que consistió fundamentalmente en aplicar los avances copiados del mundo occidental, donde las fuerzas productivas se desataron a raíz de la revolución industrial. Pero el costo de ese avance soviético, fue sustentado en un derroche de recursos naturales principalmente petróleo y minerales y en represiones sociales muy distantes de los sueños socialistas de gobierno. Con la disolución quedó demostrado que la eficiencia en el uso racional de dichos recursos, había estado ausente. El esfuerzo fue encomiable pero los resultados inútiles. Incluso la secuela de conducta antisocial y delictiva en las altas esferas y el manejo extravagante de las riquezas acumuladas por algunos, cuando ocurrió la debacle del derrumbe, también probaron que las simientes no eran las mejores. Nada de lo ocurrido tenía que ver con el criterio socialista albergado por los grandes pensadores que en su tiempo aportaron los primeros principios sociológicos para la comprensión del medio.

China, luego del choque producido por la llamada Revolución Cultural, experimenta nuevos caminos, buscando en la actualidad avenidas cuyos resultados para lograr un mundo de solidaridad y sincero humanismo, se hace escasamente previsible. Pero no obstante dicha interrogante, avanza en un sentido que le permite al mundo actual, abrigar la esperanza de un equilibrio de fuerzas que pueda permitir a los más débiles avanzar sin las amenazas de un lado o de otro. Quizás ellos, los más débiles, tengan la última palabra. Atavismos no tienen, miseria les sobra y cuentan con un largo conocimiento de atisbos y fracasos que los pioneros aportaron durante un bregar extendido ya por más de cien años.

Cuba no ha abandonado su sentido criollo del quehacer social. Practicando un malabarismo político sutil, da pasos sobre pasos recogiendo lo bueno del mundo en que habitamos y prestando atención a cincuenta años de difícil trabajo organizativo. Todo indica que lo cambiable será cambiado, excepto establecer los mecanismos económicos culpables de haber desatado actitudes humanas conducentes a la autodestrucción o al sometimiento del prójimo. Ese parece ser el objetivo inmediato y a pesar de que muchas de las medidas aplicadas, se parecen a las famosas políticas de choque de los estados capitalistas, la práctica va demostrando que con paciencia, y siempre receptivos a la protesta pública, se puede avanzar sin causar males semejantes a los que ha dado lugar una desenfrenada producción al servicio de individuos y en detrimento del colectivo social. El Estado ha dejado cesantes a 500 mil trabajadores pero ha otorgado 375 mil licencias para actividades privadas de diversos tipos y ha entregado tierras a 175 mil productores.

El año que comienza dirá lo demás. El tiempo se ha acabado y por eso y a pesar de la continuidad de las políticas agresivas de Estados Unidos, se han emprendido las reformas en curso. Al menos esto es lo que indica el sentido común de quienes observamos los toros desde la barrera. No sabemos si serán capaces de cortar ahora el Nudo Gordiano de la insuficiente comunicación pública de los medios de información y regularizar finalmente con razones, la movilidad ciudadana que con mayor concreción exige, al estilo de la sociedad cubana, de manera puntual pero ordenadamente, reformas migratorias.

Si el año 2012 repite el 2011, lo logrado hasta hoy y mucho más, son metas posibles y pudiéramos decir entonces, que será un año de esperanzas realizadas.

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