viernes, 4 de mayo de 2012

TU Y YO, VAMOS POR EL, PERO SIN MUJERES

TU Y YO, VAMOS POR EL, PERO SIN MUJERES Globovisòn oficialmente se declara en campaña Eligio Damas El tipo tiene con otros dos, una dama y otro muy parecido a èl, un programa en esa televisora de la cual curiosamente el Estado es socio forzoso, cuya funciòn es aterrorizar a la audiencia a la que accede, tratàndole como si fuese tonta e incapaz de discernir, por el odio que ellos y unos cuantos màs le han sembrado. El odio, se suele decir, desde que eramos niños y antes tambièn, es mal consejero, o mejor, cierra por completo las entendederas. La irracionalidad que genera el temor injustificado que difunden y a ellos mismos ha empezado a invadir, lleva al personaje, que en este momento promueve una campaña en busca de votos a favor del campo opositor, en correspondencia con el nuevo diseño de la campaña, en un denodado esfuerzo por hacer que Capriles, por lo menos detenga la caìda, a decir: - “¡Horror!, ahora las mujeres no podràn quedarse en casa!” Hizo aquel comentario, en solidaridad con el anacronismo o mejor primitivismo, expresado por su candidato, el señor Capriles, segùn el cual, bajo su gobierno: -“Las mujeres no tendràn que salir a la calle a trabajar”. Si se piensa en detalle el significado de la frase en sus dos versiones, del candidato y figura de televisiòn, cuya esposa por cierto està o estuvo cierto tiempo encerrada en casa por delinquir al denigrar de un respetable ciudadano, se descubrirà la fuerte carga de machismo y atavismo que envuelve. Pero sobre todo revela, un desbordado deseo de dominar a alguien, porque en veces con las mujeres no se puede. Tener abierta la posibilidad de liberarse de la oprobiosa dictadura del machismo y determinismo que les niega el derecho a realizarse, incursionar en todos los frentes que la vida ofrece al humano, tal como la mujer lo viene haciendo con notable èxito, es para los opositores una desgracia o mal que se debe erradicar. Por eso, Capriles y sus promotores, sueñan con las mujeres encerradas en casa dedicadas sòlo a tareas domèsticas. Uno de los rasgos màs hermosos y trascendentes de lo sucedido en Venezuela despuès del caracazo, la toma de conciencia y actitud de las mujeres por cambiar la sociedad y estar en la vanguardia del proceso, la oposiciòn y Capriles lo juzgan mal y proponen volver a la era del machismo desbordado. Y sus razones tienen, ¡hay què matar la culebra por la cabeza! Para lograr su propòsito, el personaje de la televisiòn y su combo, proponen la campaña “Tu y yo, vamos por èl”. Es obvio que no van por las mujeres, eso no les gusta; dice uno esto no por el abandono del sustantivo femenino, lo que, para bien o mal, ahora no se acostumbra en Venezuela, sino porque creen, asì lo han declarado, que ellas deben quedarse en casa. El plan de Quico - ¡coño! le nombrè, me habìa propuesto no hacerlo - es que èl, que son ellos, unos pocos, aunque identificados con los tres millones que votaron en las primarias, buscaràn cada uno dos màs. Uno, aquèl de ellos, segùn sus càlculos o deseos, que no saliò a votar por flojera y otro, entre los chavistas “clase media”, segùn calificò, que esperan por su enjundioso discurso. Yo, tu y èl, serìan segùn el proponente del plan nueve millones de votos; los necesarios para ganarle a Chàvez. Es decir, estima captar seis millones de potenciales sufragantes; quienes componen el tu y el èl, dos veces superior a la cantidad que votò en las primarias, el yo, y sin contar con la mujeres, que siendo mayorìa y muy activas, “deben quedarse en casa”. ¡Falta no nos hacen las mujeres!, dicen Quico y Capriles, como al alimòn o en coro. De modo que el yo, tres millones que como hemos visto calculò Quico, no sòlo irìan a votar por Capriles, sino se activarìan a buscar tres màs, en el tu y con ambos universos, yo y tu, captar tres adicionales entre el chavismo, èl, sin se les cuelen mujeres. Supone el plan a quienes votaron en primarias en su totalidad como activistas desatados buscando votos hasta debajo de las piedras. Es màs audaz, cuando espera que el tu, quien no votò en las primarias, no sòlo vote ahora, sino que tambièn salga disparado a captar votantes, nada màs y menos que entre “las hordas chavistas”.Olvidan un detalle, que los tres millones primarios y los otros seis, se reducirian por falta de mujeres, quienes “deben quedarse en casa”. El plan luce como extraño, demasiado masculino, pero no màs culòn, como dijese Andrès Eloy, y hasta iluso, pues piensa sumar tres millones por un lado, lo que parece algo agotador e irrealizable y hasta quitarle a Chàvez la misma cantidad, pero no entre mujeres, mientras las encuestas dicen, el candidato que respalda Quico, va en picada y las mujeres pa`lante. Al terminar esto, recuerdo el cuento segùn el cual, un mexicano, a la pregunta de un venezolano: -¿Còmo son ustedes los mexicanos? Respondiò alegrote, enèrgico y feliz el manito: -¡Pues puros, meros, machos! ¿Y ustedes? -Bueno, nosotros somos màs o menos mitad y mitad y no las llevamos requetebien.

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