sábado, 18 de febrero de 2012

EL DILEMA SIRIO

CORTESIA DE PROGRESO SEMANAL
ESCRITO POR SAUL LANDAU
Alvaro F. fernandez
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.El dilema sirio
Miercoles, 15 February 2012 13:03 Saul Landau Share | .Por Saul Landau

¿Cómo evaluar los hechos en Siria y qué hacer? Siria tiene fronteras con Turquía (al norte), Iraq (al este), el Mediterráneo (al oeste), Líbano (al sur y al oeste), Israel (Alturas de Golán) y Jordania (al sur). A diferencia de la intervención “humanitaria” en Libia –que ahora se desliza hacia el caos– la manipulación desde el exterior del destino sirio tendrá un alto costo.

La estratégica situación de Siria y su alianza con Irán significan que su violencia interna podría evolucionar de conflicto regional a una fase más amplia. La fórmula de intervención de Occidente, comenzando con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando al régimen, la muerte de civiles y la exigencia de que renuncie el presidente Bashar al-Assad, fue frustrada por el veto ruso y el chino.

El voto en la ONU coincidió con el ataque de Siria a Homs, un bastión de la Hermandad Musulmana, al igual que la vecina Hama, donde en 1982 Hafez al-Assad, el padre de Bashar, había exterminado a 10 000 de sus contrincantes armados (20 000, según Robert Fisk, veterano corresponsal en el Medio Kriente). La Hermandad se había rebelado contra la dominante camarilla alauita (una secta chií) de Hassad.

Durante una fiesta en Damasco en 2004, pregunté a un hombre de negocios sirio que evaluara la crueldad de Hafez.

“No mató a un número suficiente de ellos”. No sonrió.

¿Habrá mostrado mi rostro un sentimiento de horror? Invitados a la fiesta que se encontraban alrededor, miembros de la élite comercial de Siria, asintieron. Esta gente tenía a hijos en escuelas de la Ivy League, las más prestigiosas de EE.UU., y sus esposas iban de compra a Nueva York.

¿Cómo se puede gobernar un país de suníes, chiíes, drusos, cristianos y, en 1982, hasta judíos?”, preguntó otro hombre de negocios. ¿Persuadir a los fanáticos religiosos a que depongan las armas y toleren otras creencias? Los colonos ingleses y los esclavos negros hicieron a Estados Unidos. Su país tenía tierras inmensas para difuminar el conflicto –y aún así ustedes tuvieron una sangrienta guerra civil.

“Durante siglos Siria vivió bajo el imperio otomano (desde el siglo 16 hasta 1920). La Liga de las Naciones seleccionó a Francia para que gobernara Siria. Los franceses dividieron al pueblo de las ciudades y del campo, destruyeron las casas de los sospechosos de insurgencia y castigaron a aldeas enteras por las acciones de un solo hombre. Y bombardearon ciudades, incluso a Damasco”.

Reflexioné acerca de las palabras de los hombres de negocios después de que los embajadores estadounidense, francés y británico lanzaron sus indignadas peroratas. Todos ellos habían bombardeado a civiles.

Pregunté a mi anfitrión acerca del régimen de Bashar. Me llevó hasta una esquina. “Corrupto, antidemocrático, torpe”, susurró. “Pero se puede hacer negocios con ellos. La loca palabrería de Bush (se refería a W) acerca de la democracia solo alienta a los fanáticos que quieren poder”.

Una doctora que estaba casada con uno de los hombres de negocios y que llevaba un vestido con un profundo escote, me dijo. “Si ustedes hacen una encuesta en Damasco y en Alepo, apuesto cualquier cosa que la mayoría querría mantener a Assad. Con él las mujeres usan ropa cómoda, se pueden instruir, hacerse médicas y tener derechos. Esos fanáticos suníes en Hama quieren que Siria regrese a siglos anteriores, despojar a las mujeres de sus derechos, deportar a los cristianos y probablemente matar a la minoría alauita. Lo que sucedió en Irán sería moderado en comparación con lo que sucedería aquí”.
(Conversación mientras filmaba Siria: entre Iraq y un lugar difícil, 2004.)

Ocho años después, en enero de 2012, una encuesta de YouGov Siraj arrojó que 55% de los sirios querían que Assad se mantuviera en el poder. Pero la mayoría estaba por el temor de una guerra civil, no por aprecio por el régimen, dijo la encuesta, financiada por la Fundación Qatar. (Jonathan Steele, The Guardian, 17 de enero de 2012.)

Irónicamente, el emir de Qatar “acababa de pedir que tropas árabes intervinieran” en Siria. Steele pensó que era una “lástima” que la encuesta fuera “ignorada” por casi todos los medios occidentales cuyos gobiernos exigían que Assad renunciara. La encuesta también arrojó que la mayoría quería elecciones libres y más derechos.

Los reportes fuera de contexto de los medios norteamericanos ofrecen presentaciones simplificadas (distorsionadas) de Siria y Assad como otra Libia y Gadafi. Los chicos buenos (ciudadanos que se manifiestan pacíficamente y odian a la dictadura, a los que se unen nobles desertores del ejército) se enfrentan a los malos (el presidente Assad, hambriento de poder, y su ejército).

Los escandalosos titulares anuncian una violencia diaria muy real en varias ciudades sirias. La mayoría de las noticias han atribuido la muerte de ciudadanos pacíficos casi exclusivamente a las fuerzas gubernamentales. Pero en enero, monitores de la Liga Árabe, provenientes de países suníes ansiosos por destruir la alianza sirio-iraní, vieron a “manifestantes” armados matando a algunos sirios, lo que cual no fue reportado por la mayoría de los medios norteamericanos.

“En Homs y en Dera’a, la Misión observó a grupos armados que cometían actos de violencia contra fuerzas gubernamentales, lo que provocó muertos y heridos entre sus filas. En ciertas situaciones, las fuerzas del gobierno respondieron con la fuerza a los ataques contra su personah. Los observadores notaron que algunos de los grupos armados usaban luces de bengala y proyectiles perforadores de blindaje”.

“En Homs, Idlib y Hama, la Misión de Observación fue testigo… del bombardeo de un autobús civil, en el que murieron ocho personas y otras quedaron heridas, incluyendo a mujeres y niños, y el bombardeo de un tren que llevaba combustible diesel… Un oleoducto y algunos pequeños puentes también fueron bombardeados”.

La misión también “notó que muchas partes reportaron falsamente acerca de explosiones o violencia que había ocurrido en varios lugares. Cuando los observadores llegaron a esos lugares, descubrieron que los reportes eran infundados”.

La Misión también fue testigo de ataques armados contra “fuerzas sirias de seguridad y ciudadanos que obligaron al gobierno a responder con mayor violencia. Al final, ciudadanos inocentes pagan el precio por esas acciones con su vida o heridas”. (http://www.columbia.edu/~hauben/Report_of_Arab_League_Observer_Mission.pdf)

¿Manifestantes pacíficos? La embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas excluyó esos pasajes cuando denunció a Rusia “por estar dispuesta a vender al pueblo sirio y escudar a un cobarde dictador (Assad)”. La secretaria de Estado Clinton calificó de “farsa” el veto ruso. Washington ha usado el poder de veto en 83 oportunidades, la mayor parte de las veces contra resoluciones que condenaban las acciones israelíes”.

En 2011, tropas saudíes invadieron Bahréin y mataron a manifestantes pacíficos. Funcionarios de EE.UU. no pronunciaron palabras de “repugnancia”. La repugnancia se aplica tan solo a los estados desobadientes. Así que déjense de hipocresía.

Occidente no debiera usar pretextos “humanitarios” para interferir en los asuntos sirios, sino junto a Rusia y China debieran impedir que los envíos de armas desde el exterior entren en Siria y exhortar a Assad a que cese la violencia apoyada por el gobierno.

Siria necesita verdaderamente elecciones libres y los sirios necesitan tener derechos básicos. Las partes bien intencionadas –incluyendo a Washington y a Moscú– debieran provechar la oportunidad para permitir que la paz y la democracia funcionen realmente en un país árabe.

Siria, entre Iraq y un lugar difícil (2004) puede obtenerse en DVD - roundworldproductions.com. Landau es miembro del Instituto para Estudios de Política.

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