martes, 4 de septiembre de 2012

SPD-117


ATENCIÓN FRANK

----- Mensaje reenviado -----
De: Perucho Figueredo <perucho1949@yahoo.es>
Para: Sautie Felix <fsautie@yahoo.com>
Enviado: Lunes 3 de septiembre de 2012 18:41
Asunto: SPD 117

SPD-117
No. 117 (39/año 4). La Habana, 30-Agosto/2012
“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”.
Art. 53 de la Constitución
 
Boletín por un socialismo participativo y democrático.
Artículos, notas, reseñas, publicaciones de interés.
Los autores son los responsables de sus escritos.
Reenvíe este boletín a todos los que estime conveniente.
Se autoriza la reproducción total o parcial en cualquier soporte.
Recopilación de Pedro Campos. CE perucho1949@yahoo.es
Se agradece críticas, comentarios, sugerencias y opiniones sobre forma/contenido
El boletín SPD se puede encontrar en el sitio www.cuba-spd.com
 
ÍNDICE
 Cuba.- Aunque vistan de seda la vieja estrategia…
Ha consistido en  limosnear, hacer ruinas y endeudar. Lo nuevo de ahora es… mero disfraz.
Por Miguel Arencibia Daupés
 
No hay justificación válida para coartar el diálogo
Por Félix Sautié Mederos
 
A puertas cerradas y con oídos sordos 
Por Rogelio Manuel Díaz Moreno
 
CONTENIDO
 
Cuba.- Aunque vistan de seda la vieja estrategia…
Ha consistido en  limosnear, hacer ruinas y endeudar. Lo nuevo de ahora es… mero disfraz.
Por Miguel Arencibia Daupés
 
Lo que ha sido
 
En estos 53 años de un proceso gradualmente inverso a una revolución verdadera, los poco capaces dirigentes, autoinstaurados per secula seculorum en el poder a golpe de mito, desinformación, patrioterismo, coacción de varios tipos y represión abierta y encubierta, han conseguido  (des)gobernar económicamente el país respaldados en las fuertes y permanentes donaciones insufladas del exterior por Estados aliados.
 
Para  ello, después de las debacles productivas de los primeros años de este proceso basado en el capitalismo monopolista de Estado, tales como la Ofensiva Revolucionaria, el Cordón de la Habana y  la Zafra de los 10 Millones, nos metieron en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), previo compromiso de sed semper fidelis al cuasi ortodoxo estalinismo de Brezhnev.
 
Unos pocos datos numéricos, extraoficialmente calculados en su momento por especialistas nacionales y foráneos coadyuvan a entender la enormidad de la ayuda solidaria de la URSS que, en su mayor parte, todavía se adeuda a Rusia, la flamante heredera capitalista:
 
Ø  Un millón de rublos diarios, completamente gratuito, destinado a armamentos, pese a que éramos y somos No Alineados (¿?).
Ø  No obstante el precio resbalante y superpreferencial (para Cuba) en la compra del azúcar, y los módicos del aprovisionamiento a nosotros de petróleo, harina de trigo para consumo humano, componentes para piensos, laminados de aceros, tractores y otros vehículos,  la balanza comercial corriente debió tener un superávit anual aproximado de 1250 millones de rublos a favor de la URSS. Multiplíquese por los 17 años que Cuba perteneció al CAME, entre 1972 y 1990. 
Ø  Incalculables pero fabulosas cuantías por inversiones de plantas completas, asistencia técnica de decenas de miles de especialistas y suministro de líneas productivas, equipamientos, etc., enviados directamente de la URSS o pagados por ésta a terceros países no solo del Bloque.
Ø  Otras colaboraciones económicamente favorables solo en nuestra dirección.
 
Sin entrar en detalles sobre las industrias calcadas del gigantismo de la madrecita eslava, como textileras, poligráficos, plantas de la industria mecánica y muchas otras, ejemplifiquemos con que, solo en los 17 años en el CAME, fueron importados decenas de miles de ómnibus, camiones, automóviles y equipos diversos de construcción.
 
También, más de 100 mil tractores, a los cuales si agregamos los miles existentes llegados  antes y después de 1959 por otras vías, se apreciará que, como promedio, el país tuvo más de un tractor por cada uno de los 111 mil kilómetros cuadrados que tiene el archipiélago cubano.
 
Con todo esto lo que se “logró” es una de las economías primeras en la Olimpiada de la Ineficiencia, con medalla de oro para la agricultura donde casi se extinguieron los sectores ganadero, el citrícola y el tan prioritario azucarero; además de la pesca, el transporte terrestre y la marina mercante. Por lo que hoy, entre otras brutales consecuencias, el país  debe importar el 80% de los alimentos que requiere la población para su subsistencia. (Empeorándose ahora la cuestión por el aumento mundial en los precios de tales renglones).
De aquellos equipos y plantas, ¿alguien puede informarle a los ciudadanos qué queda y en qué condiciones? El derroche y la destrucción han sido tan descomunales que la chatarra devino en  uno de nuestros fuertes rublos exportables.
 
¿Por qué fue?
 
Pidiendo y dando con extrema absurda ligereza, y dejando que se dilapide, no se  gobierna. Jamás  valdrá decir que se hizo porque “éramos demasiado buenos con nuestro pueblo”. No, fue por el  desproporcionado ego aunado a la creencia en la inmortalidad de la URSS y a la incapacidad de quienes nos han venido mandando, y porque los “bolos” nos costeaban sin parar mientes en el derroche gracias al satelitismo político del liderazgo cubano, que asumiera hasta nuestros días un neoestalinismo tropicalizado. 
 
Eso es incuestionable, aunque trate de levantar cabeza una corriente fundamentalista que intenta culpar al pueblo del desastre, aduciendo que el cubano es vago y ladrón.
 
Más que gobernar, los perpetuados comandantes- amén del endeudamiento para con el Club de París, un grupo de otros países y las once mil vírgenes-  aprendieron a ejercer la mendicidad afuera y “regalar” dentro lo que no tenían validado. Desvirtuando consecuentemente  todo adecuado y eficiente esfuerzo productivo.
 
Por demás, sin privilegiar la primigenia concepción de que el Estado nada crea y son los trabajadores los que producen las riquezas.
 
Lo conseguido y producido en gran parte ha estado absorbido por la enorme y parásita burocracia. Y el resto, con olímpico voluntarismo, mal  distribuido estatalmente.
 
Cuba ha sido y es en proporción a su población el país  más auxiliado del mundo, (en forma absoluta y relativa y durante más tiempo). Primeramente por la URSS y sus demás satélites, (1960-1990) después por Venezuela  y China (¿a cuántas decenas de miles de millones  asciende ya la deuda con éstas?), entre otros países.
 
Excediendo grandemente tal auxilio la suma total de los efectos del embargo yanqui y de muchos desacertados casos de internacionalismo y solidaridad para con terceros, que han caído en saco roto solo para ir a embolsillar a unos cuantos.
 
Nunca antes nuestro país fue tan dependiente económicamente del exterior como lo ha sido en todo este larguísimo período de capitalismo estatal que no socialismo.
 
Ahora nuevamente…
 
En víspera de otro aniversario del asalto al Moncada y, sobre todo, del período ordinario de sesiones de la ANPP, se efectuó una visita del Presidente de Cuba a China. Ocasión en la que el cíclope asiático convino en darnos “un donativo gubernamental, un crédito ahora sin intereses y prorrogar el período de amortización de créditos gubernamentales, también sin intereses”, concedidos hace algún tiempo. Ahora, a  eso le denominan “consolidar la cooperación”.
 
La falta de pago de Cuba por los créditos chinos anteriores, ha estado paliada por Chávez moral (su expresada disposición de apalancamiento) y financieramente (con dinero y petróleo a menores precios e intereses). Mas es año de elecciones bolivarianas y con las incrementadas voces que se quejan de la intervención cubana en Venezuela y el gasto de esa nación para con nuestro país, el gobierno cubano, a través del personamiento en China de su mandatario, no vislumbró otro remedio que poner la precisa al coloso “comunista”: soltaba la mano o el modelo “socialista” criollo se iría a la carajina en menos tiempo de lo pensado y no querido por los mandantes cubanos y chinos.
 
Para China, perder al más importante de sus actuales socios políticos en esta parte del hemisferio, no resulta nada grato; dadas sus aspiraciones de acrecentar su influencia e inversiones a largo plazo en América Latina, dentro de su planeada geopolítica de elevarse a primera potencia mundial. Por lo que China volvió a dar.
 
Y el viajero siguió hacia Rusia que, por motivos similares, accedió a dar. Y continuó por Viet Nam, (cual quedara como un suelo lunar en los 70´s y hoy está por delante de Cuba en su desarrollo) que algo soltó también.
 
Sin embargo, comprobado en estos 53 años está que el modelo cubano no tiene tendencia hacia el progreso, ni aún con más plata o su reformística “actualización”.
 
Lo que sería si…
 
Se estará (como dixit Raúl Castro:) “al borde del precipicio” solo un pequeño lapso para despeñar de inmediato SI:  
 
ü  El propio general Presidente Raúl no aprende qué es la sociedad civil y que los derechos humanos y la democracia no son esas “cosas nuevas que están utilizando contra el proceso cubano”. Si insiste -después de 53 años de inopia- en que los cambios tienen que ser “sin pausa pero sin prisa”. Cree que no se puede remunerar mejor por la producción y, para “estimular” a los trabajadores, promueve que se legisle inconsultos impuestos al pueblo y decide la subida de precios a sus artículos vitales. ¡Ah! Y encima exprese que todos estamos en igualdad de condiciones.
ü  Con la raulística falta de prisa santiguada por Machado, el vicepresidente primero, nos transmite Esteban Lazo, otro vicepresidente,  que en cuatro o cinco años  el 45 % del PIB no devendrá del sector estatal, cuando aún no se ha organizado ni un solo mercado mayorista y se  refuerza el férreo control burocrático de las divisas y las importaciones, como para que no puedan sobrevivir las formas no estatales.
ü  Como Caridad Diego, miembro del Comité Central del PCC, se sigue “fundamentando” – en contrario a Marx- que en Cuba el trabajador asalariado con  patrón privado “no es explotado.
ü  Como decisor se sigue anteponiendo la figura del “cuadro” a la del colectivo, y este sigue siendo mero  ejecutor sin  mínima y real facultad de controlar a aquel; sin sentido de dueño sobre  los medios.
ü  Marino Murillo, responsabilizado estado/partidistamente con las reformas actuales,  continúa reiterando que la propiedad más social es la del capitalismo monopolista estatal (y no las autogestionarias cooperativas, como sí propugnaran Bakunin, Kropotkin,  Marx y  hasta Lenin,), por lo que las cooperativas quedan pendientes de un experimento hasta Dios sabe cuándo (dícese tres años…).
ü  Al propio Murillo se le olvida, en el tema del envejecimiento poblacional y disminución de la fuerza laboral, tener en cuenta el promedio de las cincuenta mil personas que anualmente se marchan del país por diferentes vías y conceptos (el 85% en la mejor edad reproductiva y plenitud de capacidad laboral). Así como obvia analizar las insanidades económicas, políticas y sociales que causan este continúo (y en incremento) éxodo de la juventud, que es uno de los  votos de castigo del pueblo para con sus mandamases.
 
Remember la URSS.
 
¿Qué hacer?
 
A un autoproclamado “sabio”  le gustó para nada que, en mi ensayo Si cambiamos el modelo, salvamos el proyecto (Kaosenlared, 28.01.09), transcribiera lo que alguno señaló con diáfana claridad: “la dirigencia cubana ya no cuenta con el término biológico, ni la disposición mental para provocar los cambios que el país necesita”. Y le disgustó porque, cambiando “lo que deba ser cambiado”, su ancien núcleo central de mando debe ser el principal objetivo de los necesarios cambios. 
 
Con el sentido en que lo apuntó Einstein, los principales problemas que se afronten no pueden ser resueltos al mismo nivel de pensamiento con que fueron causados.  Y esto a la Generación Histórica no le resulta posible, tendría que dejar de ser ella misma, ya que el vuelco necesita 180 grados para poder resolverse el agotamiento estructural del modelo.
 
Y ello consistiría en dar solución, en lo económico, a la obsolescencia tecnológica, el enorme atraso en la informática, los transportes y la infraestructura, la ineficiencia industrial, la creciente deuda externa y la improductividad agrícola. En lo político, a la excesiva centralización y el autoritarismo en el poder, las conculcaciones de la participación democrática y de las libertades ciudadanas para la población, que –farsas congresísticas/PCC y asambleas/ANPP aparte- siguen impidiendo todo mecanismo de innovación desde abajo.
 
Por eso, los cambios tienen que ser rápidos y definitivos,  sin pausas y con prisa.
 
De lo contrario, lo que seguirá prosperando aceleradamente es el arte de mendigar y arruinar al país endeudándonos. Y nuestros descendientes, aún en una decimoquinta generación, continuarán pagando lo que debemos más lo que adeudaremos. Mientras que el pueblo cubano meramente subsistirá dentro de la perpetuada carencia. Y el país continuará sin futuro.
 
Como se ha expresado: “El “nacionalismo” de algunos no basta para hacer la nación de todos”. Y menos aún “….Con todos y para el bien de todos”,  por la que luchó nuestro Martí.
 
La Habana, 20 de agosto de 2012
 
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No hay justificación válida para coartar el diálogo
Por Félix Sautié Mederos

Crónicas cubanas


La Revista católica Espacio Laical, en su edición digital actualizada de fecha 28 de Agosto del 2012, a petición de sus autores ha publicado completo un libro con el título “Cuba: Hacia una estrategia de desarrollo para los inicios del siglo XXI”. También en otro acápite de esa edición de Espacios Laical se da a conocer textualmente el prólogo a la serie “Miradas a la economía cubana” que anualmente publica el Centro de Estudios de la Economía Cubana, y que en esta ocasión, estuvo a cargo de los especialistas Pavel Vidal Alejandro y Omar Everleny Pérez, reconocidos investigadores de ese Centro de la Universidad de La Habana, quienes expresaron en uno de sus párrafos finales: “A modo de cierre de la introducción, no del libro: el gobierno cubano tiene ante sí el desafío de formar consensos y gestionar las tensiones redistributivas para poder conservar la estabilidad del país, pero sin ceder en los cambios que son indispensables para aumentar de forma significativa y sostenible el nivel de vida y el bienestar de los cubanos, algo imposible de lograr con el modelo actual.”

Por otra parte, en el libro “Cuba: Hacia una estrategia de desarrollo para los inicios del Siglo XXI” debo significar que participó un importante colectivo de autores, economistas e investigadores, tales como Mauricio de Miranda, Armando Nova González, Omar Everleny Pérez, Ricardo Torres Pérez, Juan Triana Cordoví, y Pavel Vidal Alejandro. El acápite de presentación, expresa en unos de sus párrafos que: “En varias oportunidades, un grupo de economistas cubanos, residentes tanto en Cuba como fuera del país, nos hemos unido en la reflexión sobre los problemas del desarrollo de la economía cubana, con el objetivo de contribuir al análisis crítico de las alternativas de política económica para superar la crisis y encontrar la senda del desarrollo económico y social. Las ventajas que proporcionan los últimos avances en las telecomunicaciones y la participación sistemática de este grupo de académicos en diversos espacios de debate, tales como congresos y simposios académicos o estancias de investigación, ha permitido mantener un diálogo permanente entre nosotros.”

Además, para una idea sobre su contenido, relaciono el título de sus seis capítulos: Problemas estructurales de la economía cubana; Estructura económica y crecimiento. Apuntes sobre políticas de desarrollo productivo en el nuevo contexto de la economía cubana; Las restricciones de divisas en la economía cubana al terminar el 2010: crisis, ajuste y salida paulatina; La propiedad en la economía cubana. Recientes cambios en las formas de propiedad y su impacto en el sector agrícola cubano; Cuba: la economía del conocimiento y el desarrollo; Los problemas actuales de la economía cubana y las reformas necesarias.

Con independencia de los múltiples criterios y opiniones que se puedan derivar de los contenidos específicos que se publican, considero que lo más importante y enriquecedor al respecto, es el hecho de su publicación masiva dirigida al conocimiento de todos los interesados; porque quizás su aparición únicamente en las librerías de La Habana sin divulgación alguna, podría ser desapercibida por el gran público integrándose con los proyectos y buenos propósitos que se almacenan ocultos en librerías y bibliotecas, siempre con accesos limitados sólo de quienes les visitan. He ahí el importante papel de una prensa comprometida con la verdad y con los intereses básicos de la nación; tal como lo hace Espacio Laical que propicia debates, encuentros, conferencias y publicaciones para desarrollar el diálogo que tanto necesitamos los cubanos al objeto de enfrentar los graves problemas que estamos atravesando en una prolongada crisis, quizás la más aguda y compleja de toda nuestra Historia.
Paralelamente se ha comenzado en la WEB un debate sobre un artículo del especialista Darío Machado con el título “Cuba y el comunismo” publicado en el portal “Cuba Debate”, que ha sido replicado en tono respetuoso pero profundo por el investigador Ovidio D´Angelo Hernández en el Boletín SPD que publican los partidarios del socialismo Participativo y Democrático, con el título “Cuba y el comunismo de Darío Machado: los matices, incongruencias e imposibilidades de la posición estatista” ; y , que expresa textualmente en uno de sus párrafos “Hay que decir que la aparición de este tipo de elaboraciones, en los medios de comunicación –si bien Cubadebate se limita a los portadores de acceso a intranet e internet y sería deseable que aparecieran en otros medios públicos, tanto estas como las elaboraciones contendientes- constituye una iniciativa que despierta la posibilidad del debate profundo que necesitamos para construir la teoría-práctica del socialismo en las condiciones presentes de este siglo. Tarea que, por demás, interesaría a amplias capas de la población por cuanto su concepción afecta las condiciones de vida de millones de personas en Cuba y otros países.”

Junto con otras manifestaciones y propósitos de estos debates mencionados que por razones de espacio y de mis limitadas posibilidades de acceso, no me es posible relacionarlos todos, se manifiestan sostenidamente desde posiciones oficialistas las absurdas prohibiciones que limitan el acceso a Internet, así como una agresiva actitud de criminalización hacia las opiniones diferentes que tiene su clímax en las represiones, los actos de repudio y la publicación de artículos marcados por la descalificación, los insultos y las amenazas. Todo ello, constituye una contradicción flagrante con los intentos del diálogo y el debate fecundos a que me refiero. La Generación Histórica de la Revolución Cubana asume una muy especial responsabilidad, de la cual no va a ser eximida ni mucho menos absuelta en el presente ni en el futuro: de facilitar el diálogo entre cubanos en búsqueda de una Cuba mejor y posible y no entorpecerlo tal y como se está manifestando. Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos a los que opinen diferente. fsautie@yahoo.com
 
Publicado en Por Esto! el lunes 3 de septiembre del 2012.
 
 
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A puertas cerradas y con oídos sordos 
Por Rogelio Manuel Díaz Moreno
 
Un amigo me ha contado que a un amigo suyo, le contó otro amigo, que cuando los trabajadores del Censo de población que está por realizarse en nuestro país pasen por su vivienda, no va a declarar que posee X artículos ni que se gana cuatro pesos chapeando el jardín de una anciana que vive en su cuadra. Pareciera que el amigo del amigo de mi amigo desconfía de las buenas intenciones y teme que, a los que revelen detalles levemente salidos del tiesto de lo centralmente autorizado y administrado, le vaya a apretar las tuercas.
 
Un periodista se muestra indignado y pide “mano dura” contra esos inconscientes que no cooperan lo suficiente en la lucha contra el mosquito aedes aegypti, trasmisor de enfermedades como el dengue. Pareciera que las personas son tan irresponsables que son capaces de arriesgar su salud con tal de evitarse una leve molestia, por lo que necesitan que papá Estado las regañe a ver si se educan.
 
Estos botones dan fe de una actitud que se resiste, hoy en día, a tener confianza en el estado y sus instituciones, y no digamos ya a cooperar cuando las mismas convocan a empeños de bien común. Y yo me pregunto por qué será.

Se asume que la confianza engendra confianza y que, para esperar sinceridad, se debe ofrecer sinceridad. Pero las fuerzas del orden estatal gustan de solicitar que los ciudadanos se vigilen entre sí y le reporten, a las autoridades superiores, cualquier asunto que constituya una “irregularidad”. Esto podría ser loable, en todo caso, si se circunscribiera al combate contra crímenes como el narcotráfico o el terrorismo, pero constituye una insoportable violación de la privacidad del individuo en demasiadas otras esferas de la vida, como pueden ser la decisión de acoger o no huéspedes, y otras actividades económicas honradas y de supervivencia básica ante la incapacidad de ganarse una vida decorosa trabajando para el Estado por un salario en moneda nacional ¡por no hablar de la compra de alguna mercancía en el inexorable mercado negro!. Bastante tenemos, piensan algunos, conque lean nuestros correos y escuchen nuestros teléfonos, para creer también que la mano estatal, encargada de perseguir “irregularidades”, no va a alimentarse con lo que cuantifique la mano censal para quién sabe qué propósitos marrulleros. Para colmo, el estado-gobierno no es nada transparente con sus gestiones y la administración de los recursos provenientes del sudor de los trabajadores, ni gusta de revelar muchas informaciones y datos trascendentales del tipo socio económico, ni a investigadores ni a ciudadanos de a pie, como tuvimos un ejemplo fehaciente después del último censo realizado, a finales de la pasada década.
 
Por otra parte, para que le abran la puerta a los fumigadores y otros activistas institucionales de la salud, ayudaría que el estado reconociera en los medios de prensa oficiales, con todas sus letras, las situaciones epidemiológicas que haya o no en el país. Si hay dengue, que no se limiten a explicarlo, casi que a sottovoce, en corrillos discretos donde se cita a los vecinos por el CDR y apenas van tres viejitas apuradas porque va a empezar la novela. Que el Granma y demás reconozcan, HAY DENGUE, ES PELIGROSO, HAY QUE ENFRENTARLO. Si hay cólera, que el periódico diga desde que aparece, HAY CÓLERA, en vez de esas notas crípticas que hablan –y para eso, con retraso- de un “brote de enfermedades diarreicas agudas” con lo que el despistado puede pensar que en un cumpleaños repartieron cake en mal estado; luego, con gran reluctancia, reconocen la existencia de un raro bicho, “Vibrio cholerae”, y no le ponen el nombre en griego porque las prensas no tienen los caracteres del alfabeto helénico. El contraste que existe entre el desganado reconocimiento de situaciones internas y el morbo conque se exaltan las desgracias en el exterior resulta un marco desfavorable para ganar en capacidad de convocatoria, pensamos muchos.
               
Pero pedir sinceridad y transparencia al aparato estatal es como pedirle peras al olmo. Pareciera que el trabajo de los miembros de aquel consiste en mantener sanas las páginas de los diarios y no nuestros barrios; adjudicarse los méritos de las cosas que salgan bien como dirigentes modelo y culpar al corrupto, apichonado e indisciplinado Liborio por los problemas que existan. De tal suerte, parece poco probable que ambos extremos vayan a intimar el uno con el otro, y que las actividades que dependan de esa confianza mutua vayan a llegar a buen puerto.
                     

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