domingo, 24 de junio de 2012

SUICIDIO DE ESTADO

    Suicidio de Estado
                            Por Lorenzo Gonzalo, 22 de Junio del 2012
Los mercados el viernes 22 se estremecieron, específicamente los europeos. No es algo nuevo, pues la crisis económica ronda desde el 2006, año en que la avaricia y el manejo inadecuado de la economía, desequilibró los patrones cambiarios. Como consecuencia, las fábricas y servicios se quedaron colgados de la brocha y muchos han tenido que cerrar sus puertas, contraer su producción u operar con desventaja financiera.
Las sociedades no se suicidan, sin embargo, los Estados atraviesan a veces por situaciones que los conducen a su desaparición, aunque finalmente la humanidad siempre han encontrado remedios para la economía, salvando la producción, aunque necesariamente eso no ha implicado que las soluciones aportadas hayan resuelto los problemas sociales.
Hasta nuestros días, las grandes mayorías pertenecientes al conglomerado social de los diferentes países, solamente han recibido beneficios mínimos luego de aplicarse dichas soluciones. Sin embargo, en la actualidad la ilustración de esas mayorías y su presencia significativa en el proceso productivo y en el ambiente político, indica que en el futuro esos beneficios podrían ser más ampliados.
El pilar de la sociedad, especialmente las modernas, es la educación. En todas las épocas la transmisión del pensamiento, esa dinámica donde se produce el milagro que denominamos cultura, ha sido prioritario.  Gracias a la tecnificación de la práctica de la enseñanza la humanidad ha progresado científica y tecnológicamente, permitiendo que el ser humano haga más placentera sus actividades, convirtiendo el ocio en una faena propia de su existencia. Ya sin asombro alguno, hoy tenemos acceso a las noticias, las informaciones académicas y disponemos de comunicación casi instantánea, no importa donde estemos, con sólo acceder a un diminuto equipo que llamamos teléfono y que en breve seguramente cambiará de nombre, porque cada día se parece menos a sus antecesores.
En Los Estados Unidos de América, esta nación que desde hace décadas crece sobre estereotipos: “país de inmigrantes”, “de la libertad, la democracia” y sobre todo “país del dinero” y cuna del “sueño americano”, se han ido destruyendo los pilares básicos de ese proceso. El deterioro al cual ha sido sometida la educación, está transformando su sociedad a un ritmo preocupante, en un patrimonio de elites.
Las escuelas envejecen en el ámbito público; los alumnos se aglomeran en los pasillos porque las aulas se hacen pequeñas para un número de discípulos siempre en crecimiento; las viejas paredes acumulan moho y en un tiempo de horribles mutaciones virales, en ellas nacen gérmenes y elementos alérgicos; los comedores ofrecen “comida chatarra”, envenenando juventudes y enriqueciendo las compañías proveedoras y para colmo, los profesores muchas veces, para cumplir con sus vocaciones (en caso que las tengan), deben mendigar limosnas para obtener materiales y libros. En fin los presupuestos se reducen comparativamente con los de antaño de los años cincuenta, causando entre otras cosas la disminución del horario escolar en una época donde el cúmulo de información, el desarrollo de la ciencia y el avance tecnológico, obligan a aumentar los horarios e intensificar los métodos de enseñanza.
Todo esto sucede porque los presupuestos no alcanzan, pero contradictoriamente se incrementan los gastos militares y otros de dudosa importancia que están relacionados con objetivos bélicos.
Traemos todo esto a colación para señalar que gastos más innecesarios aún que los militares, de los que pudieran escribirse ensayos, novelas y obras sociales de envergadura, suficientes para agotar la estantería de una biblioteca, nos enteramos que este fin de semana se reunirán en la ciudad de Park City en Utha, entre el 23 y el 24 de Junio, el candidato presidencial por el Partido Republicano, Mitt Romney y su equipo de campaña.
Allí estarán desde los Bush hasta la gente de Wall Street, pasando por Kart Rove y los Senadores de Ohio, Virginia, Louisiana, así como los ex - Senadores de La Florida, Minnesota y la antigua Secretaria de Estado Condoleeza Rice. Además, como podemos imaginar, estarán muchos más. Algunos de los presentes llevarán consigo en sus bolsillos 150,000 dólares de donación. Uno de los analistas del equipo nacional de finanzas de Romney manifestó que si estas personas pudieran estructurar una pirámide de donaciones, entonces el candidato a la Presidencia de Los Estados Unidos por el Partido Republicano alcanzaría los “700 millones que requiere para articular sus ideas en el actual ambiente político”.
Todos sabemos que la política en Los Estados Unidos es dinero y más dinero, pero este tipo de declaraciones, dichas con toda seriedad, muestran un deterioro que todavía nos negamos a aceptar. No obstante, a pesar de nuestras negaciones, allí están los hechos y uno tras otro se suceden de manera tal que ya no podemos negar que, o muchas cosas andan mal o todo está patas arribas.
No es posible que un candidato a la Presidencia de Los Estados Unidos de América requiera “700 millones de dólares para articular sus ideas en el actual ambiente político” y que la verdadera articulación requerida por esta sociedad para pensar y progresar con igualdad de justicia, en este caso la educación, sea sacrificada en aras de un evento deportivo político como resulta este tipo de elecciones que solamente garantizan alternancia pero no prometen verdaderas soluciones. Ya podemos imaginarnos el desperdicio en gastos militares, en la manipulación de los procesos informáticos, y en los organismos para llevar adelante las intrigas de Estado.
Es una falta de respeto a una gran nación como la estadounidense, formada por gente trabajadora y disciplinada, que ha sido capaz de levantarse por encima de todos los continentes en menos de quinientos años, convirtiendo su economía en el 25 del Producto Interno Bruto del Orbe, manifestar que esta persona, para “articular ideas” requiere 700 millones de dólares.
Quizás para disponer de inmunidad haciendo estos cuentos es que requieren convertir la educación en un asunto de elites de manera que solamente adquieran los conocimientos esenciales aquellos que recurren a las escuelas privadas o reciben educación en sus casas, con lo cual los beneficiados son los hijos de los acaudalados o los niños cuyos padres se suicidan en vida y como los alacranes, se dejan devorar en aras de sus crías.
Es un gran bochorno que ojalá algún día aparezca en la historia como ejemplo de un Estado corrupto y corruptor y como caso único de una dirigencia histórica que para salvar la parte, decidió suicidarse, sacrificando el todo en aras de valores muy cuestionables.
Aunque debemos decir que no es la primera vez que presenciamos en la historia un suicidio de Estado, como fue el caso del Imperio Romano, las monarquías absolutas y otras muy diversas de inferior magnitud, confiemos que de ocurrir, la sociedad estadounidense reciba beneficios que no les fueron permitidos obtener a aquellas otras.

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