lunes, 17 de noviembre de 2014

SOS LA HABANA 495


 
ATENCIÓN FRANK
 
SOS La Habana 495
 

 
Félix Sautié Mederos

Crónicas Cubanas

SOS La Habana 495

En los tiempos que estamos viviendo poco a poco se me ha convertido en una angustia y un dolor que no me abandona ser habanero y amar profundamente a la ciudad donde nací en 1938 (en “El Cerro” que según el argot popular “tiene la llave”). Soy hijo de padre y madre también habaneros y vine al mundo en uno de los barrios más antiguos y tradicionales de nuestra ciudad en la que aún vivo y nunca me arrepentiré de haber nacido cubano y habanero. Por tanto puedo afirmar, que soy un habanero de “pura cepa”; y, en este nuevo aniversario de La Habana (el 495), quiero manifestar mis más caros sentimientos expresando que en las actuales circunstancias y coyunturas, en que arribamos a un aniversario que nos acerca a sus 500 años de fundada, cuando camino por sus calles, por el Malecón que se encuentra muy cerca de mi casa, así como sus parques y espacios abiertos no puedo ahogar mis sentimientos de tristeza y añoranzas de ser humano, cubano y habanero ante la desidia en que veo envuelta mi ciudad, que es la capital de todos los cubanos, en la que crecí y me desarrollé. En donde desde muy niño pude admirar su esplendor, sus riquezas y sus pobrezas pero verla siempre viva, activa y acogedora, mientras que ahora la percibo muy dañada pero también erguida y presente en el tiempo con ese talante y orgullo señorial que le concede su trazado, sus edificios, sus parques y su espacios cargados de historia, tradiciones y de una muy peculiar belleza de estilos y arquitectura que no han podido vencer la carencia de pintura y del mantenimiento básico que requieren las edificaciones, calles y avenidas ante el paso del tiempo.

Pienso entonces, que quizás uno de los principales problemas del estado actual en que se encuentra mi Habana contrastante con la atención y cuidado que tienen otras ciudades patrimoniales cubanas como Camagüey, Trinidad, Cienfuegos e incluso Santiago de Cuba que fuera devastada por el Ciclón Sandy y que se recupera con ritmo ascendente por mencionar sólo algunas, se encuentre determinado por lo que considero en lo más íntimo de mi ser una falta de apego y de amor por parte de muchos que determinan sobre la ciudad y erráticamente la han pretendido postergar e incluso en ocasiones contraponerla con el desarrollo del resto del país, olvidando a La Habana combatiente de la clandestinidad y de las luchas obreras y revolucionarias de muchos años, La Habana del Asalto al Palacio Presidencial, La Habana de la Huelga del 9 de abril, La Habana acogedora que se desbordó para recibir a los barbudos con Fidel y Camilo al frente, La Habana de la clase obrera miliciana que peleó en Girón y que se atrincheró valientemente cuando la Crisis de Octubre. En fin una Habana de lucha y de combate que no se merece ser olvidada y preterida; y que en ocasiones es increpada e incluso renegada como si fuera culpable de un pasado superado que no volverá.

El sentir que experimento tan profunda y emocionadamente en este 495 Aniversario, lo expreso desde mi Rincón de Centro Habana en donde escribo mis Crónicas Cubanas, con toda mi conciencia de habanero genuino que vivió esas historias que relaciono, en algunas de las cuales soy participante y un testigo de excepción que nadie en su sano juicio podría escamotearme o tratar de silenciarme; pienso también que por razón de la lógica del paso de los años, cada vez me queda menos tiempo para clamar por mi ciudad quizás como una voz que lo hace en el desierto pero que cumple con un deber de conciencia y de hijo que quiere quedar sembrado en la Habana de mis suspiros y de mis ensueños.

Por otra parte no puedo escribir esta crónica del alma sin reconocer, agradecer, identificarme y regocijarme profundamente con la obra de restauración, defensa del patrimonio, la cultura, las genuinas tradiciones e historia que excepcionalmente ante tanta desidia que testimonio se ha estado realizando con pasión e inteligencia por parte de la Oficina del Historiador de La Habana desde su Casco Histórico, Patrimonio de la Humanidad; la que considero una obra concreta, visible y palpable que salva la vergüenza y el honor de los habaneros pero que es referida al Casco Histórico y algunos puntos también históricos muy concretos, y que en lugar de limitaciones y reticencias requiere de todo el apoyo posible y de su extensión al resto de la ciudad, que además del valor espiritual e histórico que en sí misma posee como capital de todos los cubanos, es el centro político del país, la cara internacional de la República y uno de los más importantes polos turísticos de la República con potencialidades no explotadas entre las que se encuentra su muy abrigada y hermosa bahía que es llave del Golfo de México y antemural de las Antillas y sus hermosas playas aledañas.

Olvidarse, dejar a un lado y postergar a La Habana es una política errada que no va a conducir al desarrollo económico ni mucho menos, en mi opinión todo lo contrario: La Habana tiene que ser una prioridad básica para su recuperación, por el significado político, económico y social que en sí misma posee como capital de todos los cubanos, así como por la influencia espiritual concreta que ha de significar en los cubanos e incluso por las potencialidades económicas y rentabilidades que posee. Con miras estrechas, restricciones improcedentes, autoritarismos y centralización no se va ir a ninguna parte. Lo que se ha logrado en el Casco histórico con creatividad e iniciativas de nuevo tipo habría que extenderlo a toda la ciudad, muy especialmente con vistas a su 500 aniversario que ya se aproxima, porque 5 años es una etapa muy breve para todo lo que habría que hacer para celebrar un aniversario tan importante. En este orden de pensamiento apoyo con todas mis fuerzas el llamamiento que hizo Eusebio Leal, Historiador de La Habana, hace algunos días en un encuentro con la prensa con motivo del 495 aniversario de la fundación de la ciudad cuando expresó que: Hay que dar una oportunidad para que en estos cinco años se haga un esfuerzo valeroso por La Habana contra viento y marea.
Así lo siento y así lo expreso con mis respetos por el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. fsmederos@gmail.com
 
Publicado en Por Esto! el domingo 16 de noviembre del 2014.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario