viernes, 31 de agosto de 2018

CHINA BUSCA CAPITALISTAS PARA SU SOCIALISMO



Por: Víctor Álvarez R. Premio Nacional de Ciencias
 Tomado de Panorama. 30-08-18
“La inflación no se resuelve metiendo presos a los empresarios”, afirmó acertadamente el ex Ministro de Finanzas del fallecido presidente Hugo Chávez, en una reciente entrevista publicada en Panorama, a propósito de los excesos cometidos por la Sundee en los operativos de fiscalización desplegados a raíz de la aplicación de las últimas medidas económicas.
El actual modelo de dominación se vale de engorrosos trámites para crear una empresa, rígidos controles de cambio y de precios, abusos en las inspecciones y multas, requisa y remate de mercancías, arbitrario cierre de establecimientos, hasta llegar al extremo de encarcelar a sus gerentes y expropiar las empresas. Esta acción punitiva espanta la inversión, estimula la fuga de capitales, castiga la producción y genera desempleo y escasez.
Los gobernantes y funcionarios venezolanos deberían detenerse a analizar y comprender la experiencia de la construcción socialista en China que, lejos de atizar una obsesión y fobia antiempresarial, ha entendido que solo a través del estímulo a la empresa privada es posible liberar el espíritu emprendedor para impulsar un impetuoso desarrollo de las fuerzas productivas y así poder generar una abundante riqueza que permita satisfacer las crecientes necesidades materiales, intelectuales y espirituales de su inmensa población.
China: se buscan capitalistas para construir el socialismo
El presidente chino Xi Jinping afirma que: “Las empresas son el fundamento de la economía”. Su gobierno, en vez de atizar la confrontación con la empresa  privada, más bien promueve el espíritu emprendedor y estimula la inversión nacional y extranjera. No por casualidad, millares de fábricas y empresas de todo el mundo se han mudado a China para aprovechar las ventajas que les ofrece el gigante asiático.
El primer mandatario chino también ha dicho que “Las finanzas son la sangre de la economía actual. Sólo cuando la sangre circula es posible que el crecimiento sea vigoroso. Debemos generalizar la colaboración entre el gobierno y el capital privado, construir un sistema financiero diversificado y un mercado de capitales multinivel”.
Muchos cuestionan estos incentivos porque las empresas que se mudan a China pagan menos salarios e impuestos que en sus respectivos países. Pero los trabajadores chinos que antes no tenía trabajo ahora ganan lo que nunca habían ganado, y al fisco chino ahora entran los impuestos que nunca había entrado. Promoviendo la inversión privada, China va camino a convertirse en la principal potencia económica del mundo y, en ese tránsito, ha sacado a más de 700 millones de chinos de la pobreza.
China defiende el libre comercio
En vez de resucitar las viejas tesis proteccionistas y las amenazas de una guerra comercial que ahora levanta el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el Presidente Xi Jinping plantea que: “El comercio es el motor del crecimiento económico. Es importante (…) defender un sistema de comercio multilateral, de promover la construcción de un área de comercio libre y fomentar una liberalización del comercio y la inversión más favorable.
Con ese fin, China impulsa en Euro-Asia la iniciativa “Una franja, una ruta” y avanza en la construcción de una plataforma de infraestructura y servicios que permita la expansión de una economía abierta, guiada por regulaciones racionales y transparentes. Los países que participan están convencidos que para optimizar el uso de sus recursos es necesario facilitar el flujo de los factores productivos y tecnológicos, y esto solo se logra a través de una integración profunda de los mercados. Tras el interés común de construir una comunidad con intereses y beneficios compartidos, avanzan en la apertura económica y participan activamente en su gobernanza. Están conscientes de que la apertura y complementación traen progreso, mientras que el aislamiento los mantiene en el atraso.
Integración para la paz
En no pocos países de América Latina hay conflictos internos. Incluso hay tensiones entre naciones. En los organismos internacionales hay preocupación por los  conflictos, disturbios y crisis que estremecen a varios países de la región, cuestión que no contribuye a crear un ambiente de seguridad común. El problema de un país termina siendo de otros y ninguno está exento de sufrir las consecuencias que genera la crisis interna de un país vecino. Las olas migratorias son el más claro ejemplo de los problemas que crea en un país los problemas de otro.
China sabe que en la lucha contra la pobreza avanzará más rápido si también avanzan sus vecinos. De lo contrario, los pobres de otros países intentarán entrar a China para buscar el trabajo que en sus países de origen no consiguen. De allí que la integración física, económica y comercial que impulsa es para contribuir a liberar el potencial de crecimiento de cada país y hacer realidad el desarrollo armónico y proporcional de todos los que participan, para que juntos puedan disfrutar los resultados del esfuerzo compartido.
Por el bien de sus pueblos, las naciones están llamadas a complementar sus capacidades y recursos para lograr un desarrollo económico y social armónico y equilibrado. La integración de la infraestructura continental, la transferencia de tecnología, la diversificación agrícola y comercial constituyen la base del intercambio comercial que permite complementar las economías para satisfacer plenamente las necesidades básicas y esenciales de toda la sociedad.
Prosperidad de los pueblos no es posible en tiempos de guerra
La humanidad entera necesita crear un nuevo tipo de relaciones internacionales que deje atrás la injerencia e intromisión violenta en otros países para tomar control de sus recursos naturales y riquezas. Las provocaciones e insultos entre gobiernos destruyen la confianza y dejan heridas difíciles de sanar.
El desarrollo económico y social de las naciones requiere un entorno de paz y seguridad. Iniciativas de integración económica y comercial como “Una franja, una ruta” deben ser muy bien observadas y estudiadas en América Latina, toda vez que se basa en principios de cooperación y complementación para profundizar la integración física, económica, comercial y monetaria de Asia Central y Europa. Los gobiernos trabajan para bajar la temperatura a sus tensiones y, en lugar de apelar a un tono que caldee los ánimos, promueven un diálogo respetuoso para poder entenderse y así avanzar en su desarrollo económico y bienestar social. Priorizan los problemas comunes y por eso se complementan en un marco de respeto a la soberanía, la dignidad y la integridad territorial, donde nadie pretende imponer al otro su modelo político, social o religioso.
Mientras tanto, en Venezuela no cesa la hostilidad contra la empresa privada que sigue sometida a rígidos controles, expropiaciones y operativos de fiscalización en los que se allanan los locales, se remata la mercancía y se encarcela a sus propietarios. En vez de desalentar el espíritu emprendedor de los que quieren prosperar, los gobernantes venezolanos deberían aprender de la experiencia china, que hace 40 años se dio cuenta de que el socialismo sin capitalistas no funciona e inició un proceso de reformas económicas para estimular y atraer al capital privado.


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 8/30/2018 07:22:00 a. m. 

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