domingo, 10 de abril de 2016

LA ASCENSION DE BERGOGLIO A PAPA: TODO UN EVENTO

La ascensión de Bergoglio a Papa: Todo un evento

                             Parte I

En marzo 03 del 2013, Jorge Mario Bergoglio, fue investido como Papa de la Iglesia católica.

De inmediato, la media, comenzó su sinfonía, como si un director virtual, luego de unos toques en el atril con su pequeña batuta, diera inicio a la interpretación de la partitura.

¿Qué alegaba la prensa?

1)    Que resultaban sospechosos los motivos para la renuncia de su antecesor Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger en su vida laica). Suceso que exigía remontarse más de 600 años atrás, en la historia de la institución, para encontrarle antecedente.

2)   La prensa mundial reactivó las denuncias de los sacerdotes Orlando Yorio and Franz Jalics que acusaban a Bergoglio de colaboracionista con la junta militar que gobernó a la Argentina, en los finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, culpándolo de su prisión a causa de la delación de este.  

La renuncia de Benedicto XVI, se explica si aceptamos que las relaciones políticas imperantes actualmente en el mundo, son tan amorales, y han adquirido tal grado de sordidez, que se requieren ciertos elementos de abyección, en el carácter de los dirigentes, que tienen que asumir protagonismos mundiales.

La abyección y la política han mantenido una concomitancia obligatoria a través de toda nuestra historia, pero hay épocas, que exigen a los protagonistas, una masa crítica mínima de cinismo y vileza de magnitud tal, que muy pocos líderes disponen de ella, sin importar cuánto se esfuercen. Es, en última instancia, que no alcanzan la cuota de perversión indispensable para alcanzar el éxito.  La apetencia incontrolable por el Poder, reblandece existencialmente.

La eficiencia de las elites que rodean a esos líderes, se explica, porque operan a la sombra de la amoralidad de su líder, el cual, haciendo uso de una cualidad llamada carisma, potenciada por los adelantos digitales aplicados a la difusión de información o desinformación, permite a esos dirigentes, limpiar su imagen, utilizando la opinión pública como si esta fuera un Jordán, cuyas aguas, limpian mediante la inmersión, todos los pecados. 

No es descabellado concluir, que Joseph Aloisius Ratzinger renunció a Papa, por cuestión de decencia, y porque su condición humana, le impedía ejecutar las medidas que los integrantes de la jerarquía eclesiástica, comprometidas con las huestes del poder mundial, le querían imponer.

En cuanto a las acusaciones contra Bergoglio, de colaboracionismo con la junta militar que gobernó a la Argentina entre los años setenta y ochenta del siglo pasado, la información existente para establecer conjeturas, es la que sigue a continuación:

En 1976, Orlando Yorio y Frank Jalics, ambos padres jesuitas, fueron hechos prisioneros por cuerpos represivos de la junta militar que ostentaba el poder en la Argentina. La detención se produjo, mientras los sacerdotes efectuaban actividades aparentemente de servicios sociales y evangelizadoras, en los cinturones pobres de Buenos Aires.

La información disponible, no clarifica diáfanamente, que actividad realizaban los sacerdotes. Se insinúa no obstante, que lo que se esperaba de Begoglio, era que la orden, o la iglesia, reconocieran que los sacerdotes, disfrutaban de su respaldo mientras efectuaban su labor. Ni la labor que realizaban, repito; ni el respaldo que esperaban por parte de la iglesia, son esclarecidos en parte alguna de la información asequible.

Jorge Mario Bergoglio ocupaba en ese tiempo, el cargo de jefe de la orden jesuita en la Argentina.

Durante meses, los sacerdotes fueron torturados en locales que el régimen había destinado a la represión, pertenecientes a la Marina de Guerra argentina, Finalmente, ambos fueron encontrados vivos y semidesnudos en un área despoblada de la ciudad.

Frank Jalics, continuó integrado a la iglesia, buscando refugio espiritual en un monasterio en Alemania. Pero Orlando Yorio colgó los hábitos, y acusó a Bergoglio de haberlos denunciado a los militares. La acusación, y los hechos que la sustentan, no están tampoco muy definidos en los reportes de prensa accesibles. Orlando Yorio, murió en el año 2000.

Sorpresivamente, solo dos días después del nombramiento de Bergoglio como Papa, Jalics hizo unas declaraciones, eximiéndolo, con cierta ambigüedad, de responsabilidad en los hechos, y una semana después, como si el mismo Jalics y la nomenclatura católica hubiere estimado como insuficientes las declaraciones anteriores, este hizo nuevas declaraciones donde planteaba de manera más explícita e inequívoca, que Bergoglio, no tenia responsabilidad en su detención.

 Una mente suspicaz, pudiere detectar presión por parte de la nomenclatura eclesiástica sobre Jalics. Porque tanto Jalics, como sus superiores, sabían que las primeras declaraciones, no exoneraban por completo, de responsabilidad a Bergoglio. No obstante, al parecer, fue necesario una semana más de presiones extras sobre Jalics, para lograr una declaración convincente.

Sin embargo, la señora Yorio, hermana del ex–sacerdote fallecido declaró hastiada: “Veo mucho regocijo y celebración por el nombramiento del Papa Francisco, pero yo estoy presenciando esta elección, con mucha pena”.

Se suman a los hechos anteriores, acusaciones de Estela Cuadra, que perdió a su hermana Elena, a manos de la dictadura, estando ésta embarazada de cinco meses, alegando en sus acusaciones, que cuando su padre recurrió a Bergoglio, para que lo ayudara a encontrar a Elena su hija, este lo remitió a un cardenal que se limitó a informarle que el niño estaba en buenas manos. Lo cual hace pensar que Bergoglio, sabia del secuestro de niños.
Hay también acusaciones de Emilio Mignone, fundador del Centro para el estudio de asuntos sociales y legales, una institución dedicada a los derechos humanos, y Horacio Verbitsky el segundo, el actual presidente de dicha institución. Ambos afirman que Bergoglio, colaboró con la junta militar, en la década de los setenta.
La delación, siempre se asocia con lo turbio cuando se le investiga. Más aun, si existen fuertes intereses que están involucrados en la investigación. No es de olvidarse el sonado caso de Marquitos en la Habana.
Existen en el mundo organizaciones de ateos profesionales, con una enfermiza hipersensibilidad. Se sienten ofendidos por las creencias, los símbolos, y la sola mención de los mesías, encontrándose prestos siempre a atacar la fe. Son usualmente, asalariados del Poder, es este quien los incita a hablar, y por supuesto, también a callarse.
No obstante, en este caso, aunque todo el suceso es significativo, lo más notorio es la sincronización tanto en el comienzo de la campaña contra Bergoglio, como su finalización, sin que hubieren sido aclarados los hechos.
Al parecer, un segmento de la prensa del Poder, no fue avisado a tiempo de que existían acuerdos y transacciones, entre la mandancia de la iglesia conectada con el poder mundial, y el papado de Bergoglio. Todo estaba bajo control.
Jorge Mario Bergoglio, no es el papa, es un simple investido, ejecutor de un plan pre-establecido, su personalidad, aportará ritmo y matices a la función, pero no rumbo, es un simple operador de una investidura. Los errores de él, son unos, y los del Papa, serán otros, sin que haya inter-responsabilidad. Las mentes simples, como siempre, confundirán a uno con el otro.




La ascensión de Bergoglio a Papa: Todo un suceso

                             Parte II


Hay una innovación en el ejercicio del Poder, que ha pasado inadvertida a los observadores políticos, y es que aquellos que lo ostentan, son personalidades “convulsantes”, viven perennemente convulsionando el entorno social, dejando tras de su actuación, una estela de decretos que alteran la realidad ética, y las relaciones humanas, modificando los criterios básicos, asentados durante siglos en la sociedad de Occidente, y que habían servido para identificar y definir a la verdad, y al prójimo. El primer tiro en la nuca dado por el Council on Foreign Relations, lo recibió Aristóteles.  Jerjes, destruyó Atenas físicamente, pero los Rockefellers y los Castros, destruyeron lo que esta representaba para Occidente.

Hoy, Occidente, conducido por sus renovados lideres, imbuidos de la nueva filosofía de Poder, se enfrenta a su destino con los conceptos históricos sobre la verdad y el prójimo, desdibujados en el tapete de su cultura.  Los desatinos, serán mayúsculos y sangrientos; disimulados por las nuevas doctrinas de gobierno, improvisadas desde las tribunas, y de poco a acá, también desde los altares. La falta de escrúpulos humanos, se confunde con sapiencia política.

Dentro de este contexto recién inaugurado, fue entronizado como Papa, Jorge Mario Bergoglio, que de inmediato, de forma manifiesta unas veces, y  encubierta otras, comenzó a regurgitar marxismo del bueno, o sea, marxismo objetivo, practicado durante casi ocho décadas en el siglo pasado, por cada uno de los países llamados socialistas, donde un grupo de forajidos asaltaba  y se apoderaba del estado, y desde allí, declaraban estar guiados por la intención sacra de diluir el mismo estado del que se habían apoderado.

 Es el marxismo que propone la izquierda imperial o Rockefelliana, es el nazismo corporativo, es el estilo de Hitler, la practica Stalinista, con el discurso de Lenin, y sin la persecución de los judíos. (Por el momento, porque siempre hay locos disponibles).

No habrá tampoco guerra, se utilizará a la traición de los nacionales locales, mediante la compra de los dirigentes. Las guerras actuales, son solo de acomodamiento de fuerzas, para que cada una de ellas, redefina su importancia en el nuevo espectro político.

Mercadeó en secreto Begoglio, para lograr acuerdos entre el gobierno cubano y el americano, para establecer relaciones, que permitan la explotación del pueblo cubano por parte de los dos clanes de Poder Castro-Rockefeller.  En la misma negociación, se dilucida en principio la influencia imperial en el continente, de la isla mansa y dócil, y del Norte revuelto y brutal. 

Hace poco más de quinientos años, Alejandro VI (Rodrigo Borgia) (sí, el mismo que estás pensando, el de los crímenes y traiciones, el padre de Lucrecia, Cesar, Juan y Joffre), mediante cuatro bulas, llamadas Alejandrinas, dividió el Nuevo Mundo entre España y Portugal. Tal vez estemos pendiente de una nueva bula por parte de Francisco I, donde se establezca el precio a que pueda vender el gobierno cubano, en el mercado internacional, a los médicos y peloteros.
         
Se impone redundar en una aclaración realizada anteriormente, el Papa como tal, no existe, es solo un concepto que describe la función ejecutiva de una estructura, originalmente concebida para propiciar el desarrollo espiritual de la humanidad, sirviéndole de intermediaria a esta, para conectarse con el Creador del Universo.

A la luz de la definición anterior, toda esa parafernalia farandulera de marxismo y relaciones con Cuba etc. Etc. Parece tener un contenido de idiotez, al menos de idiotez ligera.

Los Papas, no provocan los giros en las proyecciones sociales de la Iglesia, es  la nomenclatura eclesiástica que prevalece temporalmente  en la pugna de poder interno dentro de la Iglesia, la que selecciona el Papa más conveniente para desarrollar el programa previamente aprobado por ella.

Junto a las otras medidas revolucionarias dentro de la Iglesia, que se ha atrevido a imponer el Papa, sería bueno que terminara con el chiste de que el Papa es infalible, cuya categoría de dogma, es tontería de cuño reciente (creo que a mediado del siglo XIX).

El Papa, es de procedencia jesuita, tuvo incluso, jerarquía dentro de la orden.  El jesuita es por excelencia, un militante de la estructura, la cual comparte sin conflicto, con su militancia espiritual (si acaso llega a tenerla). Le achacaban a Lenin haber copiado de ellos, la configuración estructural de su partido, y la característica de la férrea militancia que le exigió a los que compartían la ideología.

Parado en el acantilado de la inocencia, desde el que vislumbraba el abismo de la estupidez, aseveró Francisco I “que el marxismo no debe ser malo, porque él, había conocido buenas personas que eran marxistas”.

Dicha aseveración, sirve para señalar, la única ventaja que disfrutamos, los que nos enfrentamos a los que sustentan la tesis del Poder Mundial: creen ellos que sus adversarios, somos tan estúpidos como sus seguidores

Al parecer, no es la primera vez que un Papa llega a la misma conclusión, porque al parecer, partiendo de similar razonamiento, Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli “Pio XII”, conoció quizá también a buenas personas que militaban en el movimiento nacional socialista. Eso tal vez lo impulsó a firmar el Reichskonkordat con el gobierno alemán, el 20 de julio de 1933, en plena ascensión de los nazis al poder, otorgándole reconocimiento a estos, a cambio de ventajas para la Iglesia.

Consideremos que dicha afirmación sobre la bondad de su amigo marxista, es un acertijo, un mensaje cifrado, como en el Código Da Vinci, que el Papa quiso dejarnos para descifrar algo, tal vez la identidad de su amigo.

Juguemos entonces.

Va y el amigo del Papa fue Yakov Mikhaylovich Yurovsky, el que asesinó al Zar y su familia, y a todos los que lo acompañaban, por orden de Lenin. Asesinaron entre ellos, a sus cuatro hijas, y al varón de 13 años, en presencia de sus padres, los remataron a bayonetazos, y desfiguraron sus rostros con acido sulfúrico para evitar que los reconocieran. Dicho crimen, fue cometido en pleno siglo XX, no por Genghis Khan o Atila, sino por la vanguardia de un partido ideológico con aspiraciones de liderar el destino de humanidad.

Los que dieron la orden para cometer el asesinato, los que los cometieron, y los que hechizados por una doctrina criminal, otorgaron durante décadas anuencia a tamaño suceso, poseían el mismo perfil sicológico, y la misma percepción emocional de la historia, de la vida y del prójimo, que los que ocupan hoy el espacio de Poder en el Vaticano, en la Casa Blanca, y sobre todo, en la sede del Council on Foreign Relations y la Trilateral Comission.

Se asesinó, en nombre de la Revolución, del Futuro, y de la victoriosa clase obrera.
Dado que Yurosvky murió en el 1938 y el Papa nació en el 1936, no parece posible que ese sea su amigo.

Probemos suerte de nuevo, puede que el marxista buena gente que el Papa conoce, no es otro que Vasily Mikhailovich Blokhin, el que ejecutó a los 20,000 oficiales polacos en el bosque de Katyn. Reconocido mundialmente como el verdugo más prolífico que haya existido jamás, en Katyn solamente, se dice que ejecutó personalmente a 7,000 oficiales. Miembro del Partido Comunista Ruso. Murió en 1955, cuando Bergoglio tenía 19 años de edad.

No estamos seguro de que sea este el buena gente que conoció, pero tal vez estemos cerca.

No obstante, aventurémonos de nuevo, tal vez el buena gente marxista que conoce el Papa, sea Alexander Orlov, el mismo que desolló vivo, durante la guerra civil española, a Andreu Nin, secretario general del POUM.

Orlov murió en 1973 en Cincinnati, porque al parecer, el 13 de Julio de 1938, en plena purga efectuada por el partido comunista ruso entre sus miembros, Orlov huyó a Canadá, para pedir asilo, acompañado de su esposa e hija, sospechándose que ese mismo día, dio muerte a Rudolf Klement un antiguo secretario de Trotzky.

Para finalizar, si no es Orlov, hagamos un último esfuerzo, ¿sería Ramón Mercader, el marxista buena gente que conoce Bergoglio? Aquel que asesinó Trozky clavándole una pica en el cráneo.

El cristianismo, es por esencia, libertario e individualista. La confesión, que es un sacramento de la Iglesia, otorga el perdón de los pecados a través del testimonio secreto con el sacerdote, y del arrepentimiento. Reconocer la capacidad de arrepentimiento en el ser humano, hace obligatorio reconocer su libre albedrio.

El postulado axiomático de la doctrina marxista: “el ser social determina al ser individual”, eximiría al ser humano de responsabilidad por sus pecados, ya que su conducta toda, seria determinada por el entorno social. Eso convierte al marxismo, en una doctrina adversaria medular del cristianismo.

Cuando los seres humanos asumen ideologías cerradas para explicarse al mundo, seleccionar sus afectos, y buscar destino en la vida, hay una porción de su condición humana, que pierde universalidad, sin importar su rango, su estatus, o su investidura.

Es de preocuparse de que el Vaticano fuere invadido por “gente” con una filosofía discordante, o incluso antagónica con el cristianismo.  

Aun cuando el Nazareno dejó muy poco espacio para la confusión, es de aceptarse que la mente humana padece de insuficiencias que excusarían el surgimiento, de interpretaciones diversas de su doctrina.

 Un sacerdote católico, “Malachi Martin” escribió una novela: “El Ultimo Papa” donde vaticina acontecimientos como los que están ocurriendo. Incluso con asesinatos, que por suerte, no han ocurrido todavía, o no conocemos.

Pero lo verdaderamente trágico, es que permitamos, sin sublevarnos, que el bochinche de los que promueven un gobierno mundial, haya invadido el Vaticano.

Políticamente, hemos vivido desde los inicios de la especie, un descarrilamiento total. Uno más, tal vez retrase un tanto el encuentro con nuestro destino, pero no nos va a desviar de manera definitiva.

Pero resulta inadmisible, la invasión de una perversión espiritual, priorizando lo terrenal, para reclavar como en la cruz, al ser humano, en su condición de masa.

¡Hay que encontrar una salida! ¡No importa el precio!

La primera medida de los que nos oponemos a tamaña desgracia, es irrespetarlos: por simplones.

 La nueva dinastía de los Panchos, que se ha instalado en el Vaticano, hay que desalojarla del Poder.

No permitas que esos figurines, se instalen como intermediarios entre Tu Dios y tú.

Al final, deberían enseñarnos como hacernos cómplices de los crímenes, sin salpicarnos de sangre. Si lograran eso, tal vez nuestra conciencia, nos permitiría  ponernos de acuerdo con ellos.


Pedro Fraga Miami 4/10/16




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