lunes, 25 de febrero de 2013

LA POLITICA INFORMATIVA Y LA FORMACION DE PROFESIONALES


 
 
publicado en Por Esto! el lunes 25 de febrero 2013

La política informativa y la formación de profesionales
 
 
Félix Sautié Mederos


Crónicas cubanas
(II)


Continuando con mis opiniones y testimonios sobre el dossier publicado por la Revista católica Espacio Laical con el título “Propuestas para la Refundación de la prensa cubana”, después de haber respondido afirmativamente en mi anterior crónica en Por Esto! (1) a la interrogante sobre la existencia o no de una Política Informativa en Cuba, me propongo abundar en mi exposición con algunas referencias a la actividad de formación de profesionales y cuadros que se desarrolla en las carreras de comunicación social, periodismo, los cursos de post grado, las maestrías y otros que se realizan en las universidades del país y en determinadas instituciones especializadas sobre la base de esta política. También quiero referirme a la incidencia de la Unión de Periodistas de Cuba en la aplicación de la Política Informativa. De la UPEC he sido miembro (2), hasta que en buen día quedé desactivado y fuera de la institución sin aviso previo y coincidentemente tampoco mis artículos volvieron a ser publicados en los órganos de prensa locales. En mi criterio fue una consecuencia sutil no declarada de la Política Informativa establecida.

El principio rector con que se forman los periodistas cubanos que concibe al periodista y al comunicador social como un cuadro de la Revolución, identificando de manera automática el concepto Revolución con el de país en su conjunto y con el pueblo más allá de su diversidad e intereses propios, constituye el fundamento básico de los programas de estudios y superación profesional que se imparten en Cuba. La incidencia ética de este enfoque erigido en “dogma de fe” debería ser analizada minuciosamente, porque en mi criterio plantea que el compromiso de los periodistas y comunicadores sociales no es con el pueblo teniendo en cuenta la diversidad de la ciudadanía, sino con la Revolución, con independencia de todo lo positiva que pueda considerarse la obra revolucionaria. Entonces tendríamos que si el pueblo es el soberano y la Revolución se hace por el pueblo y para el pueblo, el compromiso ético principal del periodista en realidad debería ser con el pueblo y con la verdad. En la Constitución de la República se expresa que “En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo del cual emana todo el poder del Estado…” (3) En consecuencia, no me refiero a una cuestión sutil y sin fundamento, porque el evidente sentido apologético con que actúa la prensa cubana defensora a ultranza de todo lo que emana de los poderes establecidos, deja realmente a la población huérfana y en estado de indefensión ante ese Poder establecido. En estas circunstancias, considero que la concepción ética profesional y el compromiso del periodista entran en un conflicto de intereses con el pueblo soberano, diferendo que generalmente con honrosas excepciones es resuelto a favor de los poderes constituidos dentro de los cuales actúa la burocracia política y administrativa que de acuerdo con sus propios intereses corporativos optan por “eliminar al mensajero” en vez de tomar en cuenta los problemas que afectan a la población y actuar a favor de los intereses del pueblo. Este concepto en mi opinión da base a la apologética, el elogio, la censura y las exclusiones entre otros aspectos negativos del ejercicio periodístico en Cuba; y para lograr una refundación de la prensa cubana como sugiere el título de la convocatoria que hace Espacio Laical, considero que es imprescindible rectificar ese rumbo conceptual y concebir al periodista como un profesional al servicio de la nación y del pueblo.

José Martí fue muy preciso al respecto cuando expresó que “No existe gobierno invulnerable, la prensa debe ser el examen, la censura, nunca el odio ni la ira que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa, se acepta lo que viene en forma de razonado consejo…” (4) También dijo que “La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo…” (5). Otro planteamiento suyo que considero esencial fue un alerta que debería tomar muy en consideración la burocracia política y administrativa: “Cuidado porque el que se sienta sobre los hombros del pueblo de una sacudida del pueblo viene abajo…” (6).

Además, si en el preámbulo de la Constitución se proclama “que la ley de leyes de la República esté presidida por este profundo anhelo, al fin logrado de José Martí: ‘Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del Hombre” (7); entonces no debería caber duda alguna que el principio ético rector de los procesos de formación, superación profesional y ejercicio del periodismo y de la comunicación social en Cuba debería ser concebir a los periodistas y comunicadores sociales profesionales al servicio del pueblo en su total diversidad y de la Nación Cubana, con lo cual considero imprescindible que se realice un proceso de depuración de responsabilidades al respecto de la tergiversación que subsiste así como de renovación radical de los principios éticos rectores del periodismo y la comunicación social en Cuba, incluyendo a los programas de estudios en los niveles universitarios, de post grado, maestría y doctorados; además de una renovación profunda del profesorado.

Con similar razonamiento considero imprescindible replantearse las concepciones éticas y funcionales de los principios, los objetivos y la estructura organizativa que dan fundamento a la Unión de Periodista de Cuba, UPEC. En resumen, opino que para proceder a la refundación de la prensa cubana, habría que refundar los programas de estudios, los cursos de formación y la organización profesional de los periodistas UPEC. Así lo pienso, así lo afirmo sin querer ofender a nadie en particular y con mis respetos por el pensamiento diferente. Continuará.  fsautie@yahoo.com

(1). Ver “TAMBIEN VOY A OPINAR: tengo cosas que decir y derecho a plantearlas. (I)” Por Esto! , lunes 18 febrero 2013.
(3) Constitución de la República de Cuba, Capítulo I, artículo 3.
(4) Revista Universal México, 29 de mayo de 1875, Tomo 6 página 214.
(5) Revista Universal, México, 8 de julio de 1875, Tomo 6 página 263
(6) OC, tomo 22 páginas 137,)
(7) Constitución de la República de Cuba. Preámbulo.
 
Publicado en Por Esto! el lunes 25 de febrero 2013.
 

NUEVO ESTADO EN UNA MISMA CUBA


                     Nuevo Estado en una misma Cuba
                             Por Lorenzo Gonzalo, 25 de Febrero del 2013
 
Desde la instauración del primer Estado en la Rusia zarista, que adoptó el socialismo por nombre y difundió las ideas de los primeros fundadores de dichas ideas, el gran dilema fue si se haría en democracia o bajo la cuestionada inspiración de sus líderes.
 
El sistema de participación que lleva implícito ese nombre que, más que un sistema trata de procedimientos, se había convertido en algo de gran valía universal con el surgimiento de las primeras repúblicas en Europa y con el acontecimiento sin precedentes del nacimiento de Estados Unidos de Norteamérica.
 
El afán insano de competencia por demostrar que con el nuevo milagro la producción económica superaría lo que otros llamaban capitalismo, convirtió el accionar político en una verdadera actividad de iluminados. El resultado, al cabo de setenta años del inmovilismo ciudadano creado por aquellas dirigencias, sepultó los sueños de los ocupantes del Palacio de Invierno.
 
El tiempo nos enseña que los sistemas políticos no se crean de la noche a la mañana. El sistema llamado representativo tiene su más moderno antecedente en la Inglaterra surgida después que Carlos I en 1640, declaró la guerra al Parlamento de ese entonces.
 
La primera forma acabada de aquel proceso político tuvo lugar en 1787 con la formación de Estados Unidos de Norteamérica, tras once años de discusiones y pruebas sucesivas.
 
En la actualidad no hay dudas que la democracia debe preceder cualquier intento por lograr un mundo de justa convivencia. Sólo con el uso de procedimientos inclusivos, participativos y electivos podrán ser regulados, guiados y limitados, las leyes naturales creadas por el devenir de las fuerzas económicas.
 
Luego del fallido experimento ruso, sumado a las injusticias sociales provocadas por el derroche y uso irracional de recursos que las prácticas de gobernación capitalista han ocasionado, países como Cuba parecen contar con la suerte de poseer una dirección política decidida a superar las limitaciones creadas por esas experiencias negativas.
 
El fin del último proceso electoral cubano parece enseñar que, más allá de sus propias limitantes políticas, la instauración de un Estado de nuevo tipo es irreversible.
 
Es de presumir que el camino adoptado por la dirigencia cubana, facilitando la entrada de las nuevas generaciones al mando del Estado, terminará creando mecanismos más democráticos y sentará bases para la creación de regulaciones y leyes que permitan una mejor selección natural de los dirigentes sociales.
 
Si la visión no engaña, la verticalidad está cediendo su espacio a la participación, lo cual no implicará necesariamente la creación de partidos, sino conceder mayor autonomía a las regiones, ciudades y poblados, de manera que la integración nacional adquiera una mejor fluidez.
 
El tiempo ha estado a favor de la llamada dirigencia histórica para hacer las correspondientes rectificaciones y transitar hacia un sistema político que reconozca la economía en su esencia y contribuya a limpiar el cauce del río, en lugar de forzar por medios artificiales el rumbo de sus aguas, lo cual fue práctica habitual hasta hace a penas un par de años. Quienes creemos en el socialismo, esperamos que ese rumbo pueda seguir perfeccionándose.
 
Nos queda ahora por ver cómo funcionará la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular; su capacidad de legislar; la autoridad que se confiera a los diputados y la horizontalidad que se le concedan a las discusiones.
 
Por lo pronto una vez más, sin fanfarrias, sin conmociones sociales, con un orden alimentado por esperanzas, el propósito de crear un nuevo Estado en Cuba, marcha más allá de la existencia de sus fundadores, algo insólito a los ojos de quienes pertinazmente persisten en ser enemigos del proceso cubano.
 
No hay dudas que la misma Cuba, pero siempre novedosa y audaz, quedó dibujada en el horizonte con la culminación del último proceso electoral cubano.
 
El promedio de edad de la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular es de 48 años. El 48.86% son mujeres y el 37.9% negros.
 
A lo anterior debemos agregar que de las 15 provincias que componen la división político administrativa cubana, diez de ellas serán administradas por mujeres, las cuales fueron electas en el proceso de selección que comienza en las barriadas, para terminar componiendo al máximo organismo administrativo.
 
Cuba demuestra que tiene una enorme capacidad de renovación y que existe una vocación para alcanzar prosperidad económica con justicia distributiva y respeto a las iniciativas privadas. Este parece ser el nuevo espíritu de los cambios que vienen operándose desde hace cinco años.
 
Sobre todo, su desarrollo político permite presagiar un enorme interés para fundar bases sólidas, de manera que las personas no conviertan la lucha por el Poder en una meta de sus vidas, sino que la motivación esencial, al finalizar su período de gobierno, sea el resultado de sus aportes. Esto, aunque parezca cosa de soñadores, es en realidad la meta de todas las ocupaciones humanas, desde las más simples a las más complejas y ya es hora de que también se convierta en el fin de los trabajadores sociales que realizan las funciones de administrar un Estado.
 
Los próximos cinco años serán decisivos para hacer realidad esas intenciones o para caer en un enredo político como el de China, donde el mando se trasladó de una cúpula de Poder, fundado sólo en el triunfo de un movimiento armado, hacia otros cuyos fundamentos de mando no están claros, pero cuyas bases definitivamente, no están dada por el sentir colectivo.
 
El horizonte de un nuevo Estado en una misma Cuba, continúa ampliándose.
 
Esto es en resumen cómo lo pienso yo y cómo lo veo.
 
Lo dejo escrito para deleite de quines entienden y para esos otros que no quieren entender.

ENTRE LIBROS Y CANONES


Entre libros y cañones


Ciro Bianchi Ross • digital@juventudrebelde.cu
23 de Febrero del 2013 18:22:30 CDT

La Cabaña es una fortaleza que se las trae. Fue en su momento el
recinto militar más importante de la Isla y el de mayor envergadura en
América. En lo que a reductos militares se refiere, no había en el
continente nada que igualase a esta admirable y sólida construcción
que tardó 11 años en quedar concluida y se tragó un presupuesto de 14
millones de duros, una suma exorbitante para la época. Su polígono
cuenta con baluartes, terrazas, caponeras y revellines flanqueados y
lo circunda un foso profundísimo, abierto en la roca viva, y un camino
cubierto que llega hasta la ribera de la bahía.

Son enormes los depósitos de agua de la instalación y dispone de
vastos locales para cuarteles y almacenes. La artillería gruesa de la
que estaba dotada se mantenía en perfecto estado y lista para el
combate. Sus defensas se completaban, al igual que las del Morro, con
los cañones del fuerte de San Diego, construido cerca de ambas
instalaciones. Las fuerzas del Morro y La Cabaña protegían a San Diego
por uno de sus flancos, y los fuegos de San Diego a su vez batían un
área que por sus sinuosidades y accidentes no era alcanzada por los
fuegos de La Cabaña.

Se dice que cuando el rey Carlos III, de España, recibió la noticia de
que La Cabaña estaba lista, salió con un catalejo a uno de los
balcones del Palacio Real porque una obra tan grande y cuya
construcción había demandado tanto dinero, tenía por fuerza que verse
desde Madrid. Hubiera costado más, pero Agustín de Sotolongo,
propietario del terreno donde se instaló la fortaleza, lo cedió de
manera gratuita para esa obra que lleva el nombre de San Carlos de la
Cabaña como un homenaje, en primer término, al monarca español, y en
segundo por el lugar donde está enclavada, el llamado cerro o loma de
la Cabaña, elevación donde construyeron sus bohíos o cabañas gente de
muy escasos recursos.

Cuenta la tradición que el célebre ingeniero Antonelli, constructor
del Morro, subió un día al cerro de La Cabaña y comentó que el que se
hiciera dueño de esa loma lo sería también de La Habana. La profecía
se cumpliría muchos años después, en 1762, cuando tropas británicas se
apoderaban de la elevación y emprendían desde esta el ataque y la toma
del Morro, para enseguida disparar sus cañones sobre la plaza y el
puerto hasta lograr la total rendición de la ciudad.

Las visitas a La Cabaña en ocasión de la actual Feria del Libro, que
tiene a la vieja fortaleza como escenario principal, despertaron en
este escribidor recuerdos de lecturas lejanas sobre la toma de La
Habana por los ingleses.

LLORAN LOS HABANEROS

Más que el hecho combativo en sí, quiere ahora el autor de esta página
revivir aristas poco recordadas de ese suceso, tales como el heroico
papel de negros libres y esclavos en la defensa de la capital, y el
valor y el arrojo que en su enfrentamiento al invasor demostraron en
todo momento milicianos habaneros y de localidades del interior,
frente a la ineptitud del alto mando español. Criollos, negros y
pardos que aun cuando no existía conciencia de la nacionalidad
revelaron la capacidad cubana para los más nobles y elevados empeños.

Tampoco quiere dejar fuera del recuento la decisión de campesinos de
los alrededores de La Habana que, con riesgo de la vida, penetraban
todos los días en la ciudad para que no faltaran a sus pobladores la
carne y otros frutos del campo, ni la generosidad de vecinos de
Managua y Santiago de las Vegas que acogieron a niños, mujeres y
ancianos, y también a sacerdotes y monjas, que salieron de La Habana
en los días del asedio, en lo que pudo haber sido la primera
evacuación organizada de sus moradores que conocía la ciudad.

El 11 de junio, cinco días después del desembarco, una tropa combinada
de granaderos y de la infantería ligera británica se presentó ante la
altura de La Cabaña, que el gobernador de la Isla, mariscal de campo
Juan de Prado Portocarrero, decidió abandonar casi sin prestar
resistencia. Era el punto más importante de la plaza, la llave
principal de su defensa, y los habaneros lloraron con amargura esa
pérdida.

Prado comprendió todo el valor de la loma de La Cabaña cuando los
ingleses comenzaron sus preparativos para rendir al Morro. Se empeñó
entonces en desalojarlos y solo consiguió enviar a una muerte segura a
una numerosa tropa de criollos blancos y negros y españoles que con
mejor crédito de su honra hubiera sabido arriesgarse para evitar que
la posición cayera en manos del enemigo.

Otro tanto sucedió con la ayuda que Prado debió prestar al Morro,
defendido con denuedo e inteligencia por don Luis de Velasco. En una
operación tardía envió alrededor de mil milicianos recién llegados del
interior y unos 500 pardos y morenos, en lugar de la tropa aguerrida
que Velasco necesitaba. Fue una verdadera masacre. La incompetencia
del jefe de esa tropa llevó a sus hombres, dice un prestigioso
historiador, «a morir miserablemente en pago del noble espíritu que
los animaba de ser útiles a su país y defenderlo contra la invasión
extranjera».

FORTIFICADA, NO INEXPUGNABLE

Prado Portocarrero caminó de un error a otro en su enfrentamiento a la
invasión inglesa. De entrada, cuando la flota enemiga —España e
Inglaterra estaban en guerra entonces— fue avistada frente a La
Habana, pensó que los ingleses no se atreverían a atacar una ciudad
que él consideraba inexpugnable. Otra cosa pensaban los británicos,
que vieron a La Habana como una ciudad bien fortificada, pero no
inconquistable.

De cualquier manera, en los primeros momentos pareció que el enemigo,
al seguir su ruta rumbo este, obviaría La Habana de cualquier intento
de ataque. Error. El mismo día 6 de junio, el vigía del Morro
informaba que los ingleses desembarcaban en Cojímar, localidad que
ocuparon al día siguiente. Igual suerte corrió Bacuranao y el 10 caía
La Chorrera, en tanto que el coronel Caro —implacable fiscal después
de Pepe Antonio— abandonaba Guanabacoa sin resistencia. Se hacían
fuertes los invasores en la loma de Aróstegui, donde luego se
emplazaría el Castillo del Príncipe, y el 11, como ya se dijo, se
apoderaban de la loma de La Cabaña.

Criollos y españoles, por su parte, no permanecían con los brazos
cruzados. Ya a esa altura de las circunstancias las autoridades habían
dispuesto la fortificación del lado de la bahía que corría entre el
Castillo de la Punta y el Arsenal —actual Terminal de Trenes—, trabajo
en que se utilizaron esclavos ofrecidos por sus amos y los llamados
esclavos del Rey. Se calcula que unos diez mil hombres se aprestaron
para defender La Habana. Pertenecían a las tropas regulares, a las
milicias y al cuerpo de Dragones. La cifra incluía a más de mil
oficiales y marineros de los barcos surtos en puerto. Se repartieron
unos 3 500 fusiles —descompuestos muchos de ellos, dice la crónica—
algunas carabinas, sables y bayonetas… Con todo, muchísimos vecinos
quedaron desarmados.

LOS 44 DÍAS DEL MORRO

Otro error cometería Prado Portocarrero. Ordenó el hundimiento de dos
navíos a la entrada del canal de la bahía y tendió entre la Punta y el
Morro una cadena de hierro y tozas de madera amarrada a dos grupos de
cañones. Solo consiguió embotellar a su propia escuadra.

Lograron los ingleses fortificar la loma de La Cabaña, no sin grandes
esfuerzos, pues los españoles, con tal de impedirlo, les tiraban con
todo y desde los lugares más inimaginables. Eso obligó al enemigo a
reforzar sus posiciones y defenderlas con artillería situada más
adentro. El 1ro. de julio se iniciaba el ataque al Morro. Fue tomado
el 30 del mismo mes.

Desde el inicio de las operaciones hasta esa fecha transcurrieron 44
días. En las acciones perdieron los españoles unos mil hombres,
«aunque es verdad que también se derramó bastante sangre nuestra»,
escribe un historiador inglés. Don Luis de Velasco cayó herido
mortalmente en la defensa del castillo, y el cuerpo del marqués
González, su segundo, trabado en un cuerpo a cuerpo con el adversario,
dentro ya de la fortaleza, quedó en tales condiciones que se hizo
imposible recomponer su destrozado cadáver. Velasco había rechazado la
honrosa rendición que le propuso el conde de Albemarle, jefe del
ejército invasor. Este, en homenaje al valor sin límites del español,
suspendió las hostilidades el día de su entierro y contestó desde su
campamento la descarga de despedida que en honor del héroe hicieron
sus compañeros.

LA ÚLTIMA ESPERANZA

La bandera inglesa que tremolaba ya en las almenas del Morro anunció
al consejo de guerra español que había perdido la segunda llave de
defensa de la ciudad. Se desvanecía la última esperanza y resultaba
inútil ya el heroico comportamiento de decenas de civiles que operaban
bajo el mando de los regidores habaneros Aguiar, Aguirre y Chacón, y
el ya aludido Pepe Antonio, alcalde mayor de Guanabacoa, aquel
«atrevido, infatigable y leal guerrillero cubano», como con justeza lo
calificara Manuel Sanguily.

La cuenta regresiva comenzaba para La Habana con la caída del Morro.
Desde esa fortaleza y también desde la loma de La Cabaña dirigieron
los ingleses el fuego sobre la ciudad. La artillería española se
concentró en los castillos de La Punta y La Fuerza y el lienzo de
muralla que corría entre ambas fortificaciones, en tanto que
complementaban la defensa dos fragatas y el navío Aquilón, situados
frente a la parte de la muralla marítima que resguardaba la
Maestranza. No demoraron mucho en salir del combate esas unidades de
superficie. Las fragatas debieron internarse en la bahía, y lo mismo
haría el Aquilón luego de ser impactado por el fuego de dos obuses
lanzados desde La Cabaña y que le ocasionaban una entrada de 24
pulgadas de agua por hora. Ya para entonces buena parte de su dotación
se había arrojado al mar a fin de escabullirse del fuego enemigo.

Desde la inminencia de La Pastora hasta la cruz de La Cabaña situaron
los ingleses 42 cañones de todos los calibres y un número cuantioso de
obuses. Con ese respaldo intimaron a la rendición el 10 de agosto. Al
amanecer del día siguiente comenzarían un fuego «copioso y continuado»
sobre La Habana que se prologaría hasta la una de la tarde. A esa
hora, el gobernador Juan de Prado Portocarrero dispuso la rendición y
se izó la bandera blanca. El día 12 firmaba España la capitulación.
Algunos documentos aseguran, sin embargo, que aún existían
posibilidades de resistencia. Blancos, pardos y negros hijos de La
Habana, y no pocos esclavos africanos, ofrendaron sus vidas en defensa
de la ciudad y lo hicieron, afirmaba el historiador Emilio Roig, «con
mayor heroísmo aún que los propios jefes y soldados del ejército
español». Si heroico fue el comportamiento de los habaneros durante
los combates, muy digna fue su actitud durante los 11 meses que duró
la ocupación inglesa. No consiguieron los ocupantes granjearse la
estimación de los vecinos.

Para recuperar la plaza, España cedió a Inglaterra toda la península
de la Florida que dependía hasta entonces de la capitanía general de
La Habana, y de inmediato procedió a la fortificación de la ciudad.
Reparó las instalaciones militares maltratadas por el ataque inglés y
emprendió nuevas obras, como la construcción de los castillos del
Príncipe y Atarés y la fortaleza de La Cabaña, en la loma desde la que
se quebró la defensa de La Habana.


 
Ciro Bianchi Ross
ciro@jrebelde.cip.cuhttp://wwwcirobianchi.blogia.com/http://cbianchiross.blogia.com/

sábado, 23 de febrero de 2013

PORQUE RENUNCIO EL PAPA? AQUI TIENES LA RESPUESTA


 PUBLICADO POR MIRNA ROSAL
CHILEMUNDO 
Burlarse de un homosexual es un pecado muy grande, y Dios se encargará de los ignorantes.   El homosexual es un ser que se concibió y se gestó así.   Ya basta con la insensibilidad y falta de respeto, esforcemos un poco el cerebro, vayamos hacia la generosidad.


El 14 de febrero de 2013 17:39, pia <lapierina@fibertel.com.ar> escribió:
 

El Papa renuncio a una vida normal. Renuncio a tener una esposa. Renuncio a tener hijos. Renuncio a ganar un sueldo. Renuncio a la mediocridad. Renuncio a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renuncio a ser un cura mas, pero tambien renuncio a ser un cura especial. Renuncio a llenar su cabeza de Mozart, para llenarla de teologia. Renuncio a llorar en los brazos de sus padres. Renuncio a teniendo 85 años, estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la comodidad de su hogar y el calor de una fogata. Renuncio a disfrutar su pais. Renuncio a tomarse dias libres. Renuncio a su vanidad. Renuncio a defenderse contra los que lo atacaban. Vaya, me queda claro, que el Papa fue un tipo apegado a la renuncia.
 
Y hoy, me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su pontificado cuando sabe que la Iglesia no esta en sus manos, sino en la de algo o alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es mas grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es mas que ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroismo (de esos que se hacen a diario en mi pais y nadie nota). Recuerdo sin duda, las historias del primer Papa. Un tal..Pedro.  Como murio? Si, en una cruz, crucificado igual que a su maestro, pero de cabeza. Hoy en dia, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comunicacion, crucificado por la opinion publica y crucificado por sus mismos hermanos catolicos. Crucificado a la sombra de alguien mas carismatico. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un martir contemporaneo, de esos a los que se les pueden inventar historias, a esos de los que se les puede calumniar, a esos de los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo unico que hace es pedir perdon. ‘Pido perdon por mis defectos’. Ni mas, ni menos. Que pantalones, que clase de ser humano. Podria yo ser mormon, ateo, homosexual y abortista, pero ver a un tipo, del que se dicen tantas cosas, del que se burla tanta gente, y que responda asi..ese tipo de personas, ya no se ven en nuestro mundo.
 
Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y ademas ser tachado de paso como mocho, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresia alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la Institucion que representa, pero le damos con todo porque “ con que derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. A nadie le da flojera ir a la escuela. A nadie le da flojera ir a trabajar. Vivo en un mundo donde todos los señores de 85 años estan activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Si, claro.
 
Pues ahora se Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyo sus libros, ni sus enciclicas, pero que en 50 años recordara como, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que habia algo mejor en el horizonte, decidio apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorandole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivio aun siendo Papa: humilde.
 
Benedicto XVI, muchas gracias por renunciar.
Una hermosa nota de mirna rosal



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Muchas gracias.   

Saludos, buen día. 






__._,_.___
 

"VOY A RENUNCIAR"

“Voy a renunciar”


Raúl Castro, renuncia, bromea, Asamblea nacional, Díaz-Canell
Voy a cumplir 82 años, tengo derecho a retirarme. ¿No lo creen?

Por Manuel Alberto Ramy
LA HABANA, 22/02/2013. "Voy a renunciar", dijo el presidente Raúl Castro (82 años) bromeando ante la prensa y en compañía del premier ruso Dimitri Medvedev.
"Voy a cumplir 82 años, tengo derecho a retirarme. ¿No lo creen? ¿Por qué tú eres tan incrédula?", agregó señalando a una de las presentes.
El próximo domingo se reunirá la Asamblea del Poder Popular (legislativo cubano) que deberá elegir a los 31 miembros del Consejo de Estado, al Presidente de la República y a los Vicepresidentes.
Raúl Castro, que asumió la presidencia en 2008, ha planteado el límite de 10 años para los altos cargos gubernamentales y partidistas. Pero este planteamiento, para ser válido, deberá ser recogido en términos legales y este es uno de los posibles asuntos que pudieran tratarse durante el estreno de la nueva Asamblea. Reitero: pudiera porque podría aplazarse para el próximo período asambleario.
"Es un discurso interesante. Atiéndanlo", dijo Raúl Castro a los presentes.
Crear expectativas en torno a discursos de altos dirigentes no ha sido un recurso del cual hayan abusado los máximos dirigentes cubanos. Generalmente las expectativas han venido dadas por los contextos en que deben pronunciarlo y este es uno de suma importancia.
La generación histórica, designada así a la que llevó adelante el proceso insurreccional y el largo período de transformaciones estructurales en los últimos 50 años, toca a su fin. Garantizar la continuidad del proyecto pasa por el éxito de la Actualización, conjunto de reformas y cambios, que han comenzado por la economía, es el reto para los fundadores y ese reto pasa por manos de las nuevas generaciones. Esta es una opinión bastante generalizada en el mundo de los analistas del patio. También de los que observan desde fuera de la isla.
Raúl Castro es el conductor del proceso renovador cuyo ritmo gradual se debe, entre otros factores, a la correlación o balance de fuerzas dentro de la estructura de poder y, debido a la inminente elección del Consejo de Estado y de sus altos cargos, dicho balance podría alterarse en un sentido u otro. El Consejo de Estado es órgano con capacidad de legislar entre los dos períodos en los que sesiona el parlamento, que solamente se reúne dos veces al año con una duración que no alcanza la semana sumando ambos períodos. De hecho, el parlamento , en buena medida y hasta ahora, ha estado convalidando Decretos-Leyes dispuestos por el Consejo de Estado.
En los corrillos periodísticos se barajan nombres que ascenderán a responsabilidades a niveles de Vicepresidencia del Consejo de Estado, como es el caso de Miguel Díaz-Canell Bermúdez, actual ministro de Educación, pero que como vicepresidente del Consejo de ministros está dirigiendo el sector de la educación a todos los niveles y la cultura, además el sector de la biotecnología, de suma importancia, también se le subordina. En dichos corrillos también se comenta con insistencia alguna que otra vacante en la vicepresidencias y la incógnita de quién será electo como presidente de la Asamblea del Poder Popular en sustitución de Ricardo Alarcón de Quesada.
Evidentemente el discurso de Raúl Castro será escuchado y releído con suma atención. Ahora más debido al convite de Raúl Castro, de quien no espero anuncie su renuncia. Cosas serias pueden decirse en tono de bromas e inducir a ponerle oídos y vista a lo que pueda suceder en menos de 48 horas. El resultado será un indicativo de en qué medida y hacia cuál dirección quedará movido el balance de fuerzas.
Progreso Semanal/ Weekly autoriza la reproducción total o parcial de los artículos de nuestros periodistas siempre y cuando se identifique la fuente y el autor.

MUD ENTRE SAKA-SAKA Y RENUNCIA




ELIGIO DAMAS

            Con el Cardenal Urosa al frente esta vez, en lugar de Ramón Guillermo Aveledo, a quien se le agotaron las ideas y pareciera acabársele el carburo también, respaldo gringo, la oposición toda, está plantada en la exigencia que Chávez, quien no vino y vino al mismo tiempo, cumpla con el ¡juramento ya! o de lo contrario renuncie.
            Es decir, estaría colocando al presidente, quien nunca ha dejado de serlo, por aquello de la continuidad administrativa, entre la espada y la pared o más dramáticamente, entre la puntiaguda y afilada arma y un abrupto precipicio.
           Según sus pareceres, sin que medie opinión calificada, ni acta de defunción el presidente es un muerto; por eso solicita, como quien está avalado por la razón absoluta, como niñita malcriada que se “¡juramente ya! Si no lo hace, según ella, la oposición, aquél pierde sus derechos constitucionales, pues de hecho está fuera de juego o debe renunciar. ¡Al carajo! el TSJ, la Constitución misma y las multitudes que quieren “Chávez siga siendo el presidente”, como expresó una valiente señora en los agitados días de abril del 2002.
           En eso, el Cardenal ha tomado la bandera y aparece de primero en la fila. Poco le falta para salir a la cabeza de las marchas de “las manitas blancas” o ser de los primeros en la “ristra” de los encadenados.
          Esa actitud oposicionista nos hace recordar un cuento mordaz, irónico, no obstante dramático, que una vez escuché en boca de un amigo.
           Un soldado de ejército invasor y abusivo, por descuido, quedó en una isla del Pacífico, cuando su comando hubo de retirarse apresuradamente. Los nativos, quienes habían sufrido toda clase de atropellos durante la estadía extranjera en su territorio, a aquél detuvieron.
          Le sometieron a juicio popular y colectivo como corresponsable de varios delitos y le propusieron escoger la pena, en éstos términos:
           “¿Saka-saka o muerte?”
            El enjuiciado pensó, “nada peor que la muerte”; por eso respondió hasta gustoso, sin tener idea de lo que ello significaba:
           “Saka-saka”.
            De inmediato, más o menos 50 hombres de aquella población procedieron a violarle, lo que le dejó exhausto, lastimado y más que eso, muy desmoralizado y deprimido.
           Le encerraron en una improvisada celda y allí le dejaron por buen tiempo; solo atendían sus necesidades primarias.
           Un buen día le volvieron a colocar en medio de un círculo de pobladores como en el juicio anterior y le sometieron a similar interrogatorio:
          “¿Saka-saka o muerte?”
          El soldado humillado, pero habiendo recuperado su dignidad, respondió con firmeza y hasta orgullo:
          “¡Muerte!”
         Quien le interrogó por el grupo, el mismo de la primera vez, como si fuese condescendiente, le dijo:
        “De acuerdo. Pero primero saka-saka”.
        Así aborda la oposición el problema político. Es la misma estrategia para todo. “Si te pela el chingo te agarra el sin nariz”.
       Lo peor del caso, es que no tiene cómo. Sólo un grupo de “odiantes” y odiosos, uno pequeño de empresarios agiotistas, embajada gringa, unos estudiantes sin oficio y un Cardenal de dudosa respetabilidad con su minúscula corte.


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 2/21/2013 01:19:00 p.m.

jueves, 21 de febrero de 2013

?OLVIDO OBAMA SU "EMPEZAR DE NUEVO" CON LATINOAMERICA?

¿Olvidó Obama su “empezar de nuevo” con Latinoamérica?



Por Saul Landau
altEl presidente Obama tocó triunfantes notas en su discurso del Estado de la Unión. Pero no mencionó su fracaso en cambiar la política que no funciona. Algo que hay que mirar es Cuba, donde la niebla de irrealidad ha envuelto a la política de EE.UU. durante más de medio siglo. En las oficinas de Washington donde se trazan políticas y en el Capitolio, pocos parecen darse cuenta de que los intentos por subvertir el gobierno de Cuba no han funcionado. Vean el fracaso de Bahía de Cochinos en abril de 1961, la subsiguiente Crisis de los Misiles que resultó de que los líderes cubanos aceptaran armas nucleares soviéticas para impedir una amenaza de invasión de EE.UU., y al fracasado embargo económico de más de 50 años y los intentos de aislar diplomáticamente a Cuba.
Cada año, el Congreso asigna dinero para crear daño en nuestra isla vecina, como si apoyando a los “disidentes” y organizando teléfonos satelitales y grupos de Internet harán que de alguna manera las infelices masas cubanas saldrán a las calles de sus ciudades para derrocar al gobierno.
Esa política norteamericana tiene ya 54 años. “Denle tiempo”, gritan los seguidores de la línea dura, como los senadores Marco Rubio (republicano por la Florida) y Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) y la representante Ileana Ros-Lehtinen, todos cubanoamericanos. Estos fanáticos anticastristas y su cabildo han engañado al país por demasiado tiempo. Es hora de que Obama y el secretario de Estado John Kerry sean realistas y disipen la bruma de estupidez que ha nublado el cerebro político de Washington.
Piensen en la vida en Cuba como si la viviera gente de Estados Unidos: los cubanos van a trabajar y a la escuela por la mañana, se montan en autobuses, almuerzan, regresan a sus hogares, pero sin tener que preocuparse de que le ejecuten la hipoteca o los desahucien, y más de 90% de ellos votaron a favor del gobierno en sus elecciones parlamentarias hace dos semanas.
Ante un gobierno que ha durado 54 años, ha hecho significativas inversiones en la salud y la educación de su pueblo y que funciona de una manera tan rutinaria como cualquier gobierno en el hemisferio, ¿por qué los hacedores de políticas en Washington siguen inventando ilusiones como base para la estrategia política de EE.UU., al creer que una conspiración continua puede derrocar a un gobierno que provee a su pueblo de servicios médicos gratuitos, alimentos subsidiados, educación gratuita desde enfermería a doctorados y muchos otros beneficios sociales?
En Cuba no se ve a gente sin casa o a niños descalzos que se escapan de la escuela. ¿Por qué los hacedores de política continúan comportándose como si pudieran derrocar a un gobierno que provee a su pueblo de beneficios de los que no disfrutan los norteamericanos? El no realismo reina en la política hacia Cuba desde 1959.
Durante décadas, los países latinoamericanos y caribeños, presionados por Washington a principios de los años de 1960 para que rompieran relaciones con Cuba, han restablecido las relaciones normales, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) acaba de seleccionar a Raúl Castro para encabezar la organización regional. Creada en Caracas en 2011, la CELAC surgió como una alternativa a la Organización de Estados Americanos dominada por EE.UU. Ni Estados Unidos ni Canadá pertenecen, pero varios jefes de estado latinoamericanos alaban ahora a los Castro y apoyan firmemente la independencia cubana de Washington. Los presidentes de Brasil, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina y Nicaragua se reúnen regularmente con su homólogo cubano y discuten temas latinoamericanos y caribeños. La reunión de Trinidad en 2009, en la que Obama se reunió con jefes de estado latinoamericanos y caribeños y en la que habló de su franqueza y prometió “empezar de nuevo” ahora provoca desdeñosos comentarios de los que asistieron.
Obama soportó duras críticas latinoamericanas por el comportamiento anterior de EE.UU. en la región, acusaciones que fueron de grosera explotación económica al constante apoyo a las dictaduras militares de fines de la década de 1960 y de las de 1970 y 1980. El nuevo empezar norteamericano de Obama con Latinoamérica hasta ahora no ha tenido mucho que pudiera calificarse de “nuevo”, en especial respecto a la política hacia Cuba. En efecto, la USAID financia la subversión en Cuba, lo cual provocó el arresto de Alan Gross, el cual trabajaba para una compañía que tenía un contrato con  USAID para organizar un grupo de “disidentes” bajo el pretexto de proveer de conectividad a Internet a la comunidad judía cubana. Gross fue atrapado con caros y sofisticados equipos y el disco duro de su laptop, el cual contenía copias de sus “informes de viaje” a  Cuba que detallaban sus devaneos subversivos. La Seguridad del Estado cubana se había infiltrado en grupos disidentes y un tribunal cubano condenó al norteamericano por cometer delitos contra el estado cubanos. Recibió una sanción de 15 años de prisión.
Obama podría fácilmente hacer que Gross sea liberado si concede una amnistía a los Cinco de Cuba, agentes de inteligencia que se infiltraron en grupos de violentos exiliados con sede en Miami que habían comenzado a poner bombas en La Habana. Fueron arrestados por el FBI y declarados culpables de conspiración para cometer el delito de espionaje. Un acto tal también abriría la puerta a negociaciones mayores y la restauración de las relaciones.
Así que, ¿cuándo oirá Obama las noticias? ¿Cuándo aplicará un realismo “nuevo” a la política EE.UU.-Cuba, abandonará el medio siglo de búsqueda de derrocar al gobierno de Cuba, y restaurar las relaciones diplomáticas y comerciales con la Isla? El resto del mundo ha abandonado la Guerra Fría. Pero no fue realmente la Guerra Fría o la involucración soviética con la isla lo que primero dio a Washington un golpe en las tripas. La desobediencia de Cuba, su ausencia de veneración por la supremacía de EE.UU. en la región, su rechazo a la Doctrina Monroe y el Corolario de Roosevelt, y la expropiación por parte de Castro de las propiedades corporativas norteamericanas hicieron de La Habana un blanco cuya insolencia continúa molestando a la élite de Washington.
Pero ellos han coexistido antes con inconveniencias.
Los filmes de Saul Landau Fidel y Por favor, que el verdadero terrorista se ponga de pie pueden obtenerse en DVD por medio de cinemalibrestudio.com. Landau es miembro del Instituto para Estudios de Políticas.