domingo, 8 de febrero de 2015

DISCURSO DE PRESENTACIÓN DE LIBRO DE JORGE GIORDANI EN PTO. LA CRUZ

ELIGIO DAMAS Puerto La Cruz, lunes 2 de febrero de 2015 Como se trata de discrepar y discrepantes, empezaré por saludar en primer término al público asistente que aquí se halla para escuchar y saludar al Dr. Jorge Giordani. Quienes de repente, por discrepantes están aquí, y no en otro lado. En segundo lugar a quien es el centro de atención, el autor del libro que presentaremos, “Encuentros y desencuentros en una construcción bolivariana”. Por último, a quien este lugar de nombramiento no resta importancia, por lo menos en mí, mi excelente amigo Luis García, el culpable que yo esté esta tarde hablando en este acto. Esta es la segunda vez que Luis me mete en un enredo, porque hablar sobre la obra y pensamiento de un hombre de la talla de Jorge Giordani, siendo yo apenas un docente de secundaria, lo es en tono mayor. La primera fue tomar una novela mía, sin mi consentimiento para ese fin específico, inscribirla en un concurso nacional que terminé ganándome sin saber siquiera que concursaba. Esta es la segunda vez que presento un libro en circunstancias tan azarosas y como parecidas, pues no era yo en quien se había pensado en un principio. La primera vez fue en el bautizo que se hizo hace unos cuantos años atrás del libro de mi gran amigo y compañero Moisés Moleiro: “La izquierda y su proceso”. Estaba en el acto porque debía estar como un oyente más. La persona escogida para hacer el discurso de presentación, un periodista barcelonés, residenciado en Caracas, entonces muy de moda, creyó muy conveniente, tratándose de Moleiro, no presentarse para no rayarse. Pues para esa época Moleiro rayaba. Llegada la hora, explicado a Moleiro el inconveniente, el ronco, como le llamábamos, decidió designarme a mí para que cumpliese aquella formalidad; afortunadamente, no hacía mucho había leído ese libro, el cual conservo con la firma y unas generosas palabras de mi querido e inolvidable amigo. Poco acostumbro escribir para hacer un discurso. Me pasé la vida haciéndolos en cualquier parte y luego por años duros de contar en aulas de clase. Mi seguridad funciona al revés de lo habitual, me siento mejor cuando le doy rienda suelta a la improvisación, porque soy un sempiterno improvisador. ¡Y cómo me gusta! ¡Cuánto me divierte! Pero este reto me obliga a ser preciso; decir exactamente lo que quiero y evitarme caer en posiciones que no asumo, no comparto, por licencias habituales de la oralidad. En veces, cuando uno improvisa, sobre todo a esta altura de la vida, corre el riesgo de decir lo que otro dice y piensa en verdad; o que pongan en boca de uno palabras no pronunciadas. En muchas circunstancias eso podría no importar; son vainas de loco y se acabó. Pero en este caso intento ser estricto. Además, en todo caso, cuando escribo, no hago más que hacerle un discurso al ordenador, con la ventaja que puedo revisar. ¿Por qué estoy aquí? Un político en desuso. Generalmente ignorado. Encerrado en una biblioteca estrecha de quien sus opiniones no interesan. Soñador, escritor de cuentos, novelas, ensayos y crónicas. Contumaz discrepante, pero eso sí, orgulloso poder decir, también como José Saramago, citado por Jorge Giordani en un trabajo muy leído, “mientras más viejo más libre y mientras más libre”, esto lo agrego yo, más dispuesto a decir lo que auténticamente me dicte mi conciencia. Si Giordani fuese ministro, sin importar lo que este libro diga, no sería yo quien estuviese aquí. Estoy aquí porque “soy libre”. Tan libre que no tengo compromiso ni con el Dr. Giordani; posiblemente hubiese tenido el libro a mano, me lo hubiesen enviado antes de concurrir aquí, lo hubiese leído todo con suficiente atención quizás para encontrar allí todo aquello de lo cual pudiera diferir del mismo y poder decirlo aquí y mostrar hasta dónde llega mi independencia. Pero también estoy en este sitio y en lo que ahora hago, porque comparto lo que dice el exministro Héctor Navarro, en el prólogo del libro, el cual si me mandaron con tiempo, que Giordani “no oculta su compromiso con el socialismo”. He podido comprobar en varios de los trabajos que el autor cuyo libro ahora presentamos, como “Testimonio y responsabilidad ante la historia”, cree necesario y posible la hazaña de “asaltar el cielo”, cambiar la sociedad capitalista por una socialista. Aunque lo de “asaltar”, que lo digo yo, no Navarro ni Giordani, parece mi visión, un discurso ortodoxo y asimilable, hablando de la cultura capitalista, a lo de asaltar un enorme banco para acumular de un solo coñazo. ¡Pero los bancos se vengan y buscan recuperar lo suyo y la policía está para eso y con inusitada eficiencia! Pero se habló de asaltar al cielo y por allí se fueron por detrás los sueños de muchos y hasta la vida misma. Podrá haber algo todavía más trascendente, pues según el mismo Héctor Navarro, en este libro, Giordani “deja constancia de ello en las referencias y recomendaciones para la construcción de los caminos en la transición venezolana al socialismo, sin limitarse a los conceptos, a la teoría, sino asumiendo propuestas para la práctica de esa transición”. Quiero llamar la atención a los amigos que están aquí congregados sobre las frases “construyendo caminos en la transición” y “asumiendo propuestas para la práctica de esa transición”. Quiero hacerlo, porque se hace necesario insistir en ese concepto de transición, por lo menos para dejar la idea que en realidad, por ahora, sólo intentamos construir esos caminos. Porque, para recordar a mi viejo amigo y compañero del MIR, profesor Vladimir Acosta, para nosotros simplemente “El chivo Acosta”, por ese caminar “escorao”, como quien va a embestir, hoy como en invernadero, pero seguro pensando y escribiendo algo trascendente, lo de construir el socialismo no es tan fácil y expedito como eso de fundar una arepera, con capital del Estado y ponerle “Arepera socialista”. Por las frases de Héctor Navarro, al margen de lo que uno piensa, que de paso y con toda la razón, no le interesa a muchos, el asunto es más complicado y dificultoso, más exigente que lo que creíamos cuando andábamos por los años juveniles. Aunque muchos de nuestra edad, que todavía siguen anclados en aquella utópica posibilidad de derrumbar la vieja sociedad y la construcción de una nueva sociedad en una noche de decretos y euforia. Los mismos que leyeron y releyeron decenas de veces “Los diez días que estremecieron el mundo” del norteamericano Jhon Reed (El Rojo), que es una crónica sobre la revolución bolchevique de 1917, porque creyeron encontrar allí las respuestas al “qué hacer”, para preguntarnos como Lenin. El hecho que el Dr. Giordani u otro experto como él, habiendo pasado por la experiencia venezolana y estado en el puente de mando, al lado de Chávez, en los últimos 15 años, haya escrito sobre sus experiencias y “deje constancia de las referencias y recomendaciones para la construcción de los caminos a la transición venezolana al socialismo”, constituye un aporte excelente, al margen de lo que podamos encontrar discrepante en ese libro u otros documentos suyos o nos parezcan inoportunas sus denuncias u opiniones que le distancian del actual equipo de gobierno. Justamente, también por esto estoy aquí. Porque debo contribuir a que todo lo concerniente al proceso revolucionario se ventile; en revolución no hay ni debe haber tabúes. Todas las opiniones, empezando por aquellas que no compartimos, que podrían ser las acertadas y no las nuestras o complementarias de éstas, son válidas. La discrepancia forma parte inevitable y necesaria del movimiento de la vida; si ocultamos las diferencias sucumbimos. No se trata de un simple cumplimiento constitucional de permitir la libre expresión de las ideas, sino de algo como el respirar de los seres vivos. No estoy aquí por estar de acuerdo o no con lo que expone el Dr, Giordani en este libro ni en otros documentos, ni por sus ejecutorias en el gobierno, de lo que podría manifestar mi “desencuentro”, para decirlo con una palabra suya, sino por contribuir, como ya dije, a abrirle cauce aguas abajo a la discusión. Fotografía cortesía del Dr. Steve Ellner También estoy aquí, por esa bella disposición venezolana de reconocer los méritos de la gente, no estar dispuesto a tirar por la borda – es un lugar común es cierto, pero que se aviene con nuestra condición de costeño y caribeño – la contribución del Dr. Giordani al proceso revolucionario y evolución del pensamiento venezolanos. Nos llena de satisfacción hacer esto y sobre todo sé que así ayudamos que se abra la discusión “para construirle caminos a la transición venezolana al socialismo”, como dijese Navarro. No hubiese hecho falta mi contribución y presencia si Giordani fuese ministro. Aparte que un soñador como el suscrito, que ha dicho lo que ha dicho hasta aquí, a nadie cuerdo se le hubiese ocurrido invitarle a hablar en este acto. Además, sobrarían y hasta se pelearían entre ellos, los deseosos de estar donde ahora estoy, si Giordani fuese todavía ministro. El Dr. Giordani publicó en la página aporrea, la misma en la cual escribo casi diariamente, un largo artículo titulado “Testimonio y responsabilidad ante la historia”, el cual fue leído en abundancia. En ese documento, posiblemente lleno de lo que él llama, para mí como poéticamente, al titular su libro, “Encuentros y desencuentros en una construcción bolivariana”, recientemente editado por Vadell, Hermanos, hace una ligera referencia a sus relaciones con el comandante Chávez; dice el Dr. Giordani, “desde 1993, cárcel de Yare, nos tocó un intenso vínculo de carácter ideológico, personal y programático, reconociendo siempre en él sus dotes de conductor de pueblos”. No obstante lo dicho anteriormente, no deja de reconocer que entre ambos hubo diferencias, justamente porque como dijimos antes, estas son inevitables y agrega “con posiciones desde las cuales pudimos compartir un trato de permanente respeto, teniendo en cuenta las diferencias entre los dos modos de percibir la existencia humana, y la forma como debía o podía construirse un cambio social y radical en Venezuela”. ¿Cuánto quisiera ahora saber de esas diferencias en detalle para cubrir mis brechas y fortalecer mis trincheras? Ocultar eso tan vital para los venezolanos, sobre todo en el bando revolucionario, sería muy malo y negativo. Precisamente para contribuir humildemente que eso no ocurra estamos aquí. También es bueno saber que siendo Giordani un discrepante, lo que explica en veces su cara de pocos amigos, bravo o triste, en aquellas reuniones públicas que Chávez llamaba de gabinete, el compañero Hugo Chávez, le toleraba y le tenía a su lado. Sabía bien que lo de discrepar del “jefe” y ante él, es sinónimo de consecuencia y lealtad al proceso revolucionario, honradez y hasta valentía. Lo del presidente significaba talento para comprender la necesidad y utilidad de todo aquello. Ha señalado Giordani que, entre 2002 y 2007 hubo, según sus palabras citadas textualmente “una severa diferencia de concepto y comprensión de un grave problema que se venía confrontando”. ¿Quién no estaría interesado en conocer ese asunto en detalles? ¿Acaso no hace falta saber sobre esos desencuentros? Es evidente que el proceso bolivariano enfrenta grandes dificultades. El mismo Giordani reconoce que siendo él figura importante en el diseño de las políticas económicas venezolanas bajo el mandato del presidente Chávez, hubo que abordar de manera audaz, según sus palabras, que ante “El desafío del 7-10-12, elección de Chávez y elecciones del 16-12 del mismo año”, significó que la superación de esas metas se “consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó al acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sustentabilidad de la transformación económica y social”. Lo anteriormente dicho por Giordani, quien en ningún momento escurre el bulto ni elude sus responsabilidad ante lo que menciona, y tomando en cuenta sus propuestas para superar aquella situación, uno se siente más interesado en seguir conociendo detalles para mejor ayudar a construir esos caminos, expresión por cierto, muy a la manera del gran poeta español Antonio Machado. Y expone Giordani, a su juicio, de lo que debería hacerse, lo que al margen que uno lo comparta o no, ya es un aporte sustancial a nuestra causa. Hace mención el autor a cambios en la conducta gubernamental en la presidencia de Maduro y hasta cuando el presidente Chávez se batía por la vida. Sus opiniones, muy respetables, que hablan incluso de un como “desencuentro” con la dirección de Planificación y Vicepresidencia que ejercía, ante las cuales uno no tiene opinión porque habría que escuchar “las dos campanas”, no dejan de ser importantes y dignas de conocer. Quizás pueda ser válido decir, como dicen muchos; que Giordani se hizo portavoz de un discurso que habla de fallas, deficiencias y hasta excesos en los cuales tuvo responsabilidad en un momento crucial de la vida nacional, cuando el proceso bolivariano se enfrentaba aparte de esos problemas a una derecha que le acosaba sin darle cuartel. Es posible que haya algo de certeza en eso. Pero también es verdad que, desde mucho tiempo atrás, cuando el propio Giordani era figura descollante del gobierno, sin mayores dificultades en el ámbito de la economía, cuando el barril de petróleo había roto la barrera de los 100 dólares, pero la derecha no dejaba de acosar y las elecciones se sucedían unas a otras, nunca ha habido el momento para que los revolucionarios podamos ventilar de manera necesaria y pertinente nuestras diferencias. Esos avatares siempre aparecen como una barrera para contener la discusión. Por todo esto estoy aquí, porque quiero, como gritaba Chávez, “que hasta las piedras hablen” y porque puedo estar hoy aquí diciendo esto y en otro sitio reclamando lo mismo, el derecho a discrepar y la necesidad que nos abramos a la discusión, porque quien represa indebidamente el río, lo desafía a encontrar cauce. Luis Brito García, un hombre muy discreto, declaró de manera vehemente, lo que no dejará de incomodar, que “para ganar la guerra económica hay que saber quién es el enemigo”. Lo que significa preguntarse como Rómulo Gallegos en “Doña Bárbara”, estando Santos Luzardo a bordo de la barcaza que se proponía atravesar el río Arauca para llevarle al hato “Altamira: ¿Con quién vamos?. Por eso mismo, Luis Brito, reclama se divulgue la lista de empresas que estafaron al Estado, asunto ante el cual el gobierno ha sido como excesivamente cauteloso, mientras el pueblo quiere saber ¿con quién vamos? Estoy aquí, hablando en la presentación de un libro de un hombre que por sus opiniones no abandona el campo revolucionario, pese que haya tocado una tecla indebida, fuera de tono o “en el momento menos oportuno”, según el juicio ya habitual y porque por lo que creemos saber, su libro es un aporte necesario hasta para quienes de él podamos discrepar. Hasta el propio presidente Maduro, días atrás informó que lo estaba leyendo y nos recomendó lo hiciésemos también, También estoy porque mi condición de discrepante que lo es ante Giordani mismo, lo fue ante el propio Chávez, se caracteriza por un enorme abanico o panoplia de asuntos que van desde el manejo de los asuntos económicos, diplomáticos, comunicacionales, la carga del discurso y en veces su no coherencia con los hechos, hasta la manera de concebir al partido y siendo así, no puedo negarle al personaje su derecho a discrepar. Oigamos, leamos al Dr. Giordani, para enterarnos de lo que piensa, recomienda, tener razones hasta para discrepar de él y discutir, la mejor manera de abrir caminos. “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”, cantó Antonio Machado. -- Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 2/03/2015 09:17:00 a. m.

GOLPE DE DERECHA SE LLEVARÍA EN LOS CACHOS A GENTE DE MUD ¿POR QUÉ?

ELIGIO DAMAS El presidente ha denunciado de manera reiterada, en estos últimos días, los planes de golpe de Estado contra su gobierno, el proceso bolivariano y el país todo. Lo de “contra el país todo”, lo decimos nosotros, porque de darse sería en demasía cruento y siéndolo, no dejaría, como solemos decir los venezolanos “títere con gorra”. O dicho en lenguaje menos coloquial y más comprensible, a larga la acción represiva que desataría afectaría hasta entre quienes en un principio pudieran apoyarles o desde ahora estarían estimulando y deseándolo. Dentro de la MUD misma habrá gente a quienes se llevarían en los cachos. Como dijese mi excelente amigo y compañero de la juventud, Rómulo Henríquez, un talentoso y experto venezolano como olvidado, pese su consecuencia con la revolución y el proceso bolivariano, para que hablemos de golpe de Estado, los insurreccionados contra el orden tendrían que asumir el poder; de lo contrario, sólo podría hablarse de insurrección o simplemente alzamiento. Incluimos el comentario anterior, porque todavía sigo creyendo que es muy cuesta arriba que en Venezuela, por lo menos por ahora, partiendo de los elementos que uno maneja, se produzca un golpe de Estado; lo que no niega que pueda producirse alguna insurrección que vaya mucho más allá de las guarimbas y las acciones “vanguardistas” o mejor extremistas de elementos entre los cuales aparecen entremezclados los paramilitares. De ese carácter serían los que ahora acaba de denunciar Diosdado. Pero el presidente Maduro, haciendo uso de la información que le fue suministrada de las afirmaciones del vicepresidente gringo Joe Biden, según las cuales saldría del poder en breve, lo que no pareciera ser por vía constitucional alguna, unido a las recientes declaraciones de uno de los jefes de la “inteligencia” o espionaje de EEUU Vincent Stewart, acerca de los acontecimientos violentos que precederían a las próximas elecciones parlamentarias, concluye que se estaría promoviendo una insurrección cívico militar, “vanguardista” de la derecha en Venezuela. Por supuesto, por los antecedentes, la intensidad de la guerra económica desatada por la oposición con la ayuda de EEUU, que no es mentira, y sumado el hecho real que el gobierno no ha podido contrarrestarla por sus persistentes fallas a la hora de implementar políticas económicas y financieras, es fácil concluir que los opuestos al gobierno manejan, con igual pertinencia, la alternativa electoral y la del golpe. Las dificultades en el orden económico, que sin duda generan incomodidad en la población, piensa la oposición, si se unen a un estado de violencia, incertidumbre, exponencial inseguridad y temor, puede ayudarles, a ganar esas elecciones y hasta promover una acción insurreccional que atraiga la participación militar en la abundancia necesaria para tumbar al gobierno. Sin dejar de lado que sueñan con una intervención gringa, alternativa que EEUU sugiere o promete dadas las condiciones. Ese es el juego opositor y al que le apuesta EEUU, tanto que Vincent Stewart lo anunció en el congreso de su país, lo que de paso es la orden a sus servidores internos y lo que Joe Biden anda divulgando en los círculos diplomáticos. Por eso dijo, sin rubor, a los gobernantes caribeños, recientemente en la capital de Estados Unidos, que Petro-Caribe también desaparecería. Anuncio por demás torpe, porque a cambio de ello, sólo ofreció consejos acerca de cómo tendrían que hacer para recuperarse ante la desaparición del acuerdo energético del cual se benefician y ha promovido Venezuela. Porque un golpe de Estado en Venezuela, entendiendo como tal que se produzca un alzamiento o insurrección exitosa, tanto como que los alzados asuman el poder, supuesto negado, por el apoyo contundente del pueblo, el enorme movimiento popular combativo, las milicias armadas y la fuerza armada nacional al orden constitucional y el movimiento bolivariano, terminaría siendo por demás cruento y doloroso. El mismo hecho que el proceso venezolano goza de ese respaldo, porque empieza por la aceptación de lo dispuesto en la constitución vigente, hecha por el pueblo mismo, provocaría una fuerte resistencia a cualquier alzamiento que de resultar exitoso terminaría por destruir a sangre y fuego todo vestigio de resistencia. Pero todavía así, habría que borrar de la mente de los venezolanos, chavistas o no, inteligentes, despiertos y sobre todo aquellos sacados de la exclusión y enseñados que son sujetos de derechos de diferente naturaleza, todo lo que aprendieron en este largo y profundo proceso histórico. ¿Cómo imponer en Venezuela el programa o receta del FMI, que ahora mismo el pueblo europeo rechaza, como lo rechazamos los venezolanos con aquel alzamiento conocido como el Caracazo? ¿Acaso los golpistas principales, los jefes, no han evaluado las dificultades que significarían para ellos, asidos ilegalmente del poder, esa enorme multitud, grande cuantitativa y cualitativamente en actitud de resistencia? ¿Acaso no han medido lo incómodo que serían para ellos hasta los mismos ahora opositores, que quisieran salir de Maduro como quisieron salir de Chávez, pero no dispuestos a prestarse para sus programas económicos para agredir al pueblo, permitir la fácil acumulación de los capitalistas, entregarse indecentemente a los gringos y la aplicación de medidas que contravienen todo principio democrático? La crueldad del gobierno de Pinochet, que se desbordó en torturar, asesinar, atropellar, expulsar de su país a miles de ciudadanos y hasta quitarle la vida a quienes inicialmente le apoyaron como Eduardo Frei Montalva, entonces presidente de la Democracia Cristiana chilena, colaborador de primer orden en el golpe, tuvo como objeto borrar de la mente de los chilenos lo que habían aprendido y asumido como aspiración lógica durante el gobierno de Allende. Había que volver los chilenos a la etapa anterior, cuando se creían sin derecho alguno y sin motivos para reclamar aunque fuese contra su hambruna y menos soñar que podían y debían ejercer el poder. Fue tanto ese cruel e ilegal proceder de Pinochet, caracterizado por matanzas colectivas, el terror y la represión indiscriminada, que de ello fueron víctimas quienes antes apoyaron el golpe contra Allende. Como hemos dicho en otro trabajo, el breve gobierno de Carmona Estanga, no por ello, dejó de mostrar sus propósitos encubiertos. Carmona, en su célebre decreto, sólo abrió la posibilidad de elegir nuevo presidente un año después; pues según él mismo, si procedían de inmediato a convocar elecciones volverían a ganar los chavistas. Entonces, había que darle chance a la represión, la crueldad de toda naturaleza, para borrar de la mente de los venezolanos lo que el proceso de cambio y el presidente Chávez habían sembrado. Eso lo mostraron en breve tiempo. Recordemos como en pocas horas humillaron, persiguieron, detuvieron, asesinaron gentes en las calles, allanaron la embajada cubana y hasta quisieron hacer olvidar a Bolívar. -- Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 2/06/2015 06:02:00 a. m.

LA CONSTITUCION DEL 40 (1)

La Constitución del 40 (I) Aumentar textoDisminuir textoImprimir texto Ciro Bianchi RossCiro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu 7 de Febrero del 2015 20:49:34 CDT A partir de 1933 el militarismo se convirtió en un factor de peso en la vida política cubana. Nunca había sido así con anterioridad, pese a que el Ejército desempeñó siempre un papel represivo y, como norma, ejerció la coacción y la violencia durante las campañas comiciales. El coronel Fulgencio Batista, como jefe del Ejército, llenó de beneficios a la tropa. Otorgó un papel decisivo al cuadro de oficiales, instituyó un privilegiado sistema de salarios tanto para los oficiales como para los simples alistados, con asignaciones y sobresueldos. Incrementó a más de 14 000 el número de miembros de las Fuerzas Armadas, con lo que hubo un militar por cada 285 habitantes. Se creó, por otra parte, el cuerpo de la Policía Nacional. Se garantizó a los militares seguridad social, hospitales y clínicas especiales, balnearios, viviendas, cajas de auxilio. El campamento de Columbia se transformó en Ciudad Militar y se acometió la construcción de una red de cuarteles o se transformaron o modernizaron los existentes. Ya en 1936, las asignaciones otorgadas a la Secretaría de Defensa sobrepasaban el 25 por ciento del total del presupuesto de la nación. Había sido de un 14 por ciento en 1925. Con ascensos, traslados y licenciamientos controlados por Batista, el Ejército se convirtió en la fuerza más cohesionada en el escenario político cubano. Había, por supuesto, oposición interna. En el Congreso incluso se creó el Bloque Democrático a raíz de la destitución del presidente Miguel Mariano Gómez. Pero Batista, dicen los investigadores, se enfrentaba a una situación internacional más compleja que la de la oposición interna. Repercutía en Cuba la lucha contra el fascismo y el nazismo, sus relaciones eran excelentes con Washington y el momento no era propicio para gobernar apoyado en un partido militar. Además, quería Batista proyectarse como estadista y todo esto lo hizo comprender que debía reorientar sus aspiraciones políticas. Fue así que en 1937 lanzó el llamado Plan Trienal, con una amplia gama de medidas encaminadas al mejoramiento de la población campesina. Lo elaboró con poca o ninguna intervención de las instituciones civiles del Estado, presidido entonces por Federico Laredo Brú. Ese Plan no duró mucho; fue abandonado en menos de un año. Aun así dejó algunas ganancias, como la Ley de Coordinación Azucarera y ciertas medidas ventajosas en educación, sanidad y beneficencia, impulsadas por el Consejo Corporativo. El mensajero de la prosperidad Las relaciones de Batista con los norteamericanos eran inmejorables en aquellos años. En 1938 fue invitado a Washington por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos. El presidente Roosevelt lo recibió en la Casa Blanca; asistió a la ceremonia por el Día de los Veteranos en el cementerio de Arlington y en la academia militar de West Point se le trató en consonancia con su alta jerarquía militar como jefe del Ejército cubano. En Nueva York el Alcalde lo atendió por todo lo alto. Hizo contacto Batista en Estados Unidos con la banca y las grandes empresas, y firmó numerosos acuerdos que redundarían en el bienestar económico de la Isla. Regresó a Cuba, y sus seguidores le apodaron El Mensajero de la Prosperidad. Por esa misma época viajó a México con una invitación de Lázaro Cárdenas, quien quería, se decía, resquebrajar la alianza de Batista con los norteamericanos y sumarlo a su política antiyanqui. En ese país, donde se le exaltó como un líder continental, el militar cubano se comprometió, se dijo, con el presidente Cárdenas y con Lombardo Toledano, a legalizar en Cuba el Partido Comunista y facilitarle el control del movimiento sindical. Asimismo, autorizaría a esa organización política a fundar un periódico y una emisora radial. Con todo, el país no se estabilizó ni en lo político ni en lo económico, aunque se tomaron medidas para atenuar el descontento. Se autorizó la organización del Partido Unión Revolucionaria, copado y controlado ya por los comunistas. Se declaró una amplia amnistía política. Se concedió la autonomía universitaria. Se reorganizó la educación. Y se ensancharon las posibilidades de trabajo para el cubano, con la expulsión de jamaicanos y haitianos. Constituyente primero, elecciones después Quería la oposición más de lo que ha conseguido. Insistía en la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Batista también la quería, pero deseaba que primero se celebraran elecciones. Se ha empeñado el Coronel en llegar al poder por la vía electoral; reprimió por la fuerza a sus adversarios, pero reclamó una legitimidad política en las urnas. Quería la aprobación popular. La oposición no cedía. Sus adversarios reclamaban Constituyente primero y elecciones después, y lo consiguieron en las negociaciones que encabezó Laredo Brú, presidente de la República. No todos los sectores estaban de acuerdo con que se promulgara una nueva Constitución. Mariano Aramburo, desde las páginas del Diario de la Marina, decía que los descalabros que conoció el país desde la instauración de la República no se debían tanto a la Constitución de 1901 como <>. Puntualiza Aramburo: <>. Sin embargo, proseguía Aramburo, intereses de partido tiñeron el movimiento insurgente de un radicalismo reformador y empezó a hablarse de cambio de régimen, concepto que la mayor parte de los sublevados asoció solo con la defenestración de Machado y no con un cambio constitucional. El resultado fue la convocatoria a una Asamblea de la que saldría <>. Por eso, en opinión de Aramburo, <>. Triunfa la oposición El 15 de noviembre de 1939 se celebraron las elecciones para la Asamblea Constituyente. Triunfaba la oposición. De 76 actas, 35 correspondían al Gobierno; 41 a sus contrarios. 73 hombres y tres mujeres. Ramón Grau San Martín, quien ha sido electo por las cinco provincias que lo nominaron, fue exaltado merecidamente a la Presidencia de la Asamblea, que inauguró sus sesiones el 7 de febrero de 1940, hace ahora 75 años Ocho partidos políticos estaban representados en la Convención. El Auténtico, con 18 delegados, fue el de más nutrida presencia. Le siguieron los liberales, con 15 asientos, y los nacionalistas con nueve. Seis delegados conformaron la bancada comunista, mientras que Acción Republicana y el ABC se hicieron presentes con cuatro delgados cada uno. Tres fueron los conjuntistas, esto era, representantes del Conjunto Nacional Democrático, en tanto que el Partido Realista concurrió con un solo delegado, José Maceo González. Por los auténticos, aparte de Grau, estuvieron, entre otros, Eduardo Chibás, Emilio <> Ochoa, Miguel Suárez Fernández, Alicia Hernández de la Barca, María Esther Villoch, Eusebio Mujal y Carlos Prío, que despuntará como un político brillante por su hábil y acertada actuación. Por los liberales asistieron José Manuel Cortina, Rafael Guas Inclán, Alfredo Hornedo, Emilio Núñez Portuondo, Orestes Ferrara... Los comunistas se hicieron representar por Juan Marinello, Blas Roca, Salvador García Agüero, Romárico Cordero, Esperanza Sánchez Mastrapa y César Vilar... Jorge Mañach, Francisco Ichaso y Joaquín Martínez Sáenz figuraron entre los abecedarios. Hubo también demócratas y republicanos, como Pelayo Cuervo y Santiago Rey. Gente de todas las tendencias políticas, animados en su labor por el criterio memorable de José Manuel Cortina en uno de los discursos de la sesión inaugural de la Asamblea. Dijo Cortina entonces: <<¡Los Partidos fuera! ¡La Patria dentro!>>. Fue ese el espíritu que animó a los constituyentes. El constituyente de mayor edad fue el abogado santiaguero Antonio Bravo Correoso, de la bancada Demócrata-Republicana. Correoso había sido delegado a la Convención Constituyente de 1901. Se opuso entonces a la Enmienda Platt, pero no se hizo presente en la Asamblea el día de la votación decisiva. El último sobreviviente de aquellos 76 delegados fue el holguinero <> Ochoa. Con posterioridad a la Constituyente resultó electo senador. Estuvo entre los fundadores del Partido Ortodoxo, que llegaría a presidir. Fue detenido 32 veces a lo largo de su vida política. Salió de Cuba en 1960. Murió en 2007 al filo de los cien años, en Miami, donde se ganó la vida como taxista y mensajero. Habría de todo en aquella asamblea que dotó al país de la Constitución de 1940. Oratoria brillante, retórica, acerados duelos verbales, anécdotas de todo tipo, fallecimientos, renuncias y, por no dejar de haber, hubo asimismo pérdida de tiempo en discusiones inútiles acerca del reglamento. Y hasta un atentado que puso a Ferrara al borde de la muerte, recuerda, en sus Crónicas de la República, la profesora Uva de Aragón, de quien el escribidor toma, de manera casi textual, referencias para esta página. El pacto Batista-Menocal Preocupaba a algunos sectores de la opinión pública la extensión desmedida del texto constitucional que se elaboraba. De nuevo salía Mariano Aramburo a la palestra: <>. Pronto sobrevendría la crisis. Grau, pese a su filiación con el movimiento revolucionario del 33, asumió desde el comienzo una posición firme para evitar las luchas internas. Pero el líder del autenticismo no dominaba la técnica parlamentaria y había constantes desórdenes que amenazaban con convertir la reunión en un caos. Por otra parte, Batista, deseoso de asegurarse la Presidencia en los siguientes comicios, ofreció a los menocalistas la vicepresidencia de la República, la alcaldía de La Habana, tres gobiernos provinciales y 12 senadurías. Los menocalistas pasaron a militar dentro de las filas del Gobierno porque, dijo el viejo Menocal a sus partidarios que juzgaban demasiado fuerte el brebaje pactista, <>. No pudo el viejo caudillo, sin embargo, convencerlos a todos. Fue un golpe muy duro de asimilar para Miguel Coyula, otro de los delegados de la Convención. La fidelidad a su jefe y amigo chocaban con principios que lo obligaban a rechazar públicamente la alianza con un hombre que ya había anticipado su calaña. No encontró Coyula otra salida, una vez finalizada la Asamblea, que la de renunciar a los puestos superiores que ocupaba en las filas del menocalismo y retirarse de la vida política; todo menos enfrentarse a Menocal, cuyo duelo despediría poco después con la voz ahogada por la emoción. De cualquier manera, el pacto Batista-Menocal alteró la composición de la Asamblea. Perdía la oposición la mayoría, y Grau se veía forzado a renunciar a su presidencia. La ocupa entonces Carlos Márquez Sterling. (Continuará) Fuentes: Textos de Uva de Aragón, Mariano Aramburo, Mario Coyula y Mario Riera.

sábado, 7 de febrero de 2015

GERARDO ABREU FONTAN

Gerardo Abreu Gerardo Abreu Fontán Información sobre la plantilla Gerardo Abreu Fontan1.jpg Nombre Gerardo Abreu Fontán Nacimiento 24 de septiembre de 1932 Santa Clara, Villa Clara, Bandera de Cuba Cuba Fallecimiento 6 de febrero de 1958 La Habana, Bandera de Cuba Cuba Conocido por Fontán Gerardo Abreu Fontán. Destacado revolucionario miembro del Movimiento 26 de Julio. Dirigió las Brigadas Juveniles del Movimiento 26 de Julio hasta que fue apresado, brutalmente torturado y asesinado. Contenido [ocultar] 1 Síntesis biográfica 1.1 Primeros años 1.2 Trayectoria revolucionaria 1.3 Muerte 2 Fuentes Síntesis biográfica Primeros años Nace en la ciudad de Santa Clara, Villa Clara, el 24 de septiembre de 1932, procedente de un hogar muy humilde, apenas tiene oportunidad de estudiar, y desde muy joven tuvo que trabajar para ayudar al sustento de los suyos. En busca de mejores oportunidades de empleo, a los 11 años se traslada hacia La Habana con su familia y aunque esta regresa poco después a Santa Clara, él continua en la capital. Allí desempeña duros oficios, es además aprendiz de carpintero, trabaja en una imprenta y durante una corta estancia en su ciudad natal se emplea como peón en el mercado. A pesar de sus precarias condiciones de vida busca tiempo para manifestar sus dotes artísticas y llega a obtener éxito como declamador de poesías afrocubanas. Pero alrededor de aquel hombre impera la justicia, la desigualdad y el abuso. Él mismo sufre una doble discriminación, por su condición de trabajador humilde y por ser negro. Todo ello fue forjando la rebeldía de Gerardo y lo condujo a ingresar en el Partido Ortodoxo. Trayectoria revolucionaria Al producirse el cuartelazo del 10 de marzo, se entrega al combate frente al tirano. Un año más tarde, la Generación del Centenario asalta el Moncada. Una hola de simpatía popular se alzó a favor de aquel contingente heroico y contribuyó decisivamente a abrirle las puertas de la prisión, mediante una amnistía. Por esa fecha regresa a Cuba, procedente del exilio, Ñico López quien había participado en el asalto al cuartel de Bayamo. Por orientación de Fidel, se dio a la tarea de organizar las brigadas nacionales del 26 de julio, en la capital. En esa tarea colaboró activamente Gerardo Abreu Fontán. Sus primeras responsabilidades estuvieron relacionadas con la labor de propaganda. Ñico López le orienta convertir la ciudad de La Habana en un verdadero mural de denuncia contra la tiranía y ¨Fontán¨ logra que cada amanecer aparescan en las calles grandes letreros con consignas revolucionarias. Rasgos sobresalientes de la personalidad de Gerardo eran su disciplina, su sentido unitario y su disposición a colaborar con otras fuerzas que se oponían a la dictadura, fundamentalmente con el Partido Socialista Popular. También se caracterizaba por su honradez, su inteligencia natural, y su valentía, que le permitió salir airoso de situaciones muy difíciles. Profundamente humano, se preocupa porque en las acciones insurrecciónales no cayeran víctimas inocentes. Afirmaba que él no quería morir, pero añadía que si exponía su vida era precisamente por vivir. Por esa época pertenece a el Partido Ortodoxo y dentro de sus filas realizó una ardua labor llegándose a convertir en un prestigioso dirigente de base. Después del Moncada estrecha contactos con algunos de los participantes en aquella acción. Es uno de los fundadores del Movimiento 26 de Julio y forma parte de su Dirección Nacional. Organiza, junto a Ñico López, las brigadas, que eran las tropas de choque del Movimiento en el llano. Fontán recluta militantes, recauda fondos, contribuye a la preparación de la insurrección armada y realiza otras múltiples tareas que ocuparon su atención por espacio de meses de difícil y tenso trabajo. Cuando Ñico Lopez parte hacia México para enrolarse en la expedición del Granma, Fontán asume la dirección de las brigadas del 26 de julio en La Habana. Desplega una actividad tan intensa que atrae sobre sí la atención de la tiranía, que empieza a perseguirlo tenazmente. Una de las acciones organizadas por Fontán, que tiene mayor repercusión en la capital, es la colocación de más de 100 bombas en una noche. Luego del desembarco del Granma sus actividades se multiplican, realizando diversas y riesgosas acciones. Las fuerzas represivas perseguen a Fontán constantemente. En la más absoluta clandestinidad actua desde el desembarco del Granma hasta su muerte. En ese período cuando crece el odio de los sicarios del régimen contra el infatigable combatiente, él se gana la admiración, el respeto y el cariño de los restantes dirigentes del Movimiento y de los hombres que combatían bajo sus órdenes. Muerte El 6 de febrero de 1958, es identificado por los esbirros de Ventura y perseguido hasta la calle Santa Rosa, donde lo detuvo una perseguidora que transita casualmente por allí. Es arrestado cuando se dispone a subir a un ómnibus en la esquina de Infanta y Manglar. Conduciéndolo a la Novena Estación de Policía donde es brutalmente torturado para obtener información sobre los compañeros que integraban el Movimiento 26 de Julio en La Habana, conocidos por él y también acerca del lugar donde se ocultaban las armas. Su cadáver presentaba 15 perforaciones producidas por armas de fuego y 57 punzonazos; le habían cortado la lengua y sus órganos genitales estaban completamente destrozados, pero ni aún así pudieron doblegar al valiente revolucionario. Al día siguiente su cadáver aparece al lado del edificio del llamado palacio de los Tribunales de Justicia, en lo que es hoy la Plaza de la Revolución. Muere con 26 años y solo faltaban meses para que se concretara el triunfo de la Revolución Cubana. Pudo haber vivido y construido mucho más, la proeza de su vida y la vigencia de su ejemplo perduran por haber hecho tanto en tan poco tiempo. Sobre Gerardo Abreu Fontán, en el acto por el aniversario 50 de su asesinato, expresó Ricardo Alarcón de Quesada, miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular: “Hoy les hablo del jefe más querido, del que tanto aprendimos, quien nos sigue dando fuerza y nos guía, ahora y siempre con su modo sabio, suave y firme de dirigir. “Llegó a ser para nosotros un mito. El que no había avanzado en la enseñanza elemental, dirigió a los jóvenes y estudiantes de la capital y ninguno dudó nunca que Gerardo era el más capaz, el más sensible, el más profundo de nuestros compañeros”. Fuentes

viernes, 6 de febrero de 2015

EL GOBIERNO DE EE. UU. ROBARA A SUS CIUDADANOS PARA AYUDAR MILITARMENTE A KIEV

EE.UU. ataca a RT Guerra civil en Ucrania Armamento RTpedia Véanos en TV VK Google + Youtube Twitter Facebook Equipo de RT ImprimirP http://es.rt.com/3jrq Portada/ Actualidad/ Ron Paul: el Gobierno de EE.UU. robará a sus ciudadanos para ayudar militarmente a Kiev Publicado: 6 feb 2015 11:07 GMT | Última actualización: 6 feb 2015 11:07 GMT 856541 . RIA NOVOSTI No hay duda de que quienes paguen por la asistencia militar al Gobierno de Ucrania serán los contribuyentes estadounidenses, asegura el excongresista republicano Ron Paul. Todo sobre este tema Guerra civil en Ucrania Merkel y Hollande traen a Moscú un plan de paz en Ucrania basado en el acuerdo de Minsk Donetsk y Lugansk evacúan los residentes a través de corredores humanitarios Ron Paul: el Gobierno de EE.UU. robará a sus ciudadanos para ayudar militarmente a Kiev "El presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, que llegó al poder tras un golpe de Estado respaldado por las élites europeas y la OTAN, afirmó que no tiene dudas de que los contribuyentes de EE.UU. proporcionarán las armas letales que necesita para combatir en el sureste de Ucrania", recuerda el excongresista republicano en el sitio web de la organización Ron Paul Institute. Según Paul, el posible suministro de armamento de Washington a Kiev está dirigido a neutralizar la supuesta 'agresión rusa', pero nunca se ha tenido en cuenta la política expansionista de la OTAN, que es el principal problema del peligroso conflicto armado ucraniano. "La solicitud de suministro de armas letales pretende hacer frente a las supuestas tropas rusas que están alojadas ya en Ucrania. Sin embargo, los propagandistas de esas solicitudes todavía no han presentado ni una sola prueba que confirme esa información", recordó el excandidato a la presidencia estadounidense. "Nuestra posición [de EE.UU.] sobre la cuestión ucraniana está muy lejos de la neutralidad, que es mantenerse al margen de los asuntos internos de los demás. Nuestra posición es más parecida a la del papel de policía del mundo y aspirar al título de mayor productor de armas de todos los tiempos", concluyó Paul.

jueves, 5 de febrero de 2015

TURISMO DE SALUD EN CUBA

-------------------------------------------------------------------------------- From: froilan@cubarte.cult.cu To: santaritatunas@hotmail.com Subject: Fw: Turismo de salud Date: Tue, 3 Feb 2015 13:35:52 -0500 PUBLICADO POR : Hector Garcia Soto ESTUDIAN EMPRESARIOS NORTEAMERICANOS INVERTIR EN CUBA NO SOLO EN HOTELES PARA EL TURISMO DE PLAYA Y SOL SINO EN INSTALACIONES PARA TRATAMIENTOS MÉDICOS DE ALTA CALIDAD. Especial de TTC: Cuba puede ofrecer tratamientos médicos de gran calidad a turistas de EEUU Publicado por: Redacción TTC en Opinión Editorial, Reportes Especiales enero 31, 2015 0 201 Visitas El turismo médico es una modalidad que se ha extendido por el mundo, y también en el Caribe. Servicio TTC.- Con un deshielo a la vista en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el sector del turismo médico de Cuba podría beneficiarse ampliamente si los lazos bilaterales de esos países mantienen un ritmo de mejoría. La afirmación hecha por una publicación digital especializada en el tema, Malaysian Insider, no es gratuita porque Cuba, que es un país en desarrollo ha logrado crear un sistema de atención a la salud con una excelente atención médica combinada con costos relativamente bajos. La página digital citada tiene por qué saberlo. Malasia, su país de origen, ha sido tradicionalmente clasificado por parámetros internacionales como entre los cinco primeros destinos de turismo médico en el mundo que presentan las oportunidades más atractivas para los turistas que buscan tratarse la salud con médicos de calidad y pagando menos dinero que en sus países originales, especialmente Estados Unidos, que tiene sistemas de salud de acceso costoso. Al referirse al caso de Cuba, Malaysian Insider subrayó que “de hecho, muchos turistas americanos hacen visitas privadas a Cuba para recibir tratamiento médico, aunque no hay numerosos vuelos directos entre Estados Unidos y Cuba debido a las restricciones políticas”. Sin embargo, llamó la atención sobre el hecho de que la situación está cambiando dramáticamente y existe una mejoría entre los dos países. El artículo se inspiró en una exhibición en enero pasado denominada New York Times Travel Show, a la cual un notable número de países asistió para mostrar sus atractivos turísticos destacando entre estos los servicios médicos. Cuba, según el reportaje, mostró sus instalaciones médicas especialmente “para que los consumidores estadounidenses consideren que la proximidad geográfica de Estados Unidos y la Isla es una ventaja, si se compara a otros destinos que exigen, para llegar a ellos, tomar largos vuelos muy prolongados”. Los gobiernos de las dos naciones anunciaron el pasado 17 de diciembre su voluntad común de normalizar las relaciones bilaterales, rotas desde 1961. En el caso del turismo médico, especialistas en ambos países aseguran que Cuba, de 11 millones de habitantes, tiene un sistema de salud excelente, con instituciones que brindan tratamientos médicos específicos para los clientes más exigentes que buscan una recuperación física y mental. Excelentes programas y técnicas únicas, atraen a los visitantes, que se alojan en instalaciones médicas en las que reciben tratamiento contra enfermedades oftalmológicas, o una cura para enfermedades de la piel como el vitíligo. Los adictos a las drogas y los alcohólicos, incluso aquellos que han sido declarados “casos perdidos” pueden tener la esperanza de encontrar una cura para sus problemas en Cuba, sostienen los expertos. Según otros datos en 2009 los turistas estadounidenses ya buscaban tratamientos en otros países, entre 750.000 y un millón 200 mil solamente. El turismo médico es una modalidad que se ha extendido por el mundo, y también en el Caribe. En la región, la modalidad está en expansión desde hace algunos años. En noviembre último James Cercone, que es presidente y fundador del servicio internacional Sanigest Internacional publicó un documento en el cual se pregunta si el turismo médico caribeño es “oro para tontos”. Para desmentir la afirmación, solo citó una cifra. Se estima que existe un potencial de 60 mil millones de dólares en el mercado del turismo de salud. Y el Caribe está aún por debajo de sus posibilidades.
ELIGIO DAMAS Nota: El presente trabajo es uno de los capítulos de nuestro último libro todavía sin título. Antes he publicado otros capítulos del mismo libro y luego continuaré haciendo lo mismo. ---------------- La confesión de Carmona Estanga ya mencionada, según la cual en el “DECRETO” se optó por llamar a elecciones para año después de su “toma de posesión, por temor bien fundamentado que si de alguna manera las chavistas participaban ganarían”, revela de hecho el anuncio de la necesidad de un plan previo para borrar esa amenaza. Uno puede hasta concederle a Carmona un hálito de buena fe y aceptar que pensaba que pasado un año, atemperado los ánimos, el gobierno de “Transición Democrática”, por él presidido, llamaría a nuevas elecciones y hasta que esto se concretase. Pero si vamos al ejemplo de Pérez Jiménez, encontramos que éste hizo aquellos ofrecimientos y en efecto “los cumplió”. Pasado un tiempo usurpando el poder, después de sacar del mismo al presidente legítimo Rómulo Gallegos, Pérez Jiménez por haberlo ofrecido y presentar un rostro “respetable” a la comunidad internacional, convocó unas elecciones, con un Consejo Electoral por él controlado, con los partidos privados de actuar con libertad y pese todo perdió las elecciones y decidió anular los resultados, detener a los opositores, ahora gente de COPEI y URD, que le habían permitido un margen de decencia y hasta le apoyaron a derrocar al autor de Doña Bárbara y Canaima de la presidencia. Pero este ejemplo no es el único en América Latina, todos los dictadores y golpistas vivieron el mismo proceso, hicieron los mismos ofrecimientos y terminaron haciendo lo mismo. Por eso, el ofrecimiento de Carmona obedece al mismo instinto de conservación y oculto espíritu continuista; además de pasar por alto los planes del Departamento de Estado que, en estos asuntos son determinantes, como lo muestra la historia de América Latina y la infinidad de documentos que ahora se desclasifican en los propios EEUU. Para sus planes, Carmona y la derecha que con él llega al poder, tiene todo el apoyo mediático nacional e internacional. Ya hemos visto antes cómo reaccionó “El País” de España ante el golpe de Estado. También como los más importantes diarios chilenos se acordaron para posicionar en la mente de los chilenos la necesidad de tumbar a Salvador Allende. Para el Comité Church del Congreso de los Estados Unidos: “El Mercurio fue un canal de propaganda mayor durante 1970-1975, así como lo fue durante las elecciones de 1970 y en el período previo al cambio”. En ese informe, el mismo comité agrega: “ La CIA gastó 1.5 millones de dólares para apoyar a El Mer- curio, el diario más grande del país y el canal más impor- tante en preparar el escenario para el golpe militar del 13 de septiembre de 1973”. Basta con repasar la primera nota del Comité Church y recordar que el rol de “El Mercurio” fue más allá de apoyar el golpe militar, continuó sirviendo a los designios de la dictadura con posterioridad. Pero queda claro, no es necesario abundar más en esos detalle, que al lado de “El Mercurio”, en el mismo rol estuvieron otros medios de comunicación, sólo que “El Mercurio fue un canal de propaganda mayor durante 1970-75”, según el informe del Comité Church. El periodista francés Maurice Lemoine en un trabajo titulado “De cómo la prensa del odio inició el golpe de Estado contra Chávez”, habla de un asunto del cual los venezolanos conocemos bastante, pero citamos a él, por su condición de extranjero y con una perspectiva lejana: “Tenemos un arma mortífera que es la prensa ya hora yo tengo la oportunidad de agradecerles”, así habló el Vice- -almirante Víctor Ramírez Pérez el 11 de abril del 2002”. “Después de que Chávez llegara al poder en 1998, los cinco Principales canales privados – Venevisión, Radio Caracas Televisión (RCTV), Globovisión y CMT- y nueve de los diez principales periódicos nacionales, incluyendo a El Uni- versal, Tal Cual , El Impulso, El Nuevo País y El Mundo, ha- bían asumido el papel de los partidos políticos tradicionales. Su monopolio informativo los había colocado en una posición ventajosa. De manera que el papel de la prensa venezolana, como lo fue en Chile, no estaría sujeta sólo a deshacerse de Chávez y rescatar “la institucionalidad democrática”; suena eso como muy infantil para que la gente inteligente trague el anzuelo. La meta de los golpes ha sido siempre asegurarle a los inversionistas extranjeros, en primer término y sus asociados internos, sus inversiones y que sus negocios marchen con la mayor prosperidad. La “institucionalidad” como hemos visto no es más que una palabra como reluciente para agitar ante las multitudes y complacer los oídos de los mismos que la atropellan. Por eso, el plan de la gran prensa, generalmente subsidiada en estas circunstancias por el Departamento de Estado y los inversionistas locales, beneficiada por los grandes anunciantes que suelen ser los mismos, después del golpe tiene otro plan, que la política por venir asegure los negocios de sus patrocinadores y para eso hay que procurar llegar lo más lejos que se pueda. Si es necesario hasta la dictadura; lo primero, en todo caso es ganar tiempo y sondear cómo se desarrollan los acontecimientos. Por eso, Carmona Estanga y sus socios en el Decreto llama a elecciones para un año después del golpe y eso los diarios elogiaron y apoyaron con frenesí. Como de alguna manera dieron sus respaldos a los atropellos que desató la “breve e incipiente dictadura de Carmona”. Basta revisar los diarios de la época, repasar los abundantes videos, para empaparse de las informaciones sobre las atrocidades cometidas en Caracas por las fuerzas policiales de la Alcaldía de Caracas, ésta en manos de un opositor como lo fue Alfredo Peña, razón por la cual éste se encuentra auto exiliado en EEUU y su jefe de policía Iván Somonovis, quien ahora está detenido y con sentencia firme. Aquel proceder policial se ejecutaba mientras en el Palacio de Miraflores Carmona Estanga auto juramentaba frente a su hoja en blanco y Leopoldo López y Henrique Capriles adelantaban sus tropelías. El ministro Ramón Rodríguez Chacín, de Relaciones Interiores y como tal, el mayor jefe policial del país, fue víctima del allanamiento de su casa mientras se desarrollaba el golpe por una comisión que encabezaban Leopoldo López, entonces Alcalde de Chacao y Henrique Capriles Radonsky, de Baruta. Ninguno de estos ciudadanos estaba facultado por poder o autoridad alguna para realizar aquel procedimiento y menos contra una persona contra la que no había orden legal de captura o acusación delictual. Tampoco portaban orden alguna de allanamiento y captura, la cual llegó con posterioridad, emitida por una jueza comprometida en los hechos. Los actos de humillación, agresión verbal y física, ofensa, pasando por irrespetar el hogar de un ciudadano, a que fue sometido el ministro en ejercicio, son notorios y de sobra relatados en la prensa y medios audio visuales con posterioridad. Se llegó al disparate de acusar y justificar aquel atropello a un exmilitar, Rodríguez Chacín es oficial en retiro de la Armada venezolana y para más señas Ministro de Relaciones interiores, alegando que portaba ilegalmente un arma. Igualmente se le allanó la residencia e irrespetó en presencia de sus hijos menores al diputado en ejercicio y gozando de inmunidad parlamentaria, por el simple hecho de ser militante del chavismo, William Tarek Saab, mientras se desataba una cacería contra el Vicepresidente en ejercicio, para convertirle en “ausente absoluto” Diosdado Cabello y se lanzaban rumores como la muerte de Freddy Bernal, a quien también buscaban con afán o “medio lucio” como solemos decir los venezolanos, por considerarle capaz de organizar e iniciar la contra ofensiva con el movimiento popular como en efecto sucedió y la de Aristóbulo Istúriz. Era una manera de justificar de antemano la muerte de aquellos, en caso que los llegasen a capturar, ante los ojos de la gente como un hecho natural dentro de las circunstancias. Con el mismo desenfado, Henrique Capriles Radonsky, respaldado por una serie de personajes como sacados de la picaresca, entre ellos viejos militantes de la contra cubana de los años sesenta, procedieron a allanar la embajada de Cuba en Caracas. Este hecho de suma gravedad, que en veces olvidamos o no le hemos dado el valor que tiene en el mundo de la política y la diplomacia, es todo un discurso acerca de la actitud irrespetuosa que los golpistas tenían y todavía tienen de los valores que todo eso envuelve. Sólo en dictaduras, gobiernos irrespetuosos de toda legalidad y derecho ocurren cosas como esta. Voy a decirlo por necesidad, pero bien sé que el lector conoce de sobra el asunto. Una embajada, del país que sea, no importa la calificación que uno tenga sobre sus políticas y gobernantes, es territorio de la nación y pueblo que representa. Como tal, no hay procedimiento legal que avale su allanamiento y eso podría traer graves consecuencias. Sólo por ignorancia u odio extremo puede llegarse a esos límites. Ese acto significa desconocer no sólo la legalidad venezolana sino también todo el orden internacional. Por lo menos que sepa, ni siquiera Pinochet incurrió en excesos como ese. Esto es mucho decir. El allanamiento de la embajada cubana, los actos represivos antes mencionados y la postergación de las elecciones por un año en el DECRETO Carmona, hablan de lo que en el futuro podría incurrir aquel gobierno y sus asociados. Ese futuro, como lo hemos mostrado a lo largo de este trabajo, podría aguardar muchas sorpresas a muchos de aquellos quienes ayudaron al golpe creyendo ingenuamente que sólo se trataba de “rescatar la institucionalidad perdida”. -- Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 2/04/2015 03:26:00 p. m.