domingo, 12 de noviembre de 2017

CU BA EN EL CENTENARIO DE LA REVOLUCION DE OCTUBRE

Cuba en el Centenario de la Revolución de Octubre...
Félix Sautié Mederos

Crónicas Cubanas

Nostalgias, añoranzas, amenazas y esperanzas en un Centenario...

Queridos lectores de Crónicas Cubanas, hemos conmemorado en La Habana, Rusia y en el mundo en medio de nostalgias, añoranzas, amenazas y por sobre todo esperanzas, el Centenario de la Gran Revolución de Octubre. En mi criterio uno de los más trascendentales acontecimientos de la Historia de la Humanidad, comparable con la Rebelión de Espartaco de los primeros tiempos registrados en la Historia Universal que fue ahogada en sangre, de la que considero el Gran Octubre Rojo constituyó una continuación en el decurso de la vida.

Espartaco y el Octubre bolchevique encabezado por Lenin en 1917 significaron, en su época, un gesto universal y una señal de que la explotación del hombre por el hombre se convierte en una acción humana contra natura que no es soportable eternamente tal y como algunos consideran que lo será para la civilización en el devenir de la vida sobre nuestro planeta, porque tarde o temprano habrá de ser eliminada so pena de que si no lo logramos podría convertirse en causa de que la humanidad pudiera sucumbir para siempre.

Me refiero a una hecatombe que muy bien podría suceder dadas las amenazas de destrucción universal, ya sea por una explosión definitiva del medio ambiente que no nos soporte más y/o por consecuencia de una devastadora guerra atómica que arrase con todo rastro de vida sobre nuestro planeta. Y, en mi opinión, el Octubre de los bolcheviques hace cien años significó una esperanza de que podremos erradicar la explotación y la ignominia de la faz de la Tierra y de que a pesar de sus problemas e incluso retrocesos la Verdad, la Justicia y la Paz habrán de prevalecer un día para siempre. Esta, en mi opinión muy personal, constituye la principal utopía que cobró vida con la Revolución de Octubre.

No obstante la señal está dada, significa que el ejemplo persiste y el futuro, si es que logramos futuro, será porque la justicia social, la equidad distributiva, la solidaridad y la paz se establecerán definitivamente en el mundo. En este sentido, recuerdo que el cristianismo significó un gran parteaguas de la Historia humana con un antes y un después de Jesús de Nazaret; quien como nadie nos predicó el amor entre los seres humanos y el muy principal llamamiento de amar al prójimo como a nosotros mismos; y de que antes de presentar ofrendas ante el altar, lo primero es reconciliarnos con nuestros hermanos y después presentarlas. El amor predicado por Jesús ha sido tergiversado muchas veces por los poderosos de la Tierra, pero sus esencias expresadas en palabras de todos los tiempos, están vigentes y prevalecerán ante el mal, la explotación y las ignominias.

Con esto me estoy refiriendo a hitos esenciales de la vida humana. Además, los peligros y desafíos que menciono se encuentran, en mi criterio muy personal, ahora más latentes que nunca antes con Míster Trump a la cabeza de la reacción y la maldad de los sojuzgadores y los explotadores en el mundo. Donald Trump ha devenido ser el Angel exterminador de nuevo tipo aparecido en nuestra época. No sabemos hasta cuándo lo será, ni mucho menos que es lo que puede salir de sus tuits ni de sus amenazantes intervenciones públicas.

Así se encuentra el ambiente mundial en que conmemoramos este centenario de un hecho tan significativamente trascendental. Cuba, en esta conmemoración, así como en su significado, sus peligros y sus amenazas no es ni mucho menos una excepción del mundo. Quizás esté más expuesta aún que otros a las amenazas que menciono, renovadas con el recrudecimiento del bloqueo, de la guerra económica, de los planteamientos y sanciones del Presidente Trump junto con los representantes de la mafia cubana del Sur de la Florida.

Pero en Cuba también se ha producido otra gran revolución. La Revolución Triunfante de 1959 que ha dado continuación a la historia de la humanidad contra la explotación y la ignominia. En este Centenario del Gran Octubre Rojo compartimos la esperanza con el mundo progresista y con los que luchan por la justicia, la equidad y la paz por alcanzar un mundo mejor posible en nuestra época en las nostalgias, añoranzas, amenazas y esperanzas.

Así lo pienso, y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos por el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. ¡Albricias por la Gran Revolución de Octubre!
fsmederos@gmail.com

Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán, México, Sección de Opinión el miércoles 8 de noviembre del 2017.


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