martes, 5 de noviembre de 2013

EL CRISTIANISMO Y LA ANTROPOLOGIA : RETOS Y CONTRAPUNTEOS CONTEMPORANIOS

ATENCIÓN FRANK El cristianismo y la antropología: retos y contrapunteos contemporáneos Félix Sautié Mederos Crónicas Cubanas Hace algunos días asistí a una nueva convocatoria del Aula Fray Bartolomé de las Casas del Convento San Juan de Letrán de los padres dominicos del Vedado habanero. Y, en consecuencia, nuevamente me voy a referir a lo que se ha convertido en una provechosa tradición de unos 15 años de fructífera existencia. En su Aula los dominicos habaneros realizan ciclos de conferencias y debates de gran interés para el pensamiento en nuestro país, sobre los cuales he escrito con insistencia porque creo que reiterarlo en cada ocasión que nos plantean nuevas convocatorias constituye una labor esencial dado las circunstancias y coyunturas que vivimos en Cuba. Lo más importante, en mi opinión, es que facilitan el intercambio de criterios entre todos los participantes en un ambiente elevado en sus expresiones y objetivos, así como con la ética más cuidadosa y el respeto máximo por las personas y las opiniones de cada cual como práctica esencial de estos encuentros. Además, debo significar que siempre lo hacen a partir de la pasión por la Verdad que caracteriza al carisma de la Orden de Predicadores. Otra característica muy distintiva de los debates del Aula Fray Bartolomé de las Casas que me impresiona favorablemente cada vez que la visito, muy a pesar de qué para mí no resulta ser nada novedoso, es la amplia participación de jóvenes interesados en los temas de las ciencias sociales, incluyendo a la teología en su más amplia expresión. Reitero que en mi criterio es lo más promisorio para el presente y muy en especial el futuro del pensamiento en Cuba, tan poco atendido y/o facilitado. Los dominicos sin fanfarrias y con gran naturalidad realizan una siembra de fondo, cuyos frutos beneficiarán los ámbitos de las ideas, el pensamiento, los encuentros y los diálogos que tanto necesitamos. Pero más aún, en esta ocasión a la que me refiero, el disertante fue un joven sacerdote cubano que ha realizado ingentes estudios de filosofía, teología e incluso antropología en Roma y que a pesar de su juventud ha estado destacado como párroco en diversas localidades del Arzobispado de La Habana, además de impartir clases de filosofía en el Seminario San Carlos de nuestra Arquidiócesis. Hablo del padre Ariel Suárez Jáuregui, nuestro conferencista de esta ocasión, quien realmente me impresionó muy favorablemente, confieso que no esperaba que fuera así. Debo expresarle a mis lectores que su disertación sobre los retos que plantean las antropologías contemporáneas a una antropología cristiana, la consideré realmente magistral sobre todo en algo que constituyó, en mi opinión, su mayor virtud, que fue expresarla sin bajar para nada el nivel conceptual de sus planteamientos en un lenguaje comprensivo para los asistentes y muy en especial para los jóvenes allí congregados, en su mayoría alumnos de los cursos de ciencias sociales y humanismo que se imparten en San Juan de Letrán. Otra obra de amor exenta de propagandismos vacíos que realizan los dominicos habaneros y que a los que somos sus amigos de mucho tiempo nos emociona y estimula a seguir adelante en pro del pensamiento y de la vida. El convento San Juan de Letrán vive un rejuvenecimiento humano, material, tecnológico y espiritual que para la Cuba de hoy es de esencial importancia sobre el que quiero dar testimonio de mi visita de hace días. Lo planteo porque salta a la vista de quienes estamos acostumbrados a visitarlo con frecuencia; en mi caso desde 1955 a la fecha, cuando los que éramos los jóvenes dirigentes de las diversas ramas juveniles de la Acción Católica cubana nos encontrábamos en sus ámbitos conventuales con los frailes que entonces eran nuestros consiliarios y amigos cercanos. Algo que los dominicos habaneros han mantenido en el tiempo y que se renueva por los jóvenes frailes que conforman actualmente aquel promisorio convento junto al legendario padre Pepe de muchos años y Fray Manuel Uña, actualmente en España. Quizás el ambiente que da marco de referencia a los encuentros del Aula Fray Bartolomé de las Casas y de los cursos que allí se imparten es este rejuvenecimiento de fondo. El padre Ariel, en mi criterio, brilló en su conferencia en medio de expresiones criollas que nos acercaron a él a quienes allí participamos. En mi opinión es de fundamental importancia para el pensamiento cubano el planteamiento de la Antropología Cristiana que considera al ser humano el centro de la vida en la Tierra y que lo estudia a profundidad en su sentido integral tomando en cuenta la materialidad de la vida pero muy en especial la espiritualidad que nos distingue de las demás criaturas. En medio de nuestras desesperanzas y angustias del momento, pensarnos a nosotros mismos favorecerá indudablemente el cambio que tanto necesitamos y que necesariamente para ser efectivo debe comenzar por cada uno de los cubanos sin cargar las culpas de todo a los demás. La renovación que necesitamos con urgencia debe comenzar por nuestra propia espiritualidad y por la práctica de vida que deberíamos realizar con modestia y profundidad. En mi criterio es la más esencial lección que el padre Ariel nos indujo más allá de cualquier concepto de agitación y proselitismo de mal gusto y fuera del lugar. Gracias padre Ariel. Así lo pienso y así lo expreso con mi mayor respeto por las opiniones diferentes y sin querer ofender a nadie en particular. fsautie@yahoo.com Publicado en por Esto! el martes 5 de noviembre del 2013. http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=285632

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