miércoles, 9 de octubre de 2019

ECUADOR, OTRA VEZ GUAIDO HACIENDO DE MEGAFONO

Ecuador, otra vez Guaidó haciendo de megáfono

Eligio Damas

            El diario Clarín de Buenos Aires, que es en buena medida el clarín de las huestes conservadores del país del río de la Plata, por lo de Ecuador, tituló hoy martes 08 de octubre de la siguiente manera“Acuerdo con el FMI. Ecuador se sumerge en el caos: el gobierno se va de Quito ante la llegada de miles de indígenas”.  https://www.clarin.com/mundo/ecuador-sumerge-caos-gobierno-va-quito-llegada-miles-indigenas_0_-Bvb40bJ.html
            Es decir el diario bonaerense, pese sus tradicionales e internalizadas relaciones con los grupos económicos que dominan la Argentina y hasta con el gobierno de Macri, en ese título, de manera discreta, reconoce el peso de la responsabilidad que el FMI tiene en la crisis desatada ahora en Ecuador. E hizo mención a la llegada de miles de indígenas a Quito en actitud de protesta.
         En efecto, Lenin Moreno ha comenzado a decretar las medidas acordadas con aquel ente financiero a cambio de préstamos  y empezó por el alza de los combustibles, que no se queda en eso, sino que, por su efecto multiplicador, las alzas se trasladarían a toda la economía y eso lo saben bien los ciudadanos de ese país. Sin aludir las demás que están “sobre la mesa”. 
       Moreno ha derogado “las subvenciones al combustible, introducidas en la década de los setenta del siglo pasado” dentro  “de un paquete de reforma con el que el Gobierno pretende hacer frente a la crisis económica que atraviesa el país. El gobierno ecuatoriano ha recibido un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 4,2 mil millones de dólares.” https://www.aporrea.org/internacionales/n347548.html
            Es obvio que esté es el motivo inmediato, la válvula que permitió saltasen  las protestas que estallaron en ese país que ha estado convulsionado por el rompimiento de Moreno con el proyecto de Correa y este mismo y las dificultades económicas que allí se han venido engendrando
        Moreno intentó conciliar con el sector transporte y hasta aceptó conversar con ellos en búsqueda de acuerdos, pero mientras eso ofreció trasladó el gobierno a Guayaquil en virtud que las protestas en Quito habían alcanzado un nivel importante y declaró que pese todo mantendría esas medidas. Y no puede hacer otra cosa, porque ellas forman parte del acuerdo con el órgano financiero. Pero pese a todo eso, desde el interior del país comenzó a movilizarse la población indígena hacia la capital a protestar por los efectos del alza de combustibles y otras medidas que ya se esperan del usual recetario del FMI. Según las informaciones de la mañana de hoy, se esperaba que en el curso del día arriben a la capital más de 20 mil indígenas, sin olvidar que en gran parte del país se mantienen las protestas pese al intento de diálogo entre el gobierno y el sector transporte. Es erróneo, por lo que ya dijimos cuando hablamos del “efecto multiplicador” de esas medidas, pensar que eso sólo concierne a ese sector y no a toda la población.
        Clarín, un órgano al cual no se le puede acusar de estar contra los grupos económicos que usualmente son favorecidos por las proposiciones del FMI, de manera discreta, en ese titular, reconoce que éste está asociado a lo que ahora sucede en el país ecuatorial. Y no puede dejar de hacerlo porque la situación que ahora golpea gravemente a la Argentina, tanto que por ella el presidente Macri, según las encuestas que el mismo Clarín suele reproducir, estaría perdiendo las elecciones por cerca de 30 puntos.  
         Como dijimos arriba, lo que es por demás evidente, Macri mismo ha reconocido el efecto negativo de las medidas aplicados por él a solicitud del FMI, que se vio obligado a contradecirse, como revertir la relativa al precio de los combustibles y hasta decidió aumentar sueldos y salarios en el sector público y  disminución en servicios, lo que le ha ocasionado que la remesa de 5 mil 400 millones de dólares que debió recibir en días pasados como resultado del acuerdo con el ente internacional, todavía está retenida y no hay seguridad que la reciba.
            Es decir, pese al conflicto que se había venido desarrollando en Ecuador, en virtud de los cambios en Lenin Moreno, su rompimiento con Correa y el Movimiento Alianza País, la vida en aquel país continuaba en términos de relativa normalidad, pese circunstancias como el encarcelamiento de Jorge Glas, el vicepresidente y el exilio forzado del ex canciller Patiño, hasta el anuncio por parte del gobierno de sus nuevos planes económicos.
          Por supuesto, al desatarse el conflicto, las fuerzas de Correa han salido a intentar liderar aquello y al movimiento de masas o de los ciudadanos e intentan darle un sentido o dirección política, como el reclamo de un llamado a nuevas elecciones.
        Ante esa situación, Guaidó, más papista que el Papa, salió a condenar lo que acontece en el país ecuatorial y lo hizo mediante una explicación simplista y todas luces tomada de un dictado. Es exactamente la misma de Moreno, quien bajo ninguna circunstancia reconocería lo que sí hizo Clarín en la información que arriba comentamos y que los argentinos bien conocen porque estaban sufriendo los impactos del recetario del FMI. Justamente el mismo recetario que aplicó CAP y originó el Caracazo. Y condenó Guaidó a buena parte del pueblo ecuatoriano cuando dijo, un grupo financiado por los cómplices de Maduro en América, aprovechándose de los más vulnerables busca, acabar con la estabilidad del país”. Mientras el presidente Lenin Moreno trabaja por mantener y fortalecer la República e instituciones de Ecuador.
            No se trata, según Guaidó, de la airada y justa respuesta popular contra un proyecto que hundió a la Argentina de Macri en la pobreza y ahora pretende hacer lo mismo en Ecuador, como hasta Clarín lo admite.  Sino de una conspiración “financiada por los cómplices de Maduro.” Cuando decimos esto también estamos admitiendo que esa misma pobreza padecemos los venezolanos, víctimas de la corrupción, malas políticas  de un gobierno a todas luces inepto y también del acoso de los EEUU.
          Tratamos de llamar la atención al lector como Guaidó condena no las rapaces medidas de Moreno y el FMI sino la reacción del pueblo ecuatoriano, particularmente del pueblo indígena a los que califica soezmente como “un grupo financiado por los cómplices de Maduro en América,  que aprovechándose de los más vulnerables busca acabar con la estabilidad del país”.
         El pueblo ecuatoriano, la población indígena no han reaccionado conscientemente en defensa de sus derechos y reivindicaciones sino como marionetas de Maduro, según el discurso de Guaidó. Y para más señas, lo han hecho por el sólo deseo de “acabar con la estabilidad del país”. Moreno y el FMI no han hecho nada para provocar aquello. ¡Cómo se deja ver las costuras!
       En circunstancias como estas los venezolanos solemos decir, “cada ladrón juzga por su condición”.
       Pero para ponerle la guinda a la torta, vienen como al alimón las declaraciones del Departamento de Estado, que ni más ni menos, no es que sean una repetición de las de Guaidó, sino justamente todo lo contrario, como hubiese dicho Carlos Andrés Pérez.
             En efecto, el señor Michael Kozak, subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, dijo al respecto “Estados Unidos sigue con cautela los recientes acontecimientos en Ecuador. Rechazamos la violencia como forma de protesta política. El diálogo y el respeto al Estado de derecho son valores democráticos fundamentales; la mejor manera para que el pueblo de Ecuador disfrute de una mayor prosperidad económica”.
             EEUU, país cuyos gobiernos le han impuesto una agenda de violencia al mundo y en los últimos veinte años se la han aplicado a Venezuela sin descanso, intentando derrocar sus gobiernos y se ufana de decir  que con respecto a nosotros “todas las opciones están sobre la mesa” y más recientemente han activado el TIAR, ante las protestas en Ecuador por las medidas económicas de Moreno y el FMI, como si fuese monjita de la caridad sale a decir “Rechazamos la violencia como forma de protesta política”.
           Observen el desaguisado gringo, lo de Ecuador es una “protesta política”. Dicen de esa manera lo mismo que mandaron a decir a Guaidó. No hay motivos para la protesta que no sean políticos; el FMI nada tiene que ver en el asunto y las medidas de Moreno no existen.
        No se puede ser más hipócrita y caradura, tanto como torpe, dócil  y genuflexo se manifiesta Guaidó.
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