lunes, 17 de agosto de 2015

ASUNTO RICARDO SÁNCHEZ, RESPUESTA A INTERROGANTES RESPETUOSAS E INSOLENTES

ELIGIO DAMAS Mi artículo anterior, relativo a la incorporación de Ricardo Sánchez y su grupo al Polo Patriótico, lo que significó además su postulación en las planchas del mismo universo, no sólo fue bastante leído o, por lo menos abierto una muy buena cantidad de veces, sino que generó una significativa cantidad de correos y tuíteres dirigidos al suscrito. En unos, como el que comentaré en este espacio, se me trató con respeto y decencia, como para que me motivase a responderle, sobre todo para hacer algunas precisiones. Pues resulta que uno cree poner énfasis en un asunto y, pareciera equivocarse, pues el lector creyó encontrar lo sustancial en otro, de donde nos hace suponer que no fuimos lo suficientemente claros en el planteamiento y dimos origen a interpretaciones que no eran el centro o la meta que perseguíamos. Ante tal situación, por la experiencia, por no decir la edad y la condición de docente, nos sentimos obligamos a presumir que algo hicimos mal y se hace necesario hacer precisiones que creímos entonces innecesarias. Como ya dije, me referiré a uno en particular porque el respeto y la delicadeza con que fui tratado, me obligan. También por aquellos, especialmente una persona que se leerá esto, cuyos comentarios se limitaron a interrogaciones como llenas de asombro. Por último, a quienes me expresaron solidaridad y comprensión, no escatimaré mis agradecimientos. Un lector, cuyo nombre omitiré, pues no me ha autorizado a mencionarlo, me hizo el siguiente comentario, que transcribo fielmente: “Hola Eligio, me dirijo a usted con respeto, leí su artículo, y no estoy de acuerdo, y le presento mis razones”. “Estudié con Ricardo Sánchez, a igual que Rosa Virginia Chávez, Estudios Internacionales, UCV, año 2002-2006, tampoco creo que Rosa Virginia esté de acuerdo con quien una vez adversó de la forma más vil y directa a su padre, hoy sea nuestro candidato”. “Usted a lo mejor no lo sabe, pero Ricardo se encargó de hacernos la vida a cuadritos a cualquier chavista de la escuela, incluso le decíamos bromeando Ricardo Arocha, debido a que era el predilecto de Cecilia Arocha y Antonio Paris, a lo mejor no recuerda las manitos blancas, yo sí, porque me tocó vivirlo.” “Por otro lado, no se crea que Ricardo amaneció un día con el espíritu de la revolución, jamás lo ha sido, y jamás lo será, así nos lo demostró a todos quienes estudiamos con él, ahhh que tiene ciertos intereses que le permiten adaptarse a estas circunstancias, es otra cosa muy distinta. Así que no creo “quiere pegar su hombro al nuestro”, lo que quiere es pegar sus propios intereses”. La frase que aparece subrayada es una cita textual que quien me escribe hace de mi artículo. Luego continúa: “Ricardo llamó a Chávez como el gobierno más corrupto de la historia de Venezuela, y hasta dudó de la enfermedad de Chávez”. Al final me entero que quien eso escribió, con mucho respeto hacia mí, como han podido comprobar es profesor de Universidad Bolivariana de Venezuela. Habiéndolo leído y reconfortado tras los insultos y agravios, donde el calificativo indigno fue una de los tantos calificativos utilizados en lugar de argumentos políticos e históricos, procedí a responder de la siguiente forma, sin dejar de advertir que con posterioridad hice unos agregados en virtud que el texto inicial lo redacté bajo presión por la presencia de una visita en mi residencia que demandaba le atendiese. Te respondo por tu bello y respetuoso gesto. No he afirmado que esté de acuerdo con esa candidatura; sólo dije: No estoy seguro si Ricardo Sánchez deba estar en las planchas del Psuv. Aunque según lo que he visto, tampoco es muy generosa la posición en la que le inscribirán. Y agregué: Parece demasiado inmaduro, no por la juventud de quien lo sostenga, decir que Sánchez no debería ser candidato por su pasado”. He objetado, en primer término, que se use como argumento para protestar contra Sánchez, su pasado político y lo que es peor, se le niegue a un joven, sobre todo eso, a un joven, la posibilidad de resarcirse y participar en nuestras luchas por lo que fue antes. Sostengo, porque el hecho que le hayan incluido en planchas no es de mi responsabilidad y hasta porque bien pudiera manifestarme en desacuerdo; pero no tengo duda que a él, como a muchos jóvenes que de allá quieran venirse para acá, hay que recibirlos con respeto y cordialidad. Se trata que estamos obligados a sumar y por supuesto, darle oportunidad de incorporarse a nuestras luchas a todo aquel joven o no que lo desee, sin ser demasiado rencoroso con su pasado y sin dejar de observarles. Es esto lo que defiendo, el derecho de cualquier joven a redefinirse, cambiar de conformidad los dictados de su conciencia sin comportarnos como tribunal eclesiástico de la edad media o los perseguidores de “Las brujas de Salem”. Respeto el derecho de todos a manifestar su inconformidad por la designación de Sánchez y cualquier otro como candidato a diputado, sobre todo si están del lado por el cual se inclinará nuestro voto, pero también protesto contra quien descalifique a cualquiera que manifieste su deseo de acompañarnos en nuestras luchas fundamentándose en conductas pasadas y los supuestos acerca de “oscuros planes”, “fines inconfesables”, sin ningún sustento objetivo. Te contaré unas de las tantas historias que conozco. El suscrito fue secretario juvenil de AD en el Estado Sucre hasta 1960, cuando fundamos el MIR. ¿Sabías que Jorge Rodríguez, padre, quien fue mi compañero y amigo, puedes preguntarle al gordo Antonio Aldazoro, su también amigo y paisano larense, en su juventud estuvo muy cerca de Carlos Andrés Pérez? Carmelo Laborit, el gran Carmelo, el maestro de muchos de nosotros, también vino de AD. El comandante Fernando Soto Rojas, él lo recuerda frecuentemente, fue dirigente juvenil del mismo partido. Salom Meza Espinoza, si no sabes quién es, averigua, siendo adeco, a nosotros los de la izquierda, que estábamos unos en la lucha armada y en general en la clandestinidad, presos o escondiéndonos, nos agredió sistemáticamente, mucho más que lo que pudo haber hecho Ricardo Sánchez. Tanto que me apena decir algunas cosas por respeto a su memoria de combatiente revolucionario que es lo que quiero recordar y preservar. Una vez le pregunté a mi amigo, hermano y compañero Moisés Moleiro, por qué aquel hombre nos agredía tanto y recibí como respuesta, de un político generoso y lúcido, lo siguiente: “El cree que eso que dice es verdad. Es lo que le informan. Da por seguro que, cuando se convenza de lo contrario lo dirá y se vendrá con nosotros”. Así fue. Salom Meza fue de los primeros que acompañó al Dr. Prieto a fundar el MEP. Además, le recibimos con camaradería, sin pasarle factura y los últimos años de su vida los puso al servicio de la causa por la cual luchamos. Es un personaje a quien debemos respeto y reconocimiento por sus luchas a favor de una Venezuela mejor y contra el imperialismo. No dudo lo que dices sobre el pasado de Sánchez y tal como lo dices. Lo sé. Conozco los hechos, incluso los de las “manitas blancas” que fueron de ayer mismo. Pero los años me permiten aconsejarte no te cierres a la posibilidad que ese joven esté cambiando. Tú y menos yo, no estamos en capacidad de predecir lo que hará. Es posible que tus dudas no sólo tengan fundamento sino que se confirmen. Pero también es posible y hasta necesario, tu eres lo suficiente talentoso, lo sé, para entenderlo, admitir que puedes equivocarte. Por los momentos, lo único que podemos hacer es, sin dejar de protestar con respeto que se le ponga en planchas por las que tendríamos que votar o las nuestras en cualquier circuito, porque en caso contrario no tiene sentido, tenderle la mano, observarle y hasta ayudarle. Por supuesto, el equivocado podría ser yo, no sería esa la primera vez y espero no sea la última. Te repito, si me relees verás que no defiendo su candidatura, por lo menos no fue esa mi intención, como tampoco defiendo muchas de los electos dentro de Psuv, por el respaldo del aparato del Estado y otras escogidas a dedo, sin la necesaria y rigurosa evaluación desde la perspectiva de la lucha que habrá de darse. Lo que defiendo es la conducta sensata de brindarle la oportunidad a un ser humano y, sobre todo joven, a rehacer su vida política, incorporarse a una causa justa, la lucha que damos. Pero ella no es nuestra, es de todos los venezolanos que sienten la patria y la necesidad de construir una sociedad justa y equilibrada. No formamos parte de una secta. Tal oportunidad nos la merecemos todos. He dejado para el final hacer mención a Pedro Camejo, Negro Primero”. Pese el espaldarazo dado por Eduardo Blanco al héroe, en la obra romántica “Venezuela Heroica”, donde se narra lo relativo a los últimos momentos de su vida y aquello de “vengo a decirle adiós porque estoy muerto”, dicho a su general José Antonio Páez, a modo de despedida, hasta hace poco no había entrado al panteón nacional, donde se hallan unos cuantos que no deberían estar. Unos dicen que no había llegado, como José Leonardo Chirinos, por negro y otros, porque le tenían guardada la factura de su pasado, de cuando formó parte de las fuerzas de José Tomás Boves. Las menciones que he hecho bajo ninguna circunstancia deben servir para que la mala fe les utilice para hacer irónicas y odiosas comparaciones entre los personajes, sino entre los hechos y las circunstancias. -- Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 8/06/2015 01:52:00 p. m.

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