viernes, 7 de marzo de 2014

CUBA Y LA UNION EUROPEA

Cuba y la Unión Europea ligia guillén Esta semana, el gobierno de Cuba respondió que acepta con satisfacción la propuesta hecha el 10 de febrero, de la alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, para iniciar un diálogo político, lo cual pondrá fin a las medidas unilaterales de la UE sobre Cuba tomadas en el 2003, tras el encarcelamiento de 75 opositores que ya se encuentran en libertad. La decisión se dió a conocer mientras se celebraba en La Habana la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, en la que participó el secretario general de la ONU, Ban-ki-moon. Los dos gobiernos que se oponen a terminar el bloqueo a Cuba son Polonia y la República Checa y por sus gestiones obtuvieron que se mantenga la llamada "posición común", firmada en 1996, que condiciona las relaciones bilaterales a la evolución del respeto a los derechos humanos. No obstante, desde 2003 La Habana ha firmado acuerdos bilaterales con unos 15 países del UE llegando el intercambio comercial de la Isla con esos gobiernos a 61 millones de dólares en el 2011, y el comercio bilateral entre Cuba y la Unión Europea, creció 8% de enero a agosto de 2013, según informes de La Habana La señora Ashton aclaró que "no se trata de una suspensión de la política hacia La Habana que ha llevado hasta ahora la UE sino que quieren respaldar las reformas y el proceso de modernización en Cuba, mientras siguen expresando su preocupación sobre los derechos humanos. El anuncio culmina una gestión iniciada en el 2008 en la cual el Consejo de Ministros de la UE propuso relanzar el diálogo con Cuba. Un grupo de trabajo de expertos de los 28 países miembros del bloque, aprobó la revisión de las relaciones diplomáticas. El proceso, que se inició en el 2012, cuando la señora Ashton obtuvo que el Consejo de Asuntos Exteriores reexaminara los acuerdos entre Cuba y la Unión, podría durar hasta dos años. La Unión Europea ha tomado la iniciativa tras los cambios implementados por el gobierno cubano dirigido por Raúl Castro. Si el acuerdo se concreta en el futuro y llega a felíz término sería suspendida lal política unilateral hacia La Habana impuesta en 1996 por la UE. Cuba ha flexibilizado, entre otras cosas, los viajes de los cubanos al exterior, la venta de vehículos nuevos y usados, el acceso a la Internet, ha permitido pequeñas iniciativas privadas y la inversión extranjera, principalmente de América Latina. Recientemente se abrió una zona económica especial de desarrollo estilo China y prepara una ley de inversiones extranjeras, iniciando el mayor proyecto de infraestructura en la historia cubana, como es el megapuerto de El Mariel. Hay que ver con atención lo que expresó en su reciente visita a La Habana, el ministro de Relaciones Exteriores de Holanda, Frans Timmermanns, pues considera que ya era hora de que Europa revise su posición sobre la Isla ya que el diálogo es la mejor manera de trabajar, en vez de darse la espalda uno al otro. El diplomático holandés cree que Cuba atraviesa por un momento interesante de su historia y la comunidad internacional ha reaccionado de forma positiva a las medidas y decisiones que se están llevando a cabo y que van en la dirección correcta. Dijo que esos cambios pueden parecer lentos para algunos observadores, y otros dirán que sigue pendiente el tema de los derechos humanos. Se refirió al reconocimiento oficial de la comunidad gay en Cuba, lo cual en su opinión es ejemplar para el Caribe y el mundo. Comentó que la suma de todo eso lo lleva a decir que los cambios asumidos por Cuba son muy positivos. Holanda es un firme defensor de los derechos humanos y la democracia y ha logrado mantener fuertes lazos comerciales con el gobierno y apoyar activamente a los grupos disidentes. Como muestra de la buena relación entre las dos naciones, el puerto de Rotterdam sirve como punto de entrada para el níquel cubano y otros bienes de la Isla que van dirigidos a varios países europeos. El intercambio comercial entre Amsterdam y La Habana fue de un poco más de 790 millones de dólares en 2012. La Comisión Europea empezó su colaboración con Cuba en 1993, cuando su departamento de Ayuda Humanitaria ECHO proporcionó ayuda a la población afectada por "la tormenta del siglo". Desde entonces ECHO ha financiado ayuda de emergencia en Cuba por un total de más de 60 millones de euros. Esto ha aliviado importantes necesidades humanitarias y de emergencia a grupos vulnerables afectados por desastres naturales. Igualmente ayudó a la población tras los huracanes Lili, Isidore en 2002 y luego Charley e Iván en el 2004. La UE y Cuba sostienen un 22% de intercambios comerciales y casi un tercio de los turistas que visitan la isla cada año son europeos. Desde el restablecimiento de la cooperación entre Cuba y la Comisión Europea, ésta ha aprobado unos 40 millones de euros en nuevos programas para Cuba, destinados a financiar: a-Respuesta a los huracanes y preparación para desastres; Seguridad alimentaria; Medio Ambiente; cultura, educación e iniciativas de Organizaciones No Gubernamentales, ONG. Miami, 7 de febrero de 2014

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