martes, 11 de julio de 2017

NO SÉ POR QUÉ, PERO LUISA ORTEGA, CÓMO QUÉ NO LE GUSTÓ LA SALIDA DE LÓPEZ

ELIGIO DAMAS


            Mi amiga Mercedes Coa, de allá de la calle Rendón, un poco más abajo de la esquina de Perro Cojo, solía decir “tengo el pálpito que aquí va a pasá una vaina”. Aparte de ser muy observadora y estar siempre atenta a lo que sucediese a su alrededor, por la práctica de velar a los guardias nacionales o agentes de la Renta de Licores, para avisar a sus amigos tomasen las precauciones del caso y por su especial capacidad para otear, olfatear y hasta captar las señales más discretas, podía predecir o anunciar muchas cosas. Por eso, cuando decía aquello de “tengo un pálpito” y se acompañaba de una predicción, de ser necesario, quienes estuviésemos junto a ella tomábamos de inmediato las debidas precauciones. Mercedes, como mí tía “Panchita”, podía detectar los temblores cuando estos apenas venían por allá, por lo más hondo de la tierra cumanesa. En los tiempos de mi militancia clandestina, cuando iba a Cumaná y me reunía con ella, quien nada tenía que ver con esos, mis problemas, Mercedes, era  como un pararrayo o algo que percibía los peligros. “¡Vete!” Decía Mercedes, porque el cuerpo de dice que “¡te puede pasar una vaina!”
           Y nunca Mercedes “se pelaba”. Allí mismito, después que uno dejaba el pelero, aparecía la policía preguntando por alguien con el mismo nombre de uno. Y aquello le decían una dictadura y uno supo que eso era.
            Luisa Ortega Díaz ha dado unas declaraciones, de las cuales “no sé, pero para mí” de ellas se desprenden un elevado grado de incomodidad y hasta insatisfacción que a Leopoldo López le hayan favorecido con el cambio de régimen, el de casa por cárcel. ¿Qué otra cosa puede uno pensar de sus palabras que son como un quejido largo y doloroso?
           Dijo, “no se puede usar a las personas privadas de libertad como si fuesen unos rehenes que pueden ser objeto de negociación”.
          Esas palabras todas, reunidas en esa frase, forman un concepto que expresa que a López no debieron beneficiarlo con esa medida, resultante de unas largas conversaciones.
            Pero es curioso que, sea la Fiscal, quien ahora está donde está, la única que ha objetado la decisión, cuando las partes directamente interesadas y quienes no también, la han aceptado y casi aplaudido.
           Veamos los detalles. Según Tareck William Saab, Defensor del Pueblo, los familiares “de las víctimas de los hechos de los cuales acusaron a López”, convalidan lo resuelto por el TSJ en beneficio de la paz y tranquilidad de los venezolanos. Y admitieron haber sido consultados al respecto.
           Leopoldo López,  principal personaje envuelto en este asunto y objeto de la medida, la ha aceptado, tanto que permitió le condujesen a su casa y hasta  le colocasen un brazalete electrónico, supuestamente para controlar su desplazamiento.
            Lilian Tintori, esposa de López, no sólo solicitó, como señalamos en trabajo anterior, al Defensor del Pueblo, intercediese para que se acordase esa medida que ahora ha tomado el TSJ. Pero además, la misma Tintori, acaba de declarar “Le di las gracias a Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez” y luego agregó, “tenemos que trabajar en conjunto para lograr entendernos y lograr una solución inmediata a la crisis….. “ “Cuenten conmigo”. Con lo que convalidó lo dicho, en oportunidad anterior, por los funcionarios mencionados en el sentido que ellos venían reuniéndose con López en busca de encuentros.
             Pero todavía hay más. La propia Tintori ha admitido que en esa decisión tuvo mucho que ver la intermediación de los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Torrijos, Samper y Leonel Fernández. Y estos últimos, por intermedio de Samper y Zapatero, no sólo han manifestado su complacencia con la medida sino también confesado que ello formó parte de las conversaciones en las cuales ellos participaron. El Papa Francisco mismo ha manifestado en varias oportunidades su fervor por medidas como estas para llegar acuerdos de mayor envergadura, como lo esperan también los ex presidentes.
             Pero para colocar al final la guinda a la torta y resaltar como fuera de foco a la Fiscal, recordemos como pocas horas después de tomada la decisión con respecto a López y de haberse producido la como muy larga reunión, tan larga que llamó por demás la atención de los medios informativos del mundo, entre Trump y Putin, el gobierno de Estados Unidos saludó la medida como “paso significativo en la dirección correcta por el gobierno venezolano”. Pero además pidió “a todas las partes  que se comprometan con una resolución pacífica de esta disputa que respete la Constitución venezolana”.
            Cualquiera puede darle a esas palabras el sentido, significación que le guste, pero ellas están dichas y literalmente no coinciden con el pensar y lo expuesto por la señora Fiscal. Lo mismo digo con la intercalación que he hecho, muy pensada, sobre Trump y Putin.
            Entonces, mi pálpito, según el cual a la señora Fiscal como que no le gustó la medida, se reproduce alrededor del por qué.
            Para darle fundamento a mi pálpito, este último, leamos como la jefe del Ministerio Público procura desentenderse de la condena aplicada a López, habiendo sido ella, por el alto cargo que ocupa y responsable de todo lo que por intermedio de su despacho se haga, asunto que la abate y quizás tenga que ver con su accionar de un tiempo para acá.
            “Cada Fiscal lleva sus casos de manera autónoma. Si en este caso hubiese habido alguna irregularidad,” según su criterio, “esto a todo evento ratificaría la responsabilidad de los tribunales que son los que toman la decisión final y tiene el deber de controlar las actuaciones de los fiscales”.
            Más claro no canta un gallo, por lo que mi pálpito, no es en verdad resultado de una comunicación misteriosa.
            Luisa Ortega Díaz simplemente ha dicho que en lo que respecta a la condena de López, ella no tiene nada que ver. Con lo que de paso, estaría ante el mundo excusando al propio Maduro, quien según los ahora amigos de la Fiscal, es quien tiene preso y condenado a López.
          Ella como Fiscal General no tuvo nada que ver en ese asunto. Eso es responsabilidad pura y simple del Fiscal que imputó a López y el tribunal que le halló culpable. Pero pasa por alto que el Fiscal que imputó a López desde Miami, donde ahora reside, declaró que la fiscalía le había dado pruebas forjadas y tampoco tuvo la culpa. Y cuando dijo aquello la Fiscal no hizo caso del asunto y menos diligenció a favor de su Despacho, objeto de aquella grave acusación ni a favor del condenado.

            Por todo lo anterior, lo que parece un simple pálpito mío, como aquellos de mi vieja amiga Mercedes Coa, se torna realidad. La Fiscal, responsable de la imputación a López y parte importante de todo el proceso que a éste condenó por más de 13 años de prisión, está contrariada por la decisión. Pues todas las partes directamente e indirectamente interesadas y afectadas en el evento relacionado con el líder de VP y hasta quienes no lo son, como el gobierno de EEUU han saludado la medida del TSJ, que por cierto atribuyen a Maduro, como pertinente para intentar buscar la paz y la concordia en Venezuela. Entonces, la Fiscal se ve a sí misma como fuera de un juego que quiere hacer y hasta imposibilitada de “curar sus pecados”, si es que cree haberlos cometido.

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