martes, 19 de junio de 2012

SPD102

 
De: Perucho Figueredo <perucho1949@yahoo.es>
Fecha: 18 de junio de 2012 06:03:25 p.m. GMT-04:00
Para: Figueredo Perucho <perucho1949@yahoo.es>
Asunto: SPD 102
Responder a: Perucho Figueredo <perucho1949@yahoo.es>
SPD
No. 102 (25/año 4). La Habana, 18-junio/2012
“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”.
Art. 53 de la Constitución
Boletín por un socialismo más participativo y democrático.
Artículos, notas, reseñas, publicaciones de interés.
Los autores son los responsables de sus escritos.
Reenvíe este boletín a todos los que estime conveniente.
Se autoriza la reproducción total o parcial en cualquier soporte.
Recopilación de Pedro Campos. CE perucho1949@yahoo.es
Se agradece críticas, comentarios, sugerencias y opiniones sobre forma/contenido
ÍNDICE
Comentario  del SPD a la “Demanda ciudadana por otra Cuba”
Demanda ciudadana por otra Cuba
Al socialismo se llegará a través de medios socialistas.
Intervención en la mesa debate “El valor de las ideologías”, en el VI Foso Social del Observatorio Crítico, el 26 de mayo de 2012
Por Pedro Campos
Comunidad cubanoamericana: futuro y relaciones con Cuba
Por Jesús Arboleya Cervera
Milagro
Por Félix Guerra
CONTENIDO
Comentario  del SPD a la “Demanda ciudadana por otra Cuba”
Las “Propuestas para el avance del socialismo en Cuba”, presentadas el 28 de enero de 2011, con miras al VI Congreso del PCC, por un grupo de compañeros partidarios del Socialismo Participativo y Democrático, expresan  textualmente en su punto 12 :
Ratificar cuanto antes los pactos  ya firmados  por el gobierno de Cuba, de derechos humanos (Civiles y Políticos, y Económicos, Sociales y Culturales)  y actualizar en consecuencia  el código penal. Cuba deberá, además, trabajar sistemáticamente por la profundización y ampliación de las normas internacionales de derechos humanos ya establecidas.
-Decretar la plena libertad de asociación, expresión, publicación y movimiento. La libertad, la igualdad y la justicia social plenas son imposibles mientras el ser humano no pase a ser un sujeto económico con plenos derechos. La libertad para ser nacional y real, empieza por la libertad del individuo. “Solo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades” dijo el apóstol. El respeto al derecho ajeno, será la única restricción a las libertades ciudadanas. Estas y las demás modificaciones necesarias a ley fundamental y la electoral deben hacerse para acentuar el espíritu socialista y martiano de la Constitución vigente y someterse a referendo.
-Deberá decretarse una amnistía para todos los presos relacionados con cuestiones políticas y quedar bien establecido que nadie puede ser acusado por sus posiciones de conciencia, defendidas pacíficamente en los marcos legales. Sería ilícita la propaganda que defienda la explotación del ser humano en cualquiera de sus formas y penada toda la que instigue la violencia física, venga de donde venga, como estarían prohibidas y serían sancionadas las prácticas racistas, fascistas, homofóbicas y otras contrarias a la vida.
-La “ayuda” de gobiernos extranjeros dirigida a subvertir el orden constitucional, debería ser declarada ilegal y sancionada, como en todos los países civilizados. 
-Todos los cubanos, no importa su lugar de residencia, deben tener iguales derechos a participar activamente en la vida política, económica y social del país. Exclusión única a terroristas y anexionistas reconocidos.”
De manera que si no compartimos  todo lo expuesto en la Demanda Ciudadana por otra Cuba, lo que no es el caso analizar ahora,  existe coincidencia en cuanto a lo esencial que solicita el documento y las posiciones al respecto del SPD.
Boletín SPD.
Nota: para que se entienda el comentario del SPD y atendiendo a la ética periodista y a la  transparencia que demandamos en todos los actores políticos de la Cuba de hoy, a continuación la Demanda, firmada por más de 100 personas de la sociedad civil, opositores al gobierno de distintas denominaciones y cubanos en general de fuera y de dentro del país.
Demanda ciudadana por otra Cuba
Como cubanos, hijos legítimos de esta tierra y parte esencial de nuestra nación, sentimos un profundo pesar por la prolongada crisis que vivimos y la demostrada incapacidad del gobierno actual para realizar cambios de fondo. Esto nos obliga desde la sociedad civil, a buscar y demandar nuestras propias soluciones.
Los ingresos miserables, la escasez de alimentos y vivienda, la masiva emigración por falta de oportunidades, la discriminación del pensamiento diferente, la ausencia de espacios de debate público, los arrestos arbitrarios, la falta de garantías ciudadanas, la corrupción y la inamovilidad de la elite gobernante son algunos síntomas de la difícil realidad que enfrentamos.
Queremos debatir públicamente sobre la doble moneda, las restricciones migratorias, los derechos del trabajador a un salario digno, el derecho de cualquier cubano, viva donde viva, a fomentar iniciativas económicas en su propio país, la crisis demográfica, el libre acceso a Internet y a las nuevas tecnologías. Queremos debatir sobre el ejercicio de la democracia.
Sobre la base de que la Constitución de la República de Cuba establece
En su Artículo 3: En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo del cual dimana todo el poder del Estado.
Y en su Artículo 63: Todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley.

DEMANDAMOS AL GOBIERNO CUBANO:
Que ponga en práctica de inmediato las imprescindibles garantías legales y políticas concebidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y que ratifique el Pacto de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, firmados por el Gobierno cubano el 28 de febrero del año 2008 en la ciudad de Nueva York. Esto garantizaría el pleno respeto a los ciudadanos sin importar cuáles sean sus ideas o su accionar político-social y que sean restaurados sus derechos a todos los que por sus opiniones, discrepen del gobierno. Consideramos estos derechos esenciales en la formación de una Cuba moderna, libre y plural, que nos acoja a todos por igual e inserte nuestra soberanía en un mundo dinámico y cada vez más global.
Nos sentimos comprometidos con una transformación democrática, donde todos puedan aportar sus visiones y contribuir a su materialización. Invitamos a todos los cubanos dentro y fuera de la Isla identificados con estas demandas, a sumarse a este reclamo justo y necesario. Nuestra esperanza de ser escuchados por el gobierno está casi agotada, aun así decidimos hacer llegar a las autoridades esta demanda, como un recurso impostergable para lograr un entendimiento eficaz. Estamos decididos a no aceptar el silencio institucional considerando como respuesta a esta demanda la ratificación de los pactos mencionados.
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Al socialismo se llegará a través de medios socialistas.
Intervención en la mesa debate “El valor de las ideologías”, en el VI Foso Social del Observatorio Crítico, el 26 de mayo de 2012
Por Pedro Campos
“No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino”.
Los compañeros que me precedieron abordaron complejos conceptos generales sobre ideologías y en particular sobre algunas de ellas, que permiten identificar el valor y significado de las mismas, para  las clases sociales y los poderes que las preconizan y en ellos se sustentan, razón de ser de las ideologías.
Me referiré a un elemento filosófico  concreto, presente en las  ideologías, como lo es la relación entre medios y fines, asunto de primera importancia para entender y acometer tareas políticas y de cualquier otra índole.
Para el pragmatismo, la filosofía predominante del imperialismo, lo que importa es conseguir el fin propuesto, la utilidad del método; no el método en sí, la acción. Para los pragmáticos, el valor de las acciones, las políticas, los métodos, no está determinado por su carácter en sí, sino por sus consecuencias prácticas inmediatas. Para ellos, lo que interesa es conseguir un fin, un objetivo y no importa el signo de los medios que se usen en función del propósito, siempre que éste se logre.
Y es así porque para la burguesía, que cambió la faz del mundo con su enorme impulso al desarrollo de la Ciencia y la Técnica, creída todo poderosa y eterna, no existe la posibilidad de que sus “logros” sean revertidos y por tanto los “efectos colaterales” de sus acciones los consideran secundarios, solo dejan “secuelas transitorias, pasajeras”. Una vez alcanzado un fin,  poco o nada evalúa  el imperialismo sobre sus consecuencias posteriores. Es el resultado natural de un sistema dominado por el ánimo de lucro: lo que pase por el camino o después poco importa.
Los poderosos, solo empiezan a medir las consecuencias de sus actos, cuando éstos se revierten claramente contra ellos, pero sin llegar nunca a comprender la causa última de sus tropiezos, que siempre buscarán fuera de sí, por lo cual la repetición de errores le es algo inherente.
En su obra El Príncipe, Nicolás Maquiavelo, uno de los precursores del pragmatismo, enseñaba que “el fin justifica los medios”.  En sus clases de gobierno para los príncipes florentinos de principios del Siglo XVI, ya enseñaba que con tal de conseguir un objetivo determinado, los gobernantes deberían estar dispuestos a usar cualquier medio, cualquier táctica, no importa lo sucia que fuera.
¿Es también así para los revolucionarios contemporáneos? ¿No importa el método, su carácter? ¿El problema es alcanzar un fin, triunfar a cómo de lugar, sin tener en cuenta otras consecuencias dejadas en el camino?
Para la ideología revolucionaria  moderna, interconectada con la filosofía marxista, existe una relación incontestable entre medios y fines, pues difícilmente puedan alcanzarse fines socialistas, con medios capitalistas; fines pacíficos, con medios violentos; fines libertarios, con medios autoritarios; fines humanos con medios inhumanos; fines democráticos con medios antidemocráticos.
En varios artículos anteriores se ha abordado el enfoque pragmático de la economía, asumido por el PC Chino: “No importa el color del gato, lo que importa es que cace ratones”, lo cual ha estado en la raíz de las desviaciones pro-capitalistas de ese partido-gobierno, que para desarrollar su “economía” puso el énfasis en la explotación asalariada de los trabajadores por el capital nacional y extranjero.
Fue eso lo que ha llevado a la plena restauración del capitalismo privado en China, al costo de un enorme sacrifico y de gran explotación del pueblo chino, para servicio del imperialismo, de los capitalistas nacionales chinos y de una casta político-militar burocrática que se aburguesa, como viene haciendo, o termina desplazada del poder por la burguesía que ella misma ha engendrado.
Y el resultado ya es inocultable: China convertida en una potencia capitalista más, con todos sus vicios y degradaciones.
Y en las actuales condiciones cubanas, es muy importante tener claro que aquella máxima del pragmatismo, de que el “fin justifica los medios”, podría tener sentido para el imperialismo y para los “comunistas” pragmáticos pro-capitalistas chinos, dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de lograr “desarrollo económico del capitalismo para luego hacer el socialismo”; pero no para quienes se proponen una sociedad justa, libre, sin explotadores ni explotados, socializada, verdaderamente democrática, humana, incluyente y pacífica, “con todos y para el bien de todos”, como proclama la Constitución vigente, que no por incompleta puede estarse violando.
Porque fines socialistas, justos, democráticos y libertarios, humanos y pacíficos no podrían lograrse por otros medios que no lo fueran también.
El fin no justifica los medios, para la filosofía revolucionaria moderna, sino que los determina. El carácter del fin hace, condiciona el carácter del medio para conseguirlo.
La historia demuestra que cuando se usan métodos no afines para tratar de alcanzar propósitos progresistas, los métodos llegan a primar sobre los fines, las tácticas  llegan a dominar sobre las estrategias, pues la manera de hacer, la política, la acción que se asume, condiciona el objetivo, lo copta, tergiversa y moldea, hasta cambiarlos.
Como en todo fenómeno, también existe una relación causa-efecto en el uso de los medios y métodos. El uso de medios violentos, por ejemplo, genera una reacción violenta en contrario. La violencia engendra violencia, se sabe. El uso de medios y métodos inhumanos, como la tortura –en sus distintas formas-, las ejecuciones, los actos de terrorismo, los secuestros de personas, el maltrato a los detenidos, el abuso del poder y otros por el estilo, se vuelven contra quienes los usan.
En todos los tiempos, los poderosos que han creído poder usar la fuerza, la brutalidad y la violencia, sin contemplaciones, más tarde o más temprano han terminado siendo víctimas de sus propios métodos.
La ética revolucionaria demanda que no se usen medios y métodos que comprometan el fin.  Un método legítimo, legitima el fin logrado. Y por el contrario, uno que no lo es, lo deslegitima. Y esto es válido para toda acción humana, sea en el estrecho marco familiar, en el trato con la pareja y los hijos e hijas, con los compañeros y compañeras de trabajo, en las relaciones con otros seres humanos por cualquier razón, como en la acción política y económica de grupos políticos o estados.
La coherencia entre fines y métodos, es garantía del éxito. Los métodos, en suma, son pues, iguales -en esencia- a sus fines.
Invito a todos a pensar en la relación que hay entre fines y medios y a tenerla en cuenta a la hora de emprender una acción en cualquier terreno.
Y aterrizando esta valoración filosófica en el quehacer del socialismo fracasado, una de las explicaciones de la caída del campo socialista, puede encontrarse en el uso de métodos que comprometieron los objetivos que se enunciaban. Esto puede apreciarse en artículos, ensayos y libros de muchos filósofos, politólogos, historiadores modernos revolucionarios que han estudiado el fenómeno.
La violencia ejercida en variadas formas, las expropiaciones forzosas, el establecimiento de gobiernos “dictatoriales”, la supresión de la participación democrática de los trabajadores y el pueblo en todas las decisiones importantes que les atañen, la cárcel para el pensamiento distinto, las prohibiciones a las libertades en general y a las de expresión, prensa y asociación en particular y muy especialmente, la continuación de la forma asalariada de explotar el trabajo, terminaron por contraponerse a los “objetivos socialistas” de aquellas sociedades.
Esta experiencia, válida para todos los que se proponen aportar a la nueva sociedad, debe servir también para seleccionar los medios y métodos que se proponen  utilizar los revolucionarios contemporáneos en función de sus fines.
Los partidarios del Socialismo Participativo y Democrático, tuvimos en cuenta la indisoluble relación entre fines y medios, a la hora de presentar nuestras Propuestas para el avance al socialismo en Cuba, en ocasión del VI Congreso.
En artículos relacionados con las discusiones en torno al VI Congreso del PCC, a los lineamientos allí aprobados y a la 1ra Conferencia, hemos señalado algunas de las inconsecuencias que apreciamos entre los fines socialistas enunciados y los medios y método que no lo son, con los cuales se pretenden alcanzar y que, a nuestro juicio, acabarán por entrar en contradicción con ellos, modificándolos, condicionándolos y logrando otros resultados.
Socialismo por la vida.
La Habana, 26 de mayo de 2012 perucho1949@yahoo.es
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Comunidad cubanoamericana: futuro y relaciones con Cuba   
Por Jesús Arboleya Cervera  
Mucho se habla de los cambios que están teniendo lugar en la comunidad cubanoamericana como resultado de la llegada de los “nuevos emigrados” y, en tal sentido, se enfatizan sus diferencias con el llamado “exilio histórico”, hasta ahora base política de los sectores dominantes de la extrema derecha.
Tal conclusión no deja de ser cierta. Evidentemente, los nuevos emigrados responden a orígenes clasistas e históricos distintos a sus antecesores, por lo que su creciente peso demográfico en el conjunto cubanoamericano ya se expresa en sus inclinaciones políticas, particularmente en lo referido a las relaciones con Cuba. No es por gusto que la extrema derecha esté proponiendo modificar incluso la Ley de Ajuste Cubano, con tal de limitar su impacto en la vida política miamense.
Sin embargo, en mi opinión, el cambio fundamental en la composición de la comunidad cubanoamericana y lo que a corto plazo augura cambios relevantes en su estructura y manifestaciones culturales y políticas no radica en los nuevos emigrados, sino en factores endógenos, expresados en el hecho de que cerca de la mitad de los componentes de esa comunidad son nacidos en Estados Unidos.
A diferencia de los nuevos emigrados, que por lo general aún transitan el largo proceso de integración a la sociedad norteamericana y, por tanto, son los menos favorecidos económicamente y los que menor influencia tienen en la política local, los nacidos en Estados Unidos constituyen el grupo más dinámico de la comunidad cubanoamericana.
La composición etaria de la segunda y tercera generación de inmigrantes cubanos abarca desde los recién nacidos, hasta personas que ya arriban a los 50 años, por lo que se trata de un grupo relativamente joven, en pleno desarrollo, que tiende a imponer su impronta en el futuro inmediato de la comunidad cubanoamericana, pudiendo transformar muchos patrones que aún la caracterizan.
Un 41 % de los que se encuentran en edad laboral ocupan empleos en la escala superior del mercado del trabajo y solo el 12 % vive por debajo del nivel de pobreza, conformando el grupo más favorecido en la escala social del conjunto. A lo que se suma que en su totalidad son ciudadanos norteamericanos, mientras que apenas tiene esta condición un 25 % de los nuevos emigrados, lo que implica que ya hoy constituyen la mayoría de los potenciales votantes o están abocados a serlo.
La emergencia de nuevos políticos cubanoamericanos también refleja el creciente papel de esta generación en la vida política local, a pesar de que aún no son representativos de renovadas actitudes políticas, sino continuadores de las tradiciones que han caracterizado a sus antecesores. La razón de este desfase, es que su ascenso ha sido a través de las maquinarias políticas tradicionales, vinculadas con los sectores más conservadores del país.
No es posible afirmar, por tanto, que el impacto de estas generaciones implicará un movimiento automático hacia la izquierda. En definitiva son, en su mayoría, los descendientes directos del “exilio histórico” y esta influencia ha marcado sus vidas en muchos sentidos. Tampoco son ajenos a una dinámica política que, basada en el enfrentamiento con Cuba, los ha beneficiado; a las corrientes neoconservadoras que han influido en toda la sociedad norteamericana y a la relación especial de Miami con la oligarquía latinoamericana y las empresas transnacionales norteamericanas que operan en la región.
Sin embargo, existen indicadores que demuestran cierto distanciamiento de las posiciones sostenidas por sus padres y abuelos, ya que son el único segmento de la comunidad cubanoamericana mayoritariamente demócrata, un indicador que ni siquiera muestran los nuevos emigrados. Si en 2008 Obama obtuvo un 35% del voto cubanoamericano, se debió en parte a que así lo hizo un 65% de aquellos comprendidos entre las edades de 18 y 29 años, la mayoría de los cuales debe corresponder a los que nacieron en ese país.
Si bien la diferencia entre republicanos y demócratas ha perdido relevancia en buena parte de la sociedad norteamericana, este no es el caso de la comunidad cubanoamericana, donde sirve para diferenciar, en buena medida, las fronteras políticas, toda vez que alrededor de la afiliación republicana se ha construido básicamente la maquinaria de la extrema derecha y ello constituye tanto un aspecto diferenciador de los cubanoamericanos respecto al resto de los latinos, como expresión simbólica de su reticencia al mejoramiento de las relaciones y los contactos con Cuba, un aspecto donde también aparecen marcadas diferencias.
En 2011, el Cuban Research Institute (CRI) presentó los resultados de una muy comentada encuesta relativa a las actitudes políticas de la comunidad cubanoamericana, donde el 71 % de los nacidos en Estados Unidos apoyó restablecer las relaciones de Estados Unidos con Cuba, un porciento casi idéntico al de los que emigraron después de 1994 y muy superior a la media cubanoamericana (58 %). 
Está claro que para este segmento poblacional cubanoamericano, Cuba representa algo distinto a lo que ha sido tanto para el “exilio histórico” como para los “nuevos emigrados”. No obstante, diversos indicadores muestran que existe interés por el contacto con sus orígenes y que las relaciones con el pueblo cubano pueden ser mayores a las que podemos suponer, aunque la mayoría de ellos ni siquiera ha visitado el país. De hecho, se calcula que el 47 % envía remesas a sus familiares y, según la encuesta del CRI, un 44 % plantea estar dispuesto a invertir en Cuba cuando esto sea posible.
Aunque dada la cantidad de variables que intervienen en el mismo, es difícil pronosticar la evolución que tendrá este proceso, resulta evidente que estamos en presencia de una situación histórica nueva, toda vez que la sociedad cubana ha transitado por una evolución similar y la mayoría de sus ciudadanos no había nacido cuando triunfó la Revolución.
Entonces serán las nuevas generaciones las encargadas de determinar el futuro de las relaciones entre cubanos y cubano-americanos y con seguridad lo harán a su “imagen y semejanza”.
Fuente: Progreso Semanal     9.6.12
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MILAGRO

                                             Por Félix Guerra
Frente al espejo, el ángel trasiega
con vestidos. No viste: desviste cáscaras
superfluas. Arroja al viento blusa y taleguilla,
timidez y pavor, en silencio
ignora chillidos del espectador.
Ira lánguida endulza su mirada, asunto
que crispa más al público.
Voces repletas de graderías. Multitud se lanza
al ruedo y ordena fandango
Os calláis, eh, y. Y brilla algo así como
el departamento municipal de ropa de caballero,
con rosadas y
verticales guayaberas. Corbata
relampaguea en el cuello de la muchedumbre,
al tiempo que estridentes conatos
del gong suenan a pugilato. Completo
el tríptico. Observo al través de la ranura:
no pierdo pesadumbres. El espectáculo excita:
 y como cual-
quier buen humano resisto
la masturbación delante de la taza del baño,
víctima ya de tantas violaciones. Ángel
se desviste enfático, recalca gestos
de sacar blusa y ajustador por la cabeza. Deja
a descubierto estremecidas y pálidas cavernas. Ángel de sexo núbil se repliega suculenta
dentro del cuerpo de la ternura. Se desviste,
se acerca contoneando. Esboza sonrisa triste y
afelpada: es ángel sin embargo,
de veras casto y liso, harto de virginidad.
Acarrea candor en la mirada. Pájaros mecánicos
cruzan furiosos y lanzan octavillas. Anuncian
impuestos y gravar pecados. Cada acto pecaminoso, especificado (o no) en edictos o reclinatorios, queda al margen de la ley. Desconocimiento no indulta de lujurias y deslices. A cambio prometen cielo y surtido procedente de extramuros: guayaberas amarillas carmesí, bordadas
con asuntos florísticos, botas
de puntera, tacón mineral y ziper al costado.
Maletines para viajar la nación. Ofrecen medallas por medio siglo de observar el cielo
sin grandes pretensiones. Mar se desordena,
ceibas abandonan redil, se rehacen
díscolos follajes y por las raíz disparan
flores. Respira la nariz, violencia nasal, con ardor
de quemarropa. Ángel se acerca
y sonríe: ofrece no cielo sino su esponja azul, no
intangibles nubes sino caramelos,
no halagüeñas jubilaciones sino el violeta
del pezón. Deseo, minucioso y lento, me levanta
del polvo y atavía con gestos de subir. Tiende
la mano, apoya el salto, reincorpora.
Deseo se yergue. La angélica quimera, ojo y belfo bergamota, enrojecida y pálida, tiembla por fiebres íntimas y
Públicas: ofrece, ajena a celosías, y
hasta el borde, hasta el mismo escote cuántico,
el milagro de sus pertenencias.
                          Poemas de la sangre cotidiana, junio de 2012

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