¿Por qué Guaidó apareció en Colombia? “Tírese después de usado”.
Eligio Damas
Intentaré abordar este asunto de la manera más ecuánime por las dudas que asaltan. Como pensar que quienes asesoran a Guaidó, pareciera no miran con suficiente claridad. Quizás a alguien, fundamentado en los resultados de ahora y los de mucho antes, hay una ya larga historia, piense que cuando hago esa calificación estuviese “descubriendo” el agua tibia. Pero justamente trato de obviar el pasado, para no contaminar las cosas y sujetarme a lo reciente.
El día sábado en alguna prensa se informó que “sorpresivamente”, Guaidó se había dejado ver en Cúcuta y efectivamente se dejó ver en distintas tomas fotográficas y hasta lanzó mensajes acompañado de los presidentes Piñera de Chile y Duque de Colombia.
Es un hecho por demás conocido, quienes se toman esta cosa en serio y procesan las informaciones con madurez, bien lo saben, los acontecimientos que arrancarían el sábado del lado de Colombia, publicitados con un “concierto”, destinado a concentrar una multitud y la propaganda acerca de “ayuda humanitaria”, tenía en apareiencia un fin ulterior y central. Esta vez u otra vez, las redes están llenas de manifestaciones que eso prueban, como tantas veces antes, se sembró en el cerebro de quienes adversan al gobierno, que ese día y a partir de todo eso, éste se caería estrepitosamente. El imaginario, excitado por informaciones hasta contradictorias, generó la idea de un estallido social a lo largo del país, la toma de cuarteles por las multitudes y hasta a los soldados mismos saliendo a la calle a manifestarse contra el gobierno. Leer lo que se dijo por las redes durante los días previos y sobre todo creerlo, era imaginarse algo parecido a la que dio origen a la “Comuna de Paris”. El propio Guaidó, días antes, dio unas declaraciones tremendistas que contribuyeron a imaginar todo eso, como que “el día 23 la ayuda humanitaria entra sí o sí”. Al margen de lo que uno puede pensar de la necesidad de ayuda que tiene el venezolano, de lo cual no me cabe duda, porque estamos cercados por el hambre y la indigencia, lo que intento ahora es mostrar como cierta dirigencia opositora manejó la información de manera que sentó la idea que ese día sábado 23, más que recibir “ayuda humanitaria”, en Venezuela habría un cambio de gobierno. ¡Otra vez!
¿Si esa oposición que representa ahora Guaidó, y habrá que decirlo así, porque buena parte de ella se mantiene como al margen, y sin duda alguna, no porque uno lo intuya, lo imagine o surja de la historia, sino porque ya ellos mismos lo dicen, financiada, respaldada y hasta conducida por el gobierno de EEUU, tenía ese propósito y su gente lo esperaba con ansia, por qué Guaidó, ese día, se fue para Colombia? Antes de continuar es bueno que el lector tome en cuenta que salió de manera ilegal y sin permiso de nadie, siendo él, según su propia narrativa, presidente provisional “legal” de Venezuela, salida que, por sus características, es un acto además de impolítico, inconstitucional.
Este asunto tiene varias interpretaciones tan significativas todas que merecen que el venezolano las analice, pondere y tome en cuenta.
La primera de ellas pudiera ser, lo que uno descarta porque no cree a los “tanques pensantes” de EEUU tan lerdos, que algunos, entre ellos Guaidó, creyeron la historia que instalaron en la inocente mente colectiva. Que ese día caería Maduro. Su respaldo popular, porque lo tiene, pese lo que a cualquiera se le pudiera ocurrir decir para explicarlo, lo tiene, se disolvería ante el avance de la “ayuda humanitaria” arrastrada por las multitudes que entrarían por Colombia y aquel antes respaldo de Maduro a estas se uniría. El ejército se fragmentaría y las mayorías de las fuerzas se unirían a quienes depondrían al gobierno. Y tras las fuerzas que avanzaban del oeste, a las cuales se les unirían las de los alzados en cada punto por donde pasarían, marcharía Guaidó con destino a Caracas. Y de oriente, al revés del año 1814, las multitudes se dirigirían a Caracas.
Pero al descartar esa opción, justo porque a los gringos no creemos tontos, a uno mismo le embargan las dudas. ¿Cómo pudo proceder así Guaidó si no es más que el personaje que interpreta un guión y sus palabras y pasos están determinados?
¿Por qué dar esa imagen de huidizo, no esperar en el campo de combate justo cuando se daría el puntillazo final y cerca de Miraflores para ascender acceder tan rápido como se esperaban los resultados?
¿Por qué dar la sensación se esperaba el fracaso y ante esto, por lo menos en lo inmediato – ojo dije sólo lo inmediato -, el gobierno saliendo fortalecido, como ha sucedido, de haber salido anticipadamente huyendo? ¿Si se esperaba el fracaso por qué se montó entonces eso, que siendo así, parecería una opereta?
¿Si no se tenía certeza en los resultados de ese plan, es más, si se dudaba tanto que a Gauidó pusieron en resguardo, porque generaron en la multitud falsas expectativas?
En este momento, ante gran parte de la opinión mundial, el gobierno tiene fundamentos por lo menos para dejar a Guaidó sin derecho a entrar a Venezuela. Y hasta para que en la AN, de la cual es presidente, le destituya por ausencia o “vacío de poder” y haber salido del país sin autorización del organismo. Y estando la oposición como está y por lo que acaba de suceder, no es extraño que eso pudiera producirse. Con lo que perdería, como decimos en Venezuela, el “chivo y el mecate”. Lo escrito, sólo tiene la intención de poner de bulto como en la oposición, alguna gente insiste en cometer errores garrafales, como subestimar a su adversario y opinión pública, hasta la de su propia gente.
Al analizar todo lo anterior, quien esto quiera hacer, tome en cuenta que, quienes manejan todos esos planes, a Guaidó tienen como una simple pieza que sin dificultad pueden sustituir. Por esto mismo pudieron ponerle a jugar ese rol tan confuso, pues a lo mejor, es eso, una pieza, un instrumento de esos que se recomienda, “tírelo después de usado”. Eso está en el plan y a lo mejor, Guaidó no lo sabe. Y lo del sábado no fue más que otro globo de ensayo ajeno, algo para mantener los ánimos caldeados y repotenciar el odio que cunde entre nosotros.
Lo anterior está íntimamente ligado a lo que sigue. Según abundantes mensajes de las redes, en Colombia, Guaidó dijo, palabras más o menos, que Maduro había dejado de ser seguidor de Chávez o como que no lo representaba. Estas declaraciones están dentro del plan, que empieza por los rasgos físicos de Guaidó, tema del cual hablé en artículo anterior, que intenta asociarlo con Chávez. Una figura destinada a atraerse el apoyo del chavismo descontento dentro de las multitudes. Pero por haber dicho eso, en esas mismas redes, en buen número, gente opositora, que se maneja más por lo visceral y el odio, poco por la racionalidad política y las complicaciones de ese plan que pudiera estar inteligentemente concebido, se ha desatado en denuestos contra él. Se dice que los vientos cosechan tempestades, el odio es muy mal consejero y hasta ingrediente.
Estas cosas juntas y hasta por separado, pudieran afectar el futuro político del joven Juan Guaidó. La política es un campo minado dentro del cual hay que caminar con mucha prudencia y para decirlo con frase de Berthold Bretch que mencioné en artículo anterior: “Los caimanes tienen dientes y no cesan de morder”. Y quienes aquella manejan desde arriba, como el Departamento de Estado de USA, “no se paran en hueso”. Cuando ya algo o alguien no le sirve, lo tiran a la basura. “¡Tírese después de usado!”
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