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Félix Sautié Mederos
Queridos lectores de Crónicas Cubanas, viajar tiene sus encantos, sus alegrías, sus tristezas, sus cansancios físicos e incluso sus riesgos. Siempre se puede realizar por placer o por necesidad, así como por razones de intercomunicación entre las personas de distintas latitudes ya sean de índole política, cultural, familiar, y quizás otras muy específicas que siempre pueden surgir. Pero lo concreto es que viajar constituye una actividad humana frecuente y necesaria, que muy especialmente para los que vivimos en las islas tiene un talante añorado que nos atrae con un misterioso magnetismo por decirlo con un calificativo más comprensible para expresar el misterio de esa atracción añorada y a veces temida, que se manifiesta en los isleños por salirse de las fronteras con que el mar nos aísla de las tierras firmes de los continentes.
Comienzo con estas breves consideraciones filosóficas al respecto del significado que pueden tener los viajes, para expresarles lo que realicé y lo que viví intensamente en este mes de mayo del 2018 durante mis dos saltos por encima del mar que nos rodea para ir a la Mérida desde donde se publica el Por Esto! de la dignidad, la identidad y la soberanía; encabezado siempre y sin descanso por su egregio director don Mario Renato Menéndez, quien es un maestro de periodistas cargado de dignidad y valor personal, fundador de Por Esto! y responsable de la línea editorial inclaudicable que ha mantenido en sus 27 años de fundados.
A Mérida fui en dos muy breves viajes de tres días cada uno, cargado de esperanzas y de deseos de compartirlas con mis colegas mexicanos, por motivo del momento de inflexión que se ha creado en mi Cuba Revolucionaria. Inflexión motivada por la asunción a los timones de mando de la sociedad de las nuevas generaciones formadas por la Revolución Cubana en sus 60 años de existencia. Circunstancias históricas excepcionales que constituyen un tránsito de continuidad revolucionaria que rompió con esquemas, fatalismos y pronósticos interesados e incluso falsamente justificados “por los pelos” de quienes siempre ven mal lo que Cuba realiza. Quienes además pujan sin descanso con venalidad, perfidia y desparpajo, cargados de rencores y de odios contra todo lo que hace la Revolución cubana sin considerar que en realidad sea positivo o negativo.
Volé a Mérida en dos fines de semanas distintos y en el último lo hice en momentos cargados de tristezas y prevenciones por causa del dramático y lamentable en grado extremo accidente de un avión rentado a una empresa mexicana por Cubana de Aviación, que ha llenado los espacios informativos internacionales en las últimas semanas. Pero para que fuera más preocupante aún, resultó que el regreso de Mérida-La Habana lo hice en un vuelo que se tuvo que remontar por encima de las nubes, a causa de un muy intenso temporal de lluvias que han producidos daños muy sensibles en Cuba.
Volé a Mérida en dos fines de semanas distintos y en el último lo hice en momentos cargados de tristezas y prevenciones por causa del dramático y lamentable en grado extremo accidente de un avión rentado a una empresa mexicana por Cubana de Aviación, que ha llenado los espacios informativos internacionales en las últimas semanas. Pero para que fuera más preocupante aún, resultó que el regreso de Mérida-La Habana lo hice en un vuelo que se tuvo que remontar por encima de las nubes, a causa de un muy intenso temporal de lluvias que han producidos daños muy sensibles en Cuba.
Me refiero a circunstancias que en ocasiones se juntan en la vida para hacer más complejos, dramáticos y determinantes los momentos de inflexión que ocasionalmente aparecen en la sociedad y en el día a día de las naciones y países. Cuba se encuentra precisamente en uno de esos momentos culminantes y decisivos y sobre eso fue de lo que hablé en la Redacción de Por Esto! con mis colegas mexicanos, en dos encuentros que fueron ampliamente divulgados por el periódico, aunque como siempre sucede parece que algunos no se han dado ni siquiera por enterados de todo el destaque que se hizo en pro del éxito que debe tener el nuevo Gobierno de Cuba encabezado por Miguel Díaz Canel. A quien debemos apoyar irrestrictamente porque significa el tránsito de la Revolución cubana hacia el futuro de la renovación biológica de la sociedad que determina el movimiento permanente de la materia y de la existencia humana. Así de decisivo e importante es lo que estamos viviendo en Cuba.
De lo que allí expresé y de lo que debatimos, Por Esto! lo publicó ampliamente en sus ediciones del 12, 13, 25 y 26 de mayo 2018; y no pretendo repetir nada, pero sí referirme a mi regreso de Mérida y a lo encontrado en mi Habana Maravilla en que nací, he vivido y viviré mientras me quede un hálito de vida.
Todo un país movilizado con su Presidente al frente para resarcir los daños de las tormentas de lluvias que nos azotaron, tristeza profunda por el aciago accidente de aviación. Con una nueva política informativa sobre todo lo sucedido que ha roto los cánones establecidos del secretismo, el triunfalismo y los dogmatismos. En los telediarios y en la prensa plana se le están dedicando amplios espacios a las reuniones de gobierno en sus contenidos y expresiones. El nuevo presidente recorriendo directamente los lugares álgidos y escuchando a la población. Yo siempre de Díaz Canel esperaba esas reacciones y estilos, de eso precisamente fue de lo que fui hablar en Mérida, pero quiero recoger lo expresado en un boletín de la Agencia de Prensa IPF por una colega a quien aprecio mucho, Patricia Grogg con el título “Nuevo presidente cubano transforma el estilo de gobierno”.
Todo un país movilizado con su Presidente al frente para resarcir los daños de las tormentas de lluvias que nos azotaron, tristeza profunda por el aciago accidente de aviación. Con una nueva política informativa sobre todo lo sucedido que ha roto los cánones establecidos del secretismo, el triunfalismo y los dogmatismos. En los telediarios y en la prensa plana se le están dedicando amplios espacios a las reuniones de gobierno en sus contenidos y expresiones. El nuevo presidente recorriendo directamente los lugares álgidos y escuchando a la población. Yo siempre de Díaz Canel esperaba esas reacciones y estilos, de eso precisamente fue de lo que fui hablar en Mérida, pero quiero recoger lo expresado en un boletín de la Agencia de Prensa IPF por una colega a quien aprecio mucho, Patricia Grogg con el título “Nuevo presidente cubano transforma el estilo de gobierno”.
Cito sus dos párrafos iniciales que confirman mis planteamientos en Mérida:
“LA HABANA, 24 mayo 2018 (IPS) – Durante su primer mes en la presidencia de Cuba, Miguel Díaz-Canel dio muestras de que para gobernar debe salir a la calle, escuchar a la gente y aprovechar, en vez de evadir, a los medios de comunicación, en su camino para ganar y mantener respaldo ciudadano. En medio de un amplio despliegue de prensa, se le vio en reunión con el Consejo de Ministros, luego pasando revista a programas alimentarios y de energía renovable, valorando los planes de preparación de La Habana para celebrar en 2019 medio milenio de su fundación, o en un recorrido, los días 17 y 18, por barrios de la capital...”
Por el momento no creo necesario que les añada algo más en ésta Crónica sobre mi regreso de Mérida. Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado en el periódico Por Esto!, sección de Cultura, el viernes 1 de junio del 2018
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