El amor y sus complicaciones. ¿O somos quienes lo complicamos?
martes, 6 de septiembre de 2016
TU JUVENTUD Y MI EXPERIENCIA...
La brisa se va colando por entre la flor escondida.
Tus manos van traspasando este cuerpo algo envejecido pero que mantiene en su alma lo que tanto has querido.
Las edades son remolinos al viento
Que al encontrar quién las haga girar
Renacerán como niñas con trenzas.
Una vela ilumina la habitación
En esa penumbra puedo ver tu sopor, cuando arqueas la espalda.
Las gotas resbalan por toda tu columna. Una que otra cae en mi boca y percibo el sabor de una uva en plena cosecha.
Ese rostro asombrado por la compañía que has encontrado. La fascinación que se dibuja en tu boca cuando haces esa mueca, en el momento sublime en que penetras mis ansias de mujer adulta.
Al aire huyen las sábanas de seda.
Molestan en ese instante en que aprendes entre mis piernas y yo disfruto de tu falta de experiencia en estas lides.
Eras brioso, como ese corcel joven que por primera vez reconoce una buena monta.
Mis manos te detienen y hace que respires, pausadamente y detengas tu galopar.
No entiendes, que más se logra siendo paciente, que adelantar, con premura, el acto final.
La obediencia requiere de un premio, por lo que me levanto para endulzar tu garganta seca y sedienta dejando colar un vino tinto, como lo haría un ave a su polluelo.
Lo recibes con delicia y cada gota te alienta a seguir con el juego.
Tu cuerpo arde de deseo pero tienes que sentir la vibración que emana de mis adentros. Has aprendido, cómo contenerte y lo disfrutas. Así entiendes que es un arte celestial el saber postergar tu venida y de esa forma seguir jugando por más tiempo.
“Espera, no te muevas” déjame sentir tu palpitar dentro de mí.
Piensa en otra cosa. No me mires, mucho menos te muerdas los labios porque no sería capaz de aguantarme”
“Déjame gozar este placentero momento y así entenderás lo que es amor sin fronteras”
“Tócame, anda, acaricia mis senos”.
¿Has visto la manera en que se han endurecido?
¡Dije que no te movieras! Sooo... Quieto. ¡Cuéntame un chiste que me haga reír, vamos sé que puedes!
Era el momento y le dije
¡Ahora sí amor, no aguanto más! ¡Soltemos las riendas de estas aguas que pujan por desbordarse!
Es el instante para llenar la copa. No importa si se rebosa, nada se desperdiciará. Ahora haz que mi cuerpo grite tu nombre para que se oiga por todo el Continente.
Ya apaciguada las ganas y tendidos en el suelo, le digo al oído: “Cuando quieras, te doy la segunda clase”. Me mira y besándome suavemente, me dice –Anóteme para mañana, quiero aprender rápido-
Dos seres que se encontraron y lograron sentir el placer de algo nuevo que dejó en sus vidas las ganas de seguir escudriñando los secretos, que hasta hoy habían sido Tabú, de esa forma llegará a ser un buen amante.
Carmen Pacheco
Lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
6 de septiembre de 2016
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