El respeto por la opinión diferente y el derecho a opinar sin insultos, odios, ni rencores...
CRÓNICAS CUBANAS.
Por Félix Sautié Mederos
Queridos lectores de Crónicas Cubanas, parece que algunos no se han enterado todavía que estamos viviendo momentos de cambio de época, de peligros inminentes y de que la vida es movimiento que nos hace pasar por diversidad de etapas, coyunturas y circunstancias distintas que requieren que actuemos en consecuencia tomándolas muy en consideración. Hay quienes han dejado el movimiento solo como una referencia intelectual de que estudiaron filosofía, pero sin comprender que en realidad existe y que es imprescindible tenerlo muy en cuenta, porque lo que puede poner en crisis a cualquier proceso político y especialmente si es o se proclama revolucionario, sería detenerse en el tiempo para seguir tras los que detenidos en el tiempo luchan para que nada cambie.
En mi opinión estamos viviendo momentos históricos y trascendentales en Cuba y en el mundo que nos rodea en que no cabe continuar esperando para cambiar todo lo que deba ser cambiado de acuerdo con las circunstancias y coyunturas actuales. Hay que cambiar lo que deba ser cambiado no como una frase hecha que algunos utilizan como consigna abstracta sin comprenderla a cabalidad; y en consecuencia, disponernos efectivamente a cambiar lo que haga falta para poder continuar adelante con honor y dignidad. Son tiempos cruciales en los que se atisban rencores, odios y pases de cuenta que algunos por ahí además manifiestan abiertamente en un intento de ahogar a la opinión diferente así como al derecho a pensar y a expresar sin ambages la opinión propia. Nos lo tratan de imponer como si fueran los únicos que saben y que tienen derecho para ello a partir de la acción de los extremismos de Tirios y Troyanos.
Unos lo hacen y plantean por un criterio de ultraizquierda y otros por sus concepciones derechistas disfrazados de revolución entre los que se destacan también algunos que últimamente tratan de revivir los planteamientos de un anexionismo entreguista y desfasado aprovechándose de errores, bloqueos internos y deficiencias que realmente hay que rectificar, pero por nosotros mismos sin tener que acudir a nadie de afuera para que venga a empeorarnos los problemas que nosotros si nos empeñamos en hacerlo con honestidad y participación podemos resolverlos con el diálogo de todos con todos sin exclusiones onerosas, con todos y para el bien de todos y valgan las redundancias del término todos. Entiéndase que uso los términos de izquierda y de derechas para resumir en el corto espacio de que dispongo actitudes mucho más complejas que se manifiestan en la realidad, porque gris es la teoría y solo es verde el árbol de la vida como plantea Goethe en Fausto.
En este orden de pensamiento debo decir que he leído detenidamente un diálogo fecundo suscitado en el Blog de Silvio, “Segunda Cita” (1) que por lo extenso y por su continuidad diaria no puedo reproducir en su totalidad, en el que el propio Silvio y otros plantean criterios muy importantes, algunos de los cuales tomo como botón de muestras porque que les concedo una muy directa relación con lo que expreso en esta “Crónicas Cubanas”; con los que además, estoy de acuerdo y quiero citarlos de manera textual y en síntesis expresa : “Luchar honestamente por mejorarnos, sin echarle tanta culpa a los demás, es una forma más digna de ser revolucionarios. Bueno, es lo que yo aprendí. (Silvio)…Si alguien te convida de buena fe, emite un criterio diferente al tuyo y obra con ética desde la sapiencia teórica y científica, y lo hace con sentimientos y convicciones que sustenten la dimensión movilizadora de una actuación esencialmente humanista para contigo y la sociedad que los formó, no lo desdeñemos, mejor hemos de ser constructores de lo nuevo junto a los verdaderos actores de la contemporaneidad política, económica y social del país, no carcoma ni arcoíris de escalas grises, que solo ofrecen un futuro incierto, escabroso y de guerra cultural, que aunque lo niegan, va dirigido a cercenar este proyecto de altísimo valor humano que es la Revolución Cubana, para asirlo al sistema opuesto que los azuza(Daniel Guerra)… no me parece conveniente estar colocando permanentemente calificativos imprecisos y descalificadores, haciendo discusiones abstractas, basadas en un radicalismo fatuo que poco ayuda para resolver los complejos desafíos de hoy. Hay que discutir con humildad ideas concretas, opciones, análisis específicos, sin excluyentismos. Creo que estamos de acuerdo en que es mucho lo que está en juego hoy, (Julio Carranza)… Es muy bueno que afloren opiniones diversas, aunque algunas nos resulten pasmosas, y otras, peligrosas. Eso mismo sucede cuando intentamos que se ventilen errores pasados: salen individuos a taponearnos. Como si las brujitas de la lluvia pudieran ocultar el sol. Buen momento para citar al grandioso poeta indio Tagore: ‘Cuando se cierra la puerta a todos los errores, también la verdad se queda afuera’. En lugar de temerle tanto a un supuesto y no bien aclarado ‘centrismo’, deberíamos concentrarnos en ayudarnos más, en trabajar más, en afrontar juntos los riesgos que se avecinan.(Laidi Fernández de Juan)… Es con el conocimiento objetivo de la sociedad y sus circunstancias que la voluntad sí puede y debe, ejercer su propósito transformador… Lo que habría que acabar de aceptar es que sobre la apreciación de la realidad tenemos diferencias notables que deberíamos discutir con altura, sin calificativos vacíos y sin ofensas irracionales, puesto que es mucho y precioso lo que está hoy en juego... Por supuesto que hay posiciones irreconciliables, pero hay muchas que no lo son. (Aurelio Alonso)… hace rato que he argumentado que una de las claves del futuro es la ampliación del espacio público en nuestro país de manera tal que todos los puntos de vista aparezcan. (Carlos Alzugaray)…
Lamento lo sintetizado y lo que no he podido citar, pero quizás continúe en otra crónica con un tema tan decisivo. Lo importante en mi opinión, es debatir sin tener que acudir a los insultos, los calificativos excluyentes, los odios y los rencores. Hay valores decisivos de la convivencia, a partir de una identidad compartida de los que nacimos en una misma nación y estamos obligados a convivir en paz y armonía con todos y para el bien de todos como lo soñó José Martí. Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. ¡Albricias por Segunda Cita!
(1)Ver en Segunda Cita. El Canciller de la dignidad, por Raúl Roa Kouri http://segundacita.blogspot.com/2017/07/el-canciller-de-la-dignidad-2.html
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