LOS
PERIODISTAS Y LA REALIDAD …
CRÓNICAS
CUBANAS DESDE MÉRIDA.
Por
Félix Sautié Mederos.
Queridos lectores de
Crónicas Cubanas, les escribo desde la siempre acogedora Mérida, donde
ancestralmente los cubanos nos sentimos acogidos con un especial cariño por
causa de una identidad compartida que se funde y enriqueces con nuestras
similitudes y diferencias. Me refiero a algo de la historia y de la vida que
existe entre México y Cuba difícil de explicar, que entre yucatecos y cubanos adquiere unas características más específicas
y familiares, con lazos de unión tejidos y afincados en el tiempo.
Vine a Mérida con un
grupo de revolucionarios cubanos que escribimos en Por Esto! , y que
históricamente nos sentimos la parte cubana del Colectivo del periódico de la
Dignidad, la Identidad y la Soberanía de nuestros pueblos, que cumple su 26
aniversario de ejercicio de un periodismo digno, honrado y veraz comprometido
para siempre con las luchas por la justicia y la paz que se concretan en su lema de primera
página: Dignidad, Identidad y Soberanía.
La primera actividad
de nuestro encuentro por el 26 Aniversario de Por Esto! entre periodistas
mexicanos y cubanos se realizó el pasado jueves 16 de marzo en estand de Por
Esto! en la Feria Internacional de la Lectura en Yucatán 2017, dedicada a un
tema que considero esencial : “Dar la primera noticia o comunicar la verdad”
que en mi opinión resultó ser
como el “buenos días” ya comenzamos. Hubo un consenso de que la verdad es lo esencial que tenemos
que privilegiar. Y también estuvimos de acuerdo en que en Por Esto!
Tenemos un ejemplo paradigmático y un
maestro de periodistas en Mario Menéndez. Fueron varias y muy motivadoras las
anécdotas que relataron al respecto los avezados periodistas yucatecos de
muchos años con Por Esto!
Ante todo quiero
decir que reconozco que mi sentido místico de la vida me marca decisivamente en
mis expresiones valorativas del
encuentro a que me refiero. No puedo
evitarlo ni tampoco explicarlo de otra manera porque como el viejo periodista
que soy de más de 50 años de ejercicio de la profesión, siempre tomo nota de
los eventos en que participo; pero muchas veces cuando me pongo a escribirlos,
me olvido de lo que anoté y lo hago con el corazón y los sentimientos. Y en
esta ocasión me ha sucedido de nuevo porque Por Esto ha devenido Casa Segura y
estímulo para seguir adelante hasta el final de la etapa definitiva de mi
Peregrinaje Terrenal. Así lo pienso y así lo afirmo.
En síntesis, para no
cansarlos quiero relatarles algo de lo que expresé y experimenté entonces, porque el tema en mi criterio puede
ser más importante incluso de los que pensamos y afirmamos quienes allí
participamos esa tarde. Pienso pues que nuestra profesión tiene una razón de ser
muy válida en el tiempo y que no desaparece ni mucho menos con el accionar de
las nuevas tecnologías de la información debido a su inmediatez implícita y a
la amplitud de quienes las puede utilizar sin el oficio de nuestra profesión
porque aunque ya todos tenemos la posibilidad de ser los protagonistas
principales de la comunicación social, las complejidades de la realidad no han
desaparecido y quizás se han complicado más que nunca. Esas circunstancias,
reafirman la necesidad de un oficio que es profesión en donde los improvisados
tienen muy poco que decir. Así lo afirmo cuando lo escribo más completamente
que cuando lo dije en el encuentro.
Por otra parte quiero
añadir que esos conceptos de que el periodismo desparecerá con el desarrollo
tienen algún un fundamento que los
motiva, pero de ahí a que pensar que no hace falta la especialización en la
búsqueda, análisis y comunicación social de la verdad que se esconde y digo que
se esconde porque no encuentro un mejor término en el conjunto de la sociedad
en que nos desenvolvemos en la actualidad, adquiere junto con los nuevos
matices que lógicamente nos presenta el
desarrollo, también más profundas necesidades de que existamos quienes
como función social, quizás un apostolado y que me disculpen quienes se
resisten a la mística, porque por algo los cubanos denominamos e Apóstol a nuestro primer y más fecundo periodista
José Martí.
La realidad es
compleja como compleja es la vida y no
admite complicaciones ni ingenuidades en los tres planos que en mi criterio se
nos manifiesta que son la realidad que nosotros deseamos que sea; la realidad
que lo poderes fácticos nos quieren imponer como la que es; y finalmente, la
realidad que verdaderamente es que si bien puede ser muy amarga y muy triste,
nuestro compromiso con la verdad por encima de todo, nos obliga a informarla,
hacer conciencia de su existencia y coadyuvar positivamente para transformarla.
Por la brevedad lo
dejo aquí por el momento y para despedirme lo que siempre planteo. Así lo
pienso y así lo afirmo con mi derecho a opinar y con mis respetos para el
pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida , Yucatán,
México, el sábado 18 de marzo del 2017
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