El buen“negocio” de ser “Disidente”
- Max Lesnik
- 17 marzo, 2017
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Jamás en la historia de Cuba la oposición había sido pagada por un gobierno extranjero. Las guerras de independencia desde la de 1868 hasta la de Martí de 1895, fueron costeadas con el aporte de los emigrados cubanos -humildes obreros y empresarios patriotas- que desde Tampa, Cayo Hueso y New York se sentían comprometidos con el empeño noble de hacer de Cuba una república libre y soberana, tan independiente de España como de los Estados Unidos. Otros dieron más que su dinero porque ofrendaron sus vidas en el altar de la patria.
Años más tarde cuando se asentó en el poder la dictadura del General Gerardo Machado combatida desde sus inicios por el joven rebelde Julio Antonio Mella, hasta su derrocamiento el 12 de agosto de 1933 tampoco ninguno de los opositores con Antonio Guiteras como mejor ejemplo, reclamaron ayuda económica de gobierno extranjero alguno para alcanzar sus objetivos políticos.
Tampoco los opositores a la dictadura de Batista de los años cincuenta ni siquiera aquellos que por su pensamiento ideológico de derecha tenían simpatías por los norteamericanos, fueron tan índigos de aceptar dinero del gobierno de los Estados Unidos con el propósito de alcanzar sus fines.
¿Que clase de cubanos son estos que se proclaman “Disidentes” que no tienen escrúpulo alguno en aceptar dinero de un gobierno extranjero para combatir al de su patria por las treinta monedas de Judas?
Ante tanta desvergüenza me viene a la memoria lo que publicara en un artículo de la revista Bohemia titulado “Hacia dónde va Cuba” en el año 1934 el entonces joven estudiante revolucionario de la Generación del treinta Eduardo Chibás.
Era una franca alusión a los que en busca de dádivas mercenarias iban a la Embajada de Estados Unidos a solicitar apoyo para sus ambiciones bastardas.
Dijo Chibás entonces : ” Prefiero al Coronel Jiménez, porrista del dictador Machado, muriendo balaceado con una pistola en la mano, antes que aquel que visita la embajada americana mendigando servilmente protección para combatir el gobierno de su país. Esos son traidores de la peor especie. En los países de fuerte tradición
nacional se les desprecia y se les fusila por la espalda.”
Razón de sobra para que etos mercenarios de hoy no tengan en Cuba ningún respaldo popular. A fin de cuentas no es un buen negocio eso de ser “Disidente”. Que ser Judas es ser siempre traidor.
Dijo Chibás entonces : ” Prefiero al Coronel Jiménez, porrista del dictador Machado, muriendo balaceado con una pistola en la mano, antes que aquel que visita la embajada americana mendigando servilmente protección para combatir el gobierno de su país. Esos son traidores de la peor especie. En los países de fuerte tradición
nacional se les desprecia y se les fusila por la espalda.”
Razón de sobra para que etos mercenarios de hoy no tengan en Cuba ningún respaldo popular. A fin de cuentas no es un buen negocio eso de ser “Disidente”. Que ser Judas es ser siempre traidor.
Les habló par Replica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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