Almagro con el cadáver a cuestas
Traducido desde el más allá por Max Lesnik
El uruguayo Luis Almagro, inverecundo* Secretario General de la OEA anda dando brinquitos por distintos países del continente americano buscando votos para la aprobación de una resolución del Ministerio de Colonias que regentea desde Washington según la cual el gobierno del Presidente venezolano Nicolás Maduro tendría que convocar a elecciones generales de inmediato aunque eso no esté prescrito en las leyes de la constitución de ese país sudamericano, que de no hacerse así, amenaza el señor Almagro con solicitar la expulsión de Venezuela de la Organización de Estados Americanos.
Cualquier pudiera pensar que esta furia anti-venezolana del uruguayo se debe a su marcado y desinteresado amor por la democracia continental. Pero en realidad no hay nada de eso porque detrás de su sucia jugarreta lo que en realidad anda buscando el señor Almagro es llamar la atención y hacerse sentir para que el nuevo gobierno de Estados Unidos que preside el impredecible Donald Trump no le reduzca de un plumazo como ya ha amenazado, el aporte de 50 millones de dólares que contribuye todos los años Estados Unidos al presupuesto general de gastos de la Organización de Estados Americanos. De ahí sale su juguso salario para el bien vivir.
El señor Almagro con su postura anti lo que está haciendo en realidad no es otra cosa que cavar la sepultura de la OEA, un cadáver putrefacto sin prestigio alguno que debió haber desaparecido desde hace mucho tiempo para bien de todas las naciones que forman parte del continente americano.
A Cuba la expulsaron de la OEA a principios de los años sesenta del pasado siglo y Cuba siguió ahí. Con Venezuela pasará lo mismo por más que siga el señor Almagro con el cadáver de la OEA a cuestas. Mejor que la entierre que ya ese muerto apesta.
Y hasta la próxima entrega de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
*Que no tiene vergüenza
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