Por
Hedelberto López blanch
Tras el
acuerdo firmado en Austria el pasado 10 de diciembre, la Organización de
Países Exportadores de Petróleo esta volviendo a retomar el papel de vanguardia
en la estabilización y la producción mundial del crudo.
Por primera
vez en la historia se pactó entre los países de la OPEP y los grandes
productores No OPEP una reducción de la producción para regular el mercado y
recuperar los precios del crudo. Estos últimos rebajarán las extracciones en unos
558 000 barriles diarios.
Con anterioridad, en la Conferencia Ministerial del grupo
efectuada también en Viena el pasado 30 de noviembre, los miembros de la OPEP
acordaron recortar en 1,2 millones de barriles por día, (mbd) con lo cual la
producción diaria será fijada en 32,5 millones de barriles que entrará en vigor
el primero de enero de 2017.
Si se cumplen los acuerdos, la rebaja de los suministros de oro
negro será de 1,78 mbd, algo menos del 2 % de la producción mundial, lo cual
supera al crecimiento de la demanda en el planeta que los expertos pronostican
en 1,2 mbd para el año 2017.
Desde
mediados de 2014 el precio del crudo bajó en picada y a finales de 2015, la
cotización cayó hasta 33,8 dólares por barril en la canasta de la OPEP, el
mínimo desde julio de 2004 cuando llegó a alrededor de 30, debido a varios
factores en el escenario internacional.
El primero
fue la reducción de las importaciones en algunos importantes consumidores como
Estados Unidos y China, así como de otras naciones en desarrollo, junto a una
oferta de crudo en el mercado, un poco mayor que la demanda.
En segundo
lugar, los fracasos en las Cumbres de la OPEP , al no lograr sus miembros un acuerdo para
adoptar una reducción conjunta de la extracción oficial del crudo que en ese
entonces era de 31,5 mbd, pero sobrepasaba los 32,4 mbd por la trasgresión de
cuotas de algunos de sus integrantes.
En el cónclave de Austria se logró la participación de 13
miembros del cartel a los que se sumaron una decena de países externos, entre
ellos Rusia, primer país productor fuera de la OPEP. Entre los No miembros se
hallaban, Azerbaiyán, Kazajastán, Omán, México, Rusia, Sudán, Sudán del Sur,
Bahréin y Malasia.
El ministro qatarí de Energía y presidente
del grupo, Mohamed Saleh Al Sada, declaró
a la prensa acreditada que estaba feliz de anunciar ese “acuerdo
histórico", mientras su homólogo venezolano, Eulogio Del Pino, lo calificó
de altamente relevante porque es inédito y sin precedente en la búsqueda conjunta
de un precio justo para el crudo.
Innegablemente que el presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, Nicolás Maduro Moros ha sido el ente fundamental para que se lograra
esa decisión pues en los últimos meses ha efectuado numerosas reuniones y ha viajado
a diferentes países para convencer a las respectivas autoridades sobre la
necesidad de estabilizar los precios.
Aunque el acuerdo comenzará a regir a partir del primero de
enero de 2017, y por un período de seis meses, ya el valor del barril de
petróleo Brent, referente en Europa, subió un 0,83 % y terminó esta última semana
a 55,33 dólares y el del Texas (WTI), referente en América, avanzó un 1,5 %
hasta los 52,40 dólares, en los mercados de futuro de Londres y Nueva York.
Para comprobar esa solución coyuntural que apunta a resolver la
situación en el mediano y largo plazo, los firmantes, según trascendió,
establecieron un Comité de Seguimiento con la presencia de tres países OPEP:
Argelia, Kuwait y Venezuela y dos No miembros: Rusia y Omán.
Datos de
organizaciones internacionales indican que los miembros de la OPEP producen entre el 35 y
40 % del crudo mundial y el 60 % proviene de otras naciones.
Además, un factor determinante en la baja y subida de los
precios es producido por los intermediarios o las empresas e instituciones que
influyen en los mercados.
Por ejemplo,
en este mundo de globalización desmesurada las compañías transnacionales del
petróleo, los bancos como Citigroup, JP Morgan Chase y Goldman Sachs, y sobre
todo la gran bolsa de valores de Wall Street, distorsionan la realidad y
señalan en muchas ocasiones el rumbo a seguir.
La gran
realidad es que los entes señalados lanzan rumores con el fin de imponer el
miedo en los mercados y de esa forma obtener enormes beneficios.
Desde hace
una década muchos han sido los motivos señalados con esos fines: invasión y
ocupación de Irak por Estados Unidos; sabotajes a instalaciones petroleras en
Kenia y Nigeria; ataque contra una planta química en Arabia Saudita;
dificultades en los yacimientos de Noruega; amenazas de guerra norteamericana
contra Irán; huracanes en México; poca producción de la OPEP; desvalorización
del dólar; tensiones en Venezuela; mayores o menores consumos en China e India;
inestabilidad política en Pakistán; manifestaciones sociales en Egipto, Yemen,
Jordania, Arabia Saudita; ataques norteamericano-europeo contra Libia.
El experto
F. William Engdahl, de Global Research, explicó en un artículo publicado
recientemente, la forma en que laboran estos especuladores los cuales reciben
ayuda de la Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancía de los Estados
Unidos (CFTC), encargada de regular los derivados financieros.
Engdahl
revela que en la década del ochenta, Goldan Sachs compró J. Aron % Co., un versado
negociante en materias primas, y desde entonces, el comercio en petróleo
disponible para entrega inmediata o física pasó de un campo de compradores y
vendedores a la desregulación pues se apuesta a un costo futuro de 30, 60 0 90
días sin tener en cuenta el valor diario del combustible ni la verdadera oferta
y demanda.
Así las
cosas, los países productores deberán seguir enfrentando esos desafíos, pero no
cabe dudas que el acuerdo logrado en Viena ha sido un verdadero logro para la
OPEP que le señala el camino futuro a seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario