El asesinato del líder obrero Mauricio
Báez.
Por Pablo LLabre Raurell.
“Asesinos, pasad
ignorados a la posteridad y que ésta pueda
maldeciros sin conoceros”.
España
Trágica.
Benito
Pérez Galdós.
Entre los dictadores que durante la pasada centuria dejaron
una huella sangrienta en los países de nuestra América, como Tiburcio Carías (Honduras),Rojas
Pinillas (Colombia), Juan Vicente Gómez
y Marcos Pérez Jiménez ( Venezuela), y Anastacio Somoza( Nicaragua), fue Rafael
Leónidas Trujillo, en República Dominicana (1930-1961), el que junto a Augusto
Pinochet (Chile), ocupa el primer lugar.
La primera invasión de
los Estados Unidos a la República Dominicana, en 1916, pavimentó el ascenso de
Trujillo al poder. Las tropas de ocupación crearon la Guardia Nacional. A su retiro, en 1921, lo dejaron al frente de
la institución, tomando así el control militar de la nación. Años más tarde, en
unas elecciones espurias donde no faltó el fraude y la coacción, obtuvo el
poder político.
Con absoluta impunidad
y falta de escrúpulos ordenó los crímenes más horrendos, como el de las hermanas
Minerva, Patria y María Mirabal, el 25 de noviembre de 1960. Su
saña no respetó fronteras. Los casos de José Almoina y Jesús Galíndez, entre
muchos otros, así lo atestiguan. En más de una ocasión su largo brazo tocó suelo
cubano. En 1955, sicarios trujilistas asesinaron de varias puñaldas, a plena
luz del día, al fundador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Manuel
(Pipi) Hernández, en una calle del Vedado, Ciudad Habana.
Pero quizás, el crimen
más controversial perpetrado por Trujillo en Cuba, debido al misterio que aun lo
rodea, fue el del líder obrero Mauricio Báez, acontecido en Ciudad de La
Habana, el 8 de diciembre del año 1950.
Dirigente obrero.
El líder obrero Mauricio Báez de los Santos, nació el día 23
de septiembre de 1909, en Sabana Grande del Palenque, San
Cristóbal. Siendo apenas un niño laboró en la bodega del central
Colón, en San Pedro de Macorís, para ayudar al sustento familiar. En 1930
se inició en las luchas obreras. Periodista de vocación, fue asiduo
colaborador de los rotativos Combate y El Federado, desde cuyas
páginas denunció las precarias condiciones de vida de los obreros dominicanos. Su
elocuencia e integridad le granjearon el respeto y admiración de sus
compañeros en la Federación Local del Trabajo, donde a principios de 1939,
comenzó a estructurar la estrategia de resistencia obrera contra la dictadura.
La Huelga Azucarera.
El 7 de enero de 1946, la República Dominicana
amaneció con un paro laboral en los ingenios de la Romana
y San Pedro de Macorís en demanda de aumento salarial y jornada de
ocho horas. La huelga fue organizada por los líderes obreros, Hernando
Hernández y Mauricio Báez. El temor a que el paro se extendiera a otras zonas del
país obligó al régimen, por primera vez, a dialogar con los huelguista y sus demandas
fueron aceptadas.
Durante las negociaciones Trujillo ocultó sus garras, pero
al término de éstas dio rienda suelta a sus instintos criminales. Mauricio Báez
resultó detenido el 28 de enero. El sátrapa lo liberó para asesinarlo fuera de
la prisión, pero el líder sindical se adelantó a sus sicarios y pidió asilo en
la embajada de México.Trujillo intentó comprarlo. Ante la firmeza del
dirigente obrero acudió a la calumnia. Lo acusó de malversar los fondos del sindicato
para desvirtuar su condición de perseguido político.
En Cuba, el periódico Hoy, órgano del Partido Comunista (Partido
Socialista Popular, PSP) inició una enérgica campaña dirigida por el
Secretario General de la Confederación de Trabajadores de Cuba ( CTC), Lázaro
Peña, para evitar que el dirigente azucarero cayera en las garras del sátrapa. La
gestión fue coronada por el éxito. El 28 de febrero Trujillo autorizó a
Mauricio Báez viajar a México. De la capital Azteca se trasladó a La
Habana.
Primer exilio.
En Cuba, Báez recibió apoyo de la Federación Nacional de
Trabajadores Azucareros(FNTA), que tenía entre sus dirigentes al
representante a la Cámara (PSP) y líder de los obreros azucareros, Jesús Menéndez,
asesinado en Manzanillo, el 23 de enero de 1948, así como a Conrado
Rodríguez, Conrado Becker y el Congresista del P.R.C Auténtico, Emilio
Surí Castillo.
Con frecuencia asistía a la radio para denunciar las
tropelías de Trujillo y llamar a su derrocamiento. La emisora radial del
Partido Comunista - conocida como la mil diez- fue su tribuna preferida. En sus
enérgicas alocuciones se identificaba como miembro del Partido Democrático
Revolucionario Dominicano (PDRD), nombre del Partido Comunista desde su
fundación, en 1943.
Un acuerdo dudoso.
Al término de la Segunda Guerra Mundial surgió un clima de rechazo
hacia las dictaduras militares. Acorde a ésa corriente el gobierno
norteamericano presionó a Trujillo a realizar cambios que hicieran su régimen más
potable ante la opinión pública. Acorralado, el sátrapa buscó un acuerdo con la
oposición y anunció una “apertura democrática”.
El Partido Socialista Popular de Cuba (PSP) ofreció su
colaboración y desde la Habana arribaron a la capital Dominicana, José Luciano
Franco, Emilio Roig de Leuchering y Salvador García Agüero, entre otros.
Trujillo designó como mediador al periodista y funcionario del régimen,
Ramón Marrero Aristy, a quien el 17 de Julio de 1959, ordenó asesinar por
brindar información “confidencial “al corresponsal del periódico The New York
Times, Tad Szulc.
Producto de los acuerdos muchos presos políticos fueron
excarcelados. Otros regresaron del exilio, entre ellos, Mauricio Báez, quien a
pesar de sus dudas acató el acuerdo por disciplina partidista. La dictadura se
comprometió a tolerar la libertad de expresión, las movilizaciones obreras
y la organización de partidos políticos. Por primera vez el oficialista
Partido Dominicano (PD) tendría competencia. Bajo el nombre de Partido
Socialista Popular emergió de la clandestinidad el Partido Democrático Revolucionario
Dominicano (PDRD), así como la Juventud Democrática (JD), integrada por
estudiantes de la Universidad de Santo Domingo.
En el marco de la apertura se convocó al segundo Congreso
Nacional Obrero, a fin de crear la
Confederación de Trabajadores Dominicanos (CTD). Mauricio Báez y Ramón Grullón
fueron delegados al evento por el Partido Socialiasta Popular. Báez integró la
Comisión Organizadora y durante el recorrido efectuado por todo el país brilló
por su elocuencia.
El congreso tuvo lugar en septiembre de 1946. Las
maniobras trujillistas impidieron que Mauricio alcanzara la Seretaría
General. En su lugar fue elegido Secretario de Organización. Inconforme
con los resultados se retiró a San Pedro de Macorís, donde tenía su base de
operaciones.
Fin de la apertura.
Al comenzar la Guerra Fría (1947) la política de EE.UU hacia América Latina sufrió un brusco giro a la
derecha. La batalla contra el comunismo pasó a ser el objetivo primordial. Este
cambio brindó a Trujillo la excusa perfecta para concluir su “apertura
democrática “. Ahora, bajo la acusación de comunistas, el dictador podía
reprimir toda oposición. Sin importar su credo
político, Trujillo comenzó a reprimir todo vestigio de oposición: estudiantes,
campesinos, obreros, intelectuales, todos por igual.
En San Pedro de Macorís, los esbirros arreciaron su
persecusión contra Mauricio Báez. Las frecuentes golpizas y amenazas
de muerte lo obligaron a buscar refugio. Una vez más, la legación de la hermana
República Azteca lo acogió en su sede. El embajador, Don Pedro Cerisola, le
brindó protección diplomática. Pero el Partido Socialista Popular lo expulsó de
su filas. En abril de 1947 regresó a Cuba.
Segundo Exilio.
A su llegada a La Habana Mauricio Báez se incorporó a la
gesta libertaria de Cayo Confites.
En junio de 1944 fue elegido Presidente Constitucional
de la República de Cuba, el Dr. Ramón Grau San Martín. Al igual que sus
homólogos, Rómulo Betancourt, de Venezuela; Juan José Arévalos, de
Guatemala; y José Figueres, de Costa Rica; Grau fue un acérrimo enemigo del
sátrapa dominicano. La postura del nuevo presidente creó las condiciones para que
en suelo cubano se organizara la expedición de Cayo Confites.
La gesta fue dirigida por exiliados dominicanos y miembros
de la organización, Movimiento Socialista Revolucionario de Cuba (MSR). Entre
los líderes Dominicanos se destacan, el ex- general Juan Rodríguez, Angel
Miolán, Juan Bosch, Enrique Cotubanama Henríquez, Virgilio Mainardi, Rafael
Mainardi, Juan Isidro Jiménez Grullón y Ăngel Morales, y otros; de los miembros
del MSR cabe mencionar a Rolando Masferrer, Eufemio Fernández, Feliciano
Madierne, Armentino Feria, Pedro Bejerano, Julio Salabarría, Jorge Agostini,
Enrique Rodríguez Loeches, Humberto Castelló, y Manolo Castro. Los
gobiernos de Venezuela (Rómulo Betancourt), Guatemala (Juán José Arévalos) y
Haití ( Elie Lescot), ayudaron en el empeño.
El principal financista del MSR, el Ministro de Educación de
Cuba, José Manuel Alemán, brindó un sustancial aporte económico al movimiento (de
los fondos de Educación) y autorizó la utilización de inmuebles y medios de
transporte del Ministerio para la operación. Se estima que el hacendado, ex-general,
Juan Rodríguez, aportó un millón de dólares de su pecunio personal.
Una vez inscritos, los expedicionarios se dirigían al
Instituto Politécnico de Holguín, donde eran recibidos por Manolo Castro y
Rolando Masferrer. Juan Orta- secretario político del jefe del Partido
Auténtico en la Provincia de Oriente, Emilio(Millo) Ochoa - era el director del
Politécnico. Del Instituto los expedicionarios eran trasladados en diferentes
grupos hacia el inhóspito Cayo al norte de la provincia de Camagüey que
bautizó la expedición.
Desde sus inicios la gesta de Cayo Confites adoleció del factor
principal de toda operación militar: la discreción. En la más recóndita
esquina habanera, barbería o cafetería, se comentaba al respecto. Por
diversas fuentes llegó a conocimiento de Trujillo. Una fue su agente más
calificado en Cuba, Alfonso Fort, ex-jefe de la Policía Judicial en tiempos del
dictador Gerardo Machado. Fort mantuvo al sátrapa informado sobre los
pormenores de la expedición. Al ser detectada su condición de agente
trujillista, el MSR le dirigió un atentado del que escapó con vida, el 5 de
Agosto de 1947.
El Departamento de Estado Norteamericano ejerció una
fuerte presión sobre el gobierno de Grau para suprimir la expedición. En una
visita a la capital norteamericana, en septiembre de 1947, el jefe del ejército
cubano, General Genovevo Pérez Dámera, recibió un soborno - estimado en cuatro
millones de dólares- de manos del representante
diplomático de Trujillo en Washington para que abortara la operación.
Otro factor que influyó en el fracaso fue la masacre del
reparto Orfila, en Marianao, Ciudad Habana, el 15 de septiembre de 1947. Evento
en el que resultaron asesinadas 6 personas, entre ellas, una mujer en estado de
gestación y el jefe de la Unión Insurreccional Revolucionaria (UIR), Comandante
Emilio Tro Rivero. La rencilla entre pandillas motivó que el Ejército persiguiera
a los participantes en la masacre, entre los que estaba Orlando León Lemus (a) el
Colorado, bajo ese pretexto registró la finca América, en las afueras de La
Habana, propiedad del Ministro de Educación, José Manuel Alemán, donde se
ocuparon toneladas de armamentos de diferentes calibres y explosivos,
pertenecientes a Cayo Confites.
Tras implacable persecución
por parte de la Marina de Guerra los tripulantes de los buques Aurora y el
Fantasma fueron detenidos e internados en el campamento militar de
Columbia. El jefe del Batallón Sandino, Rolando Masferrer, acusó al jefe del ejército
de haber traicionado la Revolución Dominicana. Durante una visita de Pérez
Dámera a Columbia, luego de increparlo, Masferrer le arrojó una cámara
fotográfica que arrebató a un periodista (1).
La ofensiva de Trujillo.
Tras las experiencias de Cayo Confites (1947) y Luperón (1949),
y la creación de la Legión del Caribe, Trujillo realizó una importante compra
de armas e inauguró una fábrica de fusiles en su pueblo natal, San
Cristobal. Además, ordenó la ejecución de connotados enemigos, entre
ellos, Eufemio Fernández, Enrique Cotubanama Henríquez, Manuel (Pipi)
Hernández y Mauricio Báez.
El capitán Antonio Jorge.
A mediados de 1949, el dictador envió a Cuba un agente, el
capitán del Ejército Dominicano, Antonio Jorge Estévez, para coordinar la
ejecución de opositores.
Durante la gesta de Cayo Confites Estévez penetró el grupo
que ingresaría a República Dominicana desde Haití. En este grupo estaban, Irán
Ruíz Rojas (hermano del jefe de la Policía Nacional ), Erundino Vilela( jefe de
la Policía Secreta), el veterano de Etiopía y la Guerra Civil
Española, Alejandro del Valle, y Antonio( Tony) Santiago, dirigente nacional de la
Juventud Auténtica. Estos cuatro expedicionarios tenían sospechas sobre la
fidelidad del capitán Jorge.
Bajo la cobertura de un chequo médico, el 30 de junio de
1949, Antonio Jorge viajó a Puerto Rico y se reunió con exiliados
dominicanos. La curiosidad del “enfermo” y el costo de sus viajes aumentaron
las sospechas existentes.
Tras breve estancia en San Juan Estévez voló a Miami. El 3 de Julio llegó a la Habana y se hospedó
en el hotel San Luís.
Ubicado en la calle Belascoaín, Centro Habana, el hotel
San Luís era punto de reunión de exiliados dominicanos, dirigentes
estudiantiles y revolucionarios de diversas militancias. Su dueño, Cruz Alonso,
no sólo reclutó en sus oficinas decenas de combatientes para Cayo Confites,
sino que además, participó en la expedición.
El 6 de Julio de 1949, mientras caminaba por las inmediaciones
del hotel, dos individuos armados lo introdujeron en un auto rumbo a una
residencia en la playa de Guanabo, propiedad del funcionario del Ministerio de
Hacienda, Gabriel Santiago, quien era el padre de Tony Santiago y estaba ajeno
a lo que sucedía.
Tras un interrogatorio de tercer grado Estévez confesó los
motivos de su visita: coordinar la muerte de Eufemio Fernández y Enrique
Cotubanama Henríquez. Fue ejecutado y su cadáver lanzado al mar atado a un
bloque de cemento. Paticiparon en la acción: Eufemio Fernández, Erundino
Vilela, Cándido de la Torre y Tony Santiago (2).
El 18 de agosto de 1949, familiares del capitán
Antonio Jorge presentaron ante el Procurador General de República
Dominicana una denuncia contra miembros de la Policía Secreta de Cuba,
acusándolos de su secuestro y asesinato. La demanda judicial fue
publicada en el rotativo capitalino, El Caribe, el 20 de agosto de1949, lo
que prueba la mano de Trujillo tras la denuncia. (3).
Continúa la ofensiva.
El 18 de abril de
1951, un sicario a las órdenes de trujillo agredió en plena vía pública con una jeringuilla que portaba veneno de
Cobra al ex- mandatario venezolano, Rómulo Betancourt, quien atendido
en una clínica de la capital por el Dr. Hildo Folgar, salvó la vida. En junio
de 1951, el auto en el que viajaba Enrique C. Henríquez por la carretera vieja
de Guanabacoa fue baleado por mercenarios trujillistas. Resultó ileso. Rafael
Soler Puig (a) el Muerto - el mismo que 4 años después ultimara a Pipi
Hernandez - fue uno de los participantes. El senador del PRC Auténtico, Miguel
Suárez Fernández, acusó a Trujillo del atentado.
El médico y psicólogo, Enrique Cotubanama Enríquez,
perteneciente a una ilustre familia de intelectuales dominicanos, estudió la
Carrera de Medicina en la Universidad de La Habana. Durante su etapa estudiantil
se enfrentó a la dictadura de Gerardo Machado por cuya razón fue recluído en la
prisión de Isla de Pinos. En 1939 estuvo en la fundación del PRD, en el poblado
del Cano, en la Habana. junto a Juan Bosch participó en la redacción de
sus estatutos. Fue miembro titular del Instituto de Criminlogía de Cuba y profesor
de la Escuela Nacional Penitenciaria. Ocupó un escaño en el Congreso de la
República de Cuba y estuvo casado con Yeyé, hermana menor de Carlos Prío
Socarrás, Presidente Constitucional de Cuba (1948–1952).
Un diplomático siniestro.
A finales de 1949 Trujillo sustituyó de su legación en la
Habana al diplomático, Héctor Inchaústegui Cabral, por un asesino de
carrera, Félix W. Bernardino.
Amante de la poesía y la música, boxeador en su juventud,
Bernardino cumplía una larga condena por homicidio cuando su amigo de la
infancia, Rafael L. Trujillo lo indultó. Su sangre fría y probada fidelidad lo
convirtieron en el sicario predilecto del dictador para los trabajos en el
exterior. Su hermana, Minerva, representantó a la dictadura ante las Naciones
Unidas. Entre la Romana y Jigüey, Bernardino poseía terrenos dedicados al cultivo
de Caña de Azúcar y ganadería. Su amistad con el sátrapa la refleja la
siguiente anécdota.
En 1960, la compañía Gulf and Western Industries, inc, compró
el ingenio azucarero de la Romana. Un tiempo después nombró un nuevo
administrador, el cubano Teobaldo Rosell. El pade de Rosell era propietario de
un pequeño ingenio azucarero en la zona oriental de Cuba. Durante la
insurrección contra la dictadura de Batista, Rosell entregó de manera
voluntaria, un donativo de un millón de pesos a las fuerzas rebeldes en la
Sierra Maestra. Luego del triunfo de la Revolución, el Gobierno Revolucionario
intervino el central.
En la zafra de 1961 - última en vida del dictador,
ajusticiado el 30 de mayo- el nuevo administrador comunicó a Bernardino
que no podía moler en su totalidad las cañas solicitadas pues exedían la cuota
del central. Bernardino le envió un recado con su chofer, Matías de la
Rosa: “Le doy 24 horas para que las muela todas pues son muchas y no me las
puedo comer”. Rosell reportó al jefe del cuartel la amenaza.“ En los asuntos de
Bernardino yo no interfiero “- respondió el oficial. En menos de 24
horas las cañas fueron molidas… en su totalidad. (4)
A principios de 1950, Bernardino llegó a Cuba bajo
el manto de Encargado de Negocios. Pronto desató una ofensiva diplomática. El
14 de marzo envió una nota al canciller Ernesto Dihigo, en la que acusó a
Mauricio Báez de organizar un plan terrorista para la eliminación física de miembros
de la legación diplomática (5).
El 12 de abril de 1950 denunció las actividades de los exiliados.
La nota fue respondida por el canciller de Cuba, Ernesto Dihigo. En
una misiva fechada el 20 de abril, Bernardino replicó de manera agresiva la
respuesta de Dihigo, acusó a Mauricio Báez de proponer su ejecución
y señaló que la desaparición del capitán Jorge era “un caso de asesinato,
obra de alevosos y cobardes pistoleros mercenarios”. (6)
El cinco de mayo de 1950, en nota diplomática dirigida a la
cancillería cubana, Bernardino señaló: “Báez merodea con frecuencia el hotel
San Luís en compañía de elementos maleantes y bandoleros que participaron
en Cayo Confites”, y acotó: “ el pasado dos de marzo, ante un grupo
de exiliados, en el hotel San Luís, propuso mi asesinato y el de otros
miembros de la legación”. (7)
La entrevista con Henríquez.
En su obra, La Verdad sobre Trujillo, Capítulos que se
le olvidaron a Galíndez, Noel Henríquez narra que en cierta ocasión Bernardino
lo invitó a su residencia, en la Habana, donde le propuso entregarle 100 mil
dólares para Miguel Angel Quevedo, director de la Revista Bohemia, a fin de que
cesara sus ataques contra Trujillo.
Según Hernández, en dicha reunión Bernardino comentó el interés del
sátrapa en la eliminación del exiliado Miguel Ăngel Ramírez Alcántara y del
ex-presidente de Costa Rica, Jose Figueres ( a quien en 1957, intentó asesinar)
(8). Ramírez le envió un aviso Mauricio Báez con Genoveva – su Hermana- alertándolo sobre la presencia en Cuba de
sicarios trujilistas.
Las denuncias radiales.
En el Paseo del Prado, número 53, Ciudad Habana, se encuentra
un edificio conocido como el Palacio de la Radio, donde en la década de los años
40 y 50, radicaron las emisoras Radio Cadena Azul (RHC) y Cadena Roja,
propiedad del empresario, Amado Trinidad. Por Cadena Azul Mauricio Báez transmitía
con regularidad sus denuncias contra Trujillo, denuncias que en opinión del historiador,
Roberto Cassá, “ … surtían un gran impacto al interior de la República
Dominicana” (9).
En alocución transmitida por Cadena Azul, el 10 de febrero de
1950, Báez desmintió unas declaraciones de Trujillo publicadas en el
Caribe y lo calificó de “el sanguinario de su país”. El 5 de junio,
por la misma frecuencia, alertó la presencia de Félix W. Bernardino en
Cuba y lo acusó de la muerte de Amable Dalmasi y de “integrar la
banda de ladrones y gángsteres conocida como la 44 “ (10).
Las denuncias de Báez irritaban a Trujillo quien resentía no
haberlo eliminado antes que se exiliara. Bernardino recibió la orden del
dictador para su asesinato. Para cumplir la encomienda contrató los
servicios del gánster politico-revolucionario, Jesús González Cartas, (a) el
Extraño.
El Extraño.
Nacido en La Habana, en el año 1919, Jesús González Cartas (a
) el Extraño, fue hombre de sangre fría y extremado valor personal.
Desde temprana edad se inició en las luchas insurreccionales. Militó en la
juventud comunista. En 1936 se integró
al Partido Agrario Nacional, dirigido por Alejandro Vergara. A finales de1939
fundó la organización anti batistiana, Acción Revolucionaria Guiteras (ARG), junto
a Pedro Fajardo Boheras, Juan Valdés Morejón, Rogelio Hernández Vega y Orlando
León Lemus, el Colorado.
En 1942 resultó herido grave durante un combate contra
fuerzas policiales dirigidas por el Comandante Mariano Faget, en el reparto
Arroyo Naranjo. A punta de pistola se fugó del hospital. (11). De 1944 a
1952 ocupó la Secretaría General de ARG. Fue Teniente de la Policía Marítima
durante el gobierno de Grau San Martín.
Carentes la mayoría de sus integrantes de una firme
convicción ideológica, ARG declinó hacia el gansterismo. Utilizó la violencia y
el asesinato como métodos para el control de sindicatos obreros, como el deTransporte.(12).
Acción Revolucionaria Guiteras tenía como lema : “Cúmplase la
voluntad de los mártires”. Paradójicamente, en el caso de Mauricio Báez se
cumplió la voluntad de un dictador.
Sicarios y Pistoleros.
Bernardino contactó a Jesús González Cartas por
mediación de Arnaldo Márquez Martínez, (a) el Muñeco, un miembro de ARG que llegó
a ser uno de sus hombres de confianza en Cuba. El Muñeco participó en diversos
hechos de sangre durante la década del 40 y principios del 50 como integrante
del grupo del Colorado y Policarpo Soler.(13)
A principios de 1949 el Extraño realizó una alianza política
con su otrora rival, Eufemio Fernández, en la que jugó un rol decisivo la
secretaria de González Cartas, Aida Pelayo. Eufemio lo invitó a una reunión de
miembros de la Legión del Caribe y el MSR, en la finca de Rolando Masferrer
Rojas en la ciudad de Holguín, el 17 de agosto de 1949.(14). Fernández garantizó
su integridad personal, pues el Extraño era enemigo de Masferrer.
El objetivo de la reunión - en la que participaron, entre
otros, Miguel Angel Ramírez, Angel Miolán, Enrique Cotubanama Enriquez,
Enrique (Kike) Masferrer, y el Secretario General de la Asociación de
ex-Combatientes Antifascistas, Gustavo Malagamba - era el de lograr el apoyo de
las organizaciones revolucionarias para fortalecer la Legión del
Caribe con vistas a derrocar las dictaduras latinoamericanas.
El cónsul de Trujillo en Santiago de Cuba, Nilo H. Soto,
recibió una confidencia sobre la reunión y lo informó al sátrapa. El dictador
puso su mirada en el Extraño más que en otros asistentes, pues era jefe
de una organización que tenía control del sindicato de Transporte y presencia
en toda la isla. Es posible que a partir de ese momento Trujillo ordenó a
Bernardino su compra, operación mercantil que cerró con el asesinato de
Mauricio Báez.
Mario Tauler (a) el
Picaro- pistolero del grupo del Colorado y Policarpo- afirmó que durante una
reunión en el local del MSR, Rolando Masferrer le dijo al Colorado que el
Extraño recibió de Trujillo 30,000 dólares – vía Bernardino - como pago por el asesinato
de Mauricio Báez. (15)
Concluída la operación de Báez, Trujillo propuso al Extraño
la eliminación de Rómulo Betancourt, pero éste declinó la oferta. “Era una
operación fácil, pero no la acepté. Rómulo es muy amigo del Dr. Carlos Prío, al
que yo le tengo gran estima, y no puedo causarle ese dolor”. (16)
Secuestro y Asesinato.
En horas de la noche del 8 de diciembre de 1950,
Mauricio Báez recibió la visita de tres individuos en su domicilio de la calle
Cervantes No 8, en el reparto Sevillano. Al menos uno era conocido o amigo suyo.
Luego de una breve plática lograron, mediante engaño, que los acompañara.
Mauricio montó junto a ellos en el auto que los había traído y marcharon hacia
un lugar desconocido, del que nunca regresó. Fue asesinado. Su
cadáver jamás se encontró.
Los testimonios de vecinos y familiares de la víctima
lograron identificar a Glicerio Segundo Castellanos Martínez (a) El Negro, entre
los individuos que visitaron a Mauricio la fatídica noche.
Segundo Castellanos (a) el Negro, perteneció a la
organización Acción Revolucionaria Guiteras (ARG), a las órdenes del Extraño. Obtuvo
una plaza de chofer en la empresa Autobuses Modernos SA, por recomendación de uno
de los principales lugartenientes de González Cartas, Vicente Lerruz Kairos (a)
El Italianito. (17).
Las distintas
versiones.
Como en la película de
Kurozawa (Rashomon), a raíz del suceso surgieron distintas versiones. Una
señala que el cuerpo fue atado a un bloque de cemento y arrojado al mar. Método
utilizado con frecuencia por los grupos gansteriles. En otra dan como posible que
el cadáver esté dentro de la estructura de un edificio en construcción. (18). Una
tercera versión sugiere que Báez fue llevado en avión de un aeropuerto en la
provincia de Camagüey (en finca propiedad del ex-general Pérez Damera) a la República
Dominicana y entregado a Trujillo. Esta opinión establece como ejecutor al ex-congresista,
Eugenio Rodríguez Cartas.
El ex-congresista Eugenio Rodríguez Cartas era de carácter
violento. En 1919 mató al alcalde de Cienfuegos, su ciudad natal. Fue condenado
por asesinato. En prisión conoció a la esposa del Alcaide, hija del Presidente
de la República, Alfredo Zayas Alfonso(1921-1925) con quien se casó. Zayas lo
indultó. El 3 de mayo de 1950, a consecuencia de infidelidades políticas,
asesinó de 10 balazos al congresista, Carlos Frayle Goldarás, en la oficina del
senador Auténtico, Armando Dalama. Fue encausado, pero logró eludir la acción
judicial y abandonó el país.
Al ocurrir el asesinato de Báez -unos meses después- Eugenio estaba
prófugo lo que arroja dudas sobre su participación en el caso de Báez. Además de
no ser un asesino a sueldo, pues sus homicidios fueron motivados por problemas
personales. En su condición de congresista y yerno del ex-presidente Zayas, no carecía
de recursos económicos que lo forzaran a matar por dinero. En la Causa Criminal
radicada por la muerte del líder dominicano (1225 de 1950) no figura su nombre.
Expertos en el arte de desinformar y calumniar a sus enemigos,
agentes trujillistas corrieron el rumor de que Eufemio Fernández estaba
implicado en el suceso, lo cual es incierto
En su obra Personajes
Dominicanos ( tomo II pag 374), el historiador Roberto Cassá afirma: “existen
suficientes evidencias de que el ejecutor del crimen fue Jesús González Cartas,
el Extraño, dirigente de ARG, grupo revolucionario que terminó en una práctica
delictiva”.
La impunidad.
Familiares y amigos de
Mauricio movieron cielo y tierra para encontrarlo. El Tribunal de Urgencia de
la Habana radicó la causa No 1225 de 1950, en la que fueron acusados
los miembros de ARG, Jesús González Cartas, Marcos Antonio Hirigoyen, Glicerio
Segundo Castellanos Martínez, y otros. Ninguno fue condenado.(19)
La renuncia de Conrado Rodríguez.
El dirigente de los obreros azucareros, Conrado Rodríguez, en
clara señal de protesta por el asesinato de Mauricio Báez renunció a la
jefatura de ARG en su pueblo natal, Sagüa la Grande. No habían transcurrido 48
horas cuando en el local de la FNTA del pueblo se personaron dos miembros de la
organización para hablar con él. Rodríguez les ratificó su renuncia. Los
individuos se marcharon, no sin antes transmitirle una recomendación del Extraño:
“no hacer comentarios públicos, no ir a la prensa”. (20).
La muerte de Antonio Bayer.
El 10 de enero de 1951, a sólo treinta días del asesinato de
Mauricio Báez, Antonio Bayer, ex secretario de propaganda de ARG, fue asesinado
por órdenes de Jesús González Cartas. El extraño había expulsado a Bayer
de la organización por oponerse a la ejecución del dirigente anarquista, Juan
Arévalo, acaecida el 1ro de septiembre de 1948. Por temor a represalias
huyó a la Argentina.
A principios de 1950 regresó y Rolando Masferer le dió trabajo en
su periódico, Tiempo en Cuba. Al publicarse la desaparición del líder
dominicano, Bayer comentó en la redacción que detrás del crimen estaba el
Extraño, y que aprovecharía la oportunidad que le brindó Masferrer para
denunciar todo lo que sabía de él. - “Yo lo conozco bién, no en balde
pertenecí al grupo”– dijo. (22)
En horas de la mañana del 10 de enero de 1951, Antonio Bayer
se dirigió a la cafetería de Bernal e Industrias, acompañado de los
trabajadores del rotativo, José Luis Izquierdo, Miguel Patiño y Felipe
Alóstegui. Mientras saboreaba una aromática taza de café cuatro pistoleros
irrumpieron en el establecimiento y abrieron fuego con armas automáticas. Recibió
29 impactos de bala que le produjeron la muerte. Sus compañeros, aunque heridos
de gravedad, lograron sobrevivir.
Participaron: Emilio
Grillo Ávila(a) Pistolita, quien dirigió el grupo; Fulgencio Cruz Bonet (a) el
ñato, sirvió de chofer; Nivaldo Noriega,
Evelio Otero, Tomás García y Raúl Hernández. Todos militantes de ARG. ( 23).
El que a hierro mata a hierro muere.
Al triunfo de la Revolución el Extraño fue detenido por la
Dirección de Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER). A los pocos días fue
liberado. A finales de1959 abandonó el país. En la década del 60 un tribunal de
Nueva York lo condenó – junto a otros tres cubano – por Fasificación de Billetes
de distintas denominaciones. En 1976, a los 56 años de edad, fue encontrado muerto
en el interior de un auto en la zona de los Everglades, en Miami. El cadáver
exhibía múltiples heridas de bala.
El mejor homenaje.
La mayoría de los crímenes ocurridos durante la era de
Trujillo quedaron impunes. El de Mauricio Báez no fue la excepción. Pero a 66
años de su desaparición física, sus palabras continúan vibrando en el corazón
del pueblo Dominicano, pues su obra, aunque inconclusa, lo
inmortaliza.
Irónicamente, como afirmó Roberto Cassá: “el crimen fue
el mayor homenaje que el tirano pudo rendirle a su enemigo”. (24).
Fin.
Notas.
1-Entrevista. Pedro Bejerano. La Habana. Cuba.
2-Entrevista. Antonio ( Tony ) Santiago. Miami,
Fl..
3-Eliades Acosta. La dictadura de Trujillo. Docmentos. Tomo
III. Pag. 316.
4-Santiago Rey Pernas. Entrevista.Miami Fl.
5-Eliades Acosta. La Telaraña de Trujillo. Tomo II. Pag. 495.
6-Eliades Acosta. La Dictadura de Trujillo. Documentos. Tomo
III. Pag. 319-320.
7- Eliades Acosta. La Telaraña de Trujillo. Tomo II.
Pag. 515.
8- Pablo LLabre Raurell. Atentado en Costa Rica. Boletín
Archivo General de la Nación. No
136. Mayo-agosto 2013. Pag. 281.
9- Roberto Cassá. Personajes Dominicanos. Tomo II.
10-Eliades Acosta. La Telaraña de Trujillo. Tomo II. Pag.
497.
11- Pablo LLabre Raurell. Las luchas gansteriles
en Cuba de 1940-1952. Vol. II ( inédito).
12- Idem.
13- Entrevista. Mario Tauler (a) El Picaro. Miami, Fl.
14- La Dictadura de Trujillo. Documentos. Tomo II. Pag.
334-335.
15- Entrevista. Mario Tauler. Miami. 1994.
16- Entrevista.Manuel Carbonell (Padre ).Hotel
Eurobuilding.Caracas,Venezuela.1991.
17- Entrevista. Sergio Martín Vidal. Miami,
Fl.
18- Roberto Cassá. Personajes Dominicanos. Tomo III. Pag
374.
19-Daniel Efraín Raymundo. Habla el Coronel Orlando Piedra.
Pag. 201-213.
20-Entrevista. Conrado Rodríguez. Miami, Fl.
21-Entrevista. José ( Pepe) Colomar. Miami, Fl.
22-Entrevista. Agustín Tamargo. Miami, Fl.
23- Entrevista. Sergio Martín Vidal. Miami, Fl.
24-Roberto Cassá. Personajes Dominicanos.
Fuentes.
Del archivo del autor.
Entrevistas:
1-Pedro Bejerano. La Habana. Miembro del MSR. Expedicionario
de Cayo Confites. Combatiente de la Guerra Civil Española.
2- Mario Tauler, el Pícaro. Miami Fl. Militante de ARG.
Integrante de la banda de Policarpo Soler y Orlando León Lemus, el Colorado.
Herido de gravedad en la fuga del Colorado y Policarpo en la Loma de Chaple,
Ciudad Habana.
3-Sergio Martín Vidal. Miami Fl. Miembro de Acción
Revlucionaria Guiteras (ARG). Herido en el tiroteo en que murió Emilio Grillo
Ávila, Pistolita, a manos de Lutgardo Martín Pérez.
4-Antonio (Tony) Santiago. Miami, Fl. Secretario General de
la Juventud Auténtica. Dirigente Estudiantil. Uno de los participantes en el
secuestro de la Campana de la Demajagua, en 1949.
5-Conrado Rodríguez. Miami, FL. Dirigente obrero sector
azucarero. Miembro de ARG. Representante a la Camara en las elecciones de 1954.
Se alzó contra Batista en las montañas del Escambray a finales de1957 bajo las
órdenes de Eloy Gutiérrez Menoyo.
6- Agustín Tamargo. Miami, FL. Periodista. Jefe redacción del
periódico Tiempo en Cuba (1949-1951) dirigido por Rolando Masferrer.
Articulista de la revista Bohemia.
7-Carlos Cassell. Miami, Fl. Miembro del MSR.
Agente trujillista en Cuba.
8-José (Pepe) Colomar. Miami, Fl. Jefe de la sección
de la UIR en su pueblo natal, Sagüa la Grande. Miembro del Movimiento 26
de Julio durante la insurrección contra la dictadura de Fulgencio Batista.
9-Santiago Rey Pernas. Miami, Fl. Ex-Congresista. Gobernador de la provincia de Las
Villas. Ministro de Gobernación en el último gobierno de Fulgencio Batista. Herido
en un atentado, en 1957, que dirigió el Directorio Revolucionario 13 de Marzo.
10- Manuel Carbonell. Luchador contra las dictaduras de
Gerardo Machado y Fulgencio Batista.Miembro de la Organización Auténtica(O/A).
Padre del dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y director
de la revista Alma Máter, Manolito Carbonell.
Libros.
1-Eliades Acosta: La Telaraña de Trujillo. Tomo II.
Archivo General de la Nación. S.D. 2012.
2-Documentos sobre la Dictadura de Trujillo. (Tomo II).
Archivo General Nación. S.D. 2012.
3-Roberto Cassá. Personajes Dominicanos.Tomo III, pag 374.
Editorial. Santo Domingo.
4-Noel Henríquez. La Dictadura de Trujillo, Capítulos que se
le olvidaron a Galíndez. Ministerio de Cultura. Santo Domingo .2011.( pag.
67-72)
5-Daniel Efrain Raimundo.Habla el Coronel Orlando
Piedra.(pag.151, 201, 213) Editorial Universal. Miami.1994.
6-Angel Miolán. Los Hombre de Cayo Confites. Editora Taller.
República Dominicana. 1993.
7-Humberto Vázquez García. La expedición de Cayo
Confites. Archivo General de la Nación. S.D.2014.
8-Frank Moya Pons. Manual de Historia
Dominicana. Carribbean Publisher. S.D. 2008.
9-Memorias. Tulio Arévalo. Santo Domingo. Ed. Buho. 2013.
Pag. 17.
10- Pablo LLabre Raurell:
-Las luchas gangsteriles en Cuba de 1944-1952 (inédito)
-Trujillo intentó asesinar a Rómulo Betancourt. Archivo
Nacional. de la Nación. Boletín 136. Pag 269. Santo Domingo. 2013.
Periódicos.
El Caribe.
Tiempo en Cuba.
Prensa Libre.
Diario de LaMarina.
Revistas.
Bohemia.
Carteles.
Dr. Pablo LLabre Raurell.Jurista Cubano.Investigador
histórico. Máster en Literatura Hispana, Universidad Salamanca, España. Jabaylla@yahoo.com.
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