Ecuador
evadió la “tormenta perfecta”
Por
Hedelberto López Blanch
El Ecuador,
después de sufrir varias décadas de regímenes neoliberales que llevaron a la
pobreza y la desesperación humana a millones de sus ciudadanos, logró con la
llegada al poder de Rafael Correa en 2007, ir borrando la incertidumbre que
padecían sus ciudadanos.
Recientemente el presidente ecuatoriano señaló que cada uno de los
logros obtenidos en los últimos años se reviste con una mayor envergadura dada
la complicada situación geopolítica atravesada, tildada por él como la
"tormenta perfecta".
Denominó así la situación por “el desplome de los precios del petróleo,
siete puntos en pérdida de exportaciones con respecto al PIB, apreciación del
dólar, desaceleración de China, baja del mercado ruso, que es uno de nuestros
principales mercados no petroleros". A esta situación se unieron las
graves pérdidas económicas y humanas sufridas por el fuerte terremoto que azoló
en abril pasado una extensa zona de la región del Pacífico ecuatoriano.
Explicó además que debido a que Ecuador
es exportador de petróleo y su moneda está dolarizada, la dependencia de
factores externos es mayor en comparación con otros países del
continente. "¿Qué país ha perdido 7 % por el desplome de los precios
del petróleo y, a su vez, se le ha apreciado la moneda? En esas condiciones, no
haber decrecido" económicamente, provocará que "la historia reconozca
nuestro manejo macroeconómico".
En estos nueve años y medio del gobierno
del Partido Alianza PAIS se
logró, primeramente, la estabilidad política de la nación que había sufrido a
inicios de la década del 2000 la expulsión de tres gobiernos pro occidentales
que conllevaron enormes desastres económicos, al ser aplicadas extremas
políticas neoliberales orientadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial (BM).
En este
corto período de tiempo se lograron mayores adelantos que en los 50 años
anteriores de seudo república.
Sin cortapisas, como debe hacer un gobierno
que desee políticamente ayudar a la estabilidad y prosperidad de su pueblo, Correa
desde el 2007 fue directo a eliminar los graves problemas que afectaban a la
nación: expropió a banqueros los bienes mal habidos; forzó a las petroleras
transnacionales a cambiar sus contratos en beneficio del país; suspendió el
pago de la deuda externa por considerarla ilegítima y les propuso a los
acreedores la recompra con un descuento de 70 %.
Un informe de la Comisión
Económica para América Latina (CEPAL) reconoció los enormes
avances económicos y sociales ocurridos en esa nación andina.
La secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, resaltó
los avances en la participación de los ciudadanos en los renglones económicos
del país, el constante crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB, alrededor
del 5 % de promedio anual), los aportes del 25 % a la inversión pública, y los
esfuerzos para combatir la desigualdad y reducir los índices de pobreza
mediante una política económica dinámica desde los estratos más bajos.
En ese sentido, la
CEPAL destacó que Ecuador es uno de los países que más ha
reducido la desigualdad en la región, ya que de 2007 a 2015, bajó su
coeficiente Gini (que mide la desigualdad existente en las poblaciones) de 0,55 a 0,47), mientras que
la diferencia entre el 10 % más rico en relación con el 10 % más pobre bajo de 42 a 22 lo que acorta el
abismo monetario entre los poderosos y los menos afortunados.
Veamos en los números los adelantos alcanzados: Durante la
llamada por el gobierno la Revolución Ciudadana , se aprobaron 180 leyes que
transformaron las relaciones de poder e impulsaron las garantías sociales de
los habitantes.
El salario básico unificado pasó de ser 170 dólares en 2007, a 340 dólares en 2014
y 360 dólares en 2015.
Se produjo un crecimiento económico
sostenido, y el PIB pasó de 46 000 millones de dólares en 2007 a 100 000 millones de
dólares en 2015; se construyeron miles de kilómetros de modernas carreteras,
decenas de escuelas, hospitales y megaobras, como las ocho hidroeléctricas.
La tasa de
desempleo fue en 2014 de 4,5 %, una de las más bajas del continente; la pobreza
pasó de 37,5 % en 2007 a
22,5 % en 2014, los niveles de pobreza extrema pasaron de 16,5 % a 8,5 %
y la pobreza rural se redujo del 61,3 % a 35,3 %.
Las inscripciones en la enseñanza
secundaria mejoraron en más del 10 %, mientras que la tasa de matricula en la
enseñanza universitaria lo hizo en 15 %. La inversión en la salud pública
aumentó más del 700 %, a 4 300 millones, y en educación creció 400 %, para ubicarse en 940
millones de dólares.
El acceso a educación básica pasó de 90,2 % en 2007 a 95,6 % en 2014; el
bachillerato de 47,9 % a 63,9 % en el mismo período. Asimismo, la matrícula de
estudiantes de educación superior pasó de 2 millones a 3 479 000 alumnos y
alrededor de 7 000 ecuatorianos cursan carreras de profesionalización en las
mejores universidades del mundo mediante un programa de becas, que alcanza el 2
% del PIB.
Para reducir la mortalidad materna y frenar el embarazo adolescente, el
país generó una importante política pública en salud sexual y reproductiva. En
los tres últimos años las atenciones médicas referentes a planificación
familiar se incrementaron en 10,53 %.
El Secretario Nacional de Planificación
y Desarrollo del Ecuador, René Ramírez significó que los cambios impulsados en
el último quinquenio, son pasos importantes hacia la aplicación del “Plan
Nacional para el Buen Vivir”, una estrategia, adoptada en 2009, para garantizar
que las familias ecuatorianas cumplan los requisitos económicos y sociales
básicos necesarios para vivir una vida digna y gratificante.
En uno de sus alocuciones recientes, el presidente Correa, que ha sido
uno de los más fervientes impulsores de la integración regional, puntualizó: "Nuestros
proyectos emancipadores van en la dirección correcta, buscando sociedades más
justas al servicio del ser humano. Es el destino que los pueblos de América
Latina hemos escogido. Podrá haber reveses temporales, pero el curso de la
historia no cambiará. Llegaremos a liberarnos de todas la cadenas hasta
construir una América Latina libre, soberana, donde manden las grandes
mayorías".
Y Ecuador, con la aplicación de políticas públicas a favor de los
sectores tradicionalmente excluidos en materias de salud, educación y trabajo
es un ejemplo a seguir ante la nueva ofensiva neoliberal que amenazan con
revivir los oligarcas nacionales y los organismos financieros internacionales,
en varios países del hemisferio occidental.
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