UNA INVITACION A REFLEXIONAR
Reinol
González
Expreso
político
No deseo entrar en polémicas con nadie y
mucho menos descalificar a los que tienen opiniones diferentes haciendo uso de
su respetable derecho. Sólo aspiro a llamar la atención sobre un tema
importante para los cubanos de hoy en Cuba y en el exilio, donde aspiramos a
que exista un común acuerdo. El futuro es el que juzgará apropiadamente. Hoy
debemos hacer un llamado de naturaleza humana para estar de acuerdo dentro de
los desacuerdos habituales.
La ley de ajuste cubano y la ley de pies
secos pies mojados han sido hasta ahora justificadas
y bienvenidas por la inacabable situación de mala calidad de vida,
controles represivos, escasez y limitaciones de todo tipo en nuestra amada Cuba,
herencia que ha venido pasando de generación a generación y que es historia
viva del sufrimiento del pueblo cubano y su cotidianidad.
En Cuba el pueblo ha vivido sin horizontes
por más de cincuenta años, bajo una férrea dictadura totalitaria. No se puede hacer
comparaciones con otros países del continente latinoamericano ya que las
situaciones no son las mismas. Hasta ahora en ningún país de América Latina,
excepto Cuba, el pueblo ha tenido que soportar una dictadura comunista y
totalitaria por más de 50 años. No caben comparaciones. Como consecuencia de
esa situación Estados Unidos ha buscado salidas para amainar el sufrimiento del
pueblo cubano con leyes que le benefician. Los cubanos debemos defender la
permanencia de esas leyes que han servido para asimilar a una población que
busca mejorar la calidad de vida y/o escapar de la represión. Además, vale
destacar que no podemos olvidar, que la mano de obra cubana en los Estados
Unidos está considerada una de las más productivas y el mejor ejemplo es Miami.
Lo demás son tonterías políticas.
Hasta que las negociaciones EEUU-Cuba
terminen en toda su amplitud no es justo pensar en la eliminación de unas leyes
que han servido y sirven para desahogo del pueblo cubano en la búsqueda de
nuevos horizontes. Hasta que sea realmente justificable no se debe matar las
justas aspiraciones.
Es curioso. Recientemente coincidieron en la
solicitud de eliminación de dichas leyes los gobernantes Raúl Castro, Daniel
Ortega, el legislador de origen cubano Carlos Curbelo y el New Yok Times. No
importa las diferencias históricas de un exilio libre pero sería bochornoso que
ahora nos presentemos limitando o cancelando la búsqueda de otros horizontes al
pueblo cubano. No, por favor.
En esta comunidad numerosas personas de
origen cubano abogan por la eliminación de las mencionadas leyes y creo que
piensan así de buena voluntad. No lo dudo, incluyendo el legislador Curbelo. Sin
embargo deben reflexionar y pasar por encima de las pasiones políticas o de
otro orden que posiblemente están marcando los criterios.
Tengo la convicción de que es prematuro
suprimir esas leyes. Vamos a perjudicar al pueblo cubano de diferentes maneras,
no es necesario entrar en detalles. Todavía no se ha despejado el camino de una
normalización completa y no sabemos hasta donde puede llegar. Mientras tanto
las ansias de mejorar la calidad de vida está latente en toda la población,
desde el cabo San Antonio hasta la Punta de Maisí. La población cubana está
segura de que sus compatriotas del exilio no los abandonarán obstruyendo la
existencia de vías de desahogo como ha sido por ejemplo la frontera México-EEUU
y otras.
Estamos obligados con esos miles de
compatriotas, quienes vienen a suelo norteamericano con una mano adelante y
otra atrás huyendo de la miseria y la
represión que muchos de nosotros conocimos de cerca. ¿Debemos poner obstáculos
a esas familias con niños, mujeres embarazadas, hombres de todas las edades que
traen inteligencia, experiencia y brazos para aportar a la sociedad?
Definitivamente ¡NO! Ya son muchos los obstáculos que tienen que vencer hasta
llegar a estas tierras para que lamentablemente tropiecen con una gran piedra
en sus hermanos de sangre.
Distintas personalidades manifiestan, y no
dudo que sea cierto, que los recursos disponibles son insuficientes. Entonces
me pregunto ¿con cuales recursos se pudo recibir a más de 125,000 cubanos que
salieron desde el puerto del Mariel hacia la costa de la Florida entre el 15 de
abril y el 31 de octubre de 1980? Superando con creces el éxodo de Camariocas
del año 1965 que fue de 30,000.
Debemos
sentirnos optimistas. Félix Roque es un médico cubano, quien luego de jubilarse
del Ejército de Estados Unidos, decidió incursionar en política comunal. Hace
cinco años fue elegido como alcalde del pueblo de West New York, del condado de
Hudson, en Nueva Jersey. Roque llegó a Costa Rica a mediados de diciembre “como
ser humano y no como político”, con el propósito de ayudar financieramente a
los miles de cubanos varados aquí. Roque ha visitado Costa Rica para apoyar a
los cubanos con aportes que superan los $20,000.00 dólares… no quiere familias
cubanas sufriendo. Yo tampoco y ustedes igualmente.
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