domingo, 3 de noviembre de 2013
PREGUNTAS Y RESPUESTAS PARA REPLANTEAR LA REALIDAD
PREGUNTAS Y RESPUESTAS PARA REPLANTEAR LA REALIDAD (I PARTE)
por Jorge Veranes Salinas
Luego de la realización del 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba y la Primera Conferencia Nacional del Partido, se ha desatado junto con la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución un inusitado proceso de cambios y transformaciones que cada vez involucra nuevas esferas y facetas y a un mayor número de ciudadanos. Tales acontecimientos generan dentro del país y más allá polémicas, vaticinios, esperanzas y también incertidumbres acerca del destino ulterior de la Revolución y el socialismo cubano.
¿Dónde estamos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Seguiremos construyendo el socialismo o estamos reinstaurando subrepticiamente el capitalismo en la Isla de libertad? Estas y otras muchas interrogantes circulan entre nuestra población y entre personas de las más diversas profesiones y calificaciones. Súmese a ello las campañas del enemigo por desacreditar el esfuerzo de la Revolución por actualizar el socialismo.
Las respuestas se entrecruzan también tanto a nivel popular, académico, político, propagandístico y subversivo. En tal situación, corresponde a las ciencias sociales de la Revolución contribuir al debate, aportando elementos que por encima de consignas, estereotipos, prejuicios seudocientíficos o ideas subversivas haga prevalecer la verdad, clarificando conceptos, hurgando en las causas y tendencias de los procesos, y coadyuvar a encontrar ante cada fenómeno la variante de solución óptima que, de acuerdo con los propósitos de la Revolución, debe combinar la defensa de las conquistas revolucionarias, la eficiencia económica, el máximo posible de justicia y equidad social y el realismo político alejados de cualquier pragmatismo ideológico o violación de principios éticos.
El Taller celebrado los días 12 y 13 de julio de 2012 se propuso y avanzó firmemente en esa dirección. Los resultados de aquella actividad transformados en libro se nos presentan hoy como inestimable balance de este momento acuciante del instante actual de la Revolución cubana.
Asistimos a la presentación de un texto singular La transición socialista cubana: actualidad, desafíos y perspectivas. Este libro es la resultante de transcribir las ponencias e intervenciones realizadas durante las sesiones del Taller del mismo nombre en julio de 2012. Puede considerarse que este es un acontecimiento inédito en los últimos decenios en el desarrollo de las ciencias sociales. Aclaro que lo sui géneris no está en convertir ponencias e intervenciones en un texto en forma de libro. Esto, puede decirse, es algo frecuente en Cuba y allende los mares. Lo novedoso está en el conjunto de prominentes especialistas de las ciencias sociales cubanas que lograron reunir los organizadores del evento para debatir en torno a las problemáticas objeto de análisis, el espíritu ecuménico en la selección de los participantes, que pudieron intercambiar en un ambiente abierto y franco, libre de cualquier limitación burocrática o censura. No hubo entonces ceremonial o parafernalia alguna que desviara la atención de los participantes, solo hubo exposición y debates que como se aprecia en el texto se caracterizaron por el rigor, la profundidad, el afán de llegar a la verdad sustentada en sólidos argumentos y cifras irrebatibles.
De inestimable valor, desde la humilde posición de este presentador, es el apego de los autores a los principios revolucionarios sin que ello menguara el enfoque crítico sobre la realidad cubana actual, sus contradicciones, posibles derroteros y, en varias ocasiones, el diagnóstico se acompaña de propuestas de soluciones que, a juicio nuestro, valdría la pena tomar en cuenta por los niveles decisorios.
Tan amplio espectro de participantes que previamente no se habían puesto de acuerdo permitió plasmar en el texto que presentamos un amplio y diverso abanico de opiniones que expresan los resultados de decenas de años de estudio por parte de los participantes en el mencionado Taller.
Además de lo dicho anteriormente, el libro posee otras cualidades:
Tanto para el Taller como para el libro se escogió una estructura que de la contextualización geopolítica del socialismo cubano, transita por un grupo de acuciantes temáticas cuya atenta lectura ayuda a comprender mejor los procesos inherentes a la actualización del socialismo en Cuba.
Apego a los principios revolucionarios, sin que por ello mengüe el espíritu crítico al enjuiciar los hechos y procesos históricos acaecidos durante la construcción del socialismo en Cuba.
Sobre la base de los conocimientos históricos y las más novedosas conclusiones de las ciencias sociales se presenta un diagnóstico de los procesos de actualización del socialismo cubano.
El libro que presentamos hoy es muy valioso por oportuno, valiente, riguroso, amplio de miras y, al mismo tiempo, modesto en la intención de los autores al reconocer que la Academia no debe mirar con desdén la sabiduría popular.
En las propuestas contenidas en el libro se subraya que aunque el tema económico es decisivo —vital diría yo—, los procesos de la construcción del socialismo no pueden limitarse a la economía sino que pasan también por la política, la ideología, la cultura, etc.
Para mí, al menos, resulta asombroso que en escasas 150 páginas los 40 participantes del Taller pudieran abordar tal cantidad de temas, muchas veces con tanta amplitud y rigor dignos de cualquier monografía.
Está claro que, ni remotamente, están incluidos todos los temas que atañen a los actuales procesos; esto sería imposible. Harían falta decenas de talleres y unos cuantos tomos para lograr abarcar la riqueza de los procesos por los que atraviesa Cuba en estos momentos.
Jorge Veranes Salinas es Jefe del Dpto Ideológico del Comité Provincial del PCC en Camagüey.
(Continuará...)
Fuente: La Jiribilla
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CONDENA LA ONU EL BLOQUEO DE EE.UU. A CUBA, POR VIGÉSIMA SEGUNDA VEZ
por David Brooks
A favor, 188 votos; en contra, sólo Washington y Tel Aviv, y tres abstenciones
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas condenó de manera casi unánime y por vigésimo segundo año consecutivo el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba.
Con el voto abrumador de 188 a favor de la condena, y sólo Estados Unidos e Israel en contra (tres micropaíses se abstuvieron), Washington quedó una vez más aislado del consenso de la comunidad internacional que el gobierno de Barack Obama tanto elogia cuando está de su lado. No obstante, voceros del gobierno indicaron que no se considera cambiar esta política, y que el voto mundial en su contra no afectaría su derecho soberano de tener este tipo de relación bilateral.
Aunque el voto es simbólico –las resoluciones de la Asamblea General no son obligatorias (sólo las del Consejo de Seguridad)–, expresa la reprobación a la política del bloqueo de más de medio siglo que el país más poderoso del mundo impone sobre uno de los países más pequeños.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, declaró ante la Asamblea General: ..."nuestra pequeña isla no representa ninguna amenaza a la seguridad nacional de la superpotencia, mientras los daños humanos causados por el bloqueo económico, comercial y financiero impuestos por Estados Unidos contra Cuba son incalculables. Provoca sufrimientos y constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos".
Informó que los daños económicos acumulados después de medio siglo como resultado de la aplicación del bloqueo suman un billón 126 mil millones de dólares. Calificó al bloqueo de un acto de genocidio y de guerra económica con leyes internacionales. Indicó que 76 por ciento de los cubanos ha vivido bajo los efectos devastadores del bloqueo desde que nacieron.
El canciller acusó que durante el gobierno del presidente Obama el bloqueo se ha recrudecido, en particular en el sector financiero, y preguntó sobre el cambio prometido por el jefe de la Casa Blanca al ser electo. El presidente estadunidense podría utilizar sus amplias facultades constitucionales, aún sin pasar por el Congreso, para generar una dinámica que cambie la situación. En definitiva, los estadunidenses dicen que fue elegido para el cambio. ¿Qué se gana con la inercia de una política vieja, obsoleta, propia de la confrontación bipolar, enferma y éticamente inaceptable, que no ha funcionado durante 50 años? ¿Por qué no escuchar la opinión crecientemente mayoritaria en la sociedad estadunidense y en la emigración cubana, incluso en Florida, que apoya la normalización de relaciones bilaterales y se opone al bloqueo y a la prohibición de viajar?
Recordó que la designación de Cuba por el Departamento de Estado como patrocinador del terrorismo no sólo es infundada, sino que los hechos muestran otra cosa: los únicos actos terroristas relacionados con Cuba han sido lanzados desde territorio estadunidense contra la isla en los que se ha provocado 3 mil 478 muertos y 2 mil 99 discapacitados. A la vez, señaló que el terrorista internacional Luis Posada Carriles vive cómodamente en Miami, mientras continúa la injusta encarcelación de los cuatro luchadores antiterroristas cubanos en ese país.
Rodríguez reiteró la disposición de Cuba de buscar la normalización de las relaciones bilaterales por medio de un diálogo serio, constructivo, en condiciones de igualdad y pleno respeto a nuestra independencia.
México fue uno de los 188 países que votó en favor de la resolución de condena al bloqueo; el embajador Jorge Montaño, representante permanente de México ante la ONU, declaró en el debate que el gobierno de México reitera su firme rechazo a la aplicación de leyes o medidas unilaterales de bloqueo económico contra cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas, que además de ser violatorias del derecho internacional generan, invariablemente, severas consecuencias humanitarias, en abierta contradicción con los objetivos que presuntamente los inspiran. Al mismo tiempo, reflejan la renuncia de la diplomacia, la negociación y el diálogo como vías idóneas en la solución de controversias entre estados.
Ante todo esto, el gobierno de Obama una vez más decidió ignorar el consenso internacional respecto de este asunto y se limitó hoy a reiterar su posición. En la ONU, el embajador estadunidense Ronald Godard fue el encargado de defender la política de su país como una herramienta en nuestros esfuerzos para instar al respeto de los derechos civiles y humanos en la isla. Acusó que con la resolución, Cuba estaba tratando de identificar un chivo expiatorio externo para sus problemas económicos internos.
En el Departamento de Estado, la vocera Jen Psaki afirmó que a pesar del voto abrumador, Estados Unidos tiene el derecho soberano de conducir sus relaciones bilaterales económicas con otro país en acuerdo con sus propios intereses. Agregó: no pensamos que este debate anual en la Organización de Naciones Unidas haga algo por agregar y avanzar una discusión constructiva sobre estos temas.
Durante los últimos cinco años desde que Obama llegó a la Casa Blanca había indicios –incluso promesas– de un posible cambio en la política estadunidense, pero sólo lo suficiente, hasta ahora, para desilusionar a los que esperaban algo más de esta administración.
Recientemente ambos gobiernos han retomado negociaciones directas sobre asuntos de inmigración, correo postal y para fijar estrategias para responder a desastres naturales, pero por el momento el gobierno de Obama no parece desear abrir más el diálogo.
Aunque algunas de las sanciones más severas sobre viajes y envío de remesas se hicieron más flexibles con Obama, así como algunos intercambios en el ámbito académico, cultural y deportivo, el bloqueo aún define la relación, a pesar del giro en la opinión pública, en círculos empresariales y hasta entre políticos que no sólo critican el bloqueo por ser una política fracasada, sino que se han declarado a favor de una normalización de las relaciones diplomáticas y económicas.
El voto y debate en la ONU no fueron tema principal en los medios estadunidenses.
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