ATENCIÓN FRANK
Unas obras que no deberían pasar desapercibidas
Félix Sautié Mederos
Crónicas cubanas
Hace algunos días asistí a la presentación de unas obras literarias que considero muy importantes para los sentimientos y la espiritualidad de la Nación Cubana. Fue en una tarde noche de enero en el Convento San Juan de Letrán de los dominicos del Vedado habanero, quienes no se detienen en sus esfuerzos dirigidos a potenciar en las personas su espiritualidad intrínseca así como los más nobles sentimientos éticos. Desde hace tiempo lo realizan por medio de los cursos que imparten en el Centro Fray Bartolomé de las Casas, espacio donde los habaneros principalmente los jóvenes, pueden estudiar disciplinas que van desde las nuevas tecnologías digitales y los idiomas hasta las más diversas Ciencias Sociales. A estos cursos sistemáticos se unen además los encuentros cada último jueves del mes en el Aula Fray Bartolomé de las Casas, donde se imparten conferencias sobre los más diversos temas filosóficos, históricos, teológicos e incluso de la vida económica y política, propiciadores de debates respetuosos y profundos muy útiles para el desenvolvimiento práctico de la cultura del encuentro y del diálogo que tanto necesitamos en Cuba. Al respecto he escrito diversas crónicas y no me canso de hacerlo, porque les concedo especial valoración en nuestras actuales circunstancias
Fue en este marco acogedor en donde se efectuó la presentación de los dos primeros tomos de siete, de las Obras de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y García Menocal; Carlitos, para algunos de sus amigos de muchos años entre los que me honro ser uno de ellos. La publicación de los volúmenes se hizo posible gracias a una significativa colaboración entre la Editorial Boloña de la Oficina del Historiador de La Habana y los dominicos del Convento San Juan de Letrán. Referirse al padre Carlos Manuel, es tanto como entrar en contacto directo con uno de los troncos básicos de la Nación Cubana, ya que él es tataranieto de Carlos Manuel de Céspedes reconocido por los cubanos como el Padre de la Patria; y puedo decir que Carlitos es un cubano ejemplar por su vida y su obra, más allá de sus apellidos y abolengos.
Planteo el calificativo de Padre Carlos Manuel, porque de todos sus títulos y responsabilidades entre los que se incluye ser miembro de la Academia de Lengua en Cuba y un destacado intelectual de las letras cubanas, el que más aprecio es el de sacerdote al que ha dedicado lo esencial de su fructífera vida entre todos los cubanos sin distinción de credos, razas ni posicionamiento social, especialmente con los jóvenes más desvalidos a cuya redención y reconocimiento de la sociedad ha dedicado una buena parte de su fructífera labor pastoral. En mi criterio, ello dice mucho de su condición de seguidor de Jesús Nazaret. Escribo sobre su quehacer no porque me lo hubieran dicho o porque lo haya investigado en sus datos biográficos, sino porque lo he conocido directamente, incluso desde finales de los años 40 del Siglo pasado en que éramos condiscípulos en el Colegio de los Hermanos Maristas del barrio habanero de la Víbora y formábamos parte de la Acción Católica cubana; y porque con posterioridad he podido seguir de cerca sus andares por la vida y sus esfuerzos a favor de la fraternidad, el encuentro y el entendimiento entre los cubanos de adentro y de afuera del país que integran la Patria que fundó su tatarabuelo Carlos Manuel de Céspedes.
Me refiero a 7 tomos de sus obras no completas aún, porque Carlos Manuel sobreponiéndose a sus años y sus dolencias, sigue en activo como sacerdote e intelectual fecundo. Los dos primeros que se presentaron llevan por título Con sangre y desde el ruedo y Las sutiles convergencias; además habrán de seguirle: Apostillas; Monseñor Carlos Manuel de Céspedes en el Centro Fray Bartolomé de las Casas; Artículos; Novelas (I); y Novelas (II).
El espacioso salón de Reuniones del Convento San Juan de Letrán en donde sesiona regularmente el Aula Fray Bartolomé de las Casas, se hizo pequeño para el acto y hubo que realizarlo en el amplio y hermoso templo del Convento habanero que se caracteriza por sus altos puntales en ojivas, sus anchos pasillos y sus nutridas hileras de bancos capaces de acoger a una verdadera multitud de personas que en esta ocasión se repletaron. Allí estuvieron además de los frailes de San Juan de Letrán presididos por Fray Manuel Uña, fundador del Centro de Estudios y Fray Lester Zayas Díaz, su actual Director; el Nuncio Apostólico en Cuba y miembros del Cuerpo diplomático, así como una amplia representación de obispos, sacerdotes, laicos de las más diversas esferas y zonas de La Habana, junto con un muy nutrido grupo de destacados intelectuales y artistas cubanos así como muchos jóvenes y personas adultas atraídos todos por los escritos y la vida de quien siempre ha sido amigo, pastor de almas, profesor y consejero.
Especialmente quiero destacar la presencia e intervención del Dr. Eusebio Leal, Historiador de La Habana, quien al referirse a Carlos Manuel en el prólogo del tomo primero, escribió y expresó en el acto algo que comparto muy personalmente: Ha demostrado a quienes hemos tenido el privilegio de conocerle una acertada tranquilidad y serenidad ante el infortunio. En cuanto a mi, lo reconozco como el amigo generoso que me aconseja sin imponer su criterio, que sabe reprender con dulzura y, en dependencia de si es oportuno o no, expresar su opinión más sincera. Todo ello sin eclipsar al ser humano, donde se alternan, según las circunstancias, el carácter apacible o la reacción cuando algo le molesta o hiere su fina sensibilidad.
Finalmente quiero añadir que la presencia y las palabras de Eusebio Leal, fueron para mí muy significativas en circunstancias en que el Espíritu devorador de sus hijos característico del dios Saturno intenta abalanzarse sobre su persona en un pase de cuentas, que sería muy necesario hacerlo con muchos otros antes que con él. Esa también es una opinión muy mía, que aprovecho para plantearla públicamente. Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos al pensamiento diferente. fsautie@yahoo.com
Publicado en Por Esto! el lunes 28 de enero 2013.
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