LA CAIDA INMORTAL DEL CHE

Martes 9 de Octubre, 2012 - 45 Aniversario.

La caída inmortal del Che

Por Héctor García Soto.

"La muerte no es verdad cuando se ha cumplido

  bien la obra de la vida, truécase en polvo el cráneo

  pensador, pero viven y fructifican eternamente

  las ideas que en él se elaboraron".

                                                                                                                                                                        José Martí

Recordamos del Ché en este día, sus ideas humanitarias, su idealismo, sus sinceras palabras. Su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 11 de noviembre de 1968: “He nacido en la Argentina, no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofenden las ilustrísimas señorías de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países latinoamericanos, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie".

Y en el proceso revolucionario de 1959, nos decía: "Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la Revolución, pero también es contrarrevolucionario el que se haya valido de influencia y consigue una casa, que después viola el racionamiento, que después tiene todo lo que no tiene el pueblo y lo ostenta, o no lo ostenta, pero lo tiene. Ése es un contrarrevolucionario, a ése hay que denunciarlo enseguida. Y al que utilice su influencia buena o mala para su beneficio personal o de sus amistades, ése es un contrarrevolucionario y hay que perseguirlo pero con saña, perseguirlo y aniquilarlo".

En su mensaje a la Tricontinental reunida en la Habana se expresó con firmeza: "Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo, en cualquier lugar que nos sorprenda la muerte bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas".

Y en una exhortación a sus guerrilleros en plena selva boliviana les dijo: "Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón mas alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de HOMBRES, y los que no puedan alcanzar ninguno de esos dos estadios deben decirlo y dejar la lucha".

El Guerrillero Heroico actuaba como pensaba nuestro apóstol cuando afirmaba: "El amor madre, a la Patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas, es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca".

Y la descripción muy acertada de la personalidad del Ché la hizo el obispo brasileño Helder Cámara en abril de 1968 ante una muchedumbre de jóvenes en la Mutualité de París: "Sólo hay  una clase de hombre, aquellos de visión planetaria y de corazón universal, podrán consumar el milagro de borrar las desigualdades entre razas, sexos y clases. Sólo podrán lograrlo aquellos que sean violentos como los profetas, justicieros como el Ché, verdaderos como Cristo".

Han pasado 45 años y el sargento Mario Terán, asesino del Ché habrá seguido a cuestas con su carga de conciencia, pero lo que no podrá entender jamás, como dice el periodista boliviano Víctor Montoya, el haber disparado contra la Inmortalidad.