La alianza
económica entre Irak e Irán
Hedelberto
López Blanch
Lejos
estaban las administraciones de los Bush (padre e hijo) de pensar que después
de destruir e invadir a Irak para sacar del poder a Saddam Hussein, apoderarse
del petróleo, de las riquezas de ese país y tratar de controlar la región del
Medio Oriente, años después Bagdad firmaría una alianza comercial y de
seguridad con el enemigo más odiado de la Casa Blanca: Irán.
Recordemos
que Washington instó y apoyó a Hussein durante los ocho años de guerra que duró
la guerra entre Irak e Irán por los temores de Estados Unidos a la recién
triunfante República Islámica, tras el derrocamiento del Sha Reza Pahlevi.
La táctica
utilizada fue la de acabar con gobiernos árabes que impedían el control
norteamericano sobre esa importante y estratégica región, a la par que
apuntalaba a su aliado Israel y cercaba con sanciones económicas y amenazas de
guerra a Irán.
La
administración de Donald Trump incrementó el cerco contra Irán al rechazar el acuerdo
conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), firmado en julio de
2015, que estipulaba limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su
posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones
internacionales con el cual Washington fue uno de sus signatarios además de
Irán, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia y China.
En mayo de
2018, Trump anunció la retirada de su país del PAIC al acusar a Teherán de
desarrollar en secreto un programa nuclear, pese a que 12 informes consecutivos
del Organismo Internacional de Energía Atómica afirmaron lo contrario.
Desde
entonces recrudece el cerco económico y financiero contra la nación persa y le
ha impuesto numerosas sanciones que incluyen la oposición a la compra de petróleo
y productos petroquímicos y bloqueo a las transacciones de instituciones
financieras con el Banco Central de Irán.
Los últimos
paquetes de sanciones van destinados a tratar de llevar a cero las
exportaciones de crudo y productos petroquímicos principales e impedir
operaciones con puertos y empresas marítimas
Teherán mantiene fuertes relaciones económicas y comerciales con
diversas naciones como Rusia, China, Turquía, India, además de que la Unión
Europea ha rechazado esas medidas arbitrarias unilaterales y hasta Irak se negó
a cumplir las directrices de Washington e inmediatamente firmó un convenio con
Teherán para suministrarle alimentos y mercancías a cambio de petróleo.
Ahora, como
aseguran varios analistas, la visita oficial que realizó a mediados
de marzo el presidente de Irán, Hassán Rohaní a Irak donde fue recibido por el
presidente Barham Salih, significa "una bofetada al presidente de los
Estados Unidos”.
Pese a la estrategia de Estados Unidos de aislar a Irán, la realidad es
que como expresa el viejo refrán, “el tiro le ha salido por la culata”
La gira de
Rohaní, catalogada como histórica por su ministro de Asuntos Exteriores,
Mohamad Yavad Zarif, estuvo dirigida a reforzar los lazos entre los dos
gobiernos, durante la cual se suscribieron documentos en materia de cooperación
comercial, atención médica, temas energéticos, asuntos consulares y una línea
de ferrocarril que uniría el suroeste de Irán con la región iraquí de Basora,
rica en petróleo. A esto se suma la agilización de visados para los inversores,
la cooperación en el sector de la salud y en la industria del petróleo.
Teherán ha
manifestado que aumentará el volumen de comercio con la nación vecina de 13 000
dólares actuales hasta 20 000 millones para el próximo año.
Desde hace varios meses, los dos
gobiernos están considerando usar el euro y la moneda iraquí, el dinar, en sus
pagos y ajustes recíprocos con el fin de reducir su dependencia del dólar
estadounidense en medio de las dificultades que enfrenta el país persa debido a
las sanciones de Washington.
En 2018 el valor de las exportaciones de Irán al país vecino alcanzó la
cifra de 9 000 millones de dólares, pese a las trabas que trató de imponerle
Estados Unidos. Además
de recursos energéticos, las exportaciones iraníes incluyen ganado, alimentos,
productos plásticos, materiales de construcción y vehículos.
Durante la
estancia de Rohaní se determinó también reanimar los acuerdos de Argel mediante
el cual se podrían prevenir futuros conflictos entre las dos naciones, así como
la posible reincorporación de Siria a la Liga Árabe.
El
recibimiento del presidente de la nación persa resultó ampliamente destacado
por los medios de difusión locales y extranjeros que cubrieron los desfiles y los
diferentes encuentros sostenidos, entre los que se destacó la efectuada al ayatolá
Ali al Sistani.
Para Estados
Unidos le será difícil comprender que después de 16 años de bombardear, invadir
y sacar del poder a Saddam Hussein, Irak haya dado un giro de 180 grados en sus
relaciones políticas y comerciales con Irán. Cada vez se debilita más el mundo
unipolar.
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