ATENCIÓN FRANK
Desde Palma de Mallorca en la España ancestral, percibo cosas que
hieren mi conciencia.
Algunas consideraciones que no puedo acallar en mi conciencia…
CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
Queridos lectores de Crónicas Cubanas, quizás el estar fuera de mi de
mi ámbito habitual de mi Rincón de Centro Habana desde donde
periódicamente les escribo mis Crónicas Cubanas, ha golpeado en mi
conciencia de un modo especial, porque me encuentro de viaje en la
España de mis ancestros, en donde tengo hijos y nietos nacidos en
España, así como amigos y camaradas de muchos años, todos asentados en
esta Península Ibérica que es parte esencial de la Vieja y Culta
Europa. Precisamente considero qué por encontrarme en un pedazo de
Europa, estoy viviendo directamente algunas experiencias de lo que veo
y percibo en la distancia de mi Caimán Caribeño, mestizo y socialista.
Siempre es un privilegio viajar y ver otros mundos y otras
experiencias que complementan nuestra cultura y que pueden afirmar
nuestras ideas y convicciones sociopolíticas e incluso convertirse en
un factor de análisis crítico y de cambio. Acercarse a problemas que
vemos desde lejos es decisivo, aun apreciándolas por medio de las
nuevas tecnologías de la información en tiempo real. Esa presencia
física en el lugar de los hechos es insuperable, muy importante y
esclarecedora. Así lo estoy viviendo y lo he testimoniado en algunas
de mis últimas crónicas de viaje publicadas en Por Esto! Por todas
partes me encuentro con el drama de la emigración que viene del Norte
de África y del Medio Oriente a Europa en busca de refugio para salvar
sus vidas en peligro por causa de las guerras y de la barbarie que en
esa región imperan.
Me los encuentro en las calles algunos indocumentados y temerosos
vendiendo objetos de uso personal, con inconfundibles presencias por
sus rasgos físicos que a algunos extremistas de derechas les molestan
mucho. En Cuba esas situaciones no se destacan tanto por la
composición mestiza de nuestra población y por el humanismo que nos
caracteriza que nos viene de José Martí y que la Revolución ha puesto
en práctica. También escucho criterios y comentarios incluso algunos
contradictorios, que tienen como tema esencial ese problema que
recorre a Europa como un fantasma.
Pero lo que más me está llamando la atención es el relativismo socio
político y espiritual, que percibo en las calles de una sociedad que
ha puesto el consumo en el centro de sus preocupaciones y que propugna
un individualismo cada día más profundo ensimismados con los móviles,
tabletas y otros artefactos que están dejando de lado a la
comunicación intersubjetiva y directa de las personas en sociedad.
Intercomunicación social que ha sido un elemento esencial para el
desarrollo y la cultura, que desde la época de las cavernas a la fecha
ha alcanzado la humanidad; y que nos ha diferenciado esencialmente del
mundo de los instintos animales ¿Será ese un futuro de nuestra especie
en los siglos que tenemos por delante?
Percibo una despreocupación mu generalizada, por los terribles
sufrimientos que otros seres humanos están viviendo tan cerca de la
Europa que ha proclamado el humanismo y los Derechos Humanos la base
esencial de su unión, de su cultura y de su política. ¿Es que sólo
esos conceptos son válidos para los europeos?; y que los demás se las
arreglen cómo puedan.
¿Estaremos viviendo la gestación futura de lo que podría ser una
avalancha desde el norte explotado y sufrido de África y del Medio
Oriente, como la de Espartaco con su ejército de esclavos desesperados
en un pasado que, aunque lejano podría volver a reproducirse? Lo que
pudiera ser posible de nuevo en mi criterio, tal y como se presentan
los acontecimientos del presente, en el que buena parte de los
gobiernos europeos no comprenden las realidades de los dramas que se
viven en el Mediterráneo gran fosa común del presente, de las que esos
mismos gobiernos tienen buena parte, quizás la mayor, de su
responsabilidad existencial.
¿Será posible que algunas poblaciones europeas se encuentren tan
enajenadas con el consumismo y el neoliberalismo, que no se den cuenta
de lo que podría suceder en un futuro quizás no tan lejano?
Por otra parte, poco a poco el fascismo está regresando y los partidos
de extrema derecha aumentan sus escaños en los parlamentos, e incluso
están arribando a los gobiernos como resultado de elecciones en las
que el miedo e incluso el odio a los emigrantes copa la voluntad de
muchos ciudadanos, que “ingenuamente” por denominarlo de una manera no
ofensiva, piensan que en definitiva con las derechas extremas y
derechas no tan extremas van a vivir mejor. Además de lo que en la
práctica se está manifestando, he escuchado argumentaciones a favor de
las derechas en personas que por su condición de clase y su falta de
fortuna personal poco tendrían que ver con los postulados derechistas,
xenófobos y nacionalistas. Pienso además que quizás si se pierde la
unidad europea alcanzada por Europa del presente, se podría regresar
al mundo pasado de las guerras y las confrontaciones intereuropeas.
Será posible, tanta enajenación como para cómo se plantea en el refrán
popular: ¿Estar en el bosque y no ver los árboles? Por hoy no quiero
atiborrarlos con más preocupaciones de conciencia, puede que de nuevo
vuelva a compartir otras más porque día a día las estoy viviendo casi
ininterrumpidamente.
Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento
diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán, México,
Sección de Opinión, el domingo 15 de julio del 2018.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=662534
Desde Palma de Mallorca en la España ancestral, percibo cosas que
hieren mi conciencia.
Algunas consideraciones que no puedo acallar en mi conciencia…
CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
Queridos lectores de Crónicas Cubanas, quizás el estar fuera de mi de
mi ámbito habitual de mi Rincón de Centro Habana desde donde
periódicamente les escribo mis Crónicas Cubanas, ha golpeado en mi
conciencia de un modo especial, porque me encuentro de viaje en la
España de mis ancestros, en donde tengo hijos y nietos nacidos en
España, así como amigos y camaradas de muchos años, todos asentados en
esta Península Ibérica que es parte esencial de la Vieja y Culta
Europa. Precisamente considero qué por encontrarme en un pedazo de
Europa, estoy viviendo directamente algunas experiencias de lo que veo
y percibo en la distancia de mi Caimán Caribeño, mestizo y socialista.
Siempre es un privilegio viajar y ver otros mundos y otras
experiencias que complementan nuestra cultura y que pueden afirmar
nuestras ideas y convicciones sociopolíticas e incluso convertirse en
un factor de análisis crítico y de cambio. Acercarse a problemas que
vemos desde lejos es decisivo, aun apreciándolas por medio de las
nuevas tecnologías de la información en tiempo real. Esa presencia
física en el lugar de los hechos es insuperable, muy importante y
esclarecedora. Así lo estoy viviendo y lo he testimoniado en algunas
de mis últimas crónicas de viaje publicadas en Por Esto! Por todas
partes me encuentro con el drama de la emigración que viene del Norte
de África y del Medio Oriente a Europa en busca de refugio para salvar
sus vidas en peligro por causa de las guerras y de la barbarie que en
esa región imperan.
Me los encuentro en las calles algunos indocumentados y temerosos
vendiendo objetos de uso personal, con inconfundibles presencias por
sus rasgos físicos que a algunos extremistas de derechas les molestan
mucho. En Cuba esas situaciones no se destacan tanto por la
composición mestiza de nuestra población y por el humanismo que nos
caracteriza que nos viene de José Martí y que la Revolución ha puesto
en práctica. También escucho criterios y comentarios incluso algunos
contradictorios, que tienen como tema esencial ese problema que
recorre a Europa como un fantasma.
Pero lo que más me está llamando la atención es el relativismo socio
político y espiritual, que percibo en las calles de una sociedad que
ha puesto el consumo en el centro de sus preocupaciones y que propugna
un individualismo cada día más profundo ensimismados con los móviles,
tabletas y otros artefactos que están dejando de lado a la
comunicación intersubjetiva y directa de las personas en sociedad.
Intercomunicación social que ha sido un elemento esencial para el
desarrollo y la cultura, que desde la época de las cavernas a la fecha
ha alcanzado la humanidad; y que nos ha diferenciado esencialmente del
mundo de los instintos animales ¿Será ese un futuro de nuestra especie
en los siglos que tenemos por delante?
Percibo una despreocupación mu generalizada, por los terribles
sufrimientos que otros seres humanos están viviendo tan cerca de la
Europa que ha proclamado el humanismo y los Derechos Humanos la base
esencial de su unión, de su cultura y de su política. ¿Es que sólo
esos conceptos son válidos para los europeos?; y que los demás se las
arreglen cómo puedan.
¿Estaremos viviendo la gestación futura de lo que podría ser una
avalancha desde el norte explotado y sufrido de África y del Medio
Oriente, como la de Espartaco con su ejército de esclavos desesperados
en un pasado que, aunque lejano podría volver a reproducirse? Lo que
pudiera ser posible de nuevo en mi criterio, tal y como se presentan
los acontecimientos del presente, en el que buena parte de los
gobiernos europeos no comprenden las realidades de los dramas que se
viven en el Mediterráneo gran fosa común del presente, de las que esos
mismos gobiernos tienen buena parte, quizás la mayor, de su
responsabilidad existencial.
¿Será posible que algunas poblaciones europeas se encuentren tan
enajenadas con el consumismo y el neoliberalismo, que no se den cuenta
de lo que podría suceder en un futuro quizás no tan lejano?
Por otra parte, poco a poco el fascismo está regresando y los partidos
de extrema derecha aumentan sus escaños en los parlamentos, e incluso
están arribando a los gobiernos como resultado de elecciones en las
que el miedo e incluso el odio a los emigrantes copa la voluntad de
muchos ciudadanos, que “ingenuamente” por denominarlo de una manera no
ofensiva, piensan que en definitiva con las derechas extremas y
derechas no tan extremas van a vivir mejor. Además de lo que en la
práctica se está manifestando, he escuchado argumentaciones a favor de
las derechas en personas que por su condición de clase y su falta de
fortuna personal poco tendrían que ver con los postulados derechistas,
xenófobos y nacionalistas. Pienso además que quizás si se pierde la
unidad europea alcanzada por Europa del presente, se podría regresar
al mundo pasado de las guerras y las confrontaciones intereuropeas.
Será posible, tanta enajenación como para cómo se plantea en el refrán
popular: ¿Estar en el bosque y no ver los árboles? Por hoy no quiero
atiborrarlos con más preocupaciones de conciencia, puede que de nuevo
vuelva a compartir otras más porque día a día las estoy viviendo casi
ininterrumpidamente.
Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento
diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán, México,
Sección de Opinión, el domingo 15 de julio del 2018.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=662534
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