SAN JOSE DEL
LAGO: UN ATRACTIVO TURISTICO AL CENTRO DE CUBA.
Por. José
Antonio Camellón
Con el
mejoramiento de su confort la villa San José del Lago de la provincia Sancti
Spiritus, es considerada por sus visitantes como uno de los mayores atractivos
del centro de la isla.
La instalación
perteneciente a la cadena de hoteles Islazulrecibió una remodelación en aras de
incrementar la calidad de los servicios
y continúa aumentando su
capacidad hotelera y extrahotelera.
El lugar popularmente
conocido como los Lagos de Mayajigua, la villa San Jose del Lago, se encuentra
en la localidad del mismo nombre en el territorio espirituano de Yaguajay.
En este centro
existe una magia extraordinaria, al encontrarse aquí una excelente agua
natural, reconocida por sus emblemáticos y asombrosos efectos curativos.
El sitio es
extraordinario, refiere a La APIL Nildo Iñigo, un español
que hace poco visitó la instalación.
Otros cubanos y
espirituanos –como se le dicen a los de esta región- refieren que es un lugar
divino e inimaginable
La señora
EditLopezrefiere que su hermana Hilda-
ya fallecida- visitó por años la instalación y esas aguas benditas le mejoraron
considerablemente la enfermedad de la piel que poseía.
Las aguas termales
de San Jose del Lago, son reconocidas por visitantes extranjeros y cubanos que avalan
las aguas termales de Los Lagos de Mayajigua, permiten aliviar dolencias de la
piel, y otros efectos de enfermedades de
la salud, como la soriasis. Este lugar ha sido reconocido entre los sitios
emblemáticos en Cuba para curar varios efectos y utilizarlo además de sus
atracciones turísticas, para propios tratamientos de la salud.
Y de sus
excelentes habitaciones y personal que laboran en la entidad.
Pero los
antecedentes históricos de este encantador lugar se remontan a 1513 cuando al
poblado que hoy ocupa Mayajigua, fue visitado por Panfilo de Narvaez, durante
un recorrido por el centro de la isla, según encomienda del adelantado Diego
Velazquez.
A través de las
escasas fuentes bibliográficas trasciende que a principios del siglo XIX el
lugar pertenecía a un rico propietario, quien lo adquirió al conocer por medios
de los esclavos la existencia de manantiales
de aguas tibias, capaces de aliviar el dolor de sus cuerpos como
consecuencias de los latigazos impuesto por el mayoral.
En la primera
mitad del siglo XIX se construyen dos cabañas para hospedaje y la piscina
termal y en 1926 Arturo Barrayarse Cabrera logra alivio a un reumatismo con el
empleo de estas aguas termales, lo cual lo hace comprar estas propiedades e
inaugurar el 20 de mayo de 1940 este balneario.
La Mayor de las
Antillas cuenta actualmente con una decena de instalaciones con estas
características y hay en fase de
tratamiento más de 40 acuíferos mineromedicinales.
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