Fidel
y las tres Ies
Hedelberto
López Blanch
Por
estos días, el pueblo cubano le ha rendido, con enorme pasión, admiración y
orgullo los más profundos sentimientos de dolor y cariño al hombre que durante
más de 60 años le indicó el camino de la verdadera independencia, soberanía,
solidaridad, internacionalismo y humanismo.
Fidel
Castro Ruz ha quedado inscrito para siempre en los libros de la historia
moderna y ya se le considera como el hombre de las tres Ies: invencible,
irrepetible e Inmortal.
Invencible
porque luchó contra la tiranía batistiana apoyada por Estados Unidos, subió a
la Sierra Maestra y derrocó a ese régimen; se enfrentó al imperialismo más
grande y agresivo de la historia y desde 1959 sus once diferentes
administraciones no pudieron sacarlo del poder; enfrentó alrededor de 630
atentados contra su persona organizados por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) y grupos contrarrevolucionarios asentados en Estados Unidos y salió
ileso.
Logró
contra viento y marea expandir la antorcha de libertad por América Latina;
sacar del abismo económico a todo el pueblo cubano tras la desaparición de la
Unión Soviética y el recrudecimiento de bloqueo económico y financiero impuesto
por Washington contra la Isla; y venció junto a su pueblo a las tropas racistas
sudafricanas, las cuales salieron derrotadas de Angola, y se abrieron las
puertas para la Independencia de Namibia y la consecuente desaparición del
apartheid en Sudáfrica.
Irrepetible
porque con sus enormes cualidades de estadista supo manejar, en cualquier
momento, las más difíciles situaciones para buscar una solución plausible, o
ser un visionario para adelantarse a las acciones que podría emprender el
enemigo, o hablar durante horas con enorme magisterio para adentrarse en los
sentimientos más profundos de su pueblo e indicarle el camino a seguir.
Inmortal
porque su ejemplo, entrega al deber, sus lecciones de internacionalismo, de
solidaridad y humanismo sobrepasan a cualquier hombre y mujer de los siglos XX
y XXI.
Cuba,
esta pequeña Isla del Caribe es hoy admirada y respetada por el mundo entero
pues él educó a sus coterráneos a compartir lo que tiene y no a dar lo que sobra;
a realizar cualquier sacrificio siempre y cuando sea a favor del ser humano y
la libertad; a enfrentar al enemigo por poderoso que sea.
Fidel
se ganó el derecho de entrar a la historia universal desde esta Isla ubicada en
el medio del Caribe cuyos hijos lo acompañaron en todo momento y supieron que
con su ejemplo Cuba ayudaría a cambiar el curso de la historia.
Invencible,
irrepetible e Inmortal, ese es Fidel y su Cuba Revolucionaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario